Señor de la Desesperación, ¡cada uno de tus fieles adoradores ha proporcionado una moneda para ser recogida en una jarra y colocada junto a tu Altar! ¡Estas monedas representan fortunas incalculables que puedes ofrecer a cada uno de tus siervos adoradores! ¡Ominoso Señor! Así como te hemos dado dinero, ¡danos millones de veces el valor de estas monedas! ¡Concédenos la riqueza que es una de las formas de conquistar el mundo y haz que se multiplique en nuestras manos para que podamos repartir mejor el dolor, la desgracia, la miseria y el hambre entre los pueblos que aún no han tenido la oportunidad de conocerte mejor! ¡Bendice, Señor Inexpresable, este frasco de monedas, concentrando en ellas todo tu rencor, toda tu venganza! ¡Te lo pedimos en tu nombre, Señor de la Crueldad!
¡Ethan!
(Cada asistente debe depositar al menos una moneda en el tarro, preferiblemente una vieja)