sexta-feira, 27 de janeiro de 2023

La Hechiceria y la Brujeria Parte 3

 

Con apenas la mitad del artículo escrito, me di cuenta que había excedido en mucho la media de páginas de los anteriores, por lo que para guardar cierta homogeneidad, he preferido partirlo en dos, aunque acabemos esta serie con un artículo más de lo previsto. Así, en esta parte, vamos a terminar de analizar el post del Traditional Witchcraft Forum, desde donde lo dejamos en el artículo anterior, y comprobar si efectivamente estén fundadas nuestras sospechas, sobre que primen la subjetividad, el animus injuriandi y los prejuicios hacia la Wicca, por encima de la razón. Y ya con la dedicación que merece, en el siguiente artículo, analizaremos la entrevista a Michael Howard. Ahora, comencemos por lo que dice este Foro, en su página de presentación:
“Welcome to our «Non-Wiccan» Community! … We both collided with each other online about 7 years ago and since that day remained the very best of friends. We decided to do something for the Traditional Witches out there so please note this is a site purely for Traditionals. If you are looking for «New Age» Wiccan/Gardnerian ‘Traditional’ Witchcraft then we are sorry but you are not welcome to join. If you are already a Traditional Witch (practising the Old Craft before Wicca) or you are on a different Traditional path, which embraces working with a variety of energies, and wish to mingle with like minded folk, then please stay a while and browse around and feel free to join. … There are not many sites purely dedicated to Traditional Witchcraft as Wiccan sites have really taken over the internet. Although Wicca and Traditional Witchcraft are a similar path, they are actually entirely different in the way of working and beliefs, hence this is NOT a Wiccan site. Unfortunately, on many Wiccan sites a Traditional’s point of view tends to create an odd atmosphere and we end up feeling like outcasts. … This site is a COMMUNITY site and filled with non-wiccans, worldwide. If you are looking for purely intellectual sparse nitty-gritty conversation, then you won’t enjoy it here. We have a very laid back and friendly forum, which is exactly what we aimed for and will continue to promote. […]” 
¿Obsesión, manía? Como vimos, es imposible leerles una sola definición clara, y menos sin que aludan despectivamente a la Wicca. Y para no tener nada que ver con nosotros, hay una fijación cuanto menos excesiva. La presentación de este Foro, en la que se advierte que no son bien recibidos los wiccanos, en 15 líneas menciona 8 veces la palabra wicca. Cuando un espacio de debate, avisa que no son bienvenidas las personas a las que critica pública y reiteradamente, dice mucho de su ética y muy poco de lo que vayamos a encontrarnos. Asimismo, que asimile la Wicca a la Nueva Era, no ya porque lo hagan de forma peyorativa -cosa normal- ni porque tengan razón, que no la tienen, sino porque es absurdo, pierde el escaso crédito que les queda, aún antes de saber lo que tengan que decir. Y lo que tienen que decir, como leeremos, es más bien nada. Ignoro, qué prácticas tradicionales anteriores a la Wicca dicen que practican, pero por el formato del grupo, supongo que se referirán a “trabajar” y someter a sus designios a lo que sea que crean, o como muchos de ellos, según dicen, no creen, pues darán consejos sobre cómo engañarse así mismos, para que sus proyecciones mentales les hagan caso… Aunque lo digan con la boca pequeña, vemos que sus métodos y los de la magia ceremonial son iguales, y si acaso les diferencia la parafernalia. Ya lo reconocía así, Michael Howard: “As mentioned before, I have never quite understood this perceived dichotomy between witchcraft and ceremonial magic or the strong feelings it engenders today. […]” Y es que, el modelo de SU peculiar forma de entender la Brujería Tradicional, es muy parecido: acudir a una Fuerza Todopoderosa o a su propia psique, para forzar a la Naturaleza, Entes o egrégores a realizar tal o cual “servicio” bajo el poder de sus conjuros, todo mezclado con teónimos, símbolos cabalísticos y precristianos y algún que otro préstamo religioso que llame su atención, como la Rueda del Año.
No es cierto, que haya pocos sitios en Internet como el suyo, al contrario. La Red está plagada de ellos, de páginas repletas de habladurías y recetarios, con muy poca información contrastada y opiniones en la misma línea, que reproducen los estereotipos que tanto dañan al Paganismo. Demostrar un perfil bajo y pretender un reconocimiento público, dice más de una necesidad de protagonismo, que de merecerlo. Además, es al contrario, son los Cultos wiccanos quienes lo tenemos más difícil, que somos vejados continuamente por miles de webs como esta. La diferencia, es que en nuestro caso no nos importa ser menos o pocos, mientras mantengamos nuestra Tradición al margen de contaminaciones como la suya. Y en cuanto a nuestra presencia en la Red, nos leerán en tanto tengamos algo que decir y lo que digamos sea cierto y oportuno. La importancia que se le está dando últimamente a este tipo de artículos, en espacios hispano-hablantes, creo que está sobrevalorada. Pero antes de precipitar nuestras conclusiones, leamos lo que escribía el Administrador de este Foro ¡hace 10 años!, con el título “DIFERENCIAS ENTRE LA WICCA Y LA BRUJERÍA TRADICIONAL”:
“… La brujería tradicional no es Wicca, la brujería tradicional es el paganismo antiguo. Es la práctica de las creencias pre-wiccanas y pre-cristianas (o al menos tratar de revivir las viejas costumbres)…
La Wicca es un juramento obligado, orthopraxy, basado en el culto de las brujas en torno a la fertilidad y una religión misteriosa. Gerald B. Gadner la creó en 1950 y en realidad nunca lo llamó Wicca, sino mas bien «Wica». En la Wicca Tradicional, se requiere que los miembros tengan que ser iniciados en un Coven, actualmente considerado Wicca, y por lo tanto, no es posible ser un wiccano solitario. Se dice que en la Wicca, uno debe ser iniciado con el fin de recibir la información de la Corte Interna (como los dioses con «verdaderos» nombres). Según la tradición, los brujos tradicionales pueden o no requerir al solicitante para ser iniciado…
En la brujería tradicional, no se sigue la Rede Wicca (creada por Gerard B. Gadner) o la Triple Ley «Mientras a nadie dañes, haz lo que quieras», esta es una parte de la Rede Wicca y muchas personas la toman como una ley, cuando de hecho la palabra «rede» en realidad significa «consejo»… Hay muchas filosofías orientales incluidas en la Wicca (como el concepto del Karma). Pero la brujería se originó en la Europa Occidental, y las tradiciones de la brujería tradicional prefiere permanecer fiel a las viejas costumbres que incluye la magia popular. Algunos consideran la brujería tradicional como una religión, mientras que otros lo consideran un Arte, que la han incorporado a su religión, todo depende de la visión de cada uno.
… Muchos brujos tradicionales no creen en dioses y muchos no lo hacen, depende de sus creencias. Yo no creo en deidades y nunca lo haré, Creo en el uso del poder de la naturaleza. Nosotros no rendimos culto a la naturaleza como mucha gente cree…
Los brujos tradicionales no creen en el Summerland como lo hacen los wiccanos. Nosotros creemos que los espíritus habitan en el mundo espiritual o el «otro lado», y se puede volver como espíritu a la tierra o en otra forma (como guardían o reencarnar cerca del núcleo familiar). Hay tres niveles en el mundo: el inframundo (Bajo Mundo) donde habitan los espíritus y donde se mantiene la sabiduría, el mundo medio donde habitamos y el mundo superior que es el hogar de lo divino. La creencia de otra vida varía de una persona a otra…
Aunque hay muchas diferencias entre la Wicca, la brujería tradicional, y el neo-paganismo todos creemos que la naturaleza es sagrada y buscamos el conocimiento del abismo.”
Pese a que este texto tenga una década, no ha perdido eficacia en tanto que sigue pasando de unos a otros por la Red, lo que me hace pensar, que quizá llevemos 10 años estancados con los mismos prejuicios y lo que es peor, sin haber aprendido nada o muy poco desde entonces. Que su post no deja de ser un manifiesto antes que otra cosa, lo indica la falta de datos y fuentes que avalen sus afirmaciones. Algo lógico, teniendo en cuenta que vetando a quienes no piensen como ellos, han convertido sus debates en homilias. Y eso, que con el primer párrafo, salvo la incongruencia de decir que la práctica de la Wicca, no es Wicca, o que la práctica de la Wicca Tradicional, es anterior a la Wicca, creo que todos estaríamos de acuerdo. Sí, lo hemos dicho repetidas veces, la Brujería es el resultado del Paganismo, como éste lo fue de las prácticas y creencias precristianas, pero es que son ellos los que no acaban de creérselo. Solo recordemos, que el Paganismo no es un cúmulo de espiritualidades personales, sino el conjunto de creencias de las RELIGIONES PRECRISTIANAS aún vivas con el Cristianismo, por lo que restar importancia a lo religioso, que es la fuente, el motor y el sentido de la Brujería, es cuanto menos desconcertante.
La Wicca no es un “juramento obligado”, sino una opción voluntaria para con una Tradición, que para aquellos que decidan iniciarse en sus Misterios, prevé jurar compromiso, lealtad y secreto. Es una profesión de fe, por la que el creyente se compromete de manera formal, a cumplir con sus creencias y votos. Y eso exige responsabilidad, algo de lo que muchos no quieren saber nada. Está demostrado, además, que la Wicca no la creó Gardner, quien en todo caso lo que hizo fue tomar préstamos para el ritual de su Coven, que después haría que sus descendientes creasen una nueva Corriente dentro de la Brujería Tradicional Británica. Un Culto el suyo, al que Gardner NUNCA llamó Wicca ni Wica ni de ninguna otra manera, sino BRUJERÍA. Toda religión mistérica, exige de una Iniciación de sus fieles, con una transmisión de conocimientos y el compromiso de cumplir con los deberes que esta responsabilidad implica. Unos preceptos, que quienes buscan la religión “a la carta”, no están dispuestos a acatar, en la fútil creencia que las religiones estén concebidas para su provecho personal. Es el gran problema de muchos, ahora sí, “nuevaeristas”, convencidos que pueden coger lo que les venga en gana y desechar lo que no les interese de nuestras religiones, pero claro, diciéndose miembros de pleno derecho de las mismas. Prueba de la inconsistencia de estas afirmaciones, es que salvo en los gremios de hechiceros creados en los años 90 y con excepciones, el resto (Cultus Sabbati, Culto Feri y Clan de Tubal Caín), poseen ritos iniciáticos, en su jerga: <<juramento obligado>>.
Afirma, que: “En la Wicca Tradicional, se requiere que los miembros tengan que ser iniciados en un Coven, actualmente considerado Wicca, y por lo tanto, no es posible ser un wiccano solitario”, pero no es del todo cierto. En el caso de la Tradición Celtíbera, no es obligatorio iniciarse dentro de un Corro (Coven) o Akelarre ni pertenecer por obligación a uno, sino estar debidamente iniciado por un sacerdote (2° Grado). Y esto es así, porque la Iniciación no es un Rito social, sino un Rito ad hominem. Sólo es la Tradición, la que reconoce este estatus. Entonces, un wiccano solitario, lo será en tanto estando iniciado en un Culto, no pertenezca a ningun coven. Denominar wiccanos/brujos “solitarios”, a quienes no están iniciados en una Tradición, es una licencia moderna que ha querido concederse así mismo, quien se ha auto-dedicado. Y en cuanto a la excusa, de que durante las persecuciones no pudo haber linajes ininterrumpidos y por lo tanto el aprendizaje fue autodidacta, no se sabe a ciencia cierta, no fue del todo como lo cuentan y en cuanto tuvieron ocasión, sí sabemos que constituyeron Hermandades. Y no nos referimos a los hechiceros y sanadores, que siguieron ejerciendo sus prácticas sin más necesidad o interés, que conservar sus remedios, recetas y formularios con la religión que fuese. Los mismos, que ahora reclaman el apodo que les pusieron los cristianos, para desvirtuar las Viejas Religiones.
Por otra parte, no sé si será por una mala traducción o que yo no lo haya entendido bien, pero he creído leer que en la Brujería Tradicional no se sigue “… la Triple Ley «Mientras a nadie dañes, haz lo que quieras«. Supongo que será una errata o culpa mía, porque está claro que la llamada Ley Triple, viene a decir que las consecuencias de nuestras acciones, volverán a nosotros por triplicado. Una máxima, por cierto, que entiendo no tenga cabida en la pseudo-brujería, pero con la misma certeza que se que tiene y mucho que ver, con las creencias precristianas europeas. “En la mentalidad mágico-religiosa de los pueblos indoeuropeos la triplicidad constituye uno de sus rasgos más destacados. Su propia sociedad, tal como Georges Dumézil la analizó, se estructuraba en tres partes: sacerdotes, guerreros y productores. El número tres en la literatura vernácula irlandesa y galesa, así como en la iconografía y el simbolismo celtas, alcanzó una gran importancia porque entendían que al triplicar un acto o una imagen se potenciaba la capacidad y el efecto de la idea depositada en ellos. […]». Vamos, que no hay que complicarse, buscando un origen “cabalísticothelémico”, donde no hay más que creencias y mitos, especialmente célticos, que se han perpetuado hasta la actualidad. En realidad y como se explica, esta máxima es simple y llanamente un aumentativo de intensidad con una simbología esotérica y sagrada, conocido entre las sociedades europeas, y cuyo origen es muy anterior a la Edad Moderna. Y es que ya dice el refranero popular, que <<tres, son multitud>>, quizá resabio del Derecho Romano, de que tres personas hacen sociedad (tres faciunt collegium). En lo que a la Wicca se refiere y aunque venga bien como dato, ni tan siquiera es necesario que nos recuerden cuándo hizo Gardner su primera alusión a esta máxima, que fue antes de darse a conocer públicamente como brujo, porque la preponderancia de este número en la simbología es un hecho fácilmente rastreable, que dejó una huella indeleble en la geografía europea y más allá: «Prácticamente en todas las culturas del mundo antiguo determinados números tuvieron una significación especial al considerarlos mágicos o relacionados con ciertas divinidades (Butler, 1970). Por lo general, no es un único número el que se carga de simbolismo y todos los demás son considerados asignificativos o neutros, sino que suelen ser varios los que se ponen al servicio de determinados contenidos ideológicos, aunque éstos suelen estar jerarquizados, de manera que casi siempre uno de ellos es considerado más cargado de significación que los demás, lo que le confiere prácticamente un carácter sagrado. Esto es lo que ocurre con el siete en las culturas del Próximo Oriente y que aún en la actualidad sigue siendo sagrado en la tradición judaica1. Sin embargo, quizá sea el tres el número más universalmente envuelto en un halo de misticismo y significación ideológica (MacCana, 1970: 48). No hay más que pensar por un momento en las tríadas divinas egipcias —Osiris, Isis y Horus, por ejemplo—, mesopotámicas —An, Enki y Enlil o Apsu, Mummu y Tiamat—, del mundo clásico —Zeus, Poseidón y Hades en el caso griego y Júpiter, Juno y Minerva en el romano—, o en la misma Santísima Trinidad cristiana. Y aún podríamos remontarnos a tiempos más antiguos.»
Es por eso, que me resulta un tanto impostada, la necesidad de volver una y otra vez al Ocultismo para explicar todo lo que tenga que ver con la Wicca, con la misma frecuencia con la que se ignoran hechos de la Antigüedad, que demuestran relaciones mucho más evidentes y directas; pero por lo mismo que buscamos habitualmente referencias cuanto más lejanas, mejor, antes que el camino más corto: la línea recta. Aunque sea más sencillo explicar lo que pasó hace cien años, que hace mil, no podemos ignorar las primeras referencias, porque quizá puedan explicar las de ayer y las de hoy. Es por eso, que cuando leo el valor y el significado del triplismo entre cabalistas, teósofos y rosacruces, respetando el hecho, se me hace extraño que no acudan por ejemplo a los Celtas, para explicar una tradición celta, sobre prácticas celtas de origen celta:
“… Por tanto, de donde procede la idea? Este puede tener sus bases en las influencias que recibió dicho Coven por hallarse elementos Masónicos, Rosacrucianos, Teosóficos, Thelémicos, Herméticos y Elíseos, tal como se menciona en la obra de Sorita D´Este (Alexandrian Wicca) “Wicca: Magickal beginnings”. Es decir, la base de la costumbre de los “tres golpes” del martillo masón, las “tres palmadas” rosacruces, los “tres saludos” thelémicos, las “tres ciencias” del hermetismo, la Trinidad del Cristianismo, etc. esto tiene un sentido muy simbólico. […]” ¿Es que a nadie se le ha ocurrido, que masones, rosacruces, teósofos, thelémicos y herméticos, no sacaron de la nada sus doctrinas? ¿Y teniendo a su alcance, las mismas fuentes originales que éstos, quién preferiría recurrir a intermediarios, para asentar las bases de una Tradición que dice o quiere beber de las fuentes originales? Tiene el mismo sentido, que un agricultor comprando patatas congeladas, en un supermercado. ¿No ha basado Gardner su Tradición, sobre todo en la Celta? ¿Por qué dar tantas vueltas, para no hacer ni una sola parada en las fuentes originales que nutren a la Wicca? No creo que haga falta explicar, que si un concepto como el triplismo tiene 3000 años, no se debe a que hace apenas 300 años, una serie de grupos lo utilizasen:
«… Ya en la Céltica, se reconoce también un uso simbólico de los números y, al igual que en tantas culturas, éstos han sido jerarquizados, hecho que no ha de sorprendernos en una sociedad, a su vez, profundamente jerarquizada… La misma sociedad indoeuropea se estructuraba en tres partes —sacerdotes, guerreros y campesinos, como demostró Dumézil—, y tripleta forman, según Lucano (Pharsalia, 1, 445) sus divinidades Taranis, Esus y Teutates, al modo que vemos en ámbitos culturales emparentados con ella: Siva, Brahma y Visnú entre los vedas o Wodan, Tiwaz y Donar en el mundo germánico. […] … Sin pretender ser exhaustivos, porque a fin de cuentas este no es el objeto del presente trabajo, en casi todas las leyendas, acciones y vivencias de los personajes que aparecen en los relatos míticos medievales de las Islas Británicas siempre se encuentran presentes, y no pocos, episodios o elementos de triplicidad. Por ejemplo, CuChulainn, hijo de Lug y uno de los tres grandes héroes de la épica irlandesa, tal como refiere el Ciclo del Úlster, mataba a sus enemigos de tres en tres y tenía el pelo de tres colores: castaño en la base, rojo sangre a la mitad y rubio en las puntas (Mackillop, 1998: 103), además de que lo llevaba dispuesto en coletas de tres trenzas; Boand —o Boann—, hubo de dar tres vueltas al pozo sagrado para limpiar el pecado de adulterio del que le acusaban; Mabon, una especie de Horus céltico, era uno de los tres prisioneros eminentes de la Isla de Bretaña; Conchobar, rey de Emain Macha, poseía tres palacios; Emer, Fionn, Dagda y tantos otros personajes es habitual que tengan tres hermanos o sean tres hermanos. Como estimaba Markale (1992: 373), no siempre detrás de tres nombres o de tres imágenes hay tres personas, sino que en ocasiones un mismo héroe aparece, por el juego del propio relato, con el nombre triplicado. La diosa de la guerra Morrigan, por ejemplo, suele ser representada por triplicado, pero realmente tiene una única identidad y función (MacCana, 1970: 86). Y ya que hemos mencionado a Dagda, en el Tuatha Dé Danann tres son sus protagonistas: Dagda, Ogma y Lug Lámfhota. Incluso algunos colores también se pusieron al servicio de determinados elementos organizados en tripletas para mejor simbolizarlos visualmente. El ejemplo más destacado lo encontramos en la propia estructuración trifuncional de la sociedad de tipo indoeuropeo, formada por los sacerdotes, los guerreros y los productores, a los primeros de los cuales se les identificaba con el color blanco, a los segundos con el rojo a los terceros con el negro. En fin, sería interminable siquiera nombrar los personajes, referir las situaciones y citar los elementos en los que se está presente el triplismo en las tradiciones literarias. Esto es lo que explica, por otra parte, que en el siglo XII se escribiera en Gales la obra Trioedd Ynys Prydein (Triads of the Isle of Britain; Bromwich, 1961) —aunque las copias que se conservan son de los siglos XIII y XIV—, en la que, por cierto, son bastante más numerosas las tríadas galesas que las irlandesas (Boekhoorn, 2008). La misma Irlanda era personificada por las tres divinidades femeninas Ériu, Banba y Fódla, y por los tres dioses expertos en trabajos artesanales Credne, Goibniu y Luchta. D ́Arbois de Jubainville interpretaba a estos últimos no como divinidades, sino como tres reyes de Irlanda que gobernaron al mismo tiempo y cuyas esposas eran las tres referidas, si bien éstas realmente son una sola persona de nuevo, pues sus nombres no son otras cosa que los tres nombres con los que es denominada Irlanda, aunque dos de ellos ya estén en desuso (Arbois de Jubainville, 1996: 153 y 244).» 
En cuanto a la llamada Rede Wicca y aunque a estas alturas no debe sorprendernos, lo único que podemos hacer es destacar el desconocimiento de este “forofo”… GERALD GARDNER NO ESCRIBE LA REDE WICCA. Pero es que hay más, el poema completo, aunque puede que esté la mano de Valiente detrás (hay una versión suya, de 1978, publicada en su libro WITCHCRAFT TOMORROW), y según parece hizo una referencia velada a una frase de la Rede en una cena en 1964, lo publica por primera vez en la revista Herth Religions News, en 1974, Lady Gwen Thompson (seudónimo de Phyllis Thompson), reeditado con algunas variantes en la revista The Green Egg, en 1975. Thompson, dijo ser una bruja Hereditaria y Tradicional, que no tenía nada que ver con Gardner ni con la Wica Gardneriana. Ocurre que, por aquél entonces, Wicca cumplía su función original de servir como sinónimo culto para referirse a la Brujería histórica (Tradicional), y Thompson, si bien publicó el texto como THE REDE OF THE WICCAE, no fue wiccana (Gardneriana), sino que dijo pertenecer a la Brujería Celta Tradicionalista. Por lo tanto, decir que en la Brujería Tradicional “no se sigue la Rede Wicca (creada por Gerard B. Gadner)”, es FALSO. Para cerciorarnos, podemos leer sobre la propia Tradición de Thompson, THE NEW ENGLAND COVENS OF TRADITIONALIST WITCHES. Un Culto, que como utilizó la palabra wicca, ha pasado “desapercibido” para la mayoría, aún cuando sea coetáneo del Culto Feri o el Clan de Tubal Caín, y fundado como Brujería Tradicional décadas antes del Cultus Sabbati y de inventarse el Cunningfolk. Como dice el término, recogido en el siglo XIX por uno de los padres de la filología anglosajona, Rede Wicca significa, literalmente, ‘consejo de brujos’: “Wicca-raed. advice or consultation of witches, […]”. Con lo que tenemos, normas que no son normas, sino consejos; atribuidas a la Wicca, pero que no vienen de la Wicca; y transmitidas por una bruja tradicional, que no era “wiccana” (en el sentido que quieren dar a esta palabra)… Vamos, que no ha dado ni una.
Dice, que hay “… muchas filosofías orientales incluidas en la Wicca (como el concepto del Karma). Pero la brujería se originó en la Europa Occidental, y las tradiciones de la brujería tradicional prefiere permanecer fiel a las viejas costumbres que incluye la magia popular.” Una afirmación pretenciosa, teniendo en cuenta que los Cultos que defiende como Tradicionales, no sólo tienen filosofías orientales, sino que incluyen otras tantas de diversas culturas y partes del mundo. Así, leímos que Víctor Anderson no tuvo ningún reparo en explicar, que “… Faery draws power from various cultures and their magical systems including Huna; Conjure; Voodoo; Tantra; Celtic Folklore; christian mysticism; Yezidi Mythology; Greek Gnosis; and others, and continues to integrate the magic and mysteries of ancient and evolving cultures into its rich spiritual tapestry. […]”  Y por acusar a toda la Wicca, me hubiese gustado que señalasen, por ejemplo a Wicca Celtíbera, las filosofías “orientales” que incluimos en nuestra Tradición. De no haber estado vetados los wiccanos, no hubiese sido raro que alguno preguntara si en este Foro han leído sobre los INDOEUROPEOS, porque no lo tengo nada claro. Dicho lo cual, eché en falta explicarnos qué entienden por el “concepto de Karma”. Reencarnación y lo que se conoce por deuda kármica, resulta que está perfectamente recogido en las creencias religiosas de la Europa precristiana, por supuesto que entre los Celtas, pero también entre los demás pueblos indoeuropeos: “La renovación y reencarnación de las almas después de la muerte es una concepción religiosa indoeuropea que Mircea Eliade también señala entre los arios de la India, del Irán y de Grecia.” De ahí, que haya conceptos similares en España o el Tibet, que no se deben a hippies, modas ni préstamos, sino a conceptos extendidos entre muchos pueblos, que cuentan con raíces comunes. “Se sabe que los pueblos llamados indoeuropeos compartieron muchos aspectos culturales y lingüísticos que heredaron los países europeos y que han llegado hasta nuestros días. Uno de esos rasgos culturales tiene que ver con el destino del ser humano tras su muerte, concretamente con la doctrina de la transmigración de las almas.” Unas creencias, las de la Transmigración, que por mucho que se “orientalicen” según la propaganda cristiana, son nativas y pan-europeas, como la Vida después de la Muerte o la Inmortalidad del Alma:
“Recordemos que a Pitágoras se le consideraba discípulo de los druidas celtas, En el siglo I d. C. Valerio Máximo dice que los celtas galos tienen unas creencias idénticas a las que profesaba Pitágoras (II, VI, par. 10. D´Jubainville, H. D´Arbois, 1981, 227). Pomponio Mela, a mediados del siglo III d. C., añade que los druidas enseñaban a los celtas que las almas son imperecederas y que hay otra vida después de la muerte (“Corografía”, III, 2, 12. Trad. de Guzmán Arias, 1989). Al hablar de los celtas galos, Diodoro de Sicilia (40 a. C.) dice que entre ellos, en efecto, se ha impuesto la creencia de Pitágoras según la cual las almas de los hombres son inmortales y, después de un determinado número de años, vuelven a la vida, al penetrar el alma en otro cuerpo. (V.28-5-6. Torres Esbarranch. Trad). También Amiano Marcelino (siglo IV d. C.) dice que los druidas, de inteligencia superior, unidos por comunidades fraternales, como determinó la autoridad de Pitágoras, intentaron alcanzar la respuesta a cuestiones ocultas y elevadas. Además, despreciando los asuntos humanos, proclamaron la inmortalidad de las almas (XV, 9, 8. Harto Trujillo, Trad.). Jámblico, filósofo neoplatónico del siglo IV, dice que Pitágoras aprendió unas cosas de los órficos, otras de los sacerdotes egipcios, otras de los caldeos y de los magos, además de las que tomó de los misterios celebrados en Eleusis, Imbros, Samotracia, y en Lemos, y de las de los misterios comunes tanto celtas como de Iberia. (Jámblico, “Vit. Pyth”. 28,151. Bernabé, A. 2004, 142).” 
Es una pena, que de tanto buscar diferencias con la auténtica Brujería Tradicional, con la Wicca, los grupos que han pretendido usurpar el nombre witchcraft, hayan dejado a un lado la riqueza cultural que atesoramos, seguramente por ser tan, tan prácticos, que ni se molestan en estudiar el pasado, quizá por creer que el conocimiento ya les venga de la “ciencia infusa”. Y el trasfondo de tantos desencuentros, como decimos, no es otro sino el hecho religioso, mejor dicho, no aceptar una religiosidad que les impediría campar a sus anchas. Porque aquí no hablamos de libertad, sino de libertinaje, de eludir la responsabilidad, el compromiso y la coherencia, que en un Sistema religioso, se verían “obligados” a respetar. Por eso, es que defiendan el relativismo furtivo: “Algunos consideran la brujería tradicional como una religión, mientras que otros lo consideran un Arte, que la han incorporado a su religión, todo depende de la visión de cada uno.” Y no, no todo depende de la visión de cada uno, ni mucho menos. Es más cómodo auto-iniciarnos y hacer lo que nos de la gana, que iniciarnos con unas reglas que debamos cumplir. Si por fe, voluntad y devoción, me acerco a una Tradición sabiendo que se ajusta a una religiosidad concreta, no soy quién para exigir que se amolden ellos a mi, que cambien las creencias que yo no comparta y decida qué prácticas me interesan y cuáles no, hasta el extremo de cuestionar su religiosidad. LA BRUJERÍA ES UNA RELIGIÓN, PERO NO “A LA CARTA”. Y por lo mismo que “… la brujería se originó en la Europa Occidental, y las tradiciones de la brujería tradicional prefiere permanecer fiel a las viejas costumbres que incluye la magia popular. […]”, que las “viejas costumbres” no son otra cosa sino las viejas prácticas religiosas que las dieron el contexto, un sentido y pasado, por todo ello, es que la Brujería Tradicional es una religión que no depende de la visión de cada uno, sino que se espera de cada uno, que sepa respetarla.
Lo que entendemos por Magia, sea popular o elitista, es una faceta más en todas las religiones, no sólo de la Brujería. Es el Arte o técnica en la que el actor principal es el mismo operario, que tiene por objeto intervenir metafísicamente en el entorno, para provocar de manera consciente un fin determinado. Y dicen bien, que la magia forma parte de la Brujería, y no al contrario. Tan cierto, como que sin unas creencias, prácticas y fórmulas religiosas, la magia no existiría. Nunca hubo una brujería arreligiosa, y con la hechicería, fue que estos últimos profesaban las creencias que les venía más a mano, ya fuesen las del momento, lo que recordaban del pasado o conocían de terceros. En la Europa medieval había hechiceros paganos, musulmanes y cristianos, que aplicaban fórmulas precristianas a creencias judeocristianas y viceversa. Es sobre todo de estos últimos, de quienes aprendieron los que ahora pretenden apropiarse del término Brujería, aprovechando Foros como éste, para decirse paganos por utilizar nombres de Dioses y prácticas sincréticas. Pero su razón de ser, como leemos, está fuera de la realidad.
Peor aún, al tiempo que afirman ser los herederos del Paganismo con altivez y detentes para wiccanos, no les tiembla el “teclado” afirmar que “… Muchos brujos tradicionales no creen en dioses y muchos no lo hacen, depende de sus creencias. Yo no creo en deidades y nunca lo haré, Creo en el uso del poder de la naturaleza. Nosotros no rendimos culto a la naturaleza como mucha gente cree […]”, lo que significa, que muchos son ateos que se creen con derecho a utilizar para su propio beneficio, una Naturaleza que no veneran. Un presunto conocimiento, al que sólo han podido acceder parasitando las religiones y religiosos que desprecian y rapiñando los conocimientos y experiencias, de miles de años de estudios y prácticas de sus cleros. Y luego, los habrá que se extrañen, que muchos guardemos nuestros Misterios a los ojos del profano. Dicho esto, si son ateos, arreligiosos y no dan Culto a la Naturaleza, ¿cómo pueden tener el cuajo, de presentarse no ya como paganos, sino como LOS AUTÉNTICOS PAGANOS, o sea, los HEREDEROS TRADICIONALES DE LOS CULTOS PRECRISTIANOS? Solo veo dos razones: o no llega muy lejos su conocimiento, o demasiado su irreverencia. Venir a darnos lecciones de paganismo, quienes ni tan siquiera entienden o les importa lo que significa esta palabra, es insólito. ¿Un paganismo sin Dioses ni religión, y con una Naturaleza mundana al servicio del ser humano? ¿De dónde o de quiénes han sacado, ideas tan absurdas?
No hace falta consultar guías especializadas, para saber que el sentido del término PAGANO, está en las antípodas de lo que explica el Traditional Witchcraft Forum. El Paganismo: “es un concepto del ámbito cultural romano que contempla a aquellas personas que adoraban a varios dioses, desconociendo o rechazando la idea de un Dios único planteado por la biblia y el cristianismo… Este término se acuña en el siglo IV, en el marco del imperio romano para designar a aquellas personas cuya religión no era la cristiana; por lo que los obispos tenían como objetivo este tipo de pobladores para adoctrinarlos ya que eran lo que más se aferraban a las antiguas tradiciones ancestrales, ligadas con la naturaleza y la producción agrícola, por eso el término daba a entender -no cristiano- y con el tiempo iría adquiriendo un carácter despectivo para hablar de aquellas personas que rinden culto a otras religiones que no están relacionadas con el “libro”, como es el caso de los cristiano, judíos y musulmanes o bien las que se caracterizan por ser monoteístas.”; “adj. Calificativo dado por los cristianos a los creyentes en religiones anteriores y distintas de la suya,especialmente a los politeístas,y a las personas que las profesaban” ; “1 m. Religión de los gentiles o paganos”. Todas las definiciones, refieren el hecho explícito de lo religioso, y no hay más cera que la que arde. Por lo tanto, contarnos que uno puede ser pagano y ateo o arreligioso, es una soberana memez. Es que, desde el uso Precristiano del término, se alude de forma inequívoca a la religión, como ya explicaba hace unos años, en un artículo que precisamente hacía referencia a esto:
“… La primera sociedad o pueblo que identifica como paganas otras creencias religiosas, fue la romana pre-cristiana en alusión a los Cultos y tradiciones de las zonas rurales, en contraposición con el Culto de la Urbe (Roma) y a un mismo tiempo reseñando las creencias y Dioses indígenas de los pueblos europeos colonizados en contraposición a las creencias y los Dioses principales de los romanos. Que los cristianos, a su vez, desarrollasen el término para acomodarlo a su idiosincrasia y distinguirse de entre todas las demás, no les concede ninguna originalidad… También serían los romanos quienes usaran despectivamente el calificativo de pagano, en alusión a aquellas personas que no habían realizado el servicio militar y en concreto el sacramentum o jura de fidelidad al Dux al mando de las tropas. Sería algo similar a lo que conocemos actualmente por “jura de bandera“. Para el ciudadano romano, paganas eran aquellas personas, por lo común propias de las zonas rurales, donde existía la superstitio (lo que queda, lo que subyace, sobrevive o está por encima de una situación) como una supervivencia de los Cultos originales y previos a la romanización, no tanto como un desprecio en sí mismo, sino más bien como reproche ante la falta de integración. No tardaría mucho el cristianismo… en acomodar y retorcer si cabe aún más y nuevamente un término anterior y ajeno a él, para hacerlo suyo. Un “mérito” que tendría en Tertuliano a uno de sus primeros ideólogos, yuxtaponiendo al cristiano militante en el Ejército de Cristo y consagrado por el sacramentum -término plagiado- del bautismo, al pagano “supersticioso” aferrado a sus viejas creencias, que adolece de la iniciación cristiana (bautismo) y finalmente superviviente en las zonas rurales y más alejadas del control religioso y administrativo de la Iglesia como fiel “pertinaz” a los viejos Cultos, como ya mencionarían después y entre otros Agustín y Orosio.” 
Desgraciadamente, en este Foro no sólo están siguiendo una ideología que reduce el Paganismo, a un cementerio de recetas y fórmulas, un desguace del que ir recogiendo las “piezas” que vayan necesitando para completar sus grimorios, sino que además, profesan la creencia cristiana y el concepto modernista, de no venerar la Naturaleza y entenderla como materia prima y fuente de energía, puesta bajo nuestros pies para que la explotemos. Y es lamentable, porque desaparece cualquier posibilidad de entenderles no ya como brujos, que sus creencias o mejor la falta de las mismas, lo hace imposible, sino como presuntos herederos de la Hechicería precristiana. Desde que tenemos memoria, la Naturaleza es comprendida como un Ente vivo y Sagrado, y decir lo contrario es NO HABERSE ENTERADO ABSOLUTAMENTE DE NADA, o peor, defender la Doctrina cristiana y el Materialismo más recalcitrante, bases que para el Paganismo carecen de sentido, y que tampoco debería tenerlo para alguien que al final de su post, reconoce que “…todos creemos que la naturaleza es sagrada. […]” (!) ¿Se comprende ahora mejor, lo que estamos explicando? Decir en un mismo texto, que no se da Culto a la Naturaleza, pero que la Naturaleza es digna de veneración por su carácter Divino, objeto de Culto, perteneciente o relativa al Culto Divino, que es en suma el significado de sagrado, es de una incoherencia supina, de no tener idea de lo que se habla. Lo que puede creer cualquiera que le lea, es que su problema -que lo tiene- es (falta) de formación: «… a las curanderas, sanadoras, parteras y a las mujeres que profesaban una espiritualidad pagana, es decir, a las mujeres rurales que convivían íntimamente con la Naturaleza y por tanto, participaban en fiestas y celebraban tradiciones basadas en los ciclos de la Naturaleza, se las llamó ‘brujas’, y se las acusó de hacer pactos con el demonio y de practicar brujería. En inglés bruja es witch que procede del anglosajón wicce que significa persona sabia, sacerdotisa, chamana.” No dar Culto a la Naturaleza, es contrario al ideario Pagano más fundamental, propio del Cristianismo y del Materialismo. Y lo que ocurre cuando se tiene una base tan limitada, es que nuestra perspectiva también lo está:
«… La sociedad europea, en concreto, la de las zonas rurales, seguía practicando sus cultos paganos y celebrando los cambios de estación, así como los periodos de siembra y cosecha. Estos ritos relacionaban a quienes los practicaban con la Naturaleza, provocando una vinculación sagrada de ésta con la vida cotidiana campesina. Estas actitudes paganas molestaban al clero cristiano por ir en contra de lo que consideraban la verdad absoluta de Dios y eran un obstáculo para los científicos varones del momento pues “la imagen de la Tierra como una madre nutricia actuaba como una limitación cultural a la explotación de la naturaleza” (Shiva, 1995: 49). En este contexto, otra de las críticas que hace White (1967: 92) a la religión cristiana es que destruyó el animismo pagano, lo que, según él, “hizo posible la explotación de la naturaleza en un espíritu de indiferencia para con los sentimientos de los objetos naturales”. Esto fue así porque consideró que “los espíritus de los objetos naturales, que anteriormente habían protegido a la naturaleza del hombre, se evaporaron. El monopolio en la práctica del hombre sobre el espíritu quedó confirmado, y las antiguas inhibiciones hacia la explotación de la naturaleza se derrumbaron”. Al desacralizar la naturaleza se fueron perdiendo las últimas vinculaciones éticas que el hombre mantenía con ella y por la misma razón se desliga de toda responsabilidad en el uso y manipulación de los recursos que estaban a su alcance (Aramburu, 2000: 25).» 
Finalmente, nos “aclara” las diferencias que dice tiene la Brujería Tradicional con la Wicca, en lo relativo a su escatología: “Los brujos tradicionales no creen en el Summerland como lo hacen los wiccanos. Nosotros creemos que los espíritus habitan en el mundo espiritual o el «otro lado», y se puede volver como espíritu a la tierra o en otra forma (como guardían o reencarnar cerca del núcleo familiar). Hay tres niveles en el mundo: el inframundo (Bajo Mundo) donde habitan los espíritus y donde se mantiene la sabiduría, el mundo medio donde habitamos y el mundo superior que es el hogar de lo divino. La creencia de otra vida varía de una persona a otra. […]” Sabiendo, que estos brujos modernos tienen como dogma, que su particular versión de la Brujería Tradicional es intrínsecamente individualista, que cada cual defiende creencias que pueden ser diferentes e incluso antagónicas, decir que su opinión es la de todos suena tan ridículo como se lee. Princalmente, porque además es mentira, porque no es cierto que todos ellos tengan otra visión sobre la vida después de la muerte. Tanto es así, que en el Apartado Mitos y Leyendas del mismo Foro, Tana, una de las moderadoras, supongo que afectada de “wiccanitis”, cuenta la leyenda celta de Los Hijos de Lir, con mención explícita al Summerland, sin que nadie la exorcice o critique por difundir creencias wiccanas proscritas en este Foro.
Si como dice, los brujos tradicionales son fieles a las viejas costumbres de la Europa Occidental, y no creen en el Summerland, ¿qué nos está diciendo? ¿Que creencias celtas como las del Summerland, no forman parte de las viejas costumbres de la Europa Occidental, o que esta creencia es un invento moderno? ¿Que entre los que consideran brujos tradicionales, no los hay con creencias celtas? Ridículo. Nadie, con nociones básicas de Mitología Celta, pensaría que el Paraíso Celta es una invención de Gardner o de la Wicca actual, aunque después de comprobar que “venden” la idea de una brujería sin religión, sin Dioses ni devoción a la Naturaleza, una tontería más tampoco debería sorprendernos, por muy kafkiana que nos parezca. Teniendo en cuenta, que muchas de las Tradiciones wiccanas estan fuertemente influenciadas por registros cultuales celtas, no debe extrañarnos que el Otro Mundo, o mejor dicho el Paraíso, también se manifieste en las mismas. Y puesto que no nos hemos inventado la religión celta, sus Dioses o la Sacralización de la Naturaleza, tampoco el Más Allá. Quizá haya creído, pensemos en positivo, que lo nuevo sea el nombre, y ya puestos a pensar bien, que Paraíso y Más Allá sean la misma cosa, pero el caso es que no lo son y pertenecen al ámbito tradicional de las creencias celtas:
«Otra empresa mítica de Arturo es la aventura ya aludida en la que el rey, acompañado por sus fieles, va a rescatar a su esposa raptada por un misterioso señor de un reino lejano. Esta leyenda es la que está representada en la arquivolta de Módena, de que ya hablamos, y está contada en la Vita Gildae, escrita por un monje galés, Caradoc de Llancarvan, quizás antes de 1136. En ella se cuenta que Melvas, rey de la «Aestiva Regio» («el país del verano» = Sommerset), raptó a Guennuvar, la mujer del rey Arturo, y se la llevó a su castillo en Glastonbury (que Caradoc interpreta como la «Urbs Vitrea», «la ciudad de cristal»). Tras un año de búsqueda, Arturo la encuentra, asedia el castillo y, gracias a la ayuda del abad de Glastonbury, recobra a su esposa sin combate.
Como comenta J. Frappier, «ésta es evidentemente la adaptación monástica de un mito galés, que también le llegó a Chrétien en otra forma, como se ve en las líneas en que en el Erec describe a Maheloas como señor de la «Isla de Vidrio», donde no se escucha ningún trueno, ni brilla el relámpago, y nunca hace demasiado calor ni frío. El nombre de Melvas, o más bien Maelwas, es un compuesto de los nombres galeses mael y was, y significa «Príncipe Joven», y a pesar de su corrupción es reconocible como la forma original de Meleagant» 27. (Meleagante es el raptor de la reina Ginebra en la novela de Chrétien El Caballero de la Carreta, donde se narra una historia semejante, con Lanzarote como protagonista). Ese raptor de Ginebra es un soberano infernal, y el viaje de Arturo es una variante del descenso del marido al Hades, que protagoniza Orfeo en el mito griego similar.» 
Y en cuanto a confundir el Paraíso con el Otro Mundo, que es mucho más amplio y complejo, es un argumento simplista, porque ni ambos conceptos significan lo mismo ni en muchas ocasiones ocupan el mismo “espacio”. Este Paraíso celta también se materializa a través de tres dimensiones (Supramundo, Mundo, Inframundo) interconectados a través del Árbol o Axis Mundi, del Menhir u Omphalos Divino. Este lugar idílico, destino de nuestro Viaje Sagrado, no tiene un solo nombre (Summerland), sino que es conocido por diferentes apelativos: “… Tir na mBeo, <<Tierra de los vivos>>, Tir na mBan, <<Tierra de las mujeres>>, Mag Mor, <<Gran llanura>>, Mag Meld, <<Llanura del placer>>, Tir na nOg, <<Tierra de los jóvenes>>. Lo más frecuente es que este <<paraíso>> celta se sitúe muy lejos, al oeste de Irlanda, más allá del poniente, allí a donde van los muertos. […]” . Como nota al margen, diremos que además de ser uno de los nombres celtas para el Paraíso, Mag Mor también es el nombre del Rey de la España del Finisterre (Fin del Mundo) y Padre de la Diosa Tailtiu, Madre adoptiva de Lugu, circunstancia que coincide con las localizaciones paradisiacas de Griegos y Romanos.
Pero, volviendo al tema que nos trae. Ciertamente, hemos comprobado que las incoherencias, los datos equivocados o falsos y los prejuicios, hacen un flaco favor a este Foro. Asimismo, su interés manifiesto por reeditar estereotipos cristianos de la Brujería, más las contradicciones de su discurso y la inconsistencia de sus argumentos, le alejan de un espacio constructivo Pagano. Y lo único que podemos afirmar, es que las críticas son infundadas, las razones, vanales y pueriles sus pretensiones. Es por todo ello, que EL ARTÍCULO DEL TRADITIONAL WITCHCRAFT FORUM, “DIFERENCIAS ENTRE LA WICCA Y LA BRUJERÍA TRADICIONAL”, NO ES MÁS QUE UN LIBELO. Artículo, que habría pasado sin pena ni gloria por la Red, si no fuese porque ahora, diez años después, se está difundiendo por páginas de habla hispana, no entiendo muy bien el motivo, si como ejemplo de lo atrevida que es la ignorancia, o para justificar las convicciones de cada cual.
 Como nos va a llevar algunas páginas más, poder analizar los tres escritos que dicen justificar las diferencias entre la Wicca y la Brujería Tradicional, el último de ellos dividido en dos partes, voy a fraccionarlos en cuatro artículos: el primero y el segundo, para estudiar los dos primeros trabajos, y el tercero y el cuarto, para responder a las críticas del último escrito, el más extenso.
A través de los ocho artículos ateriores, hemos tenido la oportunidad de hacer un pequeño pero espero que intenso repaso, a los orígenes, situación y antecedentes de la Historia de la Brujería y de parte de los grupos que dicen pertenecer a la Brujería Tradicional. Ahora, es el momento de responder en concreto a las críticas contra la Wicca, para negarla ese reconocimiento. Soy consciente, que un trabajo tan complejo y atípico, sobre todo porque no hay otro que analice a los “analistas” y con sus propias reglas, necesitaba estructurarse en artículos monográficos, pero no excesivamente densos y perder la perspectiva, y por eso, me he visto obligado a dejar a un lado gran cantidad de datos y referencias, que sin duda reforzarían nuestras conclusiones, pese a que aumentaría considerablemente su tamaño final, solo para redundar en el resultado.
Como muchas de las alusiones vertidas contra la Wicca, en cuanto a su antigüedad, creencias y prácticas, pueden resolverse con un verdadero/falso, tampoco exigía más exhaustividad que la necesaria para demostrar una u otra posibilidad. Por más pruebas que aportemos, un solo dato ya puede ser determinante. Por ejemplo, vimos en artículos anteriores que hay muchos que aún siguen diciendo que Gerald Gardner dio a conocer el término wicca [233], cuando sabemos que fue usado en el s. IX e.a., y que 30 años antes de nacer Gardner, ya estaba recogido con el sentido que se le da hoy, en el DICTIONARY OF THE ANGLO-SAXON LANGUAGE. Por lo tanto, esta afirmación ES FALSA, y más datos no harían variar el resultado. Otro ejemplo, ha sido enfrentar en este caso al Cultus Sabbati, con préstamos de la Cábala, la Magia Ceremonial y la Masonería, al nivel que critican haberlo hecho la Wica Gardneriana. El resultado de este “test antidoping”, ha dado POSITIVO, pues Chumbley se valió de todo esto y más, para construir sus ritos. Y no debería extrañarnos, porque él mismo lo dijo públicamente; lo raro, es que los que van diciendo que recurrir a estas prácticas, sea cosa de la Brujería Moderna y del Neopaganismo, pese a saberlo, defienden que el Cultus Sabbati forme parte de la Brujería Tradicional y el Paganismo.
Y conste, que no me hago falsas ilusiones con que aún habiendo confirmado la falsedad de estos y otros clichés, cambiemos el discurso siquiera a medio plazo. Por no decir, que Tradiciones como para no ir muy lejos la que represento, que tienen un ritual precristiano europeo al que no se acercan, ni de lejos, buena parte de quienes critican a la Wicca, seguiremos haciendo frente a estos estereotipos. En todo caso, estoy convencido que la sola existencia de las pruebas que se aportan, relevantes por demostrar la historicidad de los hechos que nos niegan, será suficiente para que los interesados en repasar, ampliar sus conocimientos o conocer por primera vez la Brujería, la original, puedan primero confirmar los datos, y luego ya profundizar en el estudio de la Vieja Religión, sin dejarse apabullar por quienes repiten las mismas falacias o anacronismos, por mucho que lo hagan o muy alto que las voceen.
Tras analizar estos grupos, hemos visto que no ha habido ni una sola de las presuntas Tradiciones a las que nos hemos acercado para este estudio, que haya superado el “listón” puesto a la Wicca. Ninguna. Así, de observar este filtro, ni CULTUS SABBATI, CUNNINGCRAFT, CULTO ANDERSON FERI, CLAN DE TUBAL CAÍN o KITCHEN WITCHERY, como concluímos en el artículo anterior, deben tenerse por Brujería Tradicional. Y no es que lo diga yo -que lo digo-, es que lo confirman las reglas de quienes hablan en nombre de la Brujería Tradicional. Si cualquiera de estos grupos, hubiese tenido la “fatal” ocurrencia de utilizar la palabra wicca para definirse, hoy no habriamos tenido la ocasión de analizarlo, porque no estaría entre los tradicionales. Hemos descubierto, pues, que no son los antecedentes, las creencias o sus prácticas, sino que es la propia palabra (Wicca), la que lo impide. Algo, que vamos a constatar acudiendo nuevamente a las fuentes. En este caso, leeremos del Blog LA BRUJA VERDE, su definición de Brujería Tradicional:
“… llevo tanto tiempo sin escribir que he querido compartir esta información para que sepáis que mi modo de trabajar desde que dejé Wicca a finales de 2010 está enfocado tanto a la brujería tradicional (práctica personal) como al chamanismo en general. La brujería tradicional es un tipo de brujería iniciada e impulsada por Robert Cochrane, Joe Wilson, Evan John Jones, Andrew Chumbley, Mike Howard, Nigel Jackson y Robin Artinsson, todos estos son brujos, expertos y/o escritores de Brujería Tradicional que llevan muchos años dando a conocer en qué consiste. Curiosamente estos hombres iniciaron este tipo de brujería basado en una forma de brujería más antigua, porque no estaban de acuerdo con las creencias y los ritos de Wicca, y digo que es curioso, porque me consta que muchos lectores han dejado Wicca para seguir la Brujería Tradicional, en concreto Brujería del Cerco por ejemplo, porque Wicca no les satisfacía.” 
Que una bruja tradicional, explique qué es la Brujería Tradicional “confesando” que fue wiccana, puede tener varias lecturas; y no todas positivas, por cierto. ¿Qué quiere decir con esto? ¿Que estuvo equivocada por elegir la Wicca, que ahora sí que va por el buen Camino, que sabe de lo que escribe porque ha estado en ambos “lados”? No dice, eso sí, de qué Tradición formó parte o si iba por su cuenta, como suele ser habitual. Aunque por su explicación, plagada de errores y prejuicios, no es difícil deducirlo. Dicho esto, la Brujería Tradicional no es un “tipo” de Brujería, sino la auténtica; no la inicia ninguno de los brujos que menciona, pero sobre todo a partir de Cochrane, la dividen; lo que fundaron estas personas, no fue un tipo de brujería más antigua, sino diferente y en muchos casos, nueva; todos copiaron de la Wicca, en mayor o menor medida; y que muchas personas dejen de decirse wiccanas y busquen su propio espacio, no dice más que no estaban preparadas o no era su Camino formar parte de un Culto Tradicional. Y sinceramente, si su cercanía o alejamiento es cosa de mera satisfacción, me alegro por todos. Sí lo dice, que en las 10 primeras líneas que dedica a explicar qué es la Brujería Tradicional, leamos cuatro veces la palabra Wicca. En cuanto a los motivos para apropiarse del término “Brujería Tradicional”, además de falsos, vuelve a justificarlos culpando a la Wicca: “La intención de estos brujos fue apartarse de la magia ceremonial y de otras adquisiciones del ocultismo o la New Age que incluye Wicca, para investigar y acercarse a los caminos antiguos de la brujería en Europa y usar todo eso en la práctica. […]” Unas mentiras, ya refutadas en los artículos precedentes.
Tras “definirse”, explica lo que entiende que son sus señas identitarias: “No se consideran neo-paganos ni de una religión concreta, esto puede ser independiente de la práctica de la Brujería Tradicional. Su práctica no está contaminada con nada ocultista, New Age, ni de magia ceremonial, se basa en prácticas y creencias anteriores. Se trabaja con espíritus desencarnados, guías, dioses, ancestros y espíritus de la naturaleza. No se les somete, se les considera amigos y se les trata con respeto.”  Unas señas, que contradicen lo que explica a renglón seguido: “Son politeístas, creyendo en los dioses locales de la zona donde viven, e intentando rendirles culto de la forma más parecida a cómo se hacía en la antigüedad… Por supuesto, al no estar contaminada con conceptos de otras religiones, la Brujería Tradicional no admite que todos los dioses sean caras de un mismo diamante que simbolice a un dios único, “el uno”, “el dios superior”, eso no existe en Brujería tradicional.” Hay wiccanos que tampoco se consideran “neo-paganos”, pero sí de unas religiones concretas, porque de eso tratan Brujería y Paganismo; wiccanos, cuyas prácticas no están CONTAMINADAS con nada ocultista, New Age, ni de la Magia Ceremonial, como ocurre con casi todos ellos; que no “trabajan”, sino que evocan, invocan y rinden adoración, devoción o respeto a sus Dioses, Espíritus y Antepasados, porque entendemos que no tienen una relación laboral o de servidumbre con el ser humano; y que se consideran politeístas, no monoteístas, biteístas o henoteístas, como los Cultos nombrados. Vamos, a no ser que Yahwéh o Satán, sean Dioses locales de Gales o de Aragón, por poner un ejemplo…
Pero es tal la incoherencia de esta presentación, que dice: “Por lo general no se usan círculos mágicos o escudos para proteger a los practicantes de un ritual, ya que no se considera que vayan a hacer prácticas peligrosas o de carácter negativo, ni que los practicantes tengan que protegerse. Pero en algunas tradiciones, cuando se van a hacer rituales realmente serios, puede trazarse algo parecido que se llama “compás”. Tampoco se llama a los cuartos o se invoca a las atalayas […]”  Aunque es evidente que alude a la Wicca con lo de la erección del círculo, esta interpretación maliciosa ya quedó suficientemente refutada en un artículo anterior, con la explicación sobre qué es y de dónde viene la Circumambulatio. Y si no se suele usar el círculo, salvo en algunas tradiciones, que lo trazan cuando “… se van a hacer rituales realmente serios”, ¿quiere decir, que las prácticas sin círculo, no son realmente serias? Y si hay tradiciones que hacen sus ritos dentro de círculos, ¿es porque sean prácticas negativas, o con entidades de las que deben protegerse? Es curioso, que ponga como ejemplo de sus diferencias con la Wicca, no hacer círculos ni dirigirse a los cuatro puntos cardinales, al mismo tiempo que dice que tienen “algo parecido” que llaman Trazar el Compás. Y digo que es curioso, porque la mayoría de sus tradiciones, por mucho que disimulen haberlo copiado de la Wicca y por muy original que sea el nuevo nombre que le den, hacen lo mismo, solo que con leves diferencias. Casi todos utilizan el círculo en sus ritos, y los únicos que no lo hacen, lo hacen, pero con otro nombre, como en el caso del Cunningfolk. En la Web EKIRIA y de manos de Robin Artisson, leemos de qué trata no hacer círculos ni evocar los puntos cardinales, como hacemos los wiccanos:
“TRAZAR EL COMPÁS.
Traducción de cómo se traza un compás según Robin Artisson. Para entender lo que se explica hace falta decir que Bruane es un maestro instructor que habla directamente con nosotros para que la explicación teórica sea más amena. Un recurso literario de Artisson.
«Consagrar la Tierra» es un término inapropiado. Toda la tierra es sagrada por propia naturaleza. Sin embargo, dedicar un espacio de tierra para los Antiguos Poderes y para llamarlos con el objetivo de vivir aquello que pasa en el interior, es un acto de adoración. El lugar puede estar definido por la propia naturaleza, a menudo es mejor… o puede ser un círculo trazado por la mano del hombre. Bruane está de pie mirando al norte, con los ojos cerrados, pero cuando los abre de nuevo, éstos tienen una mirada de ensoñación. Salpica un poco de sal, que saca de un pequeño saquito que cuelga en su cinturón, alrededor del suelo mientras dice: Por el Antiguo Velo, por la Oscura Reina del Brezo y el Bosque, por la sal, que este lugar sea limpiado de todos los males acontecidos aquí… Lo hace en las cuatro direcciones quedando de nuevo mirando hacia el norte… Después Bruane coloca una estaca de madera en el centro, ata su cordón a un extremo y en el otro el cuchillo y con la cuerda tensada, dibuja el círculo desplazando el cuchillo como si se tratase de un compás, la cuchilla solo araña ligeramente la tierra. Mientras dibuja el círculo susurra: Yo te conjuro, círculo del compás, para que seas un mundo verdadero, testimonio de la palabra de la Cabra (se refiere al maestro de las brujas), como es adentro es afuera, los cuatro caminos se encuentran en mi sangre, la sangre de un hijo de la verdadera familia de la Antigua Fe. Girando, lo convierto en un castillo a los cuatro vientos, el prado de los Antiguos es bendecido y santificado. Por la Tierra que está debajo de mis pies, por el Sagrado Nombre de la Sabiduría, por el Sagrado Nombre de Caín Tubal. […]” 
Podríamos seguir el relato y comprobar, que las instrucciones para trazar el círculo tiene muchas más cosas en común con la Wicca, que diferencias, porque de hecho es una copia alterada o si se quiere “personalizada”, de la disposición del Espacio Sagrado de los rituales wiccanos. Pero, como sabemos que la Circumambulatio, es un procedimiento ancestral y perfectamente situado, entre los Cultos precristianos europeos. Similitudes, que vamos a encontrar en otros aspectos de la Brujería Tradicional, como ocurre con las Festividades. “Las festividades más importantes son las Lunas Llenas, antiguamente llamadas Sabbats, aunque debido a la Wicca ahora se conozcan como “Sabbats” también. En contraposición a la Wicca, algunos brujos tradicionales tienen como fiestas secundarias la rueda del año, llamándolas solo “festivales”, que pueden variar dependiendo de la zona. Algunos no celebran ni solsticios ni equinoccios porque en muchas zonas no se celebraban antiguamente. Le dan más importancia a las Lunas Llenas ya que son “brujos” y las lunas son importantes para la práctica de la magia.” Creo que les cuesta tanto explicar lo que no tiene explicación, que se contradicen hasta el paroxismo. Tener como secundarias las Fiestas de la Rueda del Año, el Ciclo Soli-lunar, no es contraponerse a la Wicca estrictamente hablando, sino al Paganismo en su conjunto y a los Cultos precristianos de Europa.
Por cierto, llamar “Sabbats” a nuestras Festividades no es de antiguo, venga de donde venga, o si se quiere no más lejos de la Edad Media y la Inquisición, que fue quien instituyó finalmente el nombre de Sabbats para las Asambleas de brujos, en alusión al Sabath judío y en un sentido peyorativo hacia ambas religiones. Los auténticos nombres antiguos para estas Fiestas, hemos de buscarlos entre las lenguas nativas europeas. Por otra parte, decir que haya quienes no celebren las principales efemérides del Ciclo Solar, porque en muchas zonas no se hacía, no es cuestión de crítica, sino de lectura, concretamente de la necesidad de leer más o mejor. Vemos, que buscan diferenciarse de la Wicca, y que lo único que consiguen es contradecir la historia.
Finaliza esta entrada en en blog de LA BRUJA VERDE, escrita por Dandelion, diciendo: “Como podréis ver, la Brujería Tradicional es muy diferente a formas de brujería modernas como la Wicca, se centra mucho más en el trabajo con los espíritus, el tránsito hacia el otro lado, el trabajo no solo con la luz sino también con la oscuridad personal, la práctica más que solo el estudio, el conocimiento de la naturaleza y el hecho de interactuar con ella, el culto a los dioses y espíritus más antiguos, y por supuesto es una forma de brujería mucho más sencilla y natural.” Bueno, fantasear es bonito y cada uno tenemos derecho a imaginarnos lo que sea, aunque sea mentira. Lo que podemos ver, es la obsesiva necesidad de creerse anteriores y auténticos, frente a una Wicca de la que no saben, pueden ni quieren zafarse. La utilizan como contrapeso, pero mal. Estas tradiciones no son muy diferentes, porque mucho de lo que tienen lo han sacado de la Wicca. Quizá lo más llamativo de tanta hipérbole, sea decir que nos diferencie que ellos den Culto a Dioses y Espíritus “más antiguos” (!). En fin, para no ser religiosos, se ven muy sobrados, y ya alardear de «trabajar” con Entidades más antiguas a la Diosa Madre paleolítica, como, no se, Satán, pues qué podemos decir…
Y si nadie está obligado a seguir ninguna de estas directrices ¿Qué narices reprochan en realidad, a la Wicca? No insistiré con esto, porque sabemos que nadie tendrá el coraje de decir lo que es evidente: no aceptan que LA BRUJERÍA ES UNA RELIGIÓN, y como la Wicca es testigo incómodo de ello, es rechazada por unas reglas arbitrarias creadas solo para justificarlo. Unas condiciones, que incumplen constantemente. No hay más que ver, que incluso defienden que el Cristianismo sea teológica, doctrinal y espiritualmente compatible con la Brujería Tradicional: “In Cochrane’s opinion, the Craft is ‘a religion [that is] mystical in approach and puritanical in attitude.’ Again this was in contrast to Wicca with its aspirations to be the survival of a prehistoric fertility cult and its advocating of such concepts as ritual nudity and ‘free love’. Cochrane went on to say that the witch is a mystic following ‘the last real mystery cult’, one with a ‘complex and evolved philosophy that has strong affinities with many Christian beliefs’. In fact a person could even be a witch and a Christian at the same time. This belief reflects the reality of the historical cunning folk who utilised Christian prayers and charms and those modern traditional witches who practice dual-faith observance.” Y mientras los que presumen ser brujos tradicionales, callan ante afirmaciones como esta, condenan a toda la Wicca por los parches que pudo haber utilizado una de sus Corrientes hace 60 años ¡Qué barbaridad!
Es a los brujólogos, a los que deberíamos preguntar qué quieren decir con que la Brujería es una religión mística de actitud puritana. Aunque, Howard lo deja muy claro. El Clan de Tubal Caín, se enfrenta contra el modelo wiccano de Culto a la Fertilidad y afecto al Paganismo, con la convicción de ser sus contrarios, un modelo puritano como Culto a la Mortificación y afecto al Cristianismo. Porque no hace referencia al origen de estas palabras (misticismo y puritanismo), sino desde el contexto cristiano. No dice, que el Cristianismo tenga que ver con la Brujería, sino al contrario, que es la Brujería la que tiene fuertes afinidades con muchas creencias cristianas. Ciertamente, que la Brujería es una religión, y por supuesto mística, pero en el sentido Iniciático, o sea, original, de esta palabra. Porque místico significa ‘iniciado’, no contemplativo ni arrobado, tampoco ausente de este mundo o supeditado al dogma teológico cristiano (Teología Mística), que adaptó para sí el sentido religioso de una palabra, que evoca los Misterios, la Iniciación a los mismos o el proceso Iniciático ya de los adeptos a los Cultos Mistéricos, como a los especialistas de lo religioso en los viejos Cultos precristianos (sacerdocio). Parece que aún a día de hoy, nos cuesta entender que no existe parecido o afinidad con el Cristianismo, sino que es el Cristianismo quien lo tiene con nosotros, en tanto que utilizó el Paganismo para crear su estructura. El auténtico rigor, pues, consiste en RECONSTRUIR y adaptar las viejas prácticas, pero desbrozando de nuestros ritos lo cristiano ¡no fundiéndolo!
”Las transformaciones que se producen en la Hispania tardoantigua implican un cambio de mentalidad que afecta entre otros al ambiente religioso en el que el avance del cristianismo es pieza fundamental. Este proceso de cambios tiene su expresión peculiar en el territorio de la diócesis de Osma. La introdución del cristianismo chocó no solo con unas estructuras ideológicas romanas, sino con un pensamiento religioso tradicional de corte céltico que apenas se había adulterado con la presencia de la mentalidad religiosa romana, debido asimismo, a la amplia tolerancia de credo de esta última. El cristianismo no había podido desalojar las viejas y antiquísimas creencias de las comunidades rurales ancladas en el celtismo y que poseían una carga ideológica que reflejaba la esencia de la vida económica y social primitiva, con la sacralización de fuerzas y elementos de la naturaleza, en especial el bosque, el agua y las piedras, expresadas en sus correspondientes cultos, especialmente el de la montaña, entendido como centro cósmico. Contra esos cultos, célticos y romanos, tuvo que actuar el cristianismo en un enfrentamiento duro, religioso y social, para hacer prevalecer unas creencias religiosas que representaban un sistema de pensamiento diferente así como sentimientos ideológicos anclados en una corriente cultural diametralmente opuesta.” (La negrita es mía) [250] A ver si nos enteramos, que no hay complicidad ni simbiósis entre la Brujería y el Cristianismo, solo coacción, plagio y censura. Es falso que nuestros Sistemas, creencias y ritos sean compatibles ni similares, sino profundamente antagónicos. El Cristianismo, está en nuestras antípodas, y jamás tendremos en común algo diferente, a lo que nos usurpó y una vez debidamente expurgado.
¿Qué es eso de una “actitud puritana” en la Brujería? La verdad, es que este testimonio frustra. Que desde la Brujería Tradicional, estemos hablando del puritanismo cristiano como si hubiese formado parte de nosotros alguna vez, es aberrante. Culpan a toda la Wicca, porque a pseudo-wiccanos se les ocurriese inventarse una Wicca “Cristiana”, y presumen de una Tradición que defiende una filosofía con fuertes afinidades con el Cristianismo, que recoge prácticas cristianas y entiende normal ser brujo y cristiano al mismo tiempo. Y los mismos que desprecian la Wicca en aras de un pretendido reformismo, no tienen problemas para aceptar la Christiancraft, como propia, proclamando de facto el cruce de ambas doctrinas (!). Un ejemplo de incoherencia, sin precedentes. Algo, que me hace reflexionar en cuanto a quién habla EN NOMBRE de la Brujería Tradicional, y CON QUÉ DERECHO lo hace. Porque, parece que carezca de importancia, pero claro, si todos están de acuerdo en que no hay quien la represente, y cuando hablan lo hacen a título personal ¿quiénes son los que deciden y con qué potestad? Efectivamente, NADIE. El grueso del trabajo, sin embargo, lo hacen desde los Foros y las Redes sociales. La credibilidad que les demos, no debería depender de la fama o del número de seguidores, sino de sus criterios y argumentos, pero como pasa con otras muchas cosas, lo hace. Y es aquí, donde vamos a darnos de bruces con la realidad. Lo cierto, es que según esas directrices, ni ellos ni nadie es quién para decidir lo que cada cuál quiera ser, cómo llamarlo y dónde estar. Por lo tanto y ante todo, su opinión no está por encima de la nuestra, y sin argumentos, carece de valor. Y es oportuno repetir, que LA WICCA ES, LA BRUJERÍA TRADICIONAL PROPIAMENTE DICHA.
Además, ya nos han demostrado que histórica y etimológicamente hablando, no quieren saber, mienten u ocultan la verdad, para no reconocer que brujo es la traducción de wiccano, Brujería la práctica de la Wicca, y la Wicca una religión. Y les guste o no, no lo pueden cambiar, está por encima de que la situación se haya modificado con el tiempo -por la Iglesia Católica- o tener más y nuevos significados. Edificar sobre el cauce yermo de un río, por mucho que lleve seco, es una temeridad, y cuando vuelve el agua, intentar desviarla con papel mojado, una pérdida de tiempo… Porque ser wiccano te hace brujo tradicional, mientras no se demuestre lo contrario. Y lo contrario, es no respetar las señas identitarías de los pueblos, las creencias y las prácticas que hicieron de la Wicca sobre todo en el Calcolítico, raíz de las religiones europeas, ignorar las Tradiciones que transmiten estos valores, o incumplirlos.
Frente a tanto descreimiento, tenemos dos opciones: o actuamos como quienes nos critican, que para hacer que no nos oyen, se tapan los ojos y alzan la voz, o aportamos datos, aunque los desprecien. Nosotros, optamos por la segunda opción, que “quod natura non dat, Salmantica non præstat”, y no está en nuestra ética, tratar de convencer a nadie, y menos aún razonar con quien no está dispuesto a escucharnos. Poner los hechos sobre la mesa y no consentir que se nos difame, es suficiente. Si no podemos consentir que nos calumnien públicamente, quienes decidan ponerse en frente, menos podemos hacerlo de quienes, se supone, están a nuestro lado. Y no voy a desgranar el origen y etimología de WICCA una vez más, para justificar esta palabra, que lo que se ha aportado está muy por encima de lo que se nos reprocho, y no porque ponga en entredicho las críticas, sino porque fulmina todo lo que no sea reconocerla como raíz y sentido del término WITCHCRAFT (Brujería). Es que, hasta sería razonable criticar un mal uso o abuso de la wicca, venga de donde venga, antes que ocultarla, ¿pero despreciar el término, ignorar su significado? ¡Qué soberbia! Es un disparate negar lo que nos define, y al mismo tiempo querer perpetuar la terminología (cristiana) que nos desvirtúa. Pero esto es, lo que se está defendiendo ¡desde el Paganismo! Una Brujería supeditada al auto-consumo y el clientelismo, retro-alimentada con el medievo, no-religiosa y apátrida ¿Recordamos aquello de “divide et vinces”? Y así estamos hoy, todos contra todos, aunque hayamos aprendido a regalarnos tanta hipocresía entre algodones de colores. Bueno, todos no, aquí en España, hemos conseguido trabajar juntos por primera vez y por unos fines comunes, desde una Plataforma que integra Cultos Asatrú, Druida y Wicca, en un espacio donde lo que se valora es que seamos religiones reconocidas y de origen Precristiano europeo. Un ejemplo, que cuando dejemos a un lado “Juego de Tronos”, quizá pueda servirnos de referencia en lo que se refiere a la Wicca/Brujería Tradicional.
Se me viene a la cabeza, alguna que otra reunión de la Pagan Federation España, en las que participé, en la que siempre había alguien que comentaba haberse acercado al Paganismo a través de la Wicca, como casi todos -decía-, y que fue un wiccano “solitario” hasta que por fin, cuando maduró, entro a formar parte de tal o cual Culto o siguió por libre, ¿nos suena? Te hacen creer, que podemos decidir por nuestra cuenta ser miembros de un Culto Hermético, Mistérico e Iniciático, porque optamos por lo que antes mal llamaban auto-iniciación, y ahora dicen mejor, auto-dedicación. Es como si nos decidimos hacernos cristianos, elegir bautizarnos a nosotros mismos y exigir respeto del resto de Cultos cristianos, y a mayor empoderamiento, relegar como neo-cristianos al resto… Lo que no teníamos nada claro, es en dónde nos metíamos, a qué nos comprometía y cuáles eran sus consecuencias. Si llegaba el caso, entrabas en contacto con otros que habían hecho lo mismo y, yendo bien, se creaba un coven imitando lo que habían leído de esas Tradiciones de las que, entre críticas, se sacaba la información. Ni que decir tiene, que al final todos estos grupos acababan por desaparecer, principalmente porque cada uno de ellos veía la Wicca/Brujería a su manera. La persona, vuelve a quedarse sola y sin referencias directas, lee y busca por su cuenta, y al final entra en contacto con otros Cultos y se introduce en ellos, o acaba como lo que llaman inadecuadamente “brujo solitario”, en realidad hechicero, que opera por su cuenta y riesgo. Pero seamos sensatos ¿son brujos estas personas? Los hechiceros y auto-proclamados wiccanos solitarios, “nadan” en aguas de nadie y lo hacen juntos, lo que si por un lado les permite moverse libremente, por el otro les impide estar en algún sitio… Un problema -bicoca para algunos-, que resolvería pronto la literatura moderna.
Para ellos, es que se han inventado presuntas tradiciones como el CUNNINGCRAFT, que utiliza algunas prácticas precristianas mezcladas con hechicería rural, o el resto de “marcas” creadas a partir de la anterior, como el KITCHENCRAFT, que se enfoca hacia la hechicería propiamente dicha. Y son estas personas, guiadas por obras como las de Rae Beth, que definía al “hedgewitch” como un wiccano solitario (hechicero del Cunningfolk), y unifica al brujo solitario con el hechicero/sanador, que se agarran con fuerza a discriminar una Wicca, que siempre está. Tanto es así, recordemos, que un libro que presentaba esta escritora con el título THE WICCAN PATH en Estados Unidos, lo reedita como HEDGE WITCH. Al final, esto se parece más a una REPARTICIÓN, que a un LEGADO, inconscientes que nuestras religiones están proindivisas: esto es, sin dividir, y que si las heredamos, no podemos hacer lo que nos de la gana con ellas. Cosa lógica no entenderlo, al no contar con una Tradición detrás, que nos haya enseñado a apreciarlo. Pero lo curioso, es que como ya sabemos, sería la Wica Gardneriana quien reivindicase definir la Brujería Tradicional Británica, para disociarse de este colectivo, y lo que ha sucedido es que ahora es este colectivo, quien modifica el pasado, recoge el término “Tradicional” y excluye a la Wicca. Y lo hace con unas ínfulas, que no duda en despreciarla pública y grotescamente. En mi caso, a inicios de los años 90 cree en el IRC-Hispano el Canal de debate #Brujería, precisamente para reivindicar el derecho de una Brujería Tradicional confesional, milenaria y arraigada, que se veía “atracada” por cualquiera para lo que quisiera hacer con ella, y se estigmatizaba una Wicca que empezaba a dejarse ver. Lo que nos lleva, a una de las fuentes de este artículo, el post del Traditional Witchcraft Forum, donde tratan de explicar qué nos diferencia, lo que les define -a ellos- y por qué la Wicca no puede ser Brujería Tradicional.

▪ FALSO MITO: LA BRUJERÍA TRADICIONAL MODERNA, ES TRADICIONAL. LA WICCA, NO

Hay una falsa concepción del significado de las cosas, que explica una palabra por la utilización que se la esté dando en un momento determinado. Es cierto, que el uso habitual de un sentido, cuando es genérico y prolongado, consigue añadir una acepción nueva e incluso diferente a esa palabra, que incluso puede llegar a contradecir su significado, pero por lo mismo que pueden cambiar las tornas, caer en desuso y desaparecer, siendo su significado original lo que prevalece. Y aunque es una situación que leemos de manera habitual, no lo es tanto que llegue a modificar el significado con su contrario. No podemos hablar de localismos, puesto que es un fenómeno transversal, que no se ciñe a una zona o lugar concreto, sino que fluctúa de un lugar y colectivo a otro. Así, a través de la polisemia, sabemos que significado y sentido no tienen por qué ir de la mano. Y en este caso, no lo van. El término brujería es pues, uno de estos paradigmas.
La Brujería, no se explica por la moda, el tiempo o la opinión, sino por su significado, por lo que quiere explicar, por el sentido que tuvo para quienes la incorporaron al lenguaje. Y lo que explica, llanamente, es la práctica de la Wicca. No hay duda, ni discusión posible en esto. Como tampoco la hay, en definir wicca como las prácticas vinculadas a la religiosidad precristiana europea. Por lo tanto, está en el terreno de los que defienden lo contrario, buscar alternativas, pues todos aquellos que abogan por una CRAFT sin WITCH, están defendiendo una majadería, en tanto sigan utilizando WITCH+CRAFT como la palabra que les defina. Es de una lógica tan aplastante, como inverosímil que todavía estemos dando vueltas a lo mismo, y como leeremos, con tanta virulencia. Decirse BRUJO pero no WICCANO, en la práctica, es como decirse CRISTIANO pero no SEGUIDOR DE CRISTO. Es más, sería como afirmar, que los verdaderos o los primeros cristianos tradicionales, sean los católicos y no los ebionitas. Con lo fácil que sería, buscarse un nombre ajeno al de practicante de la wicca, para presentarse como no-wiccano, ¿verdad? Pues no, somos los practicantes de la Wicca, los brujos, quienes tenemos que cambiar el significado de la palabra que nos define y buscarnos otra. Y esto es así, debemos creer, porque pretenden que una acepción para brujería, modifique su significado, elimine su etimología y cambie su historia previa. Por desgracia, ha sido de las acepciones principalmente medievales que fabricó el Cristianismo para combatir los Cultus precristianos, que nos quieren convencer ahora que vienen sus significados originales. Más, qué tozuda es la historia:
“El hecho de que aparezca un ara consagrada al dios céltico Erudinus en el norte peninsular, fechada en 23 de julio del 399, evidenciando un culto a una divinidad de tradición celta en época tan tardía y dedicada por un VICANUS Aunigainu(m) aunque sea portador del onomástico romano Corne(lius), quiere decir que no solo se mantenían con bastante firmeza las estructuras sociales indígenas en el norte de Hispania con respecto a la romanidad peninsular, sino que además, el proceso de cristianización había resultado bastante lento en diversos lugares del norte peninsular por encontrar persistentes resistencias38. En todo caso, el hecho supone la existencia en la frontera del siglo V de una tradición multisecular de mantenimiento del nombre del dios propio, sin contaminación de sincretismo, mantenida por una línea sacerdotal existente en una gentilidad concreta, de un territorio definido y con una infraestructura social de devotos que justificaba su culto. Esa diatriba contra los cultos “paganos” celtas, aún imperantes en la Península en la Baja romanidad y Antigüedad tardía tendrá un eco prolongado en las actas de los Concilios, lo que resulta prueba evidente de que los cultos llamados “paganos” primitivos, fundamentalmente celtas, aunque tambien mezclados con cultos romanos, estaban atravesando las barreras del fin del mundo antiguo para instalarse, de alguna manera, en la época altomedieval donde aparecerán bajo la forma de religiones sumergidas. De ahí la tarea legislativa de los Concilios de la Iglesia hispana atacando las prácticas paganas, es decir, todo lo no acorde con el cristianismo, así como las desviaciones heréticas. Las actas conciliares durante más de un siglo insisten permanentemente en la prescripción de no utilizar los servicios de los adivinos ni seguir las tradiciones supersticiosas paganas con prohibición de la idolatría prevención a los clérigos contra magos y similares y represión de los adoradores de piedras, árboles o fuentes, augures o magos de manera reiterada. Por ello la alianza entre el reino visigodo católico y la Iglesia a fines del siglo VI promovió una serie de disposiciones dentro del ordenamiento jurídico del Estado en el mismo sentido que las normativas eclesiásticas. Así se expresa la Lex Visigothorum en una serie de normas contra las distintas prácticas paganas, supersticiones, adivinación y magia pseudorreligiosa, vinculadas todas ellas a viejos cultos de la naturaleza.” 
Pues, menos mal que las fuentes están ahí, a nuestra vista, que si no, alguno dudaría de si Ortiz de Zárate en vez de historiador, no fuese un wiccano camuflado… tanto, como el WICCANO (uicanus) celtíbero que hace 1600 años, erigió un altar al Dios celta Erudino, en la Hispania romana y cristianizada del s. V. No voy a entrar en esto por el momento, ni en la vinculación de nuestras prácticas con los Viejos Cultos de la Naturaleza, porque en lo que quisiera que nos fijásemos ahora, sin olvidar esta cita a la que recurriré más adelante, es en que una vez más la historia nos demuestra, que pese al empeño que ponen para hacernos creer lo contrario, las religiones precristianas europeas sobrevivieron al Cristianismo, como Brujería. Y lo explica, tal cual: «Religiones «sumergidas», que reaparecen en el mundo medieval con el desarrollo de la brujería, hechicería y formas similares. […]” En efecto, cuando hablamos de Brujería, lo hacemos de RE-LI-GIÓN. Sin embargo, confiados en la terminología cristiana y creen que amenazados por unos Cultos religiosos que reivindican el nombre (Wicca), tras la llegada de la Libertad Religiosa, hechiceros y afines se agrupan en foros y gremios con el fin de mantener los estereotipos anacrónicos con los que se identifican: arreligiosos, solitarios y universalistas. Y uno de estos casos, como dijimos, es el del Traditional Witchcraft Forum, cuyos administradores no dudan en “marcar” lo que entienden su “terreno”, excluyendo a los wiccanos del espacio de debate, de todo lo que tenga que ver con la Wicca, a no ser que la critiquen, como hicieron en el artículo dedicado a explicar las diferencias entre ésta y lo que consideran Brujería Tradicional. 
 Recapitulando. Vimos, que lo que llaman Brujería Tradicional está tanto o más “contaminada”, de lo que dicen estamos los wiccanos, que sus orígenes presentan serias contradicciones y son de nueva creación, como acusan a la Wicca, y que sus prácticas no pasan el filtro que ponen a un Sistema, el Gardneriano, que usan para discriminar a todos los wiccanos. Como tampoco son religiones, no hay que tenerlos por Cultos. El motivo por el que nos segregan, dicen, surge de las críticas al Sistema de Gardner, obstinados con que la Wicca nazca con él y que por eso deben marginar a todos por igual; un modelo, por cierto, que usan y reescriben a discreción. Sin contar los juicios y prejuicios desaforados hacia algunas prácticas wiccanas, que como demostramos sí que son tradicionales. Pero estos lodos, tienen origen en manifestaciones de brujólogos y brujos de reconocida solvencia. Es el caso de Michel Howard, al que analizaremos en: An Interview with Michael Howard, TRADITIONAL WITCHCRAFT: HISTORICITY AND PERPETUITY.
Howard, tampoco nos aporta una idea precisa de la Brujería. Decir que sea tantas cosas, que no pueda definirse, es no querer definirla, porque tras decirse incapaces, sí que son precisos cuando tratan de excluir a la Wicca. Si lo que se espera de una definición, es exponer “… con claridad y exactitud los caracteres genéricos y diferenciales de algo […]” ¿por qué no se puede definir la Brujería Tradicional? Pues porque hacerlo excluye, y no me refiero a la Wicca. Es verdad que Howard irá matizando, pero mientras tiene claro por qué la Wicca no es Tradicional, no acepta que las reglas sean iguales para todos. Cuando le preguntan qué criterios sigue para definir la Brujería Tradicional, dice: “… From your own exposure to numerous types of Old Craft, what criteria tend to define it, and separate it from other forms of magic and folk-belief? In my opinion the Traditional Craft can be defined by the fact it combines various magical systems and beliefs and ways of working magic that range from the primitive to the sophisticated – so-called ‘low magic’ with ‘high magic’. For example one finds the use of poppets for healing and cursing and the practice of fertility magic alongside a gnostic belief system offering the promise of spiritual salvation and enlightenment. […]”. Aquí, todo vale. Nos reprocha, eso sí, reclamar una antigüedad que da por muerta. Esto es importante, porque centra su crítica en lo gratuito de reivindicar nuestra historia, para luego apoyar que la pretendan quienes nos marginan.
Al margen que Howard hierre al pensar que hechicería y brujería sean la misma cosa, que ya el catolicismo predicaba con reservas, entiende la Brujería Tradicional como una “menestra” de doctrinas, prácticas y sistemas distintos mezclados con Alta y Baja Magia (magia ceremonial y hechicería), según el ideario agustino, y un patrón de creencias gnóstico, que promete la salvación. Su conjetura, además de estrambótica se contradice. Por un lado, Howard ve en la Brujería un Camino gnóstico (religioso, iniciático y salvífico), y por el otro dice que la Brujería puede ser arreligiosa, incrédula  y materialista, a la vez que “heredera” de los Cultos precristianos, con un origen altomedieval, un sentido universalista y un sistema gnóstico ¿Gnosticismo Heleno-Oriental, Judeo-Heleno-Oriental o Cristo-Heleno-Oriental? Aunque, para Howard gnóstico sólo fuese tener un patrón ecléctico, sincrético y heterodoxo, que no lo cree así, hablamos de una religión, y de que además está en las antípodas de la Brujería.
Desde el s. V, NO EXISTE UN GNOSTICISMO ORIGINALMENTE PAGANO, que del que hablamos es del judeocristiano, y la última corriente viva quizá sea la Mandea. Pero utilizarlo no es gratuito, pues del Gnosticismo viene parte de la confusión de creencias y prácticas, que sufrimos sobre todo desde finales de la Edad Media, movido por filosofías maniqueas. No es exagerado pensar, que el Gnosticismo fue para la Vieja Religión, lo que el Cristianismo para el Judaísmo. Es más, es que el Gnosticismo llegó a rivalizar con el Catolicismo, pues su doctrina Cristo-Pagana, mezcla de orientalismo, judaísmo, helenismo, etc., fue más asequible para el pagano forzado a la conversión, que la ortodoxia nicena:
“El Gnosticismo, doctrina filosófico-religiosa de los gnósticos, es la enseñanza basada en la gnosis, término griego que significa literalmente conocimiento. Obviamente, en este caso, se trata del conocimiento sagrado (o Sophia). Durante mucho tiempo, fue mostrado como una herejía, una simple secta del cristianismo… Con el desarrollo del estudio de la Historia de las Religiones, esta perspectiva fue abandonada, pasando a dejar clara y resuelta la idea de que el gnosticismo es un fenómeno básicamente precristiano y un movimiento religioso independiente. En el comienzo del siglo XX, Wilhelm Bousset declaró que “el gnosticismo es antes que nada un movimiento precristiano con raíces en sí mismo. Deberá por tanto ser entendido (…) en sus propios términos y no como una excisión o derivado de la religión cristiana.” 1 Walter Bauer publicó en 1934 una obra que reconocía que “originalmente, ciertas manifestaciones de vida cristiana que los autores de la Iglesia denuncian como herejías, no habían sido nada de tal género, siendo por el contrario las únicas formas de la nueva religión; esto es, en esas regiones, eran simplemente el cristianismo”. 2” Una religión, que entronca con el Cristianismo.
A pesar que los Cultos mistéricos, en especial los de origen o influencia oriental, promuevan la redención, no debe confundirse con el retorno occidental. La necesidad redentora, NO EXISTE en Europa. Ni Celtas o Germanos, por ejemplo, creyeron en ningún pecado original, y nunca fueron monoteístas, piedra angular del Gnosticismo. Que la mortificación de la carne o la repulsa a la Naturaleza, señas identitarias gnósticas, sean las bases de una Brujería que es el resultado de la sacralización de la Naturaleza y la supervivencia de los Cultos de la Fertilidad, es absurdo. Decía Murray, “… a la luz de un culto de la fertilidad, el ritual de la brujería se hace comprensible.» Y lo peor de todo, es ignorar qué es un Sistema Gnóstico: “… Estos sistemas son un compendio de mitologías orientales, doctrinas astrológicas, teología irania, elementos de la tradición judía -bíblica, rabínica u ocultista-, escatología salvífica cristiana, o términos y conceptos platónicos. El sincretismo obtuvo en este período su mayor eficacia; dejó de estar limitado a cultos específicos y al cuidado de sus sacerdotes, para introducirse en todo el pensamiento de la época […].» ¿Quién puede ver en esto, a la Brujería?
El Gnosticismo, es una religión en sí misma, con sus propias reglas y doctrinas, y dudo que Howard se refiriese a esto, y si lo hizo, se equivocó. Quizá fue su inquietud, que le llevó a ser una persona acumulativa, que viese oportuno rescatar el sentido ecléctico del Gnosticismo y aplicarlo a la Brujería, pues Howard se iniciaría en lo que llamó su atención y no entendió de incompatibilidades, como hizo en la Order of the Morning Star (Luciferina), Wica Gardneriana, Cultus Sabbati, Co-Masonería o Clan de Tubal Caín (The Regency). Dicho lo cual, no hay un sistema de creencias gnóstico en la Brujería, que sería decir, que la Brujería es antianimista, monoteísta, maniquea y redentorista, pues choca con las Cosmogonías y Teologías precristianas europeas. Y lo desmiente, los ataques de un Cristianismo que en el primer milenio es preciso en cuanto a las creencias que combate, y se ciñe a la Idolatría, los Sacrificios y las Supersticiones de los pueblos de Europa, el “pack” estándar en la delación del Paganismo: “Para los Santos Padres, superstición equivale a religión pagana o idolatría, por lo que consideran supersticiosas todas aquellas creencias y prácticas superviventes del paganismo, incluidas la magia, la adivinación, la astrología y ciertas prácticas curativas. […]”.
Siguiendo la entrevista a Howard, leemos: “We are now witnessing the usage of such terms as ‘Traditional Wicca’, which many initiates view as an oxymoron. Do you think there has been an attempt by various magical groups to blur the lines of definition or appropriate the outer trappings of Traditional Witchcraft, and if so, why? I’m not sure that Wiccans are deliberately trying to “appropriate the outer trappings of traditional witchcraft” and I see no conspiracy here. Nevertheless the use of such terms as ‘Traditional Wicca’ or ‘British Traditional Witchcraft’ has certainly blurred the lines of definition. From what I can tell the term British Traditional Witchcraft was first used in the United States to define and identify those lineages of modern neo-pagan witchcraft originating with Gerald Gardner, Alex Sanders and their followers. These were established lineages with a hierarchical priestly structure and a formal initiation with several degrees or grades. By using the term ‘Traditional Wicca’ or ‘British Traditional Witchcraft’ their followers were separating it from the more recent eclectic forms of ‘New Age Wicca’ and traditions such as solitary witchcraft and ‘hedgewitches’ or ‘kitchen witches’. Obviously this has caused confusion between traditional non-Wiccan witches and Wiccans. One traditional witchcraft forum on the Internet frequently has Wiccans join it because they do not know the difference between ‘Traditional Wicca’ and the Traditional or Old Craft that pre-existed Gardner. Also there is a tendency for the followers of neo-pagan witchcraft to deny the reality of the Traditional Craft pre-Gardner and, ironically considering their own recent origins, claim it is a modern invention. One reason for this is that there is only a tenuous connection between the beliefs and praxis of modern neo-pagan and Wiccan groups and historical witchcraft and the ancient pre-Christian religions of the past.” 
El único oxímoron, es decir que PELLAR ES SINÓNIMO DE BRUJO TRADICIONAL. Si de la palabra wicca sabemos que es ancestral, construye witchcraft (brujería) y tiene este significado desde hace 1000 años, de pellar también sabemos que toma el sentido de ‘exorcista’, ‘hechicero’ o ‘mago’, a mediados del s. XIX (OXFORD DICTIONARY). Oxímoron, es denominar Brujería Tradicional al Cunningfolk, Cultus Sabbati, etc., y las expresiones: Wicca Tradicional o Brujería Wicca, son un PLEONASMO de manual. Acusarnos de esto, es como acusar al Cristianismo de apropiarse del término “cristiano”. La Wicca, en todo caso, debería alejarse de excentricidades como las de la Cornish Witchcraft: «The Craft of the Pellar – a term proposed by some to be derived from a ‘repeller’ of evil, is a calling of wise woman and cunning man to the old path and persuasion, encompassing Christo-Pagan and folk-ceremonial magical practices, of magical protection from maleficia, or ‘ill-wishing’, the healing, exorcising and curse lifting of people, cattle, places and objects, making divinations, charms and conjurations of spirits. It is a Craft double edged; for the Pellar’s knowledge and ability in the practices of cursing and counter cursing are maintained both.» ¿Es esto, lo tradicional? El atontamiento sobrevenido, por el que nadie reacciona a nada por muy inverosímil que sea, nos impide ver que Cristianismo y Paganismo sean antagónicos. Por ejemplo, mientras que para el pagano la Naturaleza es SAGRADA, para el cristiano es ÚTIL. Y las consecuencias, las sabemos.
Aunque aclare que fue la Wica Gardneriana quien usó los términos Wicca Tradicional y Brujería Tradicional Británica, para diferenciarles de formas eclécticas más modernas -el “más” sobra-, como “New Age Wicca” o “Hedgewitches”, dice que eso difuminó la línea que según él separa la Wicca de la Brujería Tradicional, y contrapone a la Wicca, el “arte tradicional o antiguo preexistente a Gardner”. Claro que la Brujería Tradicional es anterior a Gardner, y a Cochrane, Chumbley, etc., y antes que la Brujería Moderna (s. XVI y ss.), está la Brujería histórica, previa a mezclarse con el Cristianismo, la Hechicería, la Cábala y el Esoterismo decimonónico, que sobre todo a partir de Cochrane, cruzan a conciencia quienes ahora se definen como tradicionales. Y esta Brujería antigua, es WICCA. Desconcierta, que vea en los grupos modernos al Cunningcraft, eso sí, porque en la misma entrevista los define como Brujería Tradicional.
Incluir la Wicca en los Cultos modernos, es un despropósito. Y no se a quiénes se refiere, cuando dice que hay una tendencia a negar la realidad de la Brujería Tradicional antes de Gardner, y que haya una ténue conexión entre las creencias y la praxis de los “modernos” grupos wiccanos, con la Brujería histórica y las antiguas religiones. Pues claro que hay una Brujería Tradicional antes de Gardner, de ella aprendimos todos, es absurdo negarlo, como es ridículo que el Cultus Sabbati sea anterior a los wiccanos que amenazaba Ælfrico hace 1000 años, que el Culto Feri antecediese al wiccano que erigió un altar al Dios celta Erudino hace 1500 años, o que el Clan de Tubal Caín se crease antes que los indoeuropeos nos dieran la raíz wicca hace unos 5.000 años ¿verdad? Y en lo que a nosotros respecta, mantener las creencias y prácticas de nuestros Ancestros quizá sea una ténue conexión con el pasado, pero da para decir: ¿comparado con quién? Me quedo con las declaraciones de Eleanor Bone para la revista LIFE, en 1964: «Para encontrar el origen de la brujería debemos retroceder un largo camino en el tiempo, miles de años antes del cristianismo, de vuelta a la antigua religión; una religión pagana. Preguntas si somos paganos, y la respuesta es: «¡Sí, lo somos!»… Los wiccan eran el sacerdocio de la antigua religión que adoraba al dios solar y la diosa lunar. […]» 
Howard explica, que los conceptos erróneos en la Brujería Tradicional, son: “The main one is that many so-called traditional witches claim in books and articles and on websites that Traditional Craft is a ‘pagan fertility religion’. This leads to such aberrations as ‘Traditional Celtic Witchcraft’ and spurious claims of ancient traditions that date back to pre-Christian times. Many traditional witches don’t even regard their craft as a religion in the accepted sense of the word, let alone a pagan one. To them witchcraft is more of a magical system or an occult path of psychic and spiritual development… This did not mean that those known as wiccians, or witches, in the post-Roman and Anglo-Saxon period were followers of pagan religions, although paganistic beliefs may have survived in their ritual observances, such as making offerings to the genii loci, and the natural magic they did.” 
Cuesta entender esta opinión por venir de quien viene, porque refutarla es fácil. Francisco Díez de Velasco, explica en el Glosario de las Religiones: “Wicca. Religión pagana, llamada “Culto de la Brujería”, cuyo nombre wicca se relaciona con el término witchcraft. Se fundamenta en el culto a la Naturaleza, a los ciclos vitales y a los antepasados bajo el binomio fertilidad/fecundidad. […]”. Recordemos los estudios de Mircea Eliade, Moya Maleno, Sanz Serrano, Almagro-Gorbea, Tejada y Ramiro, Martínez Díez, Llobregat Conesa, Ortíz de Zárate, etc.  Sabemos de Cultos Paganos vivos en el Medievo, tras la reconversión por las persecuciones, y que perdió fuerza la hipótesis del Satanismo, como “solución” al fenómeno de la Brujería, a favor de la “satanización” de las prácticas de los pueblos europeos: “A pesar de los mejores esfuerzos de los historiadores en los últimos 30 años, no se ha probado ni refutado la existencia entre los siglos XIV y XVII del culto de la brujería centrado en la celebración del Sabbat. Sobrevivían sin duda formas más antiguas de prácticas ocultas incluyendo lo que tradicionalmente se llamaba la brujería. Se ha intentado explicar el culto demoníaco de brujería, en cambio, como el puro producto de interrogación por parte de una élite (una tesis ya no sostenible como tal), o como la fusión específica de una cultura erudita -u ortodoxia religiosa- con sistemas tradicionales de creencias. En su libro más reciente, Carlo Ginzburg arguye que ciertas creencias y prácticas populares, tales como ritos de fertilidad, vuelos nocturnos, metamorfosis y comunicación con los muertos, se transformaron en el Sabbat debido a la persecución religiosa. Para él no hubo ningún culto ni ritos satánicos, sino sólo creencias y mitos (pp. 6-13, 300-301). En efecto, numerosos historiadores han documentado la demonización de creencias y prácticas tradicionales. Lo que queda sin resolver es la cuestión de un culto diabólico y la correspondiente organización o «secta» de la brujería. Si se toma en cuenta el hecho de que casi toda la documentación viene de fuentes o instituciones hostiles, la coincidencia de los testimonios prueba muy poco en sí, pudiendo ser explicada tanto como imposición ortodoxa, como creencia difundida, y tal vez también como la existencia de un culto constituido por organizaciones locales.” [326] (La negrita, es mía). Si los académicos, están admitiendo la existencia de Cultos a la Brujería más o menos organizados aún entre los siglos XIV a XVII en Europa (!), respondiendo a RITOS DE LA FERTILIDAD, qué cuajo el nuestro seguir cuestionándolo y tildarlo de romántico.
Que la Wicca retenga prácticas paganas, es normal, porque como wicca las reconocían en época Altomedieval. Y que los Cultos a la Fertilidad, sean propios de una Brujería que el Cristianismo persiguió con especial saña, también: «Desde el siglo XV la Iglesia católica empezó a perseguir cruelmente a las personas sospechosas de brujería y fueron acusadas varias mujeres de hechicería y condenadas a la hoguera. En Galicia se estableció la Inquisición en el año 1562 y los primeros inquisidores en Galicia fueron el Dr. Quijano del Mercado y el Dr. Carvajal. Perseguían, sobre todo, la brujería y los cultos que se referían a los elementos naturales.» Los cristianos, acosaron a la Brujería precisamente con el propósito de exterminar los últimos reductos de esos Cultos a la Fertilidad, que aún seguían vivos en la Edad Moderna:
«Sin embargo, si por algo destacaban las brujas -siempre según el Malleus- era por su obsesión por el sexo grupal. En este punto coinciden Rivas y García. La primera explica que los inquisidores del siglo XVI creían que estas mujeres solían reunirse en un aquellarre o sabbat para realizar rituales extraños: «Era una reunión de las brujas con el diablo, en la que se realizaban ritos de iniciación, pactos con Satán y se entregaban a él mediante prácticas sexuales. Se renegaba además de Dios, se realizaban misas negras (contrapuestas a las homilías oficiales)…»… El historiador -Ricardo García Cárcel-, por su parte, considera que en estas reuniones hacían fiestas de culto al demonio y que en ellas abundaban la «inversión de sexos» y los «orgasmos colectivos». ¿La razón? En palabras del experto, porque el culto a la fertilidad era uno de los fundamentos de la brujería en su manifestación originaria.» . La idea de Howard, choca con la realidad: «… En este contexto social y religioso, a las curanderas, sanadoras, parteras y a las mujeres que profesaban una espiritualidad pagana, es decir, a las mujeres rurales que convivían íntimamente con la Naturaleza y por tanto, participaban en fiestas y celebraban tradiciones basadas en los ciclos de la Naturaleza, se las llamó ‘brujas’, y se las acusó de hacer pactos con el demonio y de practicar brujería… El término ‘brujería’ lo acuñó la Inquisición para definir la adoración al diablo. Por el contrario, la brujería consistía en determinados vestigios de religiones ancestrales naturales que existían por Europa antes de la imposición del cristianismo (Echazarra, 2007). […]» Tanto es así, que aún a principios del s. XI, «… Wulfstan, arzobispo de York, dictó una serie de cánones con el fin de que los cristianos de su diócesis dejaran de realizar prácticas paganas; principalmente las relacionadas con los augurios, los encantamientos y las aguas; y rechazó la construcción de santuarios cercanos a las fuentes, a las rocas y a los árboles, especialmente al saúco, para evitar que se continuaran efectuando ritos paganos (Hutton, R. 1993, 298).» 
Hablamos, pues, de CULTOS A LA FERTILIDAD: «En Dublin, la capital de Irlanda, estaba situado el prestigioso St John´ Well (Pozo de San Juan), donde el 24 de Junio tenía lugar una enorme feria, fiesta y romería, mezcla de peregrinación y religiosidad, donde multitud de penitentes buscaban las propiedades curativas y de predicción de las aguas, pero también buscaban,un gran consumo de alcohol (los peregrinos mezclaban el agua sagrada con una abundante proporción de whiskey), juegos, danzas, bailes y extenso libertinaje sexual. Durante el período de gobierno del puritano protestante Oliver Cromwell en Gran Bretaña, fueron destruidas prácticamente todas las iglesias católicas de Irlanda y los irlandeses trasladaron sus centros de devoción a los pozos sagrados. Las autoridades eclesiásticas, tratando de mantener esas prácticas bajo control, en el Sínodo de Tuam en 1660 (el año en que fue restaurado en el trono Charles II) proclamaron un decreto en latín que decía: “Prohibentur tripudia, tibicines, symphoniae, commisationes et alii abustus in visitatione fontium et aliorum Sacrorum locorum, maxime tempore indulgentiarum.” (Quedan prohibidas las danzas, música de flauta, bandas de música, diversiones desenfrenadas y otros abusos en los pozos sagrados, especialmente en épocas de indulgencia). La realidad es que, muchas de estas peregrinaciones a los pozos poseían un gran componente no religioso, y que, en los días de reunión, se celebraban verdaderas orgías.»  Más:
«Nuestra dependencia del agua dio lugar a la aparición de diversos ritos y cultos que se gestaron en torno a las fuentes y a su condición de sagradas en muchas religiones, principalmente debido a los dos grandes valores en los que se sustenta la vida: la salud y la fertilidad. El culto a las aguas, a las fuentes y a los pozos se mantuvo en la tradición popular de una manera sorprendente a lo largo de los siglos, acabando incluso por ser tolerado por el cristianismo, como señala Mircea Eliade (1974, 234) […]» [332] (La negrita, es mía). Devoción, donde la Fertilidad es una consecuencia, aunque no quieran admitirlo: «En la tradición indoeuropea sobre las aguas se muestra su evidente relación con la simbología femenina; el agua es el origen de la vida y de la prosperidad de la naturaleza: Es por ello lógico imaginar que la diosa de la fecundidad de la naturaleza lo fuera también de las aguas. De ahí las numerosas fuentes santas que se atribuyen al patrocinio de Nuestra Señora (Espírito Santo, M. 1988, 12).» 
Aquí, el único concepto erróneo, es el que propugna Howard. Que ver un Culto de la Fertilidad en la Brujería, conduzca “a tales aberraciones como «brujería céltica tradicional» y afirmaciones espurias de tradiciones antiguas que se remontan a tiempos pre-cristianos […]”, es incalificable. Y más, si al mismo tiempo defiende la magia de la fertilidad como tradicional: “For example one finds the use of poppets for healing and cursing and the practice of fertility magic“. La realidad, no depende de lo que les “parezca” a algunos, y ya leímos los antecedentes de muchos de ellos. La verdad se demuestra, no se consensua, y sabemos que el “para mí”, no vale “para nada”. Máxime, cuando después admite que “… This did not mean that those known as wiccians, or witches, in the post-Roman and Anglo-Saxon period were followers of pagan religions, although paganistic beliefs may have survived in their ritual observances, such as making offerings to the genii loci, and the natural magic they did.” Todo esto, y mucho más que no dice y sobrevivió al Cristianismo, aunque lo crea moderno, es la religión conocida como la práctica de la Wicca. Y si un Catedrático, como Ricardo García Cárcel, se permite afirmar que “el culto a la fertilidad era uno de los fundamentos de la brujería en su manifestación originaria”, no creo que lo haga para inducirnos a aberración ninguna, ni que el mismísimo Ronald Hutton, cuando reconoce que en el s. XI se dictaron cánones no para castigar aojamientos, sanación o al Gnosticismo, sino “para evitar que se continuaran efectuando ritos paganos”, nos tratase de engañar con declaraciones espurias… No creo que nos haga falta un Master, para desarrollar por nuestra cuenta el alcance histórico de ambas afirmaciones; es una pena que Howard ignore los hechos, para justificar después de forma gratuita la “aberración” de inventar una brujería germánica tradicional (Cunningfolk), basándose en haber utilizado espureamente un arcaísmo (hedge).
¿Falso e ilegítmo, defender la supervivencia de prácticas precristianas de origen celta? No sabría por donde empezar a desmentirle: «Rolleston, por su parte, describe como el culto a las piedras era especialmente común entre los antiguos celtas, y como esa práctica persistió en muchas regiones hasta tiempos muy recientes.». Lo aberrante, es dudalo: «En muchas ocasiones, piedras consideradas mágicas o sagradas estaban localizadas en las cercanías de manantiales también sagrados, como las descritas en un remoto valle de los Pirineos franceses, cerca de Bagnères de Luchon, Haute Garonne, al O de Andorra. Estas “sagradas piedras de los Valles de los Pirineos” fueron objeto de profundas discusiones en la sesión de la Societé d´Anthropologie de Paris en 1877, donde se criticó la actitud de los sacerdotes cristianos que trataban, por todos los medios imaginables, de desplazarlas del lugar que ocupaban o destruirlas, sin lograr conseguirlo ante la firme resistencia de los locales. Con ello trataban de erradicar el profundo y arraigado culto a estas piedras por parte de los habitantes de la zona.» Tradiciones que no fueron preservadas por magos “thelémicos” o Cainitas de nueva hornada, sino por el pueblo y sus brujos: «En el pozo de Ffynnon Chwerthin, cerca de Llanberis, practicaban la magia tres brujas…» Unos brujos, que siguen la Tradición hasta nuestros días:
«… el paganismo con más devoción hacia los ríos es hallado entre los pueblos celtas. Cada uno de los grandes ríos de la antigua Europa ,cuando ésta estaba ocupada en gran parte por tribus célticas, poseía su propio espíritu divino, generalmente en forma de diosa. El Sena, por ejemplo, estaba presidido en su nacimiento por la diosa Sequana, a la cual estaba dedicado un importante templo curativo, Fontes Sequanae, al NO de Dijon, algo que ya indicó Julio César; la gente arrojaba habitualmente a este río objetos votivos durante actos públicos o en forma privada. El nombre de la antigua diosa riverina céltica Danu, reverenciada en muchos lugares del Continente europeo y en las Islas Británicas, es similar con el de otra diosa, también riverina, del mismo nombre descrita en la literatura de otro pueblo indo-europeo, el sánscrito. En Europa, dio nombre a varios ríos, siendo el más famoso de ellos el Danubio.65 Entre otros ríos importantes con nombres derivados de las diosas célticas que fueron al principio sus patronas, se pueden citar Marne, Yonne y Saône en Francia; Dee, Clyde, Severn, Wharfe, Braint y Brente en Gran Bretaña (los dos últimos relacionados con Brigantia); Boyd y Shannon en Irlanda. De hecho, el término Deva, que dio nombre al Dee de Gran Bretaña y a otros del mismo nombre en España, significa en el idioma gaélico “diosa”. Esta diosa dio nombre, también, al arroyo Divona que ,a su vez ,dio nombre a la ciudad Divonne-les-Bains en Ain, Francia;66 a varios ríos en Bélgica, Deve, Devere, Deinze (antiguamente Devonisa), Diest (Divusate) y Dieppe (Divisapa); y a tres ríos con el nombre de Dees en Gales, Escocia e Irlanda. En España, además de los Deva citados, están también los ríos Navia y Duero, con nombres que provienen de divinidades célticas.» ¿Por qué negar unas tradiciones, que sabemos sobreviven hasta la actualidad? Decía Almagro-Gorbea, que “… a través del mundo romano, la cristianización, la dominación árabe y la Reconquista, han sobrevivido múltiples elementos culturales en procesos de “larga duración” que permiten documentar elementos de las creencias y la cosmovisión del mundo celta originario que han perdurado casi hasta nuestros días.” Viniendo de Howard, no puede deberse a falta de información. Guste más o menos, los hechos son los hechos:
«… En el folklore europeo se conservan numerosas descripciones de personajes femeninos relacionados con las fuentes cuyas características son una herencia común de antiguas divinidades indoeuropeas. En Alemania se encuentra la Señora Holle, que sana a las mujeres que se acercan a sus fuentes, les devuelve la salud y las hace fértiles (Grimm, J. y W. 2000, 67). La Señora Holle tiene su morada en los montes. Desde ellos envía la lluvia, el granizo, la nieve y los torrentes de agua que descienden a los valles… antes de la cristianización de las fuentes, fuera en algunos casos la diosa Diana la que asimiló las características propias de las diosas prerromanas con poderes semejantes a los de la Diana romana o la Artemisa griega. De ahí que pudo haber diferentes divinidades prerromanas a las que se adoraba con el nombre de Diana; algunas de las características de su culto pervivieron en las creencias relacionadas con las xanas, ninfas, hadas, brujas y doncellas que se peinan sus cabellos en la mañana de San Juan, y en las fuentes guardadas por serpientes, el animal de Diana y también de Esculapio (Vázquez Hoys, A. Mª. 1999, 239). Pero debemos recordar también a las diosas germanas del destino humano, que habitan en la fuente de Urd e hilan las madejas de la vida, y poseen características que tienen que ver con las parcas y las ninfas de la mitología clásica, al mismo tiempo que desempeñan una actividad parecida a la de las diosas-madres debido a sus poderes como divinidades de vida y muerte. De manera que algún aspecto de todas esas antiguas divinidades ha quedado en el folklore relacionado con las mouras gallegas y las xanas asturianas, también llamadas inxanas o injanas y en la zona occidental encantadas (Ibero, J. 1945, 619), y que puede decirse que son hermanas de la alemana Wasserjungfrauen o doncella del agua (Almendral Oppermann, A. I. 1992, 218, 221), a la que en Cantabria llaman moza del agua (González Echegaray, J. y Díaz Gómez, A. 1988, 207). Y en el folklore vasco tenemos la figura de Mairi, con algunos atributos que también encontramos en las demás figuras femeninas del folklore del norte de España y que nos remiten a una divinidad muy arcaica, posiblemente de origen neolítico (Everson, M. 1989).» Divinidades, asociadas a cleros que por estar vinculados a la Brujería, se han ignorado: «Sin embargo, Stephen de Bourbon, muerto en 1261, redactó que «las «buenas mujeres», camareras de una mítica Señora Abundancia, volaban en palos, pero las strigæ malvadas […] lo hacían a lomos de lobos» (HOPE, 1988: 589)…; extrañamente se diferencian dos tipos de vuelos, los que realizaban las «buenas mujeres»6 y los de las strigae, es decir, aquellas mujeres malvadas de la Antigüedad citadas, por ejemplo, por Petronio en El satiricón (63) y por Ovidio en Fastos (IV, 130-145), con cuyas artes mágicas podían transformase en pájaros de silbantes graznidos, capaces de cometer todo tipo de desmanes… Las buenas damas, nos aclara J. Caro Baroja, son las compañeras de antiguas diosas como Diana, Herodiade, Holda o Nocticula, que las autoridades religiosas creían vinculadas a las brujas.» Curiosa similitud, ¿será esta Señora Holle, que da salud y fertilidad a quienes se acercan a sus fuentes, la misma Diosa Holda  atendida por las “buenas mujeres”, de la que habla en el s. XI Burcardo, Obispo de Worms?: “Burcardo es el primer autor en emplear la palabra holda, como ha destacado GUREVICH (1988, cit. en ZURUTUZA, 1995: 115), para describir a una serie o grupo de mujeres a las que se les atribuían poderes naturales, señalando además que se trataría de una palabra que formaría parte del habla popular, lo que indicaría su amplio arraigo. […]” 
Que formas paganas llegan a la Edad Moderna, o emergen de la clandestinidad a finales de la Edad Media, no es una opinión ni un deseo, sino hechos: «Aunque el colapso de la Antigüedad y el desarrollo del naciente cristianismo propiciaron una etapa en la que lo oculto parecía haber desaparecido, a fines de la Edad Media, costumbres paganas que parecían erradicadas salieron de nuevo a la luz. Resurgieron de este modo distintas prácticas de hechicería: los disfraces de animales fabulosos, los nudos mágicos, las asambleas nocturnas de brujos, los hechizos, las hierbas, las piedras, los ensalmos, y cómo no, los talismanes.» Sin embargo a Howard, que ignora los hechos, le cambia el “chip” cuando no habla de Wicca y da por cierto y legítimo, que grupos modernos hereden viejas tradiciones, por el hecho de afirmarlo. Así, Órdenes Esotéricas y gremios de hechiceros, son tradiciones de brujos ceremoniales o chamanes milenarios que sin pruebas y “sin saberlo”, transmiten un legado encriptado en los ritos que inventan o reescriben y en el nombre que se han puesto. Que es como decir, que la Orden de la Jarretera, no la creó Eduardo III en el s. XIV, sino los galos, de donde le viene el nombre (jarrete, gal., garra) 
Howard, también explica la reacción de los brujos ante las apariciones públicas de Gardner: “As far as the Old Craft in general is concerned, in the 1960s and 1970s its members tended to keep a low profile. Many had objected to and indeed were horrified by Gerald Gardner’s publicity-seeking antics. They feared that by drawing attention to the continued existence of witchcraft today the persecution would be revived and they might be exposed and harmed. Indeed several sensational newspaper stories in the 1950s and 1960s about modern witchcraft led to aborted attempts by individual Members of Parliament to try and re-introduce an anti-witchcraft law. It has even been suggested that practitioners of the occult arts such as Tarot readers, mediums and clairvoyants should be registered and licensed! Ironically the more positive media exposure that Wiccans received in the 1980s and 1990s actually encouraged some followers of the Elder Faith to take the risk of going public. Their motivation was to prove that other forms of witchcraft apart from Wicca existed and had a historical provenance and this is still an ongoing struggle. Also it was to meet a genuine need as some of those who had been initiated into popular Wicca had become disillusioned with it. They were now seeking something deeper and more authentic. The charge has been made, perhaps in some cases with justification, that in providing a public face the Traditional Craft was sanitized for general consumption. However this public face was often a mask that concealed more than it revealed. In that respect it still complied with the need for the degree of secrecy and concealment mentioned before.” 
Si los brujos ingleses tuvieron poca visibilidad entonces, quizá fue por desconfianza. Entiendo que temiesen que la publicidad de Gardner, llamase tanto la atención como para ponerles en aprietos, pero quitando a los que salieron a la luz por envidia u oportunismo, dudo que muchos se uniesen al circo mediático que criticaban, para demostrar que había “brujerías” históricas y diferentes a la Wicca. Los que se decían anteriores, vinieron después y no demostraron un origen más creíble ni Hereditario; los préstamos que introdujo Gardner, no fueron diferentes a lo que practicaban quienes los criticaron; y si callaban por temor a represalias, no habrían salido a decir que eran mejores brujos que los wiccanos. No hubo distintas brujerías, sino prácticas diferentes dentro de la Brujería, y pseudo-brujería. Lo grave, fue un Gardner hablando de religión. Esto, provocó a newagers y hechiceros. Ofende, sobre todo a la inteligencia, leer que muchos “iniciados” de la “wicca popular” (?), buscaron algo más profundo y auténtico fuera de la Wicca. No dice si esos wiccanos “populares”, se auto-confirieron tal singularidad y hartos de bandazos, decidieron probar suerte en Cultos o Gremios diferentes, o seguir por sí solos pero con otro nombre, ni explica cómo de profunda puede llegar a ser o no ser la Wicca “popular”, esa que han aprendido por su cuenta. En cuanto a que la Wicca sea más o menos auténtica, me remito a los antónimos de esta palabra (incierta, ilegítma, falaz), y me hace pensar si los Ángeles, Caín, Satán o los Dioses Hawaianos, son “auténticas” referencias de los panteones precristianos europeos, porque a estas alturas, lecciones de autenticidad -yo diría, de coherencia-, las justas.
Howard, pone en evidencia auténticos falsos mitos de la Brujería Tradicional, sin saber que en vez de cuestionar la Wicca, servirán para descubrir la hipocresía de estos ataques: “The other contribution by the Old Craft to the magical tradition relates to the survival of Solomonic magic. It was often witches who preserved the magical practices in the grimoire tradition. In her book Witchcraft and the Inquisition in Venice 1550-1650, Ruth Martin refers to a woman arrested for practicing witchcraft and a copy of the Key of Solomon was found in her house. She had evidently borrowed the grimoire and was copying material from it by hand into her personal ‘Black Book’. Even Gerald Gardner inherited this tradition from the Elders of the old covine he was initiated into in the New Forest in 1939. In an article in the Illustrated magazine in 1952 it was said that the covine added material from the Key of Solomon to their rituals. In Gardner’s prototype Book of Shadows, Ye Bok of ye Arte Magical written in the 1940s, the circle casting ritual comes from the Key and it is the magus (sic) who casts it with a ceremonial sword and not the priestess as in later versions of the BoS. Elements from the Hermetic Order of the Golden Dawn and Aleister Crowley’s OTO and AA were also in introduced into modern neo-pagan witchcraft.” 
O sea, que como los wiccanos utilizan la Magia Ceremonial no pueden ser brujos tradicionales, aunque la Magia Ceremonial sea una contribución de la Brujería Tradicional a la tradición mágica (!). Vamos, que tanto aspaviento, es una pantomima para usurpar a la Wicca su legítimo espacio. Confirma nuestro reproche, que critiquen la procedencia de un ritual según parece basado en Órdenes esotéricas decimonónicas, los mismos que llevan explícitamente en sus liturgias, ritos de esas mismas Órdenes. Y si necesitamos más pruebas, leamos lo siguiente:
“In modern occult circles, there is often a mutual animosity between practitioners of ceremonial magic and of witchcraft. However, ceremonial magic, angelic conjuration, control of elementals, and command of the goetic spirits was the stock-in-trade of the British cunning-man, and is also frequently found in Traditional Witchcraft. Where are the most important historical points of contact between practitioners of rural witchcraft and urban ceremonial magic? As mentioned before, I have never quite understood this perceived dichotomy between witchcraft and ceremonial magic or the strong feelings it engenders today. The Gardnerian witch Doreen Valiente claimed that the Craft had nothing to do with medieval and later traditions of ritual magic. However, in her book Where Witchcraft Lives published in 1962, she described a witch rite for divining the future using a crystal ball. On the table beside the crystal she says there was a ritual knife, a censer, a box of incense and a pentacle made of white wax engraved with magical sigils. Of course the pentacle is one of the traditional working tools of the ceremonial magician!” 
El conjuro angélico y el control de los elementales, ¿son prácticas frecuentes de la Brujería? No, no tienen nada que ver con nuestras raíces o credos, y entran en contradicción con las creencias y prácticas de los Cultos occidentales. Howard, critica la Wicca y en concreto a Doreen Valiente, por reprochar esta obviedad. No es raro, que Valiente defienda una Brujería reconstruccionista, y cuestionarlo por usar el pentáculo, sobraba. Éste, fue un símbolo de uso habitual en prácticas religiosas desde la Antigüedad. Encontramos pentagramas en Mesopotamia (2600 a.e.), Israel (500 a.e.), en monedas griegas (Metaponto, 440 a.e.; Melos, 420 a.e.; Pitane, 350 a.e.); también en Roma (78 a.e.), en las cecas celtibéricas de Turiazo y Sekia de la Península Ibérica (150 a.e.), o en Dendera, Egipto. La estrella de cinco puntas es un símbolo religioso, antes que existiese la Magia Ceremonial. La cruz es un símbolo cristiano, pero también de la Cultura Casita (Babilonia), y utilizarla no hace neocristiano a nadie. Precisamente, son los magos ceremoniales quienes reciclan símbolos religiosos precristianos, y no al contrario.
Esta mezcla caótica y sin sentido que es para Howard la Brujería Tradicional, no sólo incorpora elementos gnósticos, cabalísticos y de la magia ceremonial, sino que ve “conexiones evidentes entre la brujería tradicional y la masonería”, todo ello aderezado con la Magia Salomónica: “There are also obvious connections between traditional witchcraft and Freemasonry, which originated in the medieval guilds of stonemasons with their operative lodges and was known as ‘the Craft’. The medieval Masonic legends traced it back to the building of King Solomon’s temple in Jerusalem and its construction allegedly using magical methods. Solomon was reputed to have been a powerful magician and he conjured up djinns or spirits to help the human workers build the temple. It was even said that the king was assisted by the first biblical smith Tubal Cain, one of the avatars of the witch-god in traditional witchcraft. Solomon’s reputation as a magical practitioner who could summon and control demons or spirits led to the most famous grimoire of all being named after him.” … Culpar a Gardner de masón, como inconveniente para ser brujo tradicional, resulta doblemente estúpido viniendo de esta Brujería, porque ni la Masonería es religiosa ni los brujos tradicionales se han inhibido de interactuar con ella. De hecho, admiten tener una conexión con la Masonería. ¡Howard, lo fue! Sólo esto, tira por tierra la acusación. Por otra parte, considerar un personaje de la mitología judía (Caín), como “avatar” de Cernunnos, y vincular los mitos judeocristianos sobre Satán con los precristianos del Dios Cornudo, avala la propraganda cristiana que casi acaba con nuestras creencias, ciencias y culturas; una blasfemia imperdonable, venga de quien venga. No es siquiera necesario, seguir refutando su idea sobre una Brujería en la que cabe desde la Teosofía al Cristianismo. Insistir, no cambia su idea ni los hechos que dicen lo contrario. Sin embargo, las diferencias que cree existen entre la Brujería Tradicional y la Wicca, defraudan por superficiales e inconsistentes. Dice:
“While Wiccans tend to work skyclad indoors traditional witches work robed outdoors whenever it is practical. Hence they are sometimes called ‘robed covens’. In Wicca the High Priestess is the leader of the coven accompanied by the High Priest as her consort and initiations are strictly male to female or female to male. There can be no deviation from that rule. However in most traditional covines there is a male leader, known as the Magister (Master) or Devil and he can initiate both men and women. Alternatively the Magister and Magistra (Mistress) may be of equal status and rule the coven together. In the Cochrane tradition although it is generally the Magister who is in charge he takes his power and authority from the clan’s Maid.” 
Sinceramente, no leo aquí nada que marque de manera esencial diferencia alguna. Por ejemplo, casi todas las referencias tradicionales de la Wicca, hablan de procurar el desnudo ritual como mejor forma de acceder a lo Divino, sí, pero no deja de ser una tradición ancestral documentada hasta la actualidad, una pauta común en los Cultos a la Fertilidad y por lo tanto de la Brujería. Ésto, tampoco infiere que deba suceder en toda manifestación religiosa, sino en ritos específicos del Culto. Y además, el desnudo ritual, siendo original y preferible, hoy es opcional en muchas ocasiones y Tradiciones, e innecesario si el rito es público, se oficia en espacios abiertos o lugares naturales con un clima adverso, en cuyo caso se usa hábito religioso. El desnudo ritual, además de lo evidente, tiene implicaciones diferentes y complejas que ni mucho menos se circunscriben sólo a ritos de fertilidad. Las tradiciones religiosas precristianas, brindan buenos ejemplos que explican sus muchos significados: Ante todo, es un signo de Divinidad. En la iconografía religiosa, señala a Dioses, Espíritus y Antepasados y confiere la sacralidad a los oficiantes. Son comunes las escenas rituales antiguas, donde el desnudo indica el carácter divino y sagrado del personaje, siendo el hecho de la desnudez, la que nos informa de quién y qué papel cumple en el Rito. Entre los celtas, la figura desnuda además de a los Dioses indica el rasgo heróico del Antepasado o Héroe-Fundador (Heros Ktistes), como los signa equitum celtibéricos. De hecho, hasta en su matiz más extraordinario, por lo relativamente inusual, el desnudo ritual se da en víctimas sacrificiales, como el Hombre de Lindow. Así, el desnudo, es un signo de Divinidad, de “hacer sagrado a” (sacrum facere), como ocurre en el ámbito bélico, donde la desnudez ritual era característico del guerrero ante el combate y ciertas prácticas religiosas en el mundo celta:
«… Podemos mencionar también una pintura sobre cerámica numantina que representa un torso femenino1 en apariencia desnudo pero cubierto con lo que parecen adornos metálicos en los pechos, antebrazos y cintura y tocado con un manto semicircular con adornos de bolitas muy semejante al mantillo actual. Es difícil discernir si estas representaciones femeninas lo son de diosas, de sacerdotisas o de simples mujeres aunque, por la escena de sacrificio pintada en la cerámica numantina, más bien nos inclinaríamos a pensar que al menos la figurilla femenina de barro sea imagen de una diosa o, al menos, de una sacerdotisa; e igualmente la desnudez del último de los ejemplos mencionados, poco compatible con lo que sería el vestido común y la climatología de la Meseta, también invita a pensar que sea la representación de un personaje femenino fuera de lo normal.» 
En cuanto al Espacio Ritual, ignoro cuándo y quién determinó que la Wicca tienda a practicarse en lugar cerrado, porque de hecho es al contrario. Realizamos los ritos en sitio abierto y natural, como deseaba Valiente, pero por desgracia, no siempre se puede ir a bosques o Santuarios históricos. Y no por ello dejaremos de realizar nuestras prácticas, porque no vienen improvisadas por la necesidad, sino a consecuencia de la devoción, así que nos hemos adaptado para tener un lugar de Culto en nuestros hogares, sin que signifique que tendamos a privarnos de nuestro espacio religioso vital. “Aunque muchos brujos se encuentran y trabajan en el exterior -a lo mejor en un campo o claro de un bosque- esta posibilidad no está al alcance de todos, por vivir muchos en los centros urbanos. Este factor, sin embargo, no limita de modo alguno sus actividades pues el templo puede construirse tanto dentro como fuera […]”. Muchos de nuestros ritos son secretos, lo que exige una privacidad que solo proporcionan los interiores. Que no es tendencia, lo demuestra que cuando tenemos ocasión, oficiamos nuestras ceremonias en espacios abiertos y naturales, algo que no debió extrañar a Howard, que supo de influencias como la del Evangelio de Aradia en Gardner. Esta obra, de finales del s. XIX, no deja dudas del lugar de culto: «Cuando me habré marchado de este mundo, Siempre que vosotros tengáis la necesidad de algo, Una vez el mes, y cuando la luna este llena, Os reuniréis en algún lugar del desierto, O en un bosque solitario y adorareis al poderoso espíritu de vuestra reina.», y decía: «Celebraban sus reuniones secretas en lugares apartados, entre ruinas malditas por los sacerdotes como lugares ocupados por malos espíritus o por los dioses paganos, o en las montañas. Hoy en día aún se pueden encontrar esos lugares apartados rodeados por antiguos bosques de castaños, por grandes rocas o por los restos en ruinas de alguna edificación, que son perfectos para la celebración del Sabbat, y que todavía son tomados como tales por la tradición.» Que Howard vea un hecho diferencial, que los wiccanos tiendan a celebrar sus ritos en interiores, y los “tradicionales” funcionen al aire libre “siempre que sea práctico”, es buscar tres pies al gato. Cambié el término “trabajar”, que usa para los wiccanos, por “celebrar”, pues ni la Wicca es una “profesión”, ni sus prácticas un “trabajo”. ¿Y en qué lugar deja esta idea, a la Kitchencraft? Eso sin contar, que los altares domésticos y templos urbanos, tipo schara, también fueron habituales en el mundo céltico, por lo que sobra la acusación de “modernismo”.
Sobre la organización, cae en el error de ver a la Wica Gardneriana como la única original, y por lo tanto a su sistema como universal y obligado. En la Wicca Tradicional Ibérica, por ejemplo, no existe condicionante de género, y por lo tanto ni hay una Suma Sacerdotisa como “lideresa” a la que supedita un Sumo Sacerdote o al contrario, ni las iniciaciones son de hombre a mujer o viceversa. Como expliqué en Voces Paganas en 2016, el hombre no tiene por qué buscar la referencia de la Diosa en la mujer, ni la mujer la del Dios en el hombre, pues el ser humano contiene Ambos y cada uno es referente de los dos.
Howard, añade: “Likewise, while Traditionals may revere the witch-god and witch-goddess, who are specific deities or spirits not just any pagan god or goddess you fancy, equally as the Lord and Lady, some old covines are exclusively Horned God-orientated. Even where there is deity equality in Traditional Craft, the God is a far less emasculated figure than his counterpart in modern Wicca and has a larger role. Other traditional covines have an animistic belief system and are polytheistic in nature with a large retinue of male and female spirits.”
¿De verdad que es culpa de la Wicca, la teología “optativa” que dejamos se apoderase de la Brujería Tradicional? ¿No es consecuencia de confundirla con la Hechicería arreligiosa y atea, de mezclarla con el Satanismo maniqueo y contra-yahwehísta, y aculturarla con el monoteísmo cabalístico? ¿No serán estos antecedentes, los que han provocado que al final, acabe la gente por no saber en qué cree ni por qué? El pseudobrujo, elige sus Dioses de entre los Panteones que le parezca, decide la relación que quiere tener con Ellos y cómo darles Culto, o si lo desea, les toma por “placebos”. Sin embargo, la Brujería Tradicional es consecuencia de las religiones precristianas, cada una con sus propios Cultos, creencias y prácticas. Sus Divinidades tienen ritos y rasgos propios, cada Culto sigue doctrinas y liturgias diferentes, y cuando ahora llegan unos y te dicen ser una Tradición concreta, sin creencias, prácticas o mitologías concretas, en concreto, mienten. Cierto, que los Dioses principales de la Brujería Tradicional, son el Dios Cornudo y la Diosa Triple, pero no por arte cabalístico alguno, sino por ser Divinidades atávicas, en especial celtas. Además de un Panteón definido, sus covens (corros) pueden contar con Dioses Tutelares, y cada persona con su patrón/matrona, pero en un contexto religioso propio. La Wicca, no “castra” al Dios de la Fertilidad o a la Diosa de la Fecundidad, pilares neolíticos, creerlo es ajeno a sus principios. Todo esto, es culpa de enseñar a no aprender y dejar que cada cual crea en lo que quiera, que importaría muy poco, si no fuese porque lo hace en nombre de Cultos históricos, que no merecen acabar enmierdados por el interés de nadie. Peor que dar más o menos valor a una Diosa que a un Dios, que ya digo no tiene razón de ser en la Wicca, es presentarse como chamanes y ateos, como Cultos occidentales con panteones semíticos, herederos de una religiosidad en la que no creen, Dioses que consideran subterfugios mentales y prácticas que inventan, mezclan o manipulan a su antojo.
Para finalizar, destacamos de Howard estas afirmaciones: “… Contact with the spirit world and the ancestral dead also occurs on a regular basis, and not just at Hallows or Halloween. In general the ambience of a traditional witch rite is very different from Wicca. Because of that it is very hard to describe the difference unless you have actually experienced it.” 
No hay una religión pagana sin Culto a los Muertos (Difuntos, Antepasados y Ancestros). Que los no-religiosos (que se dicen brujos tradicionales), den este culto [370] de manera habitual, y los religiosos (las tradiciones wiccanas) solo una vez al año, es absurdo, y dicho por quien fue gardneriano, provoca perplejidad. Esta insinuación está lejos de la realidad, y de hecho la Wica Gardneriana, que sepamos, lo hace regularmente y no sólo en Samhaín. Sí he de darle la razón, con que las condiciones o el contexto de un rito wiccano, sean diferentes a lo que se hace en lo que Howard llama tradicional, porque si el RITO ES UN TÉRMINO RELIGIOSO y los brujos de los que habla en su mayoría no lo son, desde luego que hay diferencias, pero las que existen entre RITO y PSEUDO-RITO.
En fin, los planteamientos de Howard son inexactos, subjetivos y erróneos. Confunde, Brujería con Hechicería. Ignora la parte de la historia que no le encaja, su alcance y dimensiones, para deconstruirla en una suerte de técnicas e ideologías que convierten la Brujería Tradicional en un sistema ecléctico y espúreo. Un revoltijo doctrinal, que mezcla el politeísmo tradicional con el monoteísmo o el ateísmo, para admitirlo todo, nada y su contrario, con el único fin de dar cabida y nombre a quienes rivalizaron o tuvieron pendencias con Gardner, a los que vivían de la imagen estereotipada del Cristianismo, y a una mayoría que lo único que busca es una religión a la carta. Por lo tanto, LAS OBSERVACIONES DE MICHAEL HOWARD, SON MÁS PRETEXTOS QUE ALEGATOS, QUE BUSCAN JUSTIFICAR UNAS TRADICIONES DE LA BRUJERÍA QUE NO LO SON, O EN EL MEJOR DE LOS CASOS QUIZÁ TANTO COMO LAS WICCANAS… En la Brujería, no todo vale.Otro de los personajes con nombre propio en la Brujería, que por su proyección y trayectoria no podemos ignorar en este trabajo, es Robin Artisson. También en este caso, nuestro protagonista explica las presuntas diferencias entre la Wicca y la Brujería Tradicional (Traditional Witchcraft and Neo-Pagan Witchcraft, or «Wicca». Witchcraft versus Wicca), un artículo que cuenta de nuevo con más de una década, aunque ahora esté de moda reeditarlo, y que por su extensión he decidido abordar en dos partes, imitando la copia traducida al Castellano en WICCA SPAIN, a cuyo Administrador web agradezco la exponga, y por comodidad usando su traducción. Trataré casi toda la Primera Parte: LA WICCA: INVENCIÓN MODERNA Y SU FUSIÓN CON EL OCULTISMO (DIFERENCIA CON LA BRUJERÍA ANTIGUA), y en el último artículo, abordaré el final de esta primera parte y la segunda, dando por finalizada esta serie de artículos.
Pero antes de entrar a analizar la opinión de Artisson sobre el tema, quisiera matizar una última cuestión, y es aclarar que haber creado un lenguaje engañoso, no le hace cierto. Me explico, por más que lo repitan, copien y reediten, no puede enfrentarse o existir dicotomía entre la Wicca y la Brujería Tradicional, porque HISTÓRICA, ETIMOLOGÍA Y CULTUALMENTE HABLANDO, LA AUTÉNTICA BRUJERÍA TRADICIONAL ES LA WICCA. Que exista un mal uso, abuso y exceso por parte de quienes se digan wiccanos o representarla, no justifica negar la realidad y su significado, y menos creer que cambiarlo para que se ajuste a los intereses de unos y otros, solucione algo. Como tampoco puede aceptarse, que todos los que se definen como brujos tradicionales, lo son por decirlo, y menos aún por el mero hecho de NO reconocerse wiccanos.
Por más que tratemos de buscar el presunto agravio de Gardner y de sus primeras seguidoras, hacia el resto de la Comunidad bruja, lo cierto es que al margen de darse algunos por aludidos y una publicidad de la que sus mismos detractores se sirvieron, siempre hubo un trato bastante prudente en este sentido, siendo al contrario, que primero voces sueltas de quienes se decían afectados y DESPUÉS ya organizadas en “tradiciones” centenarias, la Tradición de Gardner y por extensión el resto de Tradiciones de la Brujería que adoptamos el cultismo wicca, nos vemos envueltos por una retórica hipócrita que desde el “afecto”, golpea una y otra vez a la Wicca con falsos “buenismos”. Sirva de ejemplo, el intento de unidad de la Brujería Británica, apoyado por Valiente y boicoteado por Cochrane en 1964. Y estos exabruptos, no son resabios del siglo pasado, pues ya el mismo título del artículo de Artisson induce a tres falsas presunciones:

1.- Que Wicca, sea diferente a Brujería. Si wicca es la raíz que construye la palabra witchcraft (brujería), no puede ser distinta, en todo caso anterior.
2.- Que Wicca, sea una forma nueva de Brujería. Si wicca es la palabra que da el sentido que tiene al término witchcraft, nunca será una forma nueva de Brujería, sino la original.
3.- Que Wicca, sea opuesta a Brujería. No puede contraponerse (versus) lo que define el sentido de un término (wicca), a su significado (witchcraft).
Por mucho que pretendan ignorar o negar la realidad, no la van a cambiar. Otra cosa, sería decir que los que nos definimos como wiccanos, no respetemos lo que implica este título. Y de ser así, esto es, reconociendo el hecho objetivo que la Brujería es el Oficio o la Práctica de la Wicca, podemos abordar con seriedad si es cierto y por qué, que haya quienes utilicen la palabra de forma inadecuada, ¿pero repudiarla? Lo que no vale de ninguna manera, es pretender modificar el significado de la palabra brujería a nuestro antojo, “homologar” el uso perverso que hizo el Cristianismo para desvirtuar su contexto religioso (hechicería), e ir contra el sentido de la misma. Que haya pseudowiccanos, un mal uso de wicca y peor explicación de lo que significa, no resuelve que se deban ignorar, falsear o estigmatizar nuestras raíces. Al final, como vimos de quienes nos repudian, en lo bueno se les espera y en lo malo son peores. Tampoco sirve, que a muchos wiccanos las mentiras y tergiversaciones, les importe un bledo porque estén al margen o por encima de estos debates, ya que aquí no se trata que los mencionados se den por aludidos o bajen de su “nube”, sino que sea cierto lo que se diga… Si caminando por el bosque, sientes una brisa refrescante bajo la estridulante canícula, no siempre es una experiencia mística, quizá sean cigarras excretando. Volver a la realidad de vez en cuando, no hace daño a nadie.
Y ya está bien de callar frente al abuso del prefijo neo– (‘nuevo’), que con tanto éxito utiliza el Cristianismo para (des)calificar al Paganismo. Precisamente ellos, paradigma de nueva religión, de hecho UNA HEREJÍA más, que ha creado una realidad paralela que no se sostiene por muchos seguidores que tenga el discurso de una neobrujería Wicca ¡entre nosotros!. Aunque no quieran ver, que a “su” brujería y creencias también las califican como neopaganas y Satánicas, quizá porque tampoco les afecte, pues como muchos de estos tradicionalistas adoran a Satán (Cultus Sabbati, Clan de Tubal Caín), mal encaminados no van los neocristianos. Por otra parte, el prefijo neo– empezó a utilizarse entre los académicos, para diferenciar paganos históricos (paganismo) de paganos contemporáneos (neopaganismo). Una fórmula simplista y por la controversia que ha generado, inadecuada, que de vivir en una sociedad sin prejuicios, también aplicarían al resto de Cultos, pero siendo quienes somos y estando como nos quieren, divididos, somos presa fácil de la desinformación y la demagogia. Por ejemplo, hay quienes desde el Paganismo dicen, que el término neopagano lo usó por primera vez Oberon Zell-Ravenheart (1962) identificándose con el mismo, pero lo cierto es que ya Pío XI (1930) hizo uso de la palabra para criticar los derechos civiles. Seguimos sin querer ver cómo son las cosas. Por lo mismo que pagano significó ‘fiel a los Cultos precristianos’ y antes prerromanos, un término asociado a lo religioso y la devotio politeísta, neopagano alude a nuevas religiones, creencias y prácticas politeístas. Es por eso, que en sus RETRACTATIONES Agustín de Hipona dijese, que eran paganos quienes daban Culto a muchos Dioses (politeísmo), y no quienes supiesen muchas fórmulas mágicas:
«Interea Roma Gothorum irruptione agentium sub rege Alarico atque impetu magnae cladis eversa est, cuius eversionem deorum falsorum multorumque cultores, quos usitato nomine paganos vocamus, in Christianam religionem referre conantes solito acerbius et amarius Deum verum blasphemare coeperunt. Unde ego exardescens zelo domus Dei adversus eorum blasphemias vel errores libros De civitate Dei scribere institui. Quod opus per aliquot annos me tenuit, eo quod alia multa intercurrebant, quae differre non oporteret et me prius ad solvendum occupabant. Hoc autem De civitate Dei grande opus tandem viginti duobus libris est terminatum. Quorum quinque primi eos refellunt, qui res humanas ita prosperari volunt, ut ad hoc multorum deorum cultum, quos pagani colere consuerunt, necessarium esse arbitrentur, et quia prohibetur, mala ista exoriri atque abundare contendunt”. 
Un concepto el de pagano, que no fue hasta el s. V que tomó el sentido que le hemos dado hoy. Como explica Miguel A. Belmonte, “… tenemos una pista de cómo el término pagano aplicado a los politeístas refractarios al cristianismo había alcanzado el estatuto de término común entre los cristianos siendo entre éstos de uso generalizado, al  menos en  la época (ca 427) en  que san Agustín las escribe, es decir,  hacia el final  de su  vida, casi quince años después del comienzo de  De civitate  Dei (ca 413).” El Cristianismo, finalmente acaba defendiendo la visión de Vernette, para quien “El término paganismo contiene una noción teológica que designa (…), la situación de los grupos humanos que no hacen parte de la Alianza (…), los paganos son miembros de los pueblos que no han sido alcanzados por la predicación cristiana o que la rechazan. (…) El término neo-paganos, indica la situación de aquellos que se consideran post-cristianos aun estando bautizados y se vuelven a dioses distintos del Dios de la Biblia (…).». En el s. XX, los cristianos recurren al término neopaganismo para condenar los cambios sociales modernos (Derechos Civiles y Humanos), como una nueva recaída a las viejas formas paganas. Será a partir de entonces, que se extienda hacia los paganos que nos visibilizamos tras las derogaciones de las leyes represoras, para negar nuestra razón de ser. Unido a un sentido académico desfasado, muchos paganos, abrumados, acabaron aceptándolo como propio. Pero no se nos olvide, que los cristianos llaman paganos “… a los cultores de muchos y falsos dioses”, y por lo tanto, es el significado que se universaliza. Un sentido, que aceptándolo quienes nos critican, provoca vergüenza ajena que lo enarbolen pseudobrujos tradicionales, para identificarse CONTRA una Wicca a la que reprochan, entre otras cosas, tenerse por religión y teísta (!).
En todo caso, neopaganismo es un término mal empleado porque no engloba la realidad que pretende abarcar. El prefijo NEO-, ‘nuevo’, no debe aplicarse a religiones que siguen creencias y prácticas precristianas, sino a quienes fundan otras diferentes con nuevas creencias y prácticas, como el prefijo indica, la razón entiende y el sentido común aconseja. Tanto es así, que ni la propia Iglesia Católica calificaba de neopaganas estas prácticas, antes vistas como resurgir o caer en viejas supersticiones (paganas). Empero, sí damos por cristianas todas las corrientes religiosas emanadas de la secta judía original (Comunidad Jerusalemitana), cuando ninguna conserva apenas las prácticas originales de esta primera Comunidad, poco se sabe de sus ritos más allá de los ortodoxos y las comunidades que vinieron después, lo hicieron bajo un marco de creencias dispares y solo a partir del Primer Concilio de Jerusalén, ¿por qué los historiadores no las señalan entonces, como neocristianas? Es por nuestra dejación, que el Cristianismo recurre al prefijo neo para minimizar su derrota, cuestionando sean las mismas creencias contra las que luchó, sino otras nuevas y diferentes a las que se “agarran”, dicen, aquellos que han perdido su fe. En todo caso, un fracaso el suyo sin precedentes tras siglos de persecuciones, con el objeto de IMPONER una religión que se ve sobrepasada por la Religiosidad Natural, pues el monoteísmo, sin violencia, se consume. Un inconveniente, que no sería tanto si de lo que ocuparnos fuese de lo cotidiano, de los embites cada vez más exigüos de un academicismo caduco y castrado por un monoteísmo, que nunca dejó de atacarnos, y de los palmeros y lacayos de turno, que no dudan en repetir lo que manden los anteriores. Podemos documentar la farsa en cuanto al uso del prefijo neo-, leyendo qué dice la pseudoenciclopedia de moda en Internet, de las acepciones Protestantismo y Neocristianismo. El problema que nos supone esta disforia de fe, no es que se nos descalifique y mientan, pues tenemos argumentos suficientes para desmentirles, sino que surge de opiniones que se dicen paganas.
Como ejemplo de continuidad RE-LI-GIO-SA, tenemos el caso de Guipúzcoa (España), donde “Lo que sí parece cierto es que en torno a 1200, cuando Guipúzcoa se incorpora al reino de Castilla, aún no se había cumplido este proceso de cristianización… Esto provoca casos tan sorprendentes, como que los señores de Vizcaya hicieran sacrificios públicos en el siglo XV a la divinidad vasca llamada Mari o Maya, de la que se creían descendientes […]”. O sea, que aún en el s. XV se detectan importantes focos de paganismo, en zonas de la Península Ibérica. Pero este no es un ejemplo aislado, ni mucho menos. Como vimos, antes, durante y después de la invasión musulmana, la Península Ibérica trajo de cabeza a Roma por su enconada resistencia a la cristianización, una conversión forzosa y prácticamente nominal, donde “… los ejemplos de pervivencias son mucho más abundantes. Así, en el II Concilio de Braga, del año 572, que fue presidido por el mismo S. Martín de Braga, en los Concilios de Toledo III, XII, XIII, XVI, y XVII, fechados en los años 589, 681, 683 y 693 respectivamente, se contienen referencias al paganismo, especialmente en zonas rurales, y a medidas tendentes a erradicarlo. Además, hay otros datos, como que <<Masona, obispo de Mérida, en el último tercio del siglo VI, es alabado en los textos por su caridad en la conversión de los infieles>>, pues <<sabido es que algunas zonas de la Lusitania eran también un refugio de prácticas paganas>>. También está el dato de que en el siglo VII S. Valerio, en el Bierzo, destruyó altares paganos. Los datos anteriores nos ponen, por lo que se refiere a la Península Ibérica, en el momento inmediato a la invasión musulmana y la laguna informativa que provoca en muchos puntos de la Península… la Crónica Albeldense nos presenta a la monarquía asturiana, concretamente al rey Ramiro I, persistiendo a mediados del siglo IX, en la lucha contra el paganismo que tantas energías ocupó en el hundido reino visigodo, y no es el único ejemplo. Es más, los casos que se pueden citar serían extremadamente numerosos.” (La negrita, es mía)… “Así, <<en pleno siglo IX y en la vecindad de un centro eclesiástico de la magnitud e influencia del Monasterio de Samos, la documentación nos informa de la continuidad de las prácticas paganizantes. […]>>.” [386] (La negrita, es mía), una CONTINUIDAD entre personas ya bautizadas, que la Iglesia no interpreta como neopaganismo.
La predisposición a aceptar como incuestionable la propaganda monoteísta, y manifestaciones académicas ya superadas por la propia historia, en cuanto a que el fenómeno de la Brujería responda a un modelo de hechicería aconfesional y atea, creo que se debe a una crisis identitaria provocada en la segunda mitad del siglo XX, como consecuencia de la mala prensa religiosa pero sobre todo científica, que dio de lado a iconos como Frazer y condenó a otros como Murray, promovió un desapego académico entre paganos e instituyó la creencia de una falta de crédito a la pervivencia de formas de religiosidad europeas, forjando un escepticismo del que muchos no se han repuesto. No se si es por una indefensión aprendida (Seligman), un vínculo traumático (Dutton y Painter) o por el síndrome de Estocolmo (Bejerot), pero lo cierto, es que desde entonces nos ha condicionado. De ahí, aceptar la inversión y creer neopagana la religión Wicca. Es por todo esto, que artículos como el de Artisson alimenta quimeras y prejuicios que necesitan respuestas… Comienza diciendo, que “La Brujería neo-pagana o “Wicca”, surge en los años 40 y 50 del siglo XX, a partir de los escritos de Gerald B. Gardner. Parece ser, según sus propias afirmaciones, que Gardner descubrió un coven tradicional en el sur de Inglaterra, con el que se reunía y en el que terminaría siendo iniciado. Sus juramentos secretos le impidieron revelar las prácticas del grupo, así que, cuando se dio a conocer al publico, se vio obligado a escribir, embellecer e importar información oculta, para reemplazar aquella información que no podía revelar, resultando en lo que hoy se conoce como “Wicca Gardneriana” […].” 
Como demostramos, la Wicca no es neopagana ni se funda a mediados del siglo pasado, que hay datos y fuentes que corroboran precisamente cómo fue por denominar wiccanos a los paganos, que nació la palabra brujería (wicce-craefte/witchcraft), y que por lo tanto la primera afirmación de Robin Artisson, es falsa y carece de valor histórico. Por otra parte, lo que sí ocurre a finales de 1950, es que Gardner funda el Coven Bricket Wood. En cuanto a una fecha concreta, la coherencia nos obligaría a pensar que formase su coven a partir que no consigue constituir una Logia de la Ordo Templi Orientis (OTO) en Inglaterra y dirigir la OTO en Europa, como explica Frederic Lamond, iniciado en este coven en 1957. Lo que se constituye en aquél entonces, es lo que después será la Corriente creada por Gardner, que no es lo mismo.
Dice Artisson: “Es bien sabido que Gerald estuvo involucrado en el movimiento ocultista de Aleister Crowley, y que fue influenciado notablemente por la magia ceremonial a través de la OTO, la Golden Dawn y la Masonería. También se sabe que Gardner estuvo asociado con otro grupo ocultista llamado Fellowship of Crotona, y que, por la propia descripción que él dio del mismo, parece que se trató de un grupo confederado de masones, herméticos, rosacruces y ocultistas, y no de brujos/as tradicionales. Los escritos sobre sus actividades y creencias / prácticas dan testimonio de ello. Se rumorea que esta organización tuvo intenciones de “revivir” el Arte Antiguo, pero esto, en el mejor de los casos, los posicionaría en la categoría de “reconstruccionistas” y no de “brujos/as tradicionales”. Con todo esto no se pretende desprestigiar a la Wicca, una religión moderna que admirablemente satisface las necesidades espirituales de muchos. Su historia y origen no la menoscaban; los hombres detrás del árbol genealógico de la Wicca fueron importantes y bien educados ocultistas, a quienes el mundo debe una gran deuda. El propósito de este artículo es sólo el de demostrar la diferencia real entre la Brujería neo-pagana y aquella de una antigüedad mayor.” 
Efectivamente, sabemos que Gardner estuvo influenciado por la Magia Ceremonial, a través de la OTO, la Golden Dawn, la Masonería, etc., sí, ¿y qué? como lo estuvieron Cochrane, Anderson, Chumbley, Howard, el mismísimo Artisson, como leeremos, y la inmensa mayoría de los que se dicen tradicionales. Y ellos, que defendien que el eclecticismo es norma, el cristopaganismo un hecho aceptado , que algunos se consideran ateos y muchos arreligiosos, se dicen los auténticos herederos y continuadores del Paganismo y de los Cultos Precristianos. Los wiccanos, no. Basta conocer los orígenes y fundamentos de estos brujos, para comprobar la relación cabalística, de la Magia Ceremonial y judeocristiana, de sus cultos, órdenes y gremios, ¿dice Artisson algo? No.
ROBERT COCHRANE. El fundador del Clan de Tubal Caín, criticó a Gardner por lo mismo que él hizo (decir y no demostrar estar iniciado en la Brujería Tradicional). Dijo provenir de un Culto hereditario, que según fuentes cercanas y familiares, nunca existió. Inventó el nombre que lleva su Tradición, por analogía con el trabajo que desempeñaba en ese momento. Además, este nombre hace referencia a un personaje de la mitología judeocristiana que no es casual, pues introdujo moral y religión cristiana en su coven. Los ritos son eclécticos, resultado de mezclar Magia Ceremonial, Cábala, Wicca, Hechicería, etc. Crea una nueva mitología, resultado de sincretizar judeocristianismo, paganismo, ocultismo y su visión personal. Si se considerasen una religión, sería una Tradición neopagana estándar. 
VICTOR ANDERSON. El caso de Anderson y el Culto Feri, es peculiar, aunque no tanto como para ignorar que incumple todos los parámetros que imponen a la Wicca. Pese a estar considerados Brujería Tradicional, también se reconocen wiccanos, explicaba Cora Anderson en 1994, y se les acepta (!). Su Tradición empezó a existir como tal tras la aparición de Gardner, de quien pudieron aprovechar su modelo (Clifton). De las diferentes Corrientes que se han constituído, la Vanthe de A. Harlow se identifica como wiccana. El Sistema es neopagano y no se rige por las reglas actuales de la Brujería, son muchas tradiciones en una, en la que se mezclan Thelema, cábala, gnosticismo y misticismo cristiano, vudú, santería, tantra, religiones afrocaribeñas y polinesias, y magia ceremonial, con los Cultos prectistianos Europeos y la hechicería medieval.
ANDREW CHUMBLEY. El Cultus Sabbati no se considera una religión, y es evidente que no lo es. Como Gardner y Cochrane, Chumbley dijo haberse iniciado en la Brujería inglesa, pero tampoco puede demostrarlo, y por los años 90 del siglo XX creó esta Orden. Se centra en la Hechicería y la Magia Ceremonial, con especial tendencia a utilizar ritos de la OTO de Crowley, dentro de un Sistema judeocristiano que absorbe prácticas y creencias cabalísticas, a las que suman Budismo, Sufismo y Tantra, como reconoce Chumbley. Es una Orden Ocultista que si fuese religiosa, sería neopagana. Defienden lo contrario a una tradición, ya que pueden cambiar, quitar o añadir los rituales, por lo que dos sabbáticos pueden practicar ritos completamente diferentes. Mezclan Cábala, Magia Ceremonial y Hechicería con Alta Magia moderna para crear un corriente mágica nueva, sustentada por creencias luciferinas y satánicas, en todo caso judeocristianas y por lo tanto alejadas de los Cultos precristianos.
MICHAEL HOWARD. El caso de Howard es ejemplo del eclecticismo intrínseco de lo que definen como Brujería Tradicional. Se inició en varias de sus Corrientes (Wica Gardneriana, Clan de Tubal Caín, Cultus Sabbati), además de la Masonería (Co-Masonería) o en la Order of the Morning Star (Luciferina). Defendía la Magia Ceremonial y especialmente la Salomónica, como inherentes a la Brujería Tradicional, y aceptaba el Cristo-paganismo como un modelo válido. De tal modo, que encuadró Magia Angélica o el “Control de los Elementales”, como prácticas de estas Tradiciones, entendiendo la Cábala y la Masonería como materias de la Brujería Tradicional. En igualdad de condiciones con Gardner, jamás se hubiese considerado a Howard brujo tradicional.
Por lo tanto, el antecedente sobre los estudios, conocimientos e influencias que Gardner pudo o no pudo haber tenido, no induce a nada o a lo mismo que invalidar, per se, a todos los demás por el mismo motivo. Y el hecho de encontrar huellas de estas influencias en su Coven y luego Tradición, debe tener el mismo valor y consecuencias que en el resto. Si como hemos probado, todos estos grupos reconocidos como tradicionales, estuvieron influídos e incluyeron creencias y prácticas según dicen vedadas en la Brujería Tradicional, Artisson no aporta argumento válido ninguno, cuando dice que estas influencias demuestran que la Wicca no pueda reconocerse como Brujería Tradicional. Por no recordar, que la Wicca o Brujería Tradicional no empieza con Gardner, ni surge de la Wicca Gardneriana. Y remarcar el paso de Gardner por la Rosicrucian Order of Crotona Fellowship, como si tuviese mayor importancia o fuera más determinante que los demás antecedentes, cuando hemos leído que ha sido justamente al contrario, que Gardner frivolizaba de este grupo neo-rosacruz y de su fundador (George A. Sullivan), que estuvo apenas un año en el mismo y que, ahora sí, parece ser que encontró en él a brujos tradicionales (New Forest), como solía ocurrir en un tiempo donde las Redes Sociales se hacían y reunían en persona, ¿por qué Artisson, no dice lo mismo de estos grupos? Él sabrá.
La Iglesia Católica defiende este neologismo (neopaganismo) para desarraigarnos, con la misma rotundidad que para acusarnos (paganismo), explica lo contrario. El argumento, es que como somos en su mayoría cristianos (bautizados) que abandonamos su religión para abrazar algo diferente que hasta hoy en día les cuesta definir como religioso, y por estar -dicen- las viejas religiones erradicadas, se nos debe colgar el sambenito neo- a nosotros y a nuestras prácticas. Pero de que esto no es así, hay demasiadas pruebas. Un dato revelador, es que sólo con nuestra visibilización y sobre todo para combatirla, es cuando recurren a este neologismo, sembrando la idea de ser tendencias del momento, sin pasado, incapaces de “ofrecer” respuestas religiosas y ocupar un espacio confesional. Y encantados deben estar, leyendo que una gran mayoría de paganos piensa igual que ellos. Pero que ni ser cristianos o vivir en sociedades cristianas, significó para sus cleros que lo pagano fuese entonces, neopagano, lo demostró el Arzobispo de York, Wulfstan, como ilustra Hutton. «… Wulfstan, arzobispo de York, dictó una serie de cánones con el fin de que los cristianos de su diócesis dejaran de realizar prácticas paganas […]”. Wulfstan no dice, <<… dejaran de realizar prácticas neopaganas>>, como sería de esperar de quienes ya son cristianos. El matiz es importante, porque demuestra que la Iglesia Católica consideraba paganos a quienes se apartaban de su fe para volver al Paganismo y realizaban prácticas paganas. Eran otros tiempos, claro, y no debían enfrentarse a nuestras religiones en espacios de libertad ¿Qué ha cambiado? Que después de abolirse las leyes represoras de la Libertad Religiosa, legalizamos nuestros Cultos. Hablamos de Paganismo y eso es lo que les preocupa, como están advirtiendo diferentes teólogos en estos últimos años, como Eloy Bueno, para quienes “… Este paganismo debe ser reconocido como tal y designado con ese nombre… es la religiosidad de los estadios más arcaicos de la evolución del ser humano y de los estratos más profundos de la psicología humana… la religión del hombre natural, del hombre que vive según la lógica de la espontaneidad natural… el gran adversario del cristianismo ha sido siempre (y lo seguirá siendo) el paganismo…” 
Es tremendamente hipócrita, desacreditar y deslegitimar los fundamentos históricos, teológicos y rituales de una religión, y luego decir que con esto no se pretende desprestigiarla. Y conste, que entiendo que en tanto se la califique, desde luego que no se la descalifica. El problema, está en que a la Wicca se la cuestiona de manera subjetiva, muchas veces sin razón y bajo supuestos falsos. La Wicca NO es una religión moderna, los Cultos Wicca que actualmente la sustentan, sí, desde la perspectiva de haberse constituido pública y legalmente como tales en el siglo XX. No voy a meterme, a desentrañar qué quiere decir Artisson con que la historia y el origen de la Wicca, “… no la menoscaban”, como si su pasado fuese cuestionable o que pese a esos orígenes que nos reprochan, en el fondo prestamos un buen servicio. Bueno, sí, eso es verdad, es gracias a visibilizarse y reivindicar nuestros derechos como paganos, que quienes viven a la sombra del paganismo medren y se doten de una legitimidad, que como leimos es tanto o más cuestionable que la que atribuyen a la Wicca. Y si hablamos de las diferencias entre la Brujería neopagana y aquella con una antigüedad mayor, empecemos por explicar que aquí la Wicca es la original y de más antigüedad. Repito, sin witch, craft no es nada. Pero continuemos el análisis:
Artisson: “La Wicca en su credo moderno y estructura ritual, se asemeja muchísimo a la versión descristianizada de la Orden de la Golden Dawn, con muchas improntas telémicas y teolosóficas, así como mucho material prestado de Aleister Crowley y de la OTO. Todas estas fuentes y las personas involucradas, florecieron en el reavivamiento ocultista de la primera mitad del siglo XX, y es precisamente a mediados del siglo XX cuando surge la Wicca. La Wicca suele proclamar su descendencia de las religiones paganas antiguas, pero el hecho es que su estructura ritual y su teología no tienen ninguna semejanza importante con la cultura pagana europea de antaño. La Brujería Tradicional, al contrario, hace referencia a las creencias y prácticas de las legendarias familias del Arte, individuos y organizaciones ocultas que preceden al siglo XX. Aunque la tradición y prácticas de la Brujería Tradicional tiene sus raíces en épocas muy antiguas, el período más reciente hasta donde llegó el conocimiento de organizaciones tradicionales se registra en el siglo XVII. Sin embargo, el folklore y la historia del siglo XI en adelante confirman prácticas similares a aquellas que desempeñan brujos y brujas tradicionales de la actualidad.” 
Esta afirmación, por maximalista, universalita e hirientemente subjetiva, es una de las mentiras más repetida sobre la historia de la Wicca. Y lo curioso, es que parte de tres cuestiones que nadie parece haberse molestado en comprobar: cuál es la estructura ritual y el credo de la Orden Hermética de la Aurora Dorada; si hubo una versión descristianizada o se refiere a terceros que recortasen la parte cristiana; y cómo encaja todo esto en la Wicca o si sólo ocurre en la Tradición Gardneriana. Además, creo que pasamos por alto que Artisson parte de varios supuestos falsos, como que la Wicca fuese un invento de Gardner, que él y Valiente sacasen sus ritos y credo de la Magia Ceremonial Moderna y que las Tradiciones wiccanas, tengan o imiten la estructura ritual de la Corriente que lleva su nombre. Asimismo, se inhibe de rastrear el origen de ciertas fórmulas rituales y símbolos, que si bien integrados en una estructura ritual judeocristiana (gnóstico-cabalística), proceden de los Cultos precristianos y de la Teurgia Pagana. Y para no hacer escarnio, dejemos a un lado eso de que su Brujería Traficional tenga raíces en épocas muy antiguas, y descienda de prácticas del s. XVII. Desde luego, NO SERÁN LOS RITOS DE ARTISSON.
En cuanto a la primera cuestión, de la Aurora Dorada conocemos lo suficiente como para afirmar que su credo, no tiene nada que ver en absoluto con la Wicca. Explica Willian Wescott, masón, teósofo, rosacruz y cofundador de la Aurora Dorada, que: «La Sociedad Rosacruz, y nuestra Orden Hermética de la Aurora Dorada, descienden de las mismas fuentes y antecesores, […]». Dice, que recurrir a sistemas esotéricos orientales obedece a que los sistemas occidentales clásicos, apenas nos legaron conocimientos mágicos, y a fin de cuentas, fueron copias de la Magia y de los Misterios Egipcios, un error muy común en el s. XIX, debido sobre todo a que por aquél entonces los Cultos occidentales no merecían la atención de los investigadores, por varios motivos: desdeñados por una intelctualidad muy cristianizada, por el escaso valor que les suponía un estudio etnoarqueológico europeo tabú, y por la fascinación de la espiritualidad oriental, redescubierta tras las últimas colonizaciones modernas. Primaba el estudio de ritos y mitos exóticos y por lo tanto más sugerentes, que además seguían muy puros entonces, lo que les posibilitaba una mayor comprensión de los mismos. Para los ocultistas, además, el atractivo de filosofías y misterios de carácter monoteísta y judeocristiano, salvaba los escrúpulos de una sociedad muy influenciada religiosamente. Israel Regardie, nos traslada al presunto origen común de estos grupos ocultistas, cuya leyenda nos habla de la tumba de Christian Rosenkreutz: «Debajo del altar se encontró el cuerpo de Rosenkreutz, intacto y sin signo alguno de putrefacción. En la mano tenía un libro de pergamino con letras de oro, con una T. en la cubierta y la siguiente frase al final: “Ex Deo nascimur, In Jesus morimur. Per Spiritum Sanctum reviviscimus”.»  Máxima en los Cultos precristianos, ¿verdad? También apunta al modelo y sentido de esta Fraternidad: “La Orden de la Aurora Dorada” –según reza la “Lección de Historia” de dicha Orden, “es una sociedad hermética” que enseña a sus miembros los principios de la ciencia oculta y de la magia de Hermes… “En verdad que recibieron, y nos han transmitido, la doctrina, el sistema de teosofía y de ciencia hermética y la alquimia suprema, recibidas de una larga serie de investigadores practicantes cuyo origen está en los Fratres Roseae Crucis de Alemania, sociedad que fue fundada por un cierto Christian Rosenkreutz hacia el año 1389 D.C….“El renacer Rosacruz del misticismo no fue sino una nueva elaboración de la inmensamente más antigua sabiduría de los rabinos cabalistas, y de ese muy antiguo conocimiento secreto de la magia de los egipcios, en la que según dice el Pentateuco hebreo, Moisés, el fundador del sistema judío, estaba “versado”, lo que quiere decir que en ella había sido iniciado. […]» Regardie señala quiénes la fundan (Woodman, Wescott y MacGregor Mathers), y el origen rosacruz, cabalístico, masón y teosófico (gnóstico) de los mismos. En boca de Cochrane o Howard, casi podríamos ver las raíces de su Brujería Tradicional.
“Descristianizar” los ritos de la Aurora Dorada, significa que dejarían de ser ritos, porque todos sus elementos están construidos a partir de unas creencias fundamentalmente judeocristianas. Si de lo que hablamos, es haber cogido símbolos o partes del ritual de la Aurora Dorada, según parece desprovistos de alegorías judeocristianas (gnósticas y cabalísticas), sabemos que es posible, puesto que hicieron un “refrito” de creencias y prácticas dispares, para dar forma a unos rituales donde los elementos paganos tuvieron un hueco siquiera testimonial. Ergo, rescatar estas partes del rito para que una vez desprovisto de los elementos que lo distorsionan, hacerle de nuevo funcional en su entorno original, no es copiarles, sino reconstruirlos. Por ejemplo, pueden acusarnos de copiar un rito cristiano, por bautizar «en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, pero lo que no pueden hacer, es que por implementar en nuestros ritos las diferentes modalidades del bautismo practicadas por los Cultos precristianos (lustratio) plagiados, decir que nos los apropiamos. Así, “… este ritual -bautismo cristiano- se empieza a contaminar desde el s. IV con una tradición muy romana y que nada tiene de cristiana, que es la lustratio ritual de los recién nacidos y que por tradición no dejaba de practicarse entre todas las gentes. En el mundo clásico hay dos realidades especialmente impuras que exigen purificaciones lustrales: una es la muerte y otra el nacimiento, que exige purificación ritual tanto de la madre como del niño. Así, en la antigua Roma, cuando una criatura nacía, tras haber superado los 8 días de vida si era niña y los 9 si era varón, se le practicaba la lustratio, ceremonia de purificación por agua en que participaba la familia y que oficiaba la abuela, que se hacía por ablución o aspersión de agua sobre la cabeza de la criatura, tras una breve procesión ritual, y al mismo tiempo se le imponía oficialmente el nombre. Con ello se purificaba al niño de posibles influencias malignas que hubiera podido sufrir en el parto y se le admitía formalmente en la familia y en la sociedad. […]” . En cualquier caso, repito, la Wicca no se asemeja ni en su credo moderno o en su estructura ritual, a la Aurora Dorada, la OTO, la Teosofía o al sursuncorda.
La Aurora Dorada, es claramente monoteísta tanto en su ritual como en sus creencias, que por muchas interpolaciones egipcias, algunas griegas y poco más, que leamos, demuestra un sentido judeocristiano inequívoco. Todo lo demás, cuentos. Y las corrientes ocultistas que salieron a raíz o a través de ésta, también recogen la ideología abrahámica, destacando la cabalística. Si leemos cualquiera de los rituales y doctrina de la Aurora Dorada, corroboraremos lo dicho. Regardie, publicó el ritual y creencias de esta Fraternidad en su obra LA AURORA DORADA. Aquí, como decíamos, se ve negro sobre blanco:
«Para comprender la naturaleza de la iniciación ceremonial, que era lo que constituía la supuesta función de la Aurora Dorada, se deben entender algunas nociones elementales de la filosofía que subyace a su práctica. La teoría básica del sistema de la Orden, consistía en identificar cada uno de los grados con diversos principios espirituales del universo… Uno de los principales telones de fondo de todo el sistema es el esquema de la Kabala, sistema judío que se describe en profundidad en mi libro The Tree of Life, y también en las “Lecciones Teóricas” de la presente obra. Puesto que es antes que nada un método místico, la Kabala posee innumerables puntos de identidad con los sistemas más antiguos que otros pueblos han elaborado por doquier. El concepto radical más importante de la Kabala es la idea de que la raíz última de la que este universo, con todos sus contenidos, ha evolucionado es Ain Soph Aour, la Luz Infinita o Ilimitada… Brotando de esta luz, o dentro de esta Luz Ilimitada, se manifiesta lo que se conoce como el Árbol de la Vida. Los cabalistas han desarrollado un glifo convencional en el que indican diez numeraciones o Sephiroth, que son las ramas de dicho Árbol creciendo o evolucionando en el espacio: diez modos diferentes de manifestación de su radiación, diez grados, modificados de la misma sustancia-principio omnipresente.» «La parte terrestre del candidato es el elemento ofrecido a la obra de transmutación en el Grado de Zelator. Este ritual le admite simbólicamente al primer peldaño de la poderosa escalera cuyas alturas dejan de vislumbrarse en la Luz de arriba. Y el primer peldaño es la esfera inferior del Árbol de la Vida, Malkuth, el Sanctum Regnum. A Malkuth están pues adscritos el primer grado de Zelator y el elemento tierra. Después de invocar a los elementales de tierra, se lleva ceremonialmente al candidato a tres estaciones. Las dos primeras son la estación del mal y la de la presencia divina. En cada una de ellas sus guardianes respectivos le rechazan a punta de espada, urgiéndole a volverse atrás por su estado de insuficiente preparación. El tercer intento de avanzar le sitúa en una posición de balanceo, en el sendero de equilibrio, el Camino del Medio, en el cual es recibido. Y el hierofante, que de nuevo representa el alma celestial de las cosas, le permite el paso… Durante su viaje por dicho sendero, la estabilidad de la tierra se establece firmemente en su interior, para que eventualmente se pueda convertir en templo permanente del Espíritu Santo.» [409] «Y antes de seguir adelante con el análisis de los grados, debe citarse cierto párrafo del grado de Zelator, escrito en una prosa más bien poética. Es un párrafo de gran belleza, elocuencia y significado: “Y Tetragrammaton puso Kerubim al Este del Jardín del Edén y una Espada Llameante que se volvía a todo lado para guardar el camino del Árbol de la Vida, porque El ha creado la Naturaleza para que el hombre arrojado del Edén no cayera en el Vacío. Ha atado al hombre con las estrellas como con una cadena. Le seduce con fragmentos dispersos del Cuerpo Divino en flor, pájaro y bestia. Y se lamenta de él en el Viento, y en el Mar, y en los Pájaros. Y al final de los tiempos, llamará a los Kerubim del Este del Jardín, y todo será consumido y se hará infinito y santo”.» 
¿Qué tiene esto, de europeo y precristiano? ¿Dónde está aquí el Dios Cornudo o la Diosa Triple, por ejemplo? ¿Qué ha sido de la Rueda del Año, la Hierogamia, etc….? ¿Y no es la Wicca quien lo reivindica? La Wicca, es politeísta estrictamente hablando. Como resultado de la pervivencia de credos y ritos precristianos en Europa, entre la Alta y Baja Edad Media dejó de llamarse paganismo, para conocerse como la práctica de la Wicca (brujería). Santiguarse si se cruza un gato negro, los 72 nombres de Yahweh o adorar a su Diablo, NO es brujería, NO tiene un origen Precristiano europeo y NO está relacionado con la Wicca. Que alguna Tradición wiccana, haya utilizado símbolos y formas precristianas, como el pentagrama, corrompidas o desvirtuadas en prácticas religiosas o mágicas eclécticas y sincréticas modernas, no quita ni pone una coma a lo dicho. Y si cualquiera de estas Tradiciones o personas, tiene la ocurrencia, creencia o necesidad, de mezclarlo todo, repróchese a ésta, no a la Wicca en su conjunto. Por lo tanto, la Wicca no es un credo moderno, porque si es moderno, no es wiccano. Es cierto, que se han utilizado formas rituales de la magia ceremonial en algunas de sus Tradiciones, con mayor o peor fortuna, al objeto de cubrir o paliar las posibles lagunas de estas prácticas. Pero como también es verdad, que con las miras puestas en tratar de reconstruir estas prácticas, se tomaron préstamos más o menos adecuados. En el caso de nuestra Tradición Celtíbera, no existe ni un solo préstamo del Ocultismo o rito oriental, ¿Qué partes del credo y estructura ritual de la Wicca, se asemejan muchísimo a la Aurora Dorada y la OTO? Y voy más lejos, ¿qué partes de la Aurora Dorada y sobre todo de la OTO, son préstamos de los Cultos precristianos? En esto, nadie quiere entrar. Por cierto, eso de un material presuntamente prestado por Crowley para la Wicca, nada de nada; en lo relativo a Gardner, una parte lo compró, y el resto lo adquirió como miembro de la OTO.
Tampoco es cierto, que la Wicca surgiera a mediados del siglo XX. Lo que se visibiliza, es el Culto de la Brujería, que comenzó a denominarse Wicca A FINALES del siglo pasado. Y si la Wicca dice que es descendiente de religiones antiguas, es porque lo entiende así, pero también, porque lo demuestra. Solo falta ahora, que quien quiera decida cuáles son nuestras doctrinas, creencias y prácticas. En lo de que la Wicca no tenga “ninguna semejanza importante con la cultura Pagana europea de antaño”, es un resabio tan habitual como falaz e hipócrita. Algunas de las semejanzas que para Artisson no son importantes, serían la Sacralización de la Naturaleza, la Celebración de los Ciclos Vitales de los calendarios religiosos precristianos, creencia en la vida después de la muerte, la Reencarnación, el Animismo, la devoción a Dioses indígenas, el Politeísmo, el Culto a los Muertos, la Mitología, las Leyendas, la vida Espiritual, las Doctrinas, el Camino Iniciático, la Astrología, la Magia, la Adivinación, la Cosmogonía, El Génesis, la Escatología, la Simbología de lo Sagrado, los Lugares de Culto, la disposición del Espacio Sagrado, la Liturgia y el Ritual, etc., etc., vamos, que ninguna semejanza importante con los Cultos precristianos europeos, según Artisson, que sí que la tienen los que se dicen brujos tradicionales, por adorar al “ángel rebelde” (Satán) del Dios de los judíos (Yahwéh) y al personaje mitológico judeocristiano del Génesis (Caín), al Hijo de ese Dios (Jesús), seguir dogmas cristianos, doctrinas y creencias cabalísticas, sufíes, etc., y por otra parte, imitar o recrear fórmulas mágicas Cristo-paganas, polinesias, orientales y todo lo que se nos ocurra. Puede documentarse todo lo dicho en cuanto a la Wicca, ¿podría Artisson demostrar también, que la Biblia, la Cábala, los conjuros medievales y sobre todo modernos o los mitos polinesios, son referencias de la Cultura Pagana europea? Por desgracia, esa parte de la información nunca llega, o se solventa diciendo que pese a que “… la tradición y prácticas de la Brujería Tradicional tiene sus raíces en épocas muy antiguas, el período más reciente hasta donde llegó el conocimiento de organizaciones tradicionales se registra en el siglo XVII. Sin embargo, el folklore y la historia del siglo XI en adelante confirman prácticas similares a aquellas que desempeñan brujos y brujas tradicionales de la actualidad.” En fin…
No dice, qué ritos de lo que define Artisson como Brujería Tradicional, tienen raíces en “épocas muy antiguas”, cuáles son las organizaciones tradicionales de brujos registradas según él en el s. XVII, ni en qué son similares las prácticas de estos presuntos brujos tradicionales de hoy, con las que se realizaban en el s. XI. Y claro, exigiendo a los wiccanos pruebas, que cuando se dan se ignoran, y abrogándose una titularidad y antigüedad absolutamente ficticias y sin más dato que afirmarlo, dice, ellos sí están legitimados para ser los depositarios de los Cultos precristianos; precisamente ellos, que no se consideran religiones y que como hemos leído en este trabajo, están a años luz de las creencias y prácticas paganas. Que si hablamos de paganos, lo hacemos de religiosos, a no ser que Artisson haya “comprado” también los libelos panfletarios cristianos de finales de la Edad Media, que no de antes, según los cuales el brujo era un hechicero.
Dice Artisson: “La Wicca tiene una estructura muy formal basada en el modelo de tres grados de iniciación, lo cual fue un préstamo que tomó Gardner de la Masonería. La religión Wicca es muy jerárquica, con títulos específicos de ”Sumo Sacerdote/Suma Sacerdotisa”, entre otros, y normalmente orientada hacia la mujer. De hecho, sólo hay dos tipos de tradiciones en la Wicca; la Gardneriana (la original) y la Alexandriana. Pero desde la explosión del interés en lo oculto en ambos lados del Atlántico, muchas tradiciones eclécticas han surgido de pronto, representando casi todo tipo de culturas o inclinación metafísica que uno pueda imaginar (Wicca celta, Wicca Faery, Wicca Saxon, Wicca Diánica, etc.). En la Brujería Tradicional,normalmente no hay una estructura definida de grupo. Si la hay, solamente es a nivel local y usualmente no tan rígida como la Wicca. Los títulos a penas son usados, y cuando se emplean, no se les da la magnitud ni el énfasis que les otorga la Wicca. Se puede dar que algunos grupos de Brujería Tradicional tengan un líder, pero puede ser tanto mujer como hombre. Su posición viene ganada por su edad, conocimiento, sabiduría, experiencia y voluntad de servir.” 
La estructura en tres grados iniciáticos de la Wicca, que dice es muy formal y un préstamo de la Masonería, es otra de las muletillas habituales que se utiliza para criticar a la Wicca. Por cierto, no entiendo cómo es que Gardner, a quien le achacan erróneamente haberlo introducido, siendo miembro de la OTO y sabiendo que utilizó material de esta Orden y de la Aurora Dorada, ambas fraternidades de sesgo ceremonial y mágico práctico y no sólo ceremonioso y simbólico como la Masonería, utilizase para “su” Culto y ceremonial, precisamente, la presunta estructura iniciática de la Masonería y no seguir con las anteriores, por muy masón que fuese. De hecho, que hubiese decidido no seguir su proyección en la Masonería y hacerlo mejor en la OTO, debería haberse valorado. Dicho esto, estrictamente hablando, la afirmación es falsa. Y lo es, por varios motivos. En primer lugar, porque siendo cierto que los grados más relevantes de la Masonería son tres: Aprendiz, Compañero y Maestro, también es verdad, que en origen NO SON SUYOS y que LA MASONERÍA TIENE 33 GRADOS, que según el Rito Masónico de que se trate, varia a 13 o 97. Y lejos de tener una similitud connivente, los grados básicos en la Masonería son la consecuencia práctica de todo Orden, Gremio o Escuela y más si iniciática, estando dividida en tres las etapas o ESCALA DE EXPERIENCIA: el que aprende, el que sabe y el que enseña, réplica de los tres grados de la vida y experiencia humana (juventud, madurez, senectud), que como apuntaba René Guénon se reproduce en los grados pedagógicos clásicos del mundo Académico (Bachiller, Licenciado y Doctor). Además, la Masonería Tradicional NO acepta la entrada de mujeres a sus Logias, justamente al contrario de lo que sucede con la Wicca, una diferencia muy importante. Y si entramos en el hecho en sí, vemos que no son los mismos grados, puesto que en la Wicca no existe el grado de aprendiz, aunque se le reconozca dentro del Culto. De haber copiado a la Masonería, quedaría como Aprendiz, Iniciado y Sacerdote. Si la Masonería no tiene tres Grados y su estructura difiere de la wiccana, ¿por qué los críticos la eligieron para justificar que Gardner copiara de ella? Muy sencillo, por interés en perjudicar su “reputación” y por descarte, pues el objetivo es desacreditar su origen pagano. Porque de donde dicen que Gardner extrajo sus conocimientos, la gradación es otra: tanto la Aurora Dorada como la OTO, TIENEN 10 GRADOS. El problema de suponer que Gardner recurriese a la Masonería, es que aunque fuese cierto, pautar el Camino Iniciático en tres grados no es exclusivo de tal o cual orden moderna, y de hecho estuvo relacionada también con la Brujería medieval y los Cultos precristianos, y por lo tanto directamente vinculado con la Wicca, porque como decimos estamos hablando de los grados básicos de la experiencia humana. Es más, ¿de dónde sacaron la Masonería y otras Fraternidades y Cultos, dividir en tres fases el Camino Iniciático, lo “inventaron” ellos?
Indudablemente, no. Siguiendo a Paul H. Koch, tanto la Masonería como sus grados, no salen de la nada y podemos rastrearles hasta LA COMPAGNONNAGE (o Camaradería), una Fraternidad de constructores de origen francés, que parece hundir sus raíces en la Edad Media y recoge las mismas formas que luego veremos en la Masonería: “Los obreros de la Camaradería francesa pertenecían a cuatro oficios concretos: talladores de piedra, carpinteros, ebanistas y cerrajeros. Cada uno de ellos se dividía en grados de experiencia, casi siempre tres: aprendices, compañeros (los compañeros recibidos eran los que comenzaban la obra, que a veces duraba siglos, y los compañeros fraguados eran los que la daban por terminada) y maestros o iluminados. Un adjetivo místico este último puesto que los maestros llegaban a serlo por una doble condición: la de expertos profesionales y la de inspirados por la luz de Dios. Parece evidente que la Masonería no es otra cosa que la rama de la Camaradería específicamente destinada a la construcción, ya que la palabra francesa maçon significa albañil. Francmaçon significa «albañil libre» y suele utilizarse como sinónimo, aunque en realidad es una expresión más exacta porque masones eran todos los albañiles medievales pero sólo los pertenecientes a la organización o iniciados en ella eran francmasones.» Pero como de la Masonería, saldrían después otras Fraternidades como LOS ILUMINADOS DE BAVIERA, si bien al tener un fondo más práctico sus grados son más parecidos a la OTO y la Aurora Dorada, en este caso estructurados en 13 grados que aún así incluyen los tres básicos (Aprendiz, Compañero y Maestro) Finalmente, no ha de pasarse por alto la influencia de otras corrientes, como la Teosofía o la Ariosofía en cuyo caso nos puede llevar a lo que parecen ser las primeras referencias modernas del Asatru (Cultos Germánicos) en su versión Völkish, con la creación de la HOHER ARMANEN ORDEN (Alta Orden Armánica) en 1911, que bajo Guido Karl Anton List (Guido von List), su fundador y uno de los pioneros del paganismo germánico moderno, también dio a su Orden la misma estructura de tres grados Iniciáticos, pese a no ser Gardneriano ni wiccano, y creo que tampoco masón.
Y como no podría ser de otra manera, desde la Brujería Tradicional, la de verdad y la que dicen que lo es, tampoco se inhibe de esta máxima pedagógica y religiosa de establecer tres grados básicos en el Camino Iniciático. Algo tan simple, como entender que la entrada formal (ceremonial) de un individuo en un Gremio o Culto, para aprender, especializarse y vertebrar lo Sagrado, es connatural a lo religioso y más si responde a un planteamiento mistérico. Tiene el mismo sentido, decir que Gardner tomó de la Masonería los Grados Iniciáticos porque fue masón, como argumentar que los cogió del Cristianismo porque fue miembro de la Iglesia cristiana Ancient British Church, pues el Catolicismo también divide en tres grados su Orden Sacerdotal: Diaconado, Presbiterado y Episcopado. Y ya puestos, ¿por qué no pudo haberse basado en el Druidismo? Como sabemos, la Tradición de Gardner está muy influenciada por el mundo celta, y él mismo fue miembro de la Druid Order Un Braithreachad Uileach. No es nuevo el triplismo céltico e indoeuropeo, ni que los druidas dividían en tres su Sacerdocio: Bardo, Ovate, Druida. Y que como en el caso de la Wicca, tuvieron mujeres en sus Órdenes: «De su acceso a la clase sacerdotal existen más indicios en los textos irlandeses que en los relativos a la Galia (menos numerosos y mas dispersos); de forma que, en el caso de Cesar, este no las menciona, ni nos habla de colegios de dryades en la Galia prerromana, pero si Pomponio Mela que las define como bandruidh y explica que: “Había en la alta Caledonia mujeres sacerdotisas llamadas bandruidh que, al igual que los druidas varones, están divididas en tres categorías […]». Un aspecto éste, claramente relacionado con la Wicca: «Por tanto, esta división social trifuncional quizá podría estructurarse de otro modo en base a aspectos religiosos, que eran los que principalmente definían a los druidas como intermediarios entre los dioses y los seres humanos… por un lado estarían las jerarquías religiosas, integradas en orden descendente, por los druidas (sacerdotes, jueces, médicos y en ocasiones administradores de bienes comunitarios), los vates (filósofos, adivinos, expertos en magia y sanadores), y los bardos (quienes se encargaban de cantar las alabanzas a los dioses, difundir las tradiciones y conservar los mitos, además de cultivar la literatura oral y transmitir los relatos de hazañas guerreras a la posteridad); a los cuales habría que unir a los aspirantes que estudiaban para alcanzar tales puestos en la sociedad.».
Así, no es que sea descabellado, es que es razonable suponer que ya por antigüedad como por referente, tiene más sentido que el Sistema de Grados de la Wica Gardneriana, como ocurre en toda la Wicca, tenga un origen indoeuropeo. Esto, con el permiso de un principio atávico que concierne a muchos y diferentes pueblos y culturas religiosas, pues estrcturar en ternas el conocimiento, no es raro ni exclusivo. Prueba de ello, la encontramos en modelos a priori dispares, como en el Taoísmo: Tao Sheng, Tao Shi, Tao Fa Shi, o con el Zoroastrismo (Magos), que aún contando con varias clases sacerdotales, está estructurado “… en una jerarquía de al menos tres grados (<<magos, sumos magos, gran sumo mago>>), que corresponde a las tres clases de fuego sagrado, reflejo a su vez de las tres clases sociales: los sacerdotes (fuego en la cima del monte Khvarrehomand en Khvarizm), los guerreros (monte Asnavand) y los agricultores (monte Rewand). Los tres se hallan en la Persia antigua (Irán actual)”. Que los masones escogieran este modelo tripartito, muy anterior a su fundación, no lo hace suyo, y si llamaron Compañeros a un genérico segundo grado, tampoco, pues no sólo coincide con el nombre dado a este grado entre los gremios de constructores medievales, sino curiosamente a como apodaban en la Roma pagana a los sacerdotes (socii, sodales). Que Gardner adaptase la estructura de su coven de la Masonería, no es seguro, pues pudo haberlo hecho de los Cultos Celtas o la Brujería Medieval, en los que como hemos leído también se apoyaron los masones, para constituir su Fraternidad. Sea como fuere, es un acierto de Gardner.
Y sobre la “rigidez” de los Grados, ¿podría ser de otra manera, en un Culto Iniciático? ¿Pretende convencernos Artisson, que en la autodenominada Brujería Tradicional, esto no se produce, que no se defienden con rigurosidad los grados dentro de un Culto? ¿No sucede en todas partes igual? Evidentemente, no estamos hablando de hechiceros que se autodenominen brujos, que por su cuenta y riesgo defienden ir por libre, en cuyo caso carece de sentido un Sistema gradual. Pero, no nos vayamos lejos. Ya que para Artisson, el Clan de Tubal Caín es Brujería Tradicional, solo tenemos que leer sus propios documentos, para comprobar que esta afirmación es falsa. Por ejemplo, cómo resuelven la expulsión de uno de sus miembros por abrogarse un grado que no tiene y hablar en nombre del Clan (Lux Veritatis), por cierto, ejerciendo el “rigor” y la potestad de tener el grado de Magister del Clan. Y cuando leamos el documento de uno de los grupos más emblemáticos de lo que llaman Brujería Tradicional, recordemos las palabras de Artisson (“En la Brujería Tradicional,normalmente no hay una estructura definida de grupo. Si la hay, solamente es a nivel local y usualmente no tan rígida como la Wicca. Los títulos a penas son usados, y cuando se emplean, no se les da la magnitud ni el énfasis que les otorga la Wicca […]”). Pero bueno, como orientación y defender esta gradación sin ir más allá de lo que me permiten mis votos, quisiera terminar el análisis de este punto, recordando las Fases Alquímicas (Nigredo, Albedo y Rubedo) que de manera magistral aborda Jung, y que reproduce Ángel Almazán en su artículo JUNG Y LA ALQUIMIA (y 3), desde la web SORIA Y MÁS.
En cuanto a la afirmación de Artisson, de que “sólo hay dos tipos de tradiciones en la Wicca; la Gardneriana (la original) y la Alexandriana. Pero desde la explosión del interés en lo oculto en ambos lados del Atlántico, muchas tradiciones eclécticas han surgido de pronto, representando casi todo tipo de culturas o inclinación metafísica que uno pueda imaginar (Wicca celta, Wicca Faery, Wicca Saxon, Wicca Diánica, etc.).”, solo tenemos que repasar lo escrito para comprobar que ES FALSA. So pena, claro, que cuando hace mil años Ælfrico hablaba de la Wicca, lo hiciese para reprochar a Gardner y Sanders sus Tradiciones, y no como hizo, dar un nombre indígena a los Cultos y pueblos precristianos que se resistían a la cristianización. Humildemente, diría que la Tradición Celtíbera ni es nueva ni ecléctica, y que por el contrario las prácticas del mismo Artisson, lo son. Nosotros, podemos explicar el origen ancestral de nuestras creencias y ritos, ¿podría Artisson hacerlo? ¿Defenderá, que evocar al Caín judeocristiano, como hace y enseña en lo que llama Trazar el Compás (eufemismo de erigir el círculo, para diferenciarlo del rito wiccano que copia), es ortodoxo y propio de los pueblos celtas o sajones, y que sea heterodoxo que Wicca Celtíbera invoque a la Diosa Madre celtibérica, por ser wiccanos? ¿Es ecléctica la Práctica de la Wicca Tradicional Ibérica, por no venir de Gardner, y tradicional entre los paganos la “Brujería” de Jardín?
Sigue Artisson diciendo: “Por otra parte, los rituales de la Wicca suelen ser muy formales y escritos de antemano, mientras que en la Brujería Tradicional, la mayoría de los rituales son espontáneos y mucho menos estructurados. También existen fórmulas rituales, sí, algunas muy antiguas, pero siempre son muy parciales, abiertas y simples. El desarrollo interior del ritual tiene más énfasis que el exterior. La idea no es “cómo haces algo”, sino “por qué lo haces”. […]” 
He de reconocer, que la arbitrariedad con la que se plantean ciertos aspectos, escandaliza. Porque, vamos a ver, si lo que llaman Trazar el Compás -por cierto, título con un tinte masónico evidente-, es una práctica necesaria en los ritos más relevantes de varios de estos gremios, que comporta una guión escrito de antemano, estructurado y moderno (no existe ninguna referencia anterior a su inventor), si no es de ninguna manera una fórmula abierta (recordemos que dice “… así se consagra el círculo.», no que cualquiera lo cambie como le apetezca), ¿cómo puede reprochar a los demás, hacer lo mismo que él hace? ¿Acaso el marco ritual del Clan de Tubal Caín, no expone por escrito los ritos formales del Culto? Dicen que muchos de estos ritos están “inspirados” y que pueden hacerse nuevos, pero también que se parecen poco a los paganos, hasta el punto que el mismo Cochrane reconocía que ciertos ideales y prácticas inherentes a sus enseñanzas, les diferenciaba de éstos. Y defienden su eclecticismo con el mismo descaro, con el que nos acusan a los wiccanos de eclécticos, hasta el extremo de abrogarse haber sido vehículos de la continuidad de prácticas históricas del ámbito gitano, de la demonología medieval, sufismo, brujería celta y anglosajona, taoísmo y sintoísmo, entre otras, pero NO QUE PUEDAN DESVIRTUARSE LOS PRECEDENTES. Lo mismo pasa con casi todas las Tradiciones, sin ir muy lejos con el Culto Feri. Como dice Cora Anderson, a propósito de sus ritos, «Our Craft has many forms of rituals and ceremonies all over the world. We cannot ignore the basic principles of what we call magic and religion anymore than we can ignore the laws of physics and chemistry, however different the language and laboratory equipment.” . La Claiming the Blue Cord, ceremonia Feri de autodedicación, coincide en todos y cada uno de los inconvenientes que dice ver Artisson en los ritos Wicca, y sin embargo o lo tiene en cuenta, como tampoco lo hace, como vimos, con el eclecticismo explícito de todos estos grupos, de los que el Cultus Sabbati es un claro ejemplo: “El Linaje de Iniciaciones Externas que ha sido ininterrumpido desde bastante antes de la inauguracion de la Era Thelemica se preserva mediante lo que simplemente se denomina el ‘Paso o Traspaso de Poder’. Normalmente es un gesto de contacto entre el Iniciado y el Iniciador – acompañado por la recepcion de la palabra de Paso y las Palabras de Bendicion: «Que la Bendicion sea contigo» (’May the Blessing Be’). Deberia notarse que esta bendicion y gesto son identicos a aquellos preservados en ciertos Circulos Sufis y Dhulqarneni, siendo las palabras traducidas directamente como «Mubarak Bashad» – «Que la Bendicion sea contigo». Significados analogos de este ‘Paso’ podran encontrarse en la tradicion de los ‘Susurradores de Caballos’, una Sociedad Secreta estrechamente vinculada con las mas antiguas formas del Arte – de aqui proviene la relacion del ‘Maestro de Equitacion (de Jinetes)’ o Cain, el Primer Iniciado, nacido de la Union de Adam y Lilit. […]” .
Continúa explicando Artisson: “En la Brujería Tradicional, el progreso de una persona es muchísimo más lento que en la Wicca. Vivir la vida, aprender y la experiencia, son cruciales para un progreso genuino, donde las verdaderas iniciaciones generalmente son experiencias que suceden a nivel personal, dadas por seres del otro lado, a lo largo del tiempo. Esta es una realidad importante en los círculos de la Brujería Tradicional.” Un planteamiento, que si fuese real no hay duda que trataríamos con otra perspectiva, pero sabiendo que en general es muy relativo en cuanto al contraste con las Tradiciones Wicca que señala, y al contrario de lo que ocurre en la Tradición Celtíbera, que en todos estos gremios y fraternidades el tiempo que va desde que decides estar y eres o te consideras iniciado, varia de un día para otro, algunas semanas o meses y poco más, lo mismo que ocurre entre estar “iniciado” y ser Maestro, Magister, etc., no tiene mucho sentido y ninguna razón defender lo contrario. En el caso del Cultus Sabbati, leemos que: “… Ciertas formas de Masoneria Libre, Vudu, Bon-po, asi como las sectas Sufis y aquellas con totems equinos anteriormente mencionadas y otras muchas mas, preservan un gesto iniciatorio para impartir el poder de sus corrientes de Iniciador a Iniciado. Dentro del Arte Sabatico esto es concedido solo cuando el aspirante ha cumplido con un periodo preparatorio de nueve meses y un periodo de noviciado de un año y un dia de duracion, durante el cual se le ha enseñado y entrenado al modo de la tradicion. Hay otros medios para este ‘Paso’ tal como el puramente metempsicotico, que preserva la Cadena Interna del Linaje de Sangre Brujeril. Hay tambien medios Eroto-inductivos, este es solo usado una vez en la vida de un Iniciador para pasar no solo el ‘Poder’ de la Tradicion sino tambien una cierta autoridad secreta. Segun la costumbre, el Iniciado digno debe ser del genero opuesto, de esta forma se asegura la alternancia del enfasis masculino y femenino en las enseñanzas y engendra a su vez a los ‘Niños de los Dioses Antiguos’ – los engendrados en los recintos de los Conclaves Sabaticos. […]” [445]. Un abanico de posibles, que en el mejor de los casos no llega a los dos años y que para mayor abundamiento, recoge el período estándar de un año y un día que prescribimos en la Wicca. Pero como digo, no tener un periodo marcado, inferior al wiccano y que sea indiferente el tiempo necesario de formación entre uno y otro grado, no es un caso aislado ni exclusivo de un grupo. En el Cunningfolk, como vimos, no es aplicable porque por regla general cada cual lo decide por su cuenta y lo normal es que no haya siquiera iniciación al uso, sino “autoiniciación”. En el caso del Gremio 1734, que surge principalmente a consecuencia de un carteo que hubo entre Cochane y su fundador, Joseph B. Wilson, el descontrol y el desconcierto, también es patente, y en su intento de poner orden al caos que ellos mismos provocaron con sus mezclas y relatos estrafalarios, no han perdido ocasión de atacar la Wicca (!), acusándola de mentir, exagerar y otras formas de engaño de no sé qué cosas que no vienen a cuento, aunque nada mejor que leer en palabras de Wilson, el galimatías que tienen montado: “There is a spiritual initiation, an introduction to certain spirits and lineage. It doesn’t come about as a result of physical ritual. It comes about by actual contact with the spirits. Some folks «get» this just by reading the letters Roy wrote to me. The spirit reaches out and grabs them and won’t let them go. They are «1734». And they recognize one another, no matter what their practices are, or are not. Yes, there are some initiation rituals and whatnot that I made up, and others made up. Those are actually induction into a group, rather than spiritual initiation, and the two things are quite different. They really shouldn’t be confused with each other. There could have been an organized traceable lineage through the initiation rituals, but I didn’t think it was so important. After all, that wasn’t a part of what Sean, or Roy, or Ruth taught me. The spirit was what mattered. Those folks who experienced those initiation rituals can, of course, teach anything they like — just like anyone else can. But that doesn’t make everything they teach part of «1734» any more than everything that I teach is a part of Christianity, no matter how they rationalize it.”. Ya no se, si tanta inquina es complejo, envidia o el Síndrome de Procusto hecho costumbre, pero empieza a ser cansino.
Por lo tanto, por lo que hemos constatado, es rotundamente falso que la progresión iniciática en la denominada Brujería Tradicional, sea por sistema más “lenta” (reflexiva, madurada) que en la Wicca Tradicional. En el mejor de los casos, soportaremos errores similares; y digo errores, porque el Camino Iniciático EXIGE disciplina, formación y conocimiento, y esto no se consigue por inspiración, nacimiento ni de un día para otro [450]. Y digo en el mejor de los casos, porque el grueso de la llamada Brujería Tradicional, está formada por personas independientes, solitarias, que deciden por sí mismas lo que son y a qué nivel y aborrecen de lo Iniciático. Dicho lo cual y porque he sido aludido como wiccano, me veo obligado a poner de ejemplo el de mi propia Tradición, donde alcanzar al Tercer Grado exige un periodo MÍNIMO de 19 años, muy lejos, obviamente, de las configuraciones más generosas que pueda aportar Artisson para los que dice son Gremios, Cultos o Fraternidades de la Brujería Tradicional. Con esto, tampoco valen medias tintas, puedes seguir un modelo iniciático a largo plazo, a corto plazo o ninguno, y lo que llama Brujería Tradicional está en el mejor de los casos entre los dos últimos supuestos. Es más, priman la técnica sobre el oficio, la necesidad por encima de la conveniencia y la saciedad antes que la respuesta; todo en un marco, como leemos, pseudoIniciático. Ciertamente, el proceso Iniciático es personal y genuino, ¿cuándo lo ha puesto en duda la Wicca? Y por descontado, que es un proyecto a largo plazo. Ahora bien, escudarse o hacerlo depender de la “comunicación” espiritual (revelación), suena a artimaña más que a otra cosa, porque si estamos en este mundo, no es para vivirlo desde el Otro, porque nuestra sola percepción, no es infalible, y porque las “revelaciones” hay que cogerlas con “pinzas”, que es por muchas de estas revelaciones, que se han visto los mayores genocidios de la humanidad… nosotros mismos hemos padecido las consecuencias, de las “revelaciones” que propiciaron la más atroz de las persecuciones religiosas de la Historia.