¡Que Satanás esté contigo y con tu alma ahora y siempre!
¡Que Lucifer te guíe en la vida y te conceda todos tus deseos!
¡Que Belial te sostenga con sus fascinantes alas, haciéndote sentir las delicias de las reuniones satanistas!
¡Que Lusbel te acaricie en la dicha espiritual y física suprema!
¡Que Asmodeus te proteja contra los enemigos terrenales y celestiales, llevando la desgracia a todos sus esfuerzos!
¡Ethan!
(también llamada Bendición Satánica)
Creo en Satanás, Señor omnipotente, omnipresente y omnisciente, ¡dominador de la tierra y de todas las cosas visibles e invisibles! Creo en Lucifer, el propagador de la luz, ¡que será mi guía en todos mis pasos en esta vida y en la otra! ¡Creo en Belial, el Señor dador de vida, que inspira pensamientos oscuros por toda la tierra! ¡Creo en la Congregación Satánica, formada por todos los seres libres, lúcidos y victoriosos, que llegará a dominar todo el orbe terrestre! ¡Creo en la felicidad infernal de la vida futura, que obtendré como recompensa por mi fidelidad a las huestes del Infierno! ¡Creo en la recompensa que se me promete, que consistirá en los placeres supremos de la vida en el más allá!
¡Ethan!
¡Señor de la Lascivia, estamos reunidos ante tu sacrosanto altar, dentro del Círculo Mágico, completamente desnudos, para seguir el ritmo de la danza que interpretará tu sierva, la sacerdotisa del descaro! ¡Esta danza que interpretaremos tiene figuras simbólicas que nos recuerdan tu dominio absoluto sobre el mundo! A través de este acto, ¡concede a tus adoradores tu bendición y tu protección ahora y por los siglos de los siglos! Señor de la Represalia, ¡sosténnos y concédenos las más puras emanaciones del santísimo aliento ardiente de Satán!
¡Ethan!
(la danza se realiza en círculo, en sentido contrario a las agujas del reloj; los figurantes están desnudos y pueden tocar los cuerpos de sus compañeros)
¡Señor de los infortunios, Padre de las conspiraciones! ¡Aquí estamos reunidos para darte gloria y mostrarte nuestra gratitud por la gran ayuda que nos prestas! Ahora, Señor, bendice este rito de unción y haz bendito a quien se unge ante tu altar. Concede a sus compañeros, que saborearán este elemento en el propio cuerpo del operador, los poderes ocultos que emanan de la voluntad satánica. ¡Dales la fuerza para llevar a cabo todos sus planes! Concédeles apoyo en todos sus esfuerzos. ¡Te lo pedimos en tu nombre, Señor Incontestable!
¡Ethan!
¡Cantaremos las alabanzas del Señor Depravado porque él es la alegría de nuestro espíritu!
¡Cantaremos las glorias del Señor Indiscernible porque él es la protección que desciende sobre sus adoradores! ¡Cantaremos la fama sin mancha del Señor de la Obscenidad porque él nos protege de las dificultades de la vida y de las fricciones de las leyes! ¡Cantaremos el amor inquebrantable del Señor Destrozado porque nos protege de las agresiones de nuestros enemigos que se atreven a irrespetar la sacrosanta ley de Satán! ¡Cantaremos la próxima victoria de las Huestes del Deshonor que impondrán la severa ley de la Verdad Negra! ¡Danos, Señor de la Injuria, la bendición del amor, la paz y el derecho de la venganza y el odio! ¡Todo esto te pedimos en nombre de ti mismo, ahora y siempre!
¡Ethan!
(esto también se llama la Presentación del Cántico)
Te ofrecemos, Satán, Señor de las Huestes Infernales, el Cáliz bendito de tu poder. En su centro están reunidos nuestros errores, nuestras faltas y nuestras omisiones, cubiertos con el líquido sagrado obtenido mezclando los tres elementos mágicos: ¡el Agua de la Tierra, el Vino de la Planta y el Semen del Hombre! ¡Absorbe con tu voluntad la esencia de este triple líquido y con él lava los errores, las faltas y las omisiones que hemos depositado en este Cáliz! ¡Da tu bendición al líquido del Cáliz, para que todos los que lo tomen con sus labios reciban tu bendición y sean purificados por tu gracia infinita!
¡Ethan!
¡Yo, humilde terrícola, uno de los hijos de la amadísima Eva y hermano del injustificado Caín, confieso a Satanás, el Señor Todo Indomable, presentando las faltas que tuve durante la pasada Luna, los errores de omisión en el cumplimiento de su voluntad y las faltas resultantes de mi incapacidad para cumplir perfectamente sus órdenes!
¡Así que ruego a los Poderes de la Desgracia que me concedan el perdón por mis faltas y me den el valor y la fuerza para cumplir mejor el elevado ideal de mi Señor!
¡Ethan!
(esta oración es siempre privada y se recita en voz alta; luego, en voz baja, enumera tus faltas)