Dígnate, Señor inquebrantable, bendecir esta carne que ofrecemos para glorificarte. ¡Que sea bendecida por ti y que, al probarla, tus fieles adoradores reciban las emanaciones de tu amor! Separada del ser vivo que te ofrecimos anteriormente, ¡la reservamos como ofrenda especial para ti y tus Huestes Inmundas!
¡Que las bendiciones satánicas desciendan sobre este elemento para que esté plagado de las influencias de los Poderes Nefastos y, cuando lo absorbamos, recibamos estos efluvios en nuestro ser para que tengan el poder y la fuerza necesarios para la conquista de todos nuestros deseos!
¡Ethan!
