¡Yo, humilde terrícola, uno de los hijos de la amadísima Eva y hermano del injustificado Caín, confieso a Satanás, el Señor Todo Indomable, presentando las faltas que tuve durante la pasada Luna, los errores de omisión en el cumplimiento de su voluntad y las faltas resultantes de mi incapacidad para cumplir perfectamente sus órdenes!
¡Así que ruego a los Poderes de la Desgracia que me concedan el perdón por mis faltas y me den el valor y la fuerza para cumplir mejor el elevado ideal de mi Señor!
¡Ethan!
(esta oración es siempre privada y se recita en voz alta; luego, en voz baja, enumera tus faltas)