¡Dígnate, Señor del Error, consagrar esta herramienta para que sirva como método disciplinario entre tus fieles adoradores! Reconocemos que, a pesar de nuestra buena voluntad, ¡a veces cometemos errores y no hacemos las cosas que deberíamos hacer para alegría de los Poderes Insolentes! ¡Nos castigamos unos a otros con este látigo para revigorizar nuestra fe, recordar nuestras omisiones y corregir nuestros errores! ¡Tú, Señor de los Defectos, haz que cada golpe de este látigo sea una bendición para concedernos un mayor compromiso con la realización del Reino de Satán en la Tierra!
¡Ethan!
(el látigo debe tener diez hilos independientes y se utiliza para disciplinar a los desatentos o cuando uno de los asistentes solicita un determinado número de golpes)
