quarta-feira, 4 de janeiro de 2023

La Cosmología Hinduista

En las diferentes denominaciones en el hinduismo, y en la filosofía Hindú en términos generales, se cree que el universo forma parte de los ciclos de destrucciones y de creaciones de múltiples universos y los mundos que contienen. Dentro de las creencias mitos y tradiciones respecto al origen de nuestro universo, existen variadas deidades hinduistas considerados como dioses creadores; dentro de estos podemos encontrar los siguientes:


El dios despedazado

La leyenda más antigua está contenida en el himno «Púrusha sukta» (brdel Rig-veda), compuesto a fines del II milenio a. C.). Describe la creación del universo a partir de los remanentes de un gigantesco dios primordial llamado Púrusha (‘varón’) en una época que se realizaban púrusha medha (sacrificios humanos’). Época muy antigua en la que nace un dios.


El huevo cósmico

Se desconoce cuándo desaparecieron los sacrificios humanos y fueron reemplazados por los sacrificios de animales. Posteriormente a la aparición del budismo (siglo VI a. C.) con su ajimsá (‘no violencia’), empezaron a desaparecer los sacrificios de animales, y aparecieron nuevas leyendas que contradecían la leyenda original.

El universo surgió de un huevo cósmico Hiranyagarbha (‘útero de oro’) creado por Ammavaru. De este huevo nació Prayapati. (Pocos siglos más tarde —en la época puránica— este Prajapati fue identificado como el demiurgo Brahmá)

Brahmá con su mente crea todo el universo: el mundo plano (la Tierra) y todos los lokas ('‘locales’' o '‘lugares’', planetas y estrellas visibles e invisibles en el cielo, donde viven los dioses y otros seres). En el quinto canto del Bhágavata Puraná se explica que los grajas (astros) se mueven en el cielo a veces «de maneras retorcidas». El intervalo de «altura» de los planetas desde la Tierra es siempre el mismo (1.300.000 km).


La flor de loto de Brahmá

Los Puranás (primeros siglos después de Cristo) presentan varios procesos de creación. En un rincón del infinito universo espiritual existe un «océano de causa [material]». Allí está acostada la más grande de las formas de Vishnú: Karanodakasai Vishnú (‘el Vishnú acostado [sayi] en el océano [udaka] de causa [karana]’). De su cuerpo emanan todos los universos (a veces se mejora este mito con la idea de que cada molécula del aire que respira es un universo finito).

Cada universo esférico está lleno de líquido hasta la mitad. Sobre ese océano está acostado otra forma de Vishnú, llamada Garbhodakasai Vishnú (‘el Vishnú acostado [sayi] en el océano [udaka] de concepción [gárbha]’), acostado sobre la serpiente divina Ananta Shesha. En su ombligo se forma un lago, y sobre ese lago nace una flor de loto. Cuando la flor se abre, de ella nace el dios Brahmá.


Brahma, el Principio Universal supremo

Bráhman ‘expansión, brote’) connota el Principio Universal supremo, la Realidad Superior en el universo, lo absoluto, la causa material, eficiente, y final de todo aquello que existe; singular unidad en todo aquello que existe en el universo. Es la bendición y verdad eterna, infinita, asexual y penetrante que no cambia, y que es, sin embargo, la causa de todo cambi​o. De él surgió todo incluido a los dioses creadores, como Brahma.

En el hinduismo existen muchos devas (‘dioses’) y sus Sakti, pero que en la realidad última, todas las divinidades hinduistas son consideradas tan solo una mínima manifestación del único Brahman que conforma a nuestro universo y a todos los universos existentes, que han existido y por existir; siendo para el occidente el equivalente más cercano al concepto de Dios en el hinduismo.


Descripción del universo completo

La orden de cercanía a la Tierra es:

Graja

Distancia hindú
(en mill. de km)

Distancia real
(en millones de km)

Sol

1,3

150

Luna

2,6

0,384

todas las estrellas

5,2

entre 40.000.000 millones de km y muchos billones de km

Venus

7,8

entre 39 y 339

Mercurio

10,4

Marte

13

entre 56 y 399

Júpiter

15,6

entre 600 y 900

Saturno

18,2

entre 1090 y 1650

Los Siete Rishís u Osa Mayor1

32,4

entre 274.000.000 millones de km, y 5.193.000.000 millones de km

Pitriloka (planeta mítico invisible)

46,6

Brahmaloka (planeta mítico invisible)

 

En algunas leyendas los planetas se presentan de manera esquemática o simbólica y entonces se los considera fijos uno debajo del otro, bajo la flor de loto de Brahmá, a varios miles de kilómetros de distancia uno del otro, formando el tallo del loto. La Luna es la estrella más grande.

El sol y los planetas, sin embargo, se ven en diferentes signos y constelaciones en diferentes épocas. Esto indica que su movimiento es diferente que el del zodíaco y el de la propia rueda del tiempo [la bóveda celeste].
Shuka Gosuami
Los hinduistas creían que la Tierra era redonda (ahora se sabe que es esférica), y que estaba fija, mientras que el Sol, la Luna y los astros se movían a distintas velocidades:

El sol tiene tres velocidades: lento, rápido y moderado. [...] 100.000 yojanas [1.300.000 km] más allá del Sol se encuentra la Luna; su velocidad es mayor que la del Sol. [...] A 200.000 yojanas [2.600.000 km] más allá de la Luna hay muchas estrellas, de las cuales sobresalen 28. A 200.000 yojanas [2.600.000 km] más allá de las estrellas se encuentra el planeta Venus.
Shuka Gosuami
Más allá de Venus (siempre a distancias iguales, de 2,6 millones de kilómetros) está Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno. Luego hay un salto de 14,2 millones de km, hasta Pitriloka, el planeta de los antepasados piadosos.

Descripción de los continentes de la Tierra

Debajo de todos los lokas está la Tierra plana, con el monte Meru en el centro, rodeado por altísimas montañas (los Himalayas). Alrededor de los Himalayas hay un continente aproximadamente redondo, llamado Bharata Varsha (la India). Alrededor de ese continente hay un océano perimetral de agua salada (el océano Índico y el mar Arábigo), que rodea todo Bharata Varsha. Más allá de ese océano circular hay varios exóticos continentes concéntricos, cada uno rodeado por océanos de agua dulce, melaza, vino, miel y ghee (mantequilla clarificada).

En las doctrinas hinduistas actuales, la existencia del universo es gobernada por una o todas las deidades que conforman la trimurti (‘tres formas’):

Brahmá (el dios creador)
Vishnú (el dios mantenedor)
Shivá (el dios destructor).

En la actualidad, los hinduistas creen que la teoría de Darwin se ve refrendada por los dasavatara (‘las diez encarnaciones de Dios’). Aunque esta secuencia es una enumeración arbitraria (no toma las 24 encarnaciones principales del Bhágavata puraná, por ejemplo), creada por el poeta orisano Yaia Deva (en el siglo XIII d. C.) no proveniente de las enumeraciones de los Puranas o los Vedas.

Dentro de la tradiciones de la india, uno de los postulados es que universo no está hecho de átomos propiamente tal, sino de pancha maja bhuta (‘cinco grandes elementos’) arbitrarios, cada uno ocho veces más denso que el anterior:

akasha (éter)
vaiu (aire)
agní (fuego)
apa (agua)
prithvi (tierra).

En la actualidad dentro de la filosofía india, los hinduistas creen que el ciclo de creación y destrucción del universo no tiene principio (anadi) ni final (ananta).

La Cosmología Budista

La cosmogonía budista es la descripción de la forma y evolución del universo de acuerdo con los escritos y comentarios canónicos budistas. No es solamente la forma de múltiples mundos o esferas en un espacio, sino su evolución en el tiempo. Se divide en cosmogonía espacial y cosmogonía temporal.

En el budismo, el universo no fue creado por un ser superior, sino que forma parte de ciclos de destrucciones y de creaciones inherente a la propia naturaleza. Es como el símil de un ser vivo, el cual nace y muere, y (de acuerdo a la creencia Budista) luego vuelve a nacer y repetir el ciclo. Nuestro mundo como miles de los que hay está condenado a morir y renacer, así como también el universo, que nace, muere y renace.

La auto-coherente cosmogonía budista que es presentada en comentarios y trabajos de Abhidharma, tanto en escuelas theravada como mahāyāna, es el producto final de un análisis y reconciliación de los comentarios cosmológicos presentes en las sutras budistas y en las tradiciones vinaia. No hay un solo sūtra que explique toda la estructura del multiverso. Sin embargo, en varios sūtras el Buda Gautama describe otros mundos y estados del ser, y otros sūtras describen el origen y destrucción del universo. La síntesis de estos conocimientos en un solo sistema exhaustivo debió de haber ocurrido tempranamente en la historia del budismo, ya que el sistema descrito en la tradición pali vibhajyavāda (representada por los theravādas de hoy) concuerda, a pesar de incoherencias de nomenclatura, con la tradición sarvāstivāda que es preservada por los budistas mahāyāna.

La visión del mundo presentada en las descripciones de la cosmología budista no se debe interpretar como una descripción literal del universo. Es incoherente y no es consecuente con la información astronómica ya conocida en la antigua India. Pero no es su intención hacer una descripción de cómo los humanos ordinarios perciben su mundo, sino, más bien, mostrar el universo visto a través del divia chakṣus, el ‘ojo divino’ por el cual un Buda o Arhat que ha cultivado esta facultad puede percibir todos los demás mundos y seres naciendo y muriendo dentro de estos y saber sus renacimientos pasados y futuros. Esta cosmogonía también ha sido interpretada de manera simbólica o alegórica (ver Diez reinos espirituales).

La cosmogonía budista puede ser dividida en dos clases relacionadas: cosmogonía espacial, que describe la organización de los distintos mundos dentro del universo, y cosmogonía temporal, que describe los ciclos de estos mundos empezando y terminando su existencia.


Cosmogonía espacial

La cosmogonía espacial puede dividirse en dos ramas. La vertical (chakravāḍa) describe el arreglo de mundos en un patrón vertical, algunos son más altos, superiores, y otros más bajos, inferiores. En cambio, la horizontal (sajasra, ‘miles’) describe el agrupamiento de estos mundos verticales en conjuntos de miles, millones o billones.


Cosmogonía vertical: chakravāḍa

En la cosmogonía vertical, el universo consiste en muchos mundos o "planos" (lokāḥ) apilados uno encima del otro en capas. Cada mundo corresponde a un estado mental o a un estado del ser. Un mundo es más los seres que componen un lugar que el lugar en sí; sostenido por su karma. Si todos los seres en un mundo mueren o desaparecen, el mundo desaparece también. Así mismo, un mundo aparece en la existencia cuando el primer ser nace en este. La separación física no es tan importante como la diferencia en estado mental; humanos y animales, a pesar de compartir los mismos entornos físicos, siguen perteneciendo a distintos mundos porque sus mentes perciben y reaccionan a estos entornos de manera distinta.

La cosmogonía vertical está dividida en treinta y un planos de existencia y estos planos en tres reinos, o dhātus, cada uno correspondiendo a un diferente tipo de mentalidad. Estos tres (tridhātu) son el Ārūpyadhātu, el Rūpadhātu, y el Kāmadhātu. Esta división técnica no corresponde a la más informal categorización de los "seis reinos". En el esquema posterior, todos los seres nacidos en Ārūpyadhātu y Rūpadhātu se pueden clasificar como "dioses" o "divinidades" (devāḥ), así como una fracción considerable de los seres nacidos en Kāmadhātu, aunque los dioses de Kāmadhātu difieren más de las de Ārūpyadhātu de lo que difieren de la humanidad. Se debe entender que deva es un término impreciso que se refiere a cualquier ser actualmente viviendo una vida más larga y generalmente con menos dolor que el de los humanos. Estos "dioses" tienen poco o ningún interés en la humanidad y raramente, si acaso, interactúan con esta; solo los dioses inferiores de Kāmadhātu corresponden a dioses descritos en muchas religiones politeístas.

El término "brahmā" es usado tanto como nombre como término genérico para uno de los devas superiores. En su sentido más amplio, puede referirse a cualquier habitante de Ārūpyadhātu o de Rūpadhātu. En un sentido más estricto, puede referirse a un habitante de los nueve planos inferiores de Rūpadhātu, o en su sentido más reducido, a los tres planos inferiores de Rūpadhātu. Un largo número de devas usa el nombre "Brahmā", como Brahmā Sahampati, Brahmā Sanatkumāra, Baka Brahmā, etc. No es claro a que plano pertenecen, sin embargo siempre tiene que ser uno de los mundos de Rūpadhātu debajo de los planos Śuddhāvāsa.


Ārūpyadhātu

El Ārūpyadhātu (en sánscrito), Arūpaloka (en pali) o gzugs.med.pa'i khams (en tibetano), es el ‘reino sin forma’. Actualmente, los budistas no creen que estos reinos tienen un lugar en la cosmología puramente física, ya que ninguno de los seres habitándolo tienen forma o lugar; y correspondientemente, el reino no tiene localización. Sin embargo, estos seres aún viven dentro del tiempo y la ley del karma. Este reino pertenece a los devas que alcanzaron y mantuvieron las chatuḥ-samāpatti (‘cuatro absorciones inmateriales’) o arupa jhanas en una vida pasada, y ahora disfrutan los frutos (vipāka) del buen karma de este logro. Sin embargo, quienes son bodhisattvas nunca nacen en el Ārūpyadhātu aunque hayan alcanzado los arupa jhanas. Hay cuatro tipos de Ārūpyadhātu devas, correspondiendo a los cuatro tipos de arūpajhānas:

Naivasaṃgñānāsaṃgñāyatana o Nevasaññānāsaññāyatana (tibetano: 'du.shes.med 'du.shes.med.min) "Esfera que trasciende la dualidad percepción-no percepción". En esta esfera los seres inmateriales han trascendido la simple negación de la percepción, alcanzando un estado en el cual no hay "percepción" (saṃgñā, reconocimiento de algo particular por sus marcas) pero que no están totalmente inconscientes. Este fue el estado alcanzado por Udraka Rāmaputra (pali: Uddaka Rāmaputta), el segundo de dos maestros de Buda Gautama, quien lo consideró equivalente a la iluminación.

Ākiṃcanyāyatana o Ākiñcaññāyatana (tibetano: ci.yang.med) ‘esfera de la nada’ (literalmente ‘ausencia de todo’). En esta esfera los seres inmateriales meditan, contemplando en el pensamiento "no existe ninguna cosa". Esto es considerado una forma de percepción, aunque una muy sutil. Esta fue la esfera alcanzada por Ārāḍa Kālāma (pali: Āḷāra Kālāma), el primero de dos maestros de Buda Gautama, quien lo consideró equivalente a la iluminación.

Vigñānānantyāyatana, Viññāṇānañchāyatana o Viññāṇañchāyatana (tibetano: rnam.shes mtha'.yas) "esfera de la conciencia infinita". En esta esfera, los seres inmateriales contemplan, meditan en su conciencia (vigñana) como infinitamente omnipresente.

Ākāśānantyāyatana o Ākāsānañchāyatana (tibetano: nam.mkha' mtha'.yas) "esfera del espacio infinito". En esta esfera los seres inmateriales contemplan, meditan sobre el espacio o extensión (ākāśa) como infinitamente omnipresente.


Rūpadhātu

Rūpadhātu (pali: Rūpaloka; tibetano: gzugs.kyi khams) o "Reino Material" o "Reino de las Formas" es, como su nombre lo implica, el primero de los reinos físicos; todos sus habitantes tienen un lugar y cuerpos o formas de algún tipo. Sin embargo, en este reino los cuerpos de los seres que lo habitan están compuestos por una sustancia sutil que es invisible para los habitantes de Kāmadhātu. De acuerdo con el Sutra Janavasabha, cuando un brahma (un ser del mundo de brahmas en Rūpadhātu) quiere visitar a un deva del cielo de Trāyastriṃśa (en Kāmadhātu), el o ella debe asumir su "forma fea" para así ser visible a seres de otro reino.

Quienes habitan en el reino material no viven en los extremos del placer o el dolor, y no son gobernados por los deseos de aquello que es placentero a los sentidos, como lo son los seres de Kāmadhātu. Los cuerpos de este reino no tienen distinciones sexuales.

Como los seres de Ārūpyadhātu, los habitantes de Rūpadhātu tienen mentes correspondientes a los jhānas. En este caso son los cuatro primeros jhānas o rūpajhānas. Los seres de Rūpadhātu pueden dividirse en cuatro grandes grados correspondientes a los cuatro rūpajhānas, a su vez subdivididos en más grados, tres para cada uno de los cuatro rūpajhānas y cinco para los devas Śuddhāvāsa, para un total de diecisiete grados (la tradición Theravāda cuenta un grado menos para el cuarto jhāna, para un total de dieciséis).

Físicamente, Rūpadhātu consiste en una serie de planos apilados uno encima de otro, cada uno en una serie de escalones con un tamaño que es la mitad del anterior a medida que se desciende. En parte, esto refleja el hecho de que los devas se cree que son físicamente más grandes en los planos superiores. Los planos superiores también tienen una extensión más amplia que los planos inferiores, como se discute en cosmología sahasra. La altura de estos planos se expresa en ióyanas, una medida de tamaño no muy especificado, pero a veces descrito como 4000 veces la altura de un humano, entonces es aproximadamente 6 kilómetros (tomando como referencia la altura de los seres humanos en la China de hace 2000 años de 1,50 promedio).


Planos Śuddhāvāsa

Los planos Śuddhāvāsa (pali: Suddhāvāsa; tibetano: gnas gtsang.ma), o "moradas puras", son distintos de los demás mundos de Rūpadhātu en el hecho de que no habitan seres que nacieron ahí por mérito ordinario o logros en la meditación, solamente habitan Anāgāmins ("alguien que no regresa") quienes ya están en el camino hacia el nirvana y que alcanzarán la iluminación directamente en los planos Śuddhāvāsa sin renacer en un plano inferior (Anāgāmins también pueden nacer en planos inferiores). Cada deva Śuddhāvāsa es entonces alguien que protege el budismo (Brahma Sahampati, quien solicitó al nuevo Buda (Buda Gautama) que enseñara, fue un Anagami de un Buda anterior1​). Ya que un deva Śuddhāvāsa no renacerá fuera de los planos Śuddhāvāsa, ningún Bodhisattva nace en estos mundos, ya que un Bodhisattva debe renacer como humano en su última vida.

Como estos devas surgen de planos inferiores debido a las enseñanzas de un Buda, pueden permanecer vacíos por largos períodos si no surge un Buda. Sin embargo, a diferencia de los mundos inferiores, los planos Śuddhāvāsa nunca son destruidos por catástrofes naturales. Los devas Śuddhāvāsa predicen la venida de un Buda y, tomando la forma de brahmins, le revelan a los humanos los signos por los cuales se puede reconocer un Buda. También se aseguran de que un Bodhisattva en su última vida vea los cuatro signos que llevan a la renunciación.


Los cinco mundos Śuddhāvāsa son:


Akaniṣṭha o Akaniṭṭha: Mundo de los devas "de igual rango" (literalmente: sin tener a alguien de menor edad que el resto). Es el más alto de los mundos Rūpadhātu, se usa regularmente para referirse al extremo más alto del universo. El Śakra actual eventualmente nacerá ahí. La duración de una vida en Akaniṣṭha es 16,000 kalpas (tradición Vibhajyavāda). La altura de este mundo es de 167,772,160 ióyanas encima de la Tierra.

Sudarśana o Sudassī: devas de "ver claro" viven en un mundo similar y amigable al mundo Akaniṣṭha. La altura de este mundo es de 83 886 080 ióyanas encima de la Tierra.

Sudṛśa o Sudassa: en el mundo de devas con "belleza" se dice que nacen cinco tipos de anāgāmins. La altura de este mundo es de 41 943 040 ióyanas encima de la Tierra.

Atapa o Atappa: el mundo de devas "sin problemas", cuya compañía es deseada por aquellos de reinos inferiores. La altura de este mundo es de 20 971 520 ióyanas encima de la Tierra.

Avṛha o Aviha: el mundo de los devas que "no caen", tal vez la destinación más común para que renazcan Anāgāmins. Pueden alcanzar el Nirvana directamente en este mundo, pero también hay quienes mueren y renacen en planos consecutivamente superiores de las "Moradas Puras" hasta que finalmente renacen en el mundo Akaniṣṭha. Quienes habitan este plano se llaman en pali uddhaṃsotas, ‘quienes tienen una corriente que solo va hacia arriba’. La duración de la vida en este plano en es 1000 kalpas (según la tradición vibhajyavāda). La altura de este mundo es de 10 485 760 ióyanas encima de la Tierra.


Planos Bṛhatphala

El estado mental de los devas de los mundos Bṛhatphala corresponde al cuarto jhāna, y se caracteriza por el factor del Nirvana equanimidad (upekṣā). Los mundos Bṛhatphala forman el límite superior de la destrucción del universo por el viento en el final de un maja-kalpa (ver cosmología temporal), lo que significa que son librados de esta destrucción.

Asaññasatta, o Asaṃgñasattva, sánscrito (solo en la escuela vibhajyavāda): "Seres inconscientes", devas que han obtenido un alto jhāna (similar al del Reino Inmaterial), y, deseando evitar los inconvenientes de la percepción sensorial, alcancan un estado de no percepción en el cual se mantienen por un tiempo. Luego, sin embargo, la percepción aparece de nuevo y caen a un estado inferior.

Bṛhatphala o Vehapphala (tibetano: 'bras.bu che): Devas "con grandes frutos". Su esperanza de vida es de 500 mahākalpas (tradición Vibhajyavāda). Algunos anāgāmins renacen aquí. La altura de este mundo es de 5 242 880 ióyanas encima de la Tierra.

Puṇyaprasava (solamente en la tradición Sarvāstivāda; tibetano: bsod.nams skyes): El mundo de devas que son "hijos del mérito". La altura de este mundo es de 2 621 440 ióyanas encima de la Tierra.

Anabhraka (solamente en la tradición Sarvāstivāda; tibetano: sprin.med): El mundo de devas "sin nubes". La altura de este mundo es de 1 310 720 ióyanas encima de la Tierra.


Planos Śubhakṛtsna

El estado mental de los devas de los mundos Śubhakṛtsna corresponde al tercer jhāna, y se caracteriza por la felicidad (sukha). Estos devas tienen cuerpos que irradian una luz constante. Los mundos Śubhakṛtsna forman el límite superior de la destrucción del universo por el agua al final de un mahākalpa (ver cosmología temporal), lo que significa que la inundación de agua no sube lo suficiente para alcanzarlos.

Śubhakṛtsna o Subhakiṇṇa / Subhakiṇha (tibetano: dge.rgyas): El mundo de devas con "belleza total". Su esperanza de vida es de 64 mahākalpas (algunas fuentes: 4 mahākalpas) de acuerdo con la tradición Vibhajyavāda. 64 mahākalpas es el intervalo entre las destrucciones del universo por viento, incluyendo los mundos Śubhakṛtsna. La altura de este mundo es de 655 360 ióyanas encima de la Tierra.

Apramāṇaśubha o Appamāṇasubha (tibetano: tshad.med dge): El mundo de devas con "belleza ilimitada". Su esperanza de vida es de 32 mahākalpas (tradición Vibhajyavāda). Poseen "fe, virtud, aprendizaje, generosidad y sabiduría". La altura de este mundo es de 327 680 ióyanas encima de la Tierra.

Parīttaśubha o Parittasubha (tibetano: dge.chung): El mundo de devas de "belleza limitada". Su esperanza de vida es de 16 mahākalpas. La altura de este mundo es de 163 840 ióyanas encima de la Tierra.


Planos Ābhāsvara

El estado mental de devas en los planos Ābhāsvara corresponde al segundo jhāna, y se caracteriza por el placer (prīti) y la alegría (sukha); se dice que los devas Ābhāsvara gritan por su alegría aho sukham! ("Oh alegría!"). Estos devas tienen cuerpos que emiten rayos en destellos de luz como los de relámpagos. Se dice que tienen cuerpos similares (entre ellos) pero percepciones diversas.

Los mundos Ābhāsvara forman el límite superior de la destrucción del universo por fuego al final de un mahākalpa (ver cosmología temporal), esto significa que la columna de fuego no sube lo suficiente para alcanzarlos. Después de la destrucción del mundo, al inicio del vivartakalpa, los mundos son poblados primero por seres que renacen desde los mundos Ābhāsvara.

Ābhāsvara o Ābhassara (tibetano: 'od.gsal): el mundo de devas "que poseen esplendor". La esperanza de vida de los devas Ābhāsvara es de 8 mahākalpas (otras fuentes: 2 mahākalpas). 8 mahākalpas es el intervalo de tiempo entre la destrucción del universo por agua, que incluye los mundos Ābhāsvara. La altura de este mundo es de 81 920 ióyanas encima de la Tierra.

Apramāṇābha o Appamāṇābha (tibetano: tshad.med 'od): El mundo de devas de "luz ilimitada", un concepto en el cual meditan. Su esperanza de vida es de 4 mahākalpas. La altura de este mundo es de 40 960 ióyanas encima de la Tierra.

Parīttābha o Parittābha (tibetano: 'od chung): El mundo de devas de "luz limitada". Su esperanza de vida es de 2 mahākalpas. La altura de este mundo es de 20 480 ióyanas encima de la Tierra.


Planos Brahmā

El estado mental de devas en los planos Brahmā corresponde al primer jhāna, y se caracteriza por al observación atenta (vitarka) y la reflexión (vichāra) como también por el placer (prīti) y la alegría (sukha). Los mundos Brahmā, junto con los otros mundos inferiores del universo, son destruidos por fuego al final de un mahākalpa (ver cosmología temporal).

Mahābrahmā (tibetano: tshangs.pa chen.po): el mundo del "Gran Brahmā", quienes muchos creen ser el creador del universo, y teniendo como títulos "Brahmā, Gran Brahmā, Conquistador, No Conquistado, Omnisciente, Omnipotente, el Señor, el Creador, quien Regula (Ley), quien Designa y Ordena, Padre de Todo lo que Existe y Existirá". De acuerdo con el Sutta Brahmajāla Sutta (DN.1), un Mahābrahmā es un ser de los mundos Ābhāsvara quien cayó en un mundo inferior debido a que sus méritos se terminaron y renace solo en el plano Brahma; olvidando su existencia pasada, se imagina como alguien que empezó a existir sin una causa. Nótese que inclusive una deidad de tan alto rango no tiene un conocimiento intrínseco de los planos superiores al plano Brahma. Mahābrahmā tiene 1 1⁄2 ióyanas de alto. Su esperanza de vida se dice que es de 1 kalpa (tradición Vibhajyavāda) o de 1 1⁄2 kalpas (tradición Sarvāstivāda), aunque parece ser que no puede ser mayor a 3⁄4 de un mahākalpa; todo el mahākalpa excepto por el Saṃvartasthāyikalpa, porque ese es el período total de tiempo entre la reconstrucción del mundo inferior y su destrucción. No es claro a qué período "kalpa" se refiere en este caso. La altura de este mundo es de 10 240 ióyanas encima de la Tierra.

Brahmapurohita (tibetano: tshangs.'khor): los "Ministros de Brahmā" son seres, también orignarios de los mundos Ābhāsvara, que nacen como compañeros de Mahābrahmā después de que él ha pasado un tiempo solo. Como aparecen después de su pensamiento en desear compañía, se cree a sí mismo como su creador, y ellos asimismo creen que él es su creador y señor. Tienen 1 ióyana de altura y su esperanza de vida se dice que variadamente que es 1⁄2 kalpa (tradición Vibhajyavāda) o un kalpa entero (tradición Sarvāstivāda). Si renacen posteriormente en un mundo inferior, y recuerdan alguna parte de su existencia pasada, enseñan la doctrina que MahaBrahmā es el creador como verdad revelada. La altura de este mundo es de 5120 ióyanas encima de la Tierra.

Brahmapāriṣadya o Brahmapārisajja (tibetano: tshangs.ris): Los "consejeros de Brahmā" o los devas "que pertenecen al séquito de Brahmā". También se les llama Brahmakāyika, pero este nombre se puede usar para todos los habitantes de los mundos-Brahma. Tiene medio ióyana de altura y su esperanza de vida se dice que es de 1⁄3 kalpa (tradición Vibhajyavāda) o 1⁄2 kalpa (tradición Sarvāstivāda). La altura de este mundo es de 2560 ióyanas encima de la Tierra.


Kāmadhātu

Los seres que nacen en Kāmadhātu (pali: Kāmaloka; tibetano: 'dod.pa'i khams) difieren en su grado de felicidad, pero todos están, con excepción de arhats y Budas, bajo el dominio de Māra y están atados por el deseo sensual, cuyo anhelo causa sufrimiento.


Paraísos

Los siguientes cuatro mundos son planos atados. Cada uno es de 80 000 ióyanas cuadradas, flotando en el aire encima de la cima del Monte Sumeru. Aunque todos los mundos habitados por devas (esto es, todos los mundos debajo del mundo Chāturmahārājikakāyika y también incluyendo los Asuras) a veces son llamados "paraísos", en el sentido occidental de la palabra el término aplica mejor a los siguientes cuatro mundos:


Parinirmita-vaśavartin o Paranimmita-vasavatti (tibetano: gzhan.'phrul dbang.byed):

Nirmāṇarati o Nimmānaratī (en tibetano: phrul dga): El mundo de devas

Tuṣita o Tusita (tibetano: dga'.ldan):

Yāma (tibetano: 'thab.bral):


Mundos de Sumeru

El mundo-montaña de Sumeru es un pico inmenso y de forma extraña que se erige en el centro del mundo, en cuyo borde se mueven el Sol y la Luna. Su base descansa en un vasto océano, y es rodeado por varios anillos de cadenas montañosas y océanos inferiores.


Trāyastriṃśa o Tāvatiṃsa (tibetano: sum.cu.rtsa.gsum.pa):

Chātur mahā rājika kāyika o Chātummahārājika

Asura (tibetano: lha.ma.yin):

Reinos terrestres

Manuṣyaloka (tibetano: mi):

Yambuduipa o Jambudīpa

Pūrvavideha o Pubbavideha

Aparagodānīya o Aparagoyāna

Uttarakuru

Tiryagyoni-loka o Tiracchāna-yoni (tibetano: dud.'gro):

Pretaloka o Petaloka (tibetano: yi.dvags):

Narakas

Artículo principal: Reino de los Narakas

Naraka o Niraya (tibetano: dmyal.ba)


Narakas fríos

Arbuda: el Naraka "ampolla"

Nirarbuda: el Naraka "ampolla rota"

Aṭaṭa: el Naraka de escalofríos

Hahava: el Naraka de la lamentación

Huhuva: el Naraka de los dientes castañeantes

Utpala: el Naraka del "loto azul"

Padma: el Naraka del "loto"

Mahāpadma: el Naraka del "gran loto"

Narakas calientes

Sañjīva: el Naraka del "resurgimiento". La vida en este Naraka dura 1,62*1012 años (o 1,62 billones de años).

Kālasūtra: el Naraka del "hilo negro". La vida en este Naraka dura 12,96*1012 años.

Saṃghāta: el Naraka del "aplastamiento". La vida en este Naraka dura 103,68*1012 años.

Raurava: el Naraka del "grito". La vida en este Naraka dura 82 944*1012 años.

Mahāraurava: el Naraka del "gran grito". La vida en este Naraka dura 6635,52*1012 años.

Tapana: el Naraka del "calentamiento". La vida en este Naraka dura 53 084,16*1012 años.

Pratāpana: el Naraka del "gran calentamiento". La vida en este Naraka dura 424 673,28*1012 años.

Avīci: el Naraka "sin interrupción". La vida en este Naraka dura 3 397 386,24*1012 años (o 3,4 trillones de años)


Los cimientos de la Tierra

Cosmogonía Horizontal: Sahasra

Mientras que la cosmogonía vertical describe el arreglo de los mundos en forma vertical, la cosmología del Sahasra (Sánskrito: “mil”) describe cómo se agrupan de manera horizontal. De acuerdo con el maestro universal, el Señor Buda, el universo es infinito en tiempo y espacio. Infinito en el espacio se refiere a que la longitud del universo, el ancho del universo o el número de sistemas solares (lokadhatu) en el universo es infinito. El universo infinito con respecto al tiempo significa que no tiene una fecha de inicio o final. Todo se encuentra surgiendo, creciendo/decayendo y falleciendo. Todo cambia y nada más que el Nirvana es permanente.

Todo este grupo de Mundos/Reinos, desde el Plano de no percepción-ni-no-percepción (Nevasaknkna'nasaknknayatana) hasta el Avichi', el Naraka “no interrumpido”, constituye un solo mundo-sistema (llamado un Sakwala). Esto corresponde al alcance del sistema Solar-Salwala que es destruido por el fuego al final del primer mahakalpa. El sistema solar que es destruido siete veces por fuego al final de los mahakalpas y por agua al final del octavo mahakalpa.

La Cosmología Física

La cosmología física es la rama de la astrofísica que estudia la estructura a gran escala y la dinámica del universo. En particular, trata de responder las preguntas acerca del origen, la evolución y el destino del universo.

La cosmología física, tal y como se comprende actualmente, comienza en el siglo XX con el desarrollo de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein y la mejora en las observaciones astronómicas de objetos extremadamente distantes. Estos avances hicieron posible pasar de la especulación a la búsqueda científica de los orígenes del universo y permitió a los científicos establecer la teoría del Big Bang que se ha convertido en el modelo estándar mayoritariamente aceptado por los cosmólogos debido al amplio rango de fenómenos que abarca y a las evidencias observacionales que lo apoyan, aunque todavía existe una minoría de investigadores que presenten otros puntos de vista basados en alguno de los modelos cosmológicos alternativos.

La cosmología física trata de entender las grandes estructuras del universo en el presente como las galaxias, agrupaciones galácticas y supercúmulos, utilizar los objetos más distantes y energéticos (cuásares, supernovas y brotes de rayos gammas) para entender la evolución del universo y estudiar los fenómenos ocurridos en el universo primigenio cerca de la singularidad inicial (inflación cósmica, nucleosíntesis primordial y radiación de fondo de microondas).


Historia de la física cosmológica

La cosmología física se desarrolló como ciencia durante la primera mitad del siglo XX como consecuencia de los acontecimientos detallados a continuación:

1915-16. Albert Einstein formula la Teoría General de la Relatividad que será la teoría marco de los modelos matemáticos del universo. Al mismo tiempo formula el primer modelo matemático del universo conocido como Universo Estático donde introduce la famosa constante cosmológica y la hipótesis conocida como Principio Cosmológico que establece que universo es homogéneo e isótropo a gran escala, lo que significa que tiene la misma apariencia general observado desde cualquier lugar.

1916-1917. El astrónomo Willem de Sitter formula un modelo estático de universo vacío de materia con la constante cosmológica donde los objetos astronómicos alejados tenían que presentar corrimientos al rojo en sus líneas espectrales.

1920-21. Tiene lugar el Gran Debate entre los astrónomos Heber Curtis y Harlow Shapley que estableció la naturaleza extragaláctica de las nebulosas espirales cuando se pensaba que la Vía Láctea constituía todo el universo.

1922-24. El físico ruso Alexander Friedmann publica la primera solución matemática a las ecuaciones de Einstein de la Relatividad General que representan a un universo en expansión. En un artículo de 1922 publica la solución para un universo finito y en 1924 la de un universo infinito.

1929. Edwin Hubble establece una relación lineal entre la distancia y el corrimiento al rojo de las nebulosas espirales que ya había sido observado por el astrónomo Vesto Slipher en 1909. Esta relación se conocerá como Ley de Hubble.

1930. El sacerdote y astrónomo belga Georges Édouard Lemaître esboza su hipótesis del átomo primitivo donde sugería que el universo había nacido de un solo cuanto de energía.

1931.Milton Humason, colaborador de Hubble, dio la interpretación de los corrimientos al rojo como efecto Doppler debido a la velocidad de alejamiento de las nebulosas espirales.

1933. El astrónomo suizo Fritz Zwicky publicó un estudio de la distribución de las galaxias sugiriendo que las galaxias estaban permanente ligadas por su mutua atracción gravitacional. Zwicky señaló sin embargo que no bastaba la cantidad de masa realmente observada en la forma de las galaxias para dar cuenta de la intensidad requerida del campo gravitatorio. Se introducía así el problema de la materia oscura

1948. Herman Bondi, Thomas Gold y Fred Hoyle proponen el Modelo de Estado Estacionario donde el universo no solo tiene las misma apariencia a gran escala visto desde cualquier lugar, sino que la tiene vista en cualquier época.

1948. George Gamow y Ralph A. Alpher publican un artículo donde estudian las síntesis de los elementos químicos ligeros en el reactor nuclear que fue el universo primitivo, conocida como nucleosíntesis primordial. En el mismo año, el mismo Alpher y Robert Herman mejoran los cálculos y hacen la primera predicción de la existencia de la Radiación de fondo de microondas.

1965. Arno Penzias y Bob Wilson de los laboratorios Bell Telephone descubren la señal de radio que fue rápidamente interpretada por el grupo de teóricos de Princeton liderados por Robert Dicke como la Radiación de fondo de microondas. Esta observación descartó Modelo de Estado Estacionario y afianzó el modelo del Big Bang

1981. Alan Guth propone el escenario de universo con una tasa tremenda de expansión en sus primeros instantes conocido como inflación cósmica.

1990. Los resultados preliminares del satélite COBE muestra que el espectro de la Radiación de fondo de microondas es el de un cuerpo negro a 2,7 kelvin con una precisión de una parte en cien mil.

1998. Un grupo de astrónomos liderado por Adam Riess y Saul Perlmutter descubren la Aceleración de la expansión del universo mediante el estudio de supernovas de tipo Ia, lo que constituye la primera evidencia observacional de la existencia de una constante cosmológica o de un campo escalar más general conocido como energía oscura.

2003. La sonda WMAP --sucesora de COBE-- obtiene un espectro de la Radiación de fondo de microondas más preciso, que confirma las observaciones que se habían realizado hasta la fecha por numerosos experimentos que favorecen con gran precisión un universo de materia oscura fría dominado por una constante cosmológica y con una edad de 13700 millones de años, con una precisión de 200 millones de años arriba o abajo.

2013. La misión Planck publicó los resultados preliminares más precisos hasta la fecha, con una estimación de un 68,3% de energía oscura, un 26,8% de materia oscura y un 4,9% de materia ordinaria, y una edad del universo de unos 13810 millones de años, con una precisión de 50 millones de años arriba o abajo.

2018. La misión Planck publica sus resultados finales y definitivos, que en combinación con las medidas de la Oscilaciones Acústicas de Bariones, dan como resultados que la energía oscura tiene un ratio de densidad, la materia (oscura más bariónica) un ratio de, la constante de Hubble y que la edad del universo es de millones de años.


Áreas de estudio

Debajo se describen algunas de las áreas más activas de investigación en cosmología, en orden cronológico. Estas no incluyen todo sobre la cosmología del Big Bang, que se presenta en la cronología del Big Bang


Nucleosíntesis del Big Bang

La Nucleosíntesis del Big Bang es la teoría de la formación de los elementos en el Universo primigenio. Acaba cuando el Universo tiene tres minutos de edad y su temperatura cae lo suficiente como para que cese la fusión nuclear. Este tiempo en el que ocurrió la nucleosíntesis del Big Bang fue tan corto, que solo se produjeron los elementos más ligeros, a diferencia de la nucleosíntesis estelar. Empezando desde los iones de hidrógeno (protones), se produjo principalmente deuterio, helio y litio. Los otros elementos se produjeron en solo pequeñas cantidades. Mientras que la teoría básica de la nucleosíntesis ha sido aceptada durante décadas (fue desarrollada por George Gamow, Ralph Asher Alpher y Robert Herman). es una prueba física extremadamente delicada del Big Bang en la actualidad, ya que la teoría de la nucleosíntesis conecta la abundancia de los elementos ligeros primordiales con las características del Universo primigenio. Específicamente, se puede utilizar para comprobar el principio de equivalencia, la materia oscura y la física del neutrino. Algunos cosmólogos han propuesto que la nucleosíntesis del Big Bang sugiere la existencia de cuatro especies "estériles" de neutrino.


Radiación de fondo de microondas

El fondo cósmico de microondas es la radiación sobrante del desacople, cuando los átomos se formaron por primera vez, y la radiación producida en el Big Bang parada por la difusión de Thomson de iones cargados. La radiación observada por primera vez en 1965 por Arno Penzias y Robert Woodrow Wilson, tenía un espectro de cuerpo negro térmico perfecto. Tiene una temperatura de 2.7 kelvins y es anisótropo en una parte de 105. La Teoría perturbacional cosmológica, que describe la evolución de ligeras inhomogeneidades en el universo primigenio, ha permitido a los cosmólogos calcular de manera precisa la densidad espectral angular de la radiación y ha sido medida por los recientes satélites de experimentación (COBE y WMAP) y muchos asuntos y experimentos basados en globos (como el DASI, el CBI y el Experimento BOOMERanG). Uno de los objetivos de estos esfuerzos es medir los parámetros del Modelo Lambda-CDM con un incremento de precisión, así como comprobar las predicciones del modelo del Big Bang y las búsquedas de los nuevos físicos. Las recientes medidas hechas por WMAP, por ejemplo, han acotado la masa del neutrino.

Los nuevos experimentos, como los del Telescopio Cosmológico de Atacama están intentando medir la polarización del fondo cósmico de microondas, que proporcionará más confirmaciones de la teoría así como información sobre la inflación cósmica y las conocidas como anisotropías secundarias, como el efecto Siunyáiev-Zeldóvich y el efecto Sachs-Wolfe, que son causados por la interacción entre galaxias y agrupaciones galácticas con el fondo cósmico de microondas.


Formación y evolución de estructuras a gran escala

Comprendiendo la formación y evolución de las estructuras más grandes y primigenias (p.ej. cuásares, galaxias, agrupaciones galácticas y supercúmulos) es uno de los mayores esfuerzos en cosmología. Los cosmólogos estudian un modelo de formación jerárquica estructural en el que las estructuras se forman desde el fondo, con pequeños objetos primero, después con grandes objetos, como los supercúmulos se siguen formando. El camino más sencillo para estudiar la estructura del Universo es observar las galaxias visibles, para construir un dibujo tridimensional de las galaxias en el Universo y medir la densidad espectral de materia. Esta es la aproximación del Sloan Digital Sky Survey y del 2dF Galaxy Redshift Survey.

Una herramienta importante para comprenden la formación estructural son las simulaciones, que los cosmólogos utilizan para estudiar las sumas gravitacionales de materia en el Universo, como se agrupan en filamentos, supercúmulos y vacíos. Muchas simulaciones contienen solo materia oscura fría no bariónica, que debería ser suficiente para comprender el Universo en las escalas más grandes, ya que hay mucha más materia oscura en el Universo que materia visible bariónica. Muchas simulaciones avanzadas están empezando a incluir bariones y estudiar la formación de galaxias individuales. Los cosmólogos estudian estas simulaciones para ver si concuerdan con sus investigaciones y comprenden cualquier discrepancia.

Otras técnicas complementarias permitirán a los cosmólogos medir la distribución de materia en el Universo distante y probar la reionización. Estas técnicas son:


El bosque Lyman-alfa, que permite a los cosmólogos medir la distribución de un átomo de gas hidrógeno neutro en el universo primigenio, midiendo la absorción de luz desde cuásares distantes debido al gas.

La línea de adsorción de 21 centímetros de átomos de hidrógenos neutros también proporciona una prueba sensible en cosmología.

Lentes débiles, la distorsión de una imagen distante por lentes gravitacionales debido a la materia oscura.

Esto ayudará a los cosmólogos a decidir la pregunta de cuando se formó el primer cuásar.


Materia oscura

Las pruebas de la nucleosíntesis del Big Bang, la radiación de fondo de microondas y las formaciones estructurales sugieren que el 23 % de la masa del Universo consiste en materia oscura no bariónica, mientras que solo el 4 % es materia bariónica visible. Los efectos gravitacionales de la materia oscura están bien comprendidos, ya que se comporta como un polvo frío sin interacción ni emisión electromagnética que se distribuye como halos alrededor de galaxias. La materia oscura nunca ha sido detectada hasta ahora en laboratorio: la naturaleza de la física de partículas de la materia oscura es completamente desconocida. Sin embargo, hay varios candidatos, como una partícula supersimétrica, una WIMP, un axión, un MACHO o incluso una modificación de la gravedad con pequeñas aceleraciones (MOND) o un efecto de la cosmología de branas.

La física en el centro de las galaxias (ver Galaxia activa y Agujero negro supermasivo) puede dar algunas pistas sobre la naturaleza de la materia oscura.


Energía oscura

Si el Universo fuera plano, tendría que haber un componente adicional formando el 73% (además del 23% de materia oscura y el 4% de bariónica) de la densidad del universo. Este componente es llamado energía oscura. Para no interferir con la nucleosíntesis del Big Bang y la radiación de fondo de microondas, no puede agruparse en halos como los bariones y la materia oscura. Hay fuertes pruebas observacionales para la energía oscura, como la masa total del Universo es conocida y se mide que es plano, pero la suma de materia agrupada es medida ajustadamente y es mucho menor que esta. El caso de la energía oscura fue reforzado en 1999, cuando las medidas demostraron que la expansión del Universo estaba acelerando, más rápido que durante la inflación cósmica.

Sin embargo, aparte de su densidad y sus propiedades de agrupación, nada se conoce sobre la energía oscura. La teoría cuántica de campos predice una constante cosmológica junto con la energía oscura, pero 120 órdenes de magnitud más grande. Steven Weinberg y varios teóricos de cuerdas (ver paisaje de cuerdas) han usado esta prueba para el principio antrópico, que sugiere que la constante cosmológica es tan pequeña porque la vida (y de esta manera los físicas que hacen observaciones) no pueden existir en un Universo con una gran constante cosmológica, pero mucha gente encuentra que esta es una explicación insatisfactoria. Otras posibles explicaciones para la energía oscura son la quintaesencia o una modificación de la gravedad en escalas grandes. El efecto en cosmología de la energía oscura que estos modelos describen es dada por la ecuación de estado de la energía oscura, que varía dependiendo de la teoría. La naturaleza de la energía oscura es uno de los problemas más desafiantes en cosmología.

Una mejor comprensión de la energía oscura nos permitiría resolver el problema del destino último del Universo. En la época cosmológica actual, la expansión acelerada debida a la energía oscura que se inició hace 6145 millones de años 2​ previene la formación de estructuras más grandes que los supercúmulos. Si la energía oscura corresponde realmente a la constante cosmológica de Einstein (ecuación de estado w=-1) entonces la expansión acelerada continuará indefinidamente. Mientras que si no es así, pueden darse dos situaciones, que la ecuación de estado sea -1/3>w>-1 y entonces la aceleración se reducirá, o que la ecuación de estado sea w<-1 (Energía fantasma) en cuyo caso la aceleración se incrementará, causando un Big Rip.


Otras áreas de investigación

Los cosmólogos también estudian:


Si los agujeros negros primordiales se formaron en nuestro Universo y qué les ocurre.

El límite GZK para rayos cósmicos de alta energía y si señala un fallo de relatividad especial de alta energía.

El principio de equivalencia y si la Teoría general de la relatividad de Einstein es la teoría correcta para la gravedad y si las leyes de la física fundamentales son las mismas en cualquier parte del Universo.


Cosmología física alternativa

Se entiende por cosmología alternativa todas aquellas teorías, modelos o ideas cosmológicas que contradicen el modelo estándar de cosmología:


Ambiplasma, una cosmología de plasma

Expansión cósmica en escala de C. Johan Masreliez

Luz cansada

MOND de Mordehai Milgrom

Cosmología de branas

Modelo de Randall-Sundrum

Modelo cíclico

La Cosmografía

La cosmografía es la ciencia que describe las características del universo en forma de mapas, combinando elementos de la geografía y la astronomía. El término cosmografía aparece en la obra de Claudio Ptolomeo (siglo II d. C.).

En el siglo XVI se utilizó en España para designar a la escuela creada por la Casa de Contratación de Sevilla, para englobar todas las materias relacionadas con la navegación transatlántica, en la que era imprescindible la preparación matemática y conocimientos de Astronomía.

Previamente, la acumulación de saber cosmográfico en el suroeste de Europa había sido muy importante desde los siglos finales de la Edad Media, fundamentalmente en los reinos cristianos peninsulares que, para liberarse del monopolio que tenían los comerciantes italianos (sobre todo genoveses) en el comercio con Oriente, a través del Imperio Otomano, experimentaron la navegación atlántica hasta los puertos flamencos, se extienden hacia el sur a costa de los musulmanes, buscando un camino hacia Oriente que no atravesara tierras otomanas: tanto Portugal (Enrique el Navegante y la escuela de Sagres), buscando la ruta a la India rodeando África, como la Corona de Aragón (portulanos mallorquines), y Castilla que, buscando la ruta a Oriente (a la India y China) navegando hacia Occidente, culmina con el Descubrimiento de América.

Una cuestión importante es que, tanto en Portugal como en Castilla, se tenían estos conocimientos en el más absoluto secreto, para que los navegantes de otras naciones no supieran lo que ellos conocían. Algunos cosmógrafos sobresalientes fueron Martín Cortés de Albacar, Juan López de Velasco o Pedro Ambrosio de Ondériz.


La Cosmogonía

Cosmogonía (del griego κοσμογονία, kosmogonía o κοσμογενία, kosmogonía, derivado de κόσμος, kosmos ‘mundo’ y la raíz γί(γ)νομαι, gígnomai / γέγονα, gégona, ‘nacer’) es la narración mítica o un modelo, que pretende dar respuesta al origen del universo y de la propia humanidad.

Generalmente, en ella se nos remonta a un momento de preexistencia o de caos originario, en el cual el mundo no estaba formado, pues los elementos que habían de constituirlo se hallaban en desorden; en este sentido, el relato mítico cosmogónico presenta el agrupamiento —paulatino o repentino— de estos elementos, en un lenguaje altamente simbólico, con la participación de elementos divinos que pueden poseer o no atributos antropomorfos.

La cosmogonía pretende establecer una realidad, ayudando a construir activamente la percepción del universo (espacio) y del origen de dioses, la humanidad y elementos naturales. A su vez, permite apreciar la necesidad del ser humano de concebir un orden físico y metafísico que permita conjurar el caos y la incertidumbre.

Desde la antigüedad, los mitos han sido relatos compuestos por acciones simbólicas que se transmitieron por generaciones para ofrecer respuestas sobre el origen del universo y del hombre, relacionándolos con dioses y mensajeros que actuaban en nombre de estos.

Los mitos ofrecieron a las distintas culturas una visión integradora del mundo, al facilitar su percepción de los fenómenos que le parecían extraños a una creencia colectiva que dio origen a los que los acompañaron y proporcionaron la seguridad psicológica para la construcción de una identidad para la vida en comunidad.

En los mitos, algunos investigadores han señalado que los dioses suelen representar las fuerzas elementales de la naturaleza, que pueden percibir, de los cuales se derivan los fenómenos naturales que condicionaron sus vidas. Sin embargo, este postulado simplista y etnocéntrico ha ido quedando progresivamente superado para dar cuenta del mito como un especial espacio simbólico a partir del cual el ser humano puede atribuir significados (conscientes e inconscientes) a deidades, héroes y acciones míticas en estrecha relación con la vida psíquica, intersubjetiva, social y cultural. Esto quiere decir que un determinado mito puede tener relación con el proceso de madurez interno de determinada persona, pero también puede servir para generar cohesión social en una comunidad, o para legitimar determinadas estructuras de poder; no existe una explicación unívoca.


Etimología de la palabra «mito»

La palabra «mito» deriva del griego mythos, que significa ‘palabra’ o ‘historia’. Un mito tendrá un significado diferente para el creyente, para el antropólogo y para el filólogo. Esa es precisamente una de las funciones del mito: consagrar la ambigüedad y la contradicción. Un mito no tiene por qué transmitir un mensaje único, claro y coherente.

La mitología no es sino una alternativa de explicación frente al mundo, que recurre a la metáfora como herramienta creativa. Entonces, los relatos se adaptan y se transforman de acuerdo a quien los cuenta y el contexto en el que son transmitidos. Los mitos no son dogmáticos e inmutables sino que son fluidos e interpretables.


Cosmogonías

En general, las narraciones cosmogónicas no solo representan una configuración del universo, desde el punto de vista de estudiar lo que es en tanto que es y existe como sustancia de los fenómenos (visión ontológica), sino que de ellas también se derivan ciertas necesidades éticas para la preservación en la unidad del mismo.


Cosmogonías griegas

Las cosmogonías griegas narran el origen del mundo que parte del caos, para que en un acto de creación divina se imponga el orden. Esta acción marcará el principio del ser y del bien para el pensamiento griego, en donde el ser no puede ser informado porque el mal se acerca a la carencia de límite. Esta visión la recoge Hesíodo en su Teogonía y también Platón en el relato del demiurgo presente en el Timeo. Cabe destacar que en las cosmogonías griegas el orden se va imponiendo de una manera violenta, por las luchas entre los dioses, mientras que en la cosmogonía judeocristiana el orden surge por el poder de la Palabra de Dios.


Cosmogonía judeocristiana

En la cosmogonía judeocristiana, el origen del mundo está presente en el Génesis (el primer libro de la Biblia), que relata cómo Dios empezó a crear el mundo «en un principio». La teología cristiana utiliza el término ex nihilo para sustentar y referirse a la creación universal partiendo de la nada. Génesis 1 Reina-Valera 1960 (RVR1960) -La creación:


1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.


La creación es un proceso que tiene lugar con un principio: 'Hágase la luz', y luego separación de: la tierra de los cielos, la tierra de las aguas, la luz de la oscuridad. Es decir, se procede por separación de componentes partiendo del caos primigenio. San Ignacio de Loyola, en su: 'Relato del peregrino', dictado a Luis Gonçalves de Cámara, dijo: 'Una vez se le presentó en el entendimiento con grande alegría espiritual el modo con que Dios había creado el mundo, que le parecía ver una cosa blanca, de la cual salían muchos rayos, y que de ella hacía Dios lumbre.


El pensamiento científico y la cosmogonía contemporánea

Las teorías científicas proporcionan actualmente al imaginario popular los elementos para la descripción del origen del universo y lo que hay en él; orígenes que anteriormente eran explicados solo a través de la cosmogonía presente en las diferentes religiones. Así, actualmente las ciencias describen la evolución del universo, particularmente a través de la teoría del Big Bang; y el origen y la evolución de la vida, a través de la teoría de la síntesis evolutiva moderna.

El pensador Teilhard de Chardin propone una reconciliación entre el punto de vista científico y el de la religión cristiana, interpretando la génesis como una transformación organizada de la materia a través del tiempo, desde niveles simples como los átomos hasta niveles mucho más complejos, como la especie humana. Sin embargo, no considera al hombre como la culminación de la evolución sino como un paso intermedio hacia lo que denomina el Punto Omega de unidad final con Dios preexistente. Aunque las ideas de Teilhard de Chardin fueron rechazadas inicialmente por parte de la doctrina católica, el papa Benedicto XVI ha admitido que el jesuita francés fue un gran visionario a este respecto.

Dentro del ámbito de las ciencias naturales, Richard Dawkins (1941–), en su texto El gen egoísta (1976), narra la descripción científica del origen de la vida como el momento en el cual aparece sobre la Tierra una molécula, formada accidentalmente, que tenía la propiedad de crear copias de sí misma (un protobionte). Luego, a partir del ancestro común universal, Dawkins explicará el desarrollo de la vida (evolución biológica), describiendo las diversas ramificaciones en especies en lo que él denominó «errores en la replicación».