Dígnate, Señor de la Inmundicia, reunirte con tus fieles adoradores para bendecir este elemento emitido por los órganos de nuestro cuerpo y destinado a diferentes ritos.
Señor del Resentimiento, haz que esta orina, obtenida de todos los presentes, sea un bálsamo saludable para nuestras experiencias físicas y espirituales. ¡Este líquido contiene elementos de nuestro cuerpo físico y otros de nuestro cuerpo anímico! Por esta razón, ¡el líquido representa las fuerzas agotadas de nuestros órganos, perfectamente mezcladas y recibidas por tu magnánima bondad!
¡Señor Impenitente, concédenos en este rito las bendiciones que emanan de tus manos y el amor que podemos disfrutar de tu mirada!
¡Ethan!