Señor de los turbulentos, ¡defiéndenos de nuestros enemigos visibles e invisibles! ¡Líbranos de los poderes contrarios a tu bendito dominio en la tierra y en todas partes! Dignifícate, Satán, Señor Nefasto, para darnos la gracia de poder triunfar sobre los que ¡nos desagradan! ¡nos desagradan! ¡Lánzales un rayo para deslumbrarlos y dañarlos! ¡Anula su deseo de impedir que te alabemos y cantemos las glorias de la única y verdadera entidad espiritual! ¡Bendice hoy, Señor Intangible, y concédenos la serenidad para llevar a cabo tu culto victoriosamente hoy y siempre!
¡Ethan!