¡Dígnate, Señor de la Ira, bendecir este alimento cuya blancura agrada a la vista y cuyo sabor deleita el alma!
En los diversos ritos en que se presenta, la leche nos sirve de alimento material y espiritual, ¡porque en ella se encuentra la bendita emanación procedente del Señor de la Venganza!
¡Que Satanás bendiga esta leche y la haga digna de ser bebida por sus fieles adoradores! ¡Que Lusbel, el Señor de la Leche de Almendras, conceda efluvios espirituales a este precioso alimento que ofrecemos a los Poderes Impíos! ¡Que las emanaciones de estos Poderes nos fortalezcan y nos hagan poderosos para el cumplimiento de nuestros deseos!
¡Ethan!