Señor Incestuoso, ¡te presentamos los siete metales utilizados en tu sacrosanto culto! ¡Tú haces que este plomo se vuelva más pesado por efecto de las Fuerzas Siniestras! ¡Tú haces que este cobre se vuelva más rojo por efecto de las llamas infernales! Haces que este estaño sea más maleable por efecto del calor del infierno. ¡Haces más voluble este mercurio por efecto de los venenos emitidos por los pozos malditos de tu negra e infantil morada! ¡Haces más duro este hierro por la crueldad de tu venganza! ¡Haces más pura esta plata por la voluntad cristalina de Satán! ¡Tú haces este oro más brillante por la luz fosforescente que emana de tus cuernos endurecidos! ¡Señor de la Discordia! Bendice estos metales y si, por casualidad, realizamos algún trabajo con alguno de ellos, ¡haz descender sobre él toda la aprobación de las Horribles Fuerzas del Infierno! ¡Que cada uno de estos metales sirva como acumulador de poderes infernales emanados directamente de la voluntad de Satán!
¡Ethan!
(Los metales son: plomo, cobre, estaño, hierro, mercurio, oro y plata. Cada uno está expuesto junto a la piedra según el día: sábado (plomo), viernes (cobre), jueves (estaño), miércoles (mercurio), martes (hierro), lunes (plata) y domingo (oro). Se exponen en forma de pequeños ladrillos)
