Las invocaciones pueden ser realizadas por separado o como un solo ritual. Antes de la invocación, mezcla tinta roja con unas gotas de tu propia sangre y dibuja los carácteres que representan el nombre de Lilith en hebreo, en tu palma izquierda: לילית
Y el nombre de Samael en tu palma derecha: סמאל
Llena el cáliz con vino rojo y colócalo en el altar.
Invocación de Lilith
Colócate en una posición cómoda ya sea de pie o acostado. Pon el sigil en altar con dos velas a los lados de éste, una roja y una negra, y concéntra toda tu atención en el sigil. Mientras contemplas el sigil canta el mantra: "Lilith, Layil, Ardat-Lili, Laylah." Visualiza el sigil brillando y tomando vida. Siente como tu cuerpo se carga con la energía que fluye a través del sigil, vibrando y llenándote con la esencia Draconiana de Lilith, la cual cambia tu consciencia y abre tu alma para las energías de la Diosa. Al mismo tiempo, siente cómo la atmósfera en tu espacio ritual se densifica. Cuando te sientas listo para realizar el ritual, finaliza el mantra y comienza la invocación.
Madre Oscura que vienes por la noche en las alas de las sombras, Ama Lilith, escucha mi llamado y ven a mi!
Resguárdame bajo el doblez de tu prenda del calor ardiente del sol. Protégeme de los vientos abrasadores del desierto. Ocúltame con tu sombra de la luz cegadora. Ven a mi, desde las cavernas del Mar Rojo y despierta en mí el poder del Dragón en mi templo de carne. Yo alabo tu nombre, que es más hermoso que el amanecer e incomparablemente más maravilloso que el ocaso que abre las puertas de la Noche. Bendíceme con tu amor y despierta el Deseo en mi alma con tu toque gentil.
El mundo despierta a la vida en tu abrazo y las puertas de Sitra Ahra están abiertas a aquellos que se atreven a caminar tu sendero.
Yo te llamo, Antigua! Yo te invoco, Madre de Demonios, la que se sienta en el trono en medio de aquellos que gobiernan el mundo. Todos los que han sido creados por ti y de tu propia esencia te sirven. Creadora y Destructora, aquella cuya rostro is resplandeciente en el lado derecho y oscuro en el izquierdo, ven a mí!
Entra a través de mi mano derecha. Entra a través de mi mano izquierda. Desciende hacia mi carne la que te ofrezco como templo y manifiéstate a través del altar de mi alma inmortal. Yo te convoco por el poder de tus nombres:
Lilith, Layil, Ardat-Lili, Laylah
Madre del Pecado, revélame tu verdadera forma, habla con la verdad y responde con la verdad.
Concédeme el conocimiento y la sabiduría de la Noche. Levanta mi espíritu y permítele entrar en tu reino oscuro en el lado Oscuro de la Luna.
Yo te llamo en el nombre del Dragón,
Ho Orphis Ho Archaios,
Ho Drakon Ho Megas!
Cuando finalices las palabras de invocación, bebe el Sacramento del cáliz. Siéntate o recuéstate y ábrete a las energías que se manifiesten en tu espacio ritual y en tu consciencia. Permite que la experiencia fluya libre y espontáneamente. Observa el templo y percibe los fenómenos que se manifiesten en el espacio ritual cuando Lilith venga a través de las puertas de la Noche. O cierra tus ojos y permítele manifestarse y hablarte a través de tu mente interior. Si no experimentas ninguna manifestación tangible o visiones concretas, simplemente escribe todos los pensamientos que tengas después del trabajo y medita en ellos por un rato, ya que éstos pueden ser mensajes de la Diosa. Agradécele por su presencia y cierra el ritual.
Invocación de Samael
De pie o sentado en una posición cómoda, coloca el sigil en el altar con dos velas a los lados y comienza a concentrarte en él. Mientras lo contemplas canta el mantra: "Samael, Shemal, Saklas, Chavayoth." De nuevo, visualiza el sigil brillando y tomando vida. Siente cómo tu cuerpo se carga con la energía que fluye a través del sigil, vibrando y llenándote con la esencia Draconiana de Samael la cual cambia tu consciencia y abre tu alma a las energías del Dios del Qlipoth. Puedes visualizar tu aura ser llenada con llamas rojas y doradas, las cuales se encuentran de igual modo alrededor de ti. Siente como la atmósfera en tu espacio ritual se vuelve densa. Cuando te sientas listo para realizar el ritual, deja de cantar el mantra y comienza la invocación:
Antigua Serpiente, Samael, escucha mi llamado y ven a mi. Responde mi plegaria y guíame hacia la iluminación y la libertad. Enciéndeme con tu esencia. Lleva mi voz en las alas de la Noche.
Protégeme de los clamorosos vientos del desierto. Golpéame con tu fuerza divina como un rayo y rasga mi mente y mi alma en la comunión herética del dolor y el deleite. El mundo despierta a la vida en tu abrazo y las puertas de Sitra Ahra están abiertas a aquellos que se atreven a caminar tu sendero!
Yo te llamo, Antiguo! Yo te invoco, Padre de Demonios, aquel que se sienta entronado a la mitad de los que gobiernan el mundo. Todos los que han sido creados por ti y de tu esencia te sirven. Creador y Destructor, cuyo rostro es luminoso en el lado derecho y oscuro en el izquierdo, ven a mi!
Entra a través de mi mano derecha. Entra a través de mi mano izquierda. Desciende hacia mi carne la cual te ofrezco como templo y manifiéstate a través del altar de mi alma inmortal. Yo te convoco por el poder de tus nombres:
Samael, Shemal, Saklas, Chavayoth
Padre del pecado, revélame tu forma verdadera, habla con la verdad y responde con la verdad.
Aniquila el mundo y enséñame los caminos de la creación y la destrucción. Uíame a través de las puertas de la Lujuria hacia el Jardín del Placer!
Yo te llamo en el nombre del Dragón,
Ho Orphis Ho Archaios
Ho Drakon Ho Megas
Cuando hayas terminado las palabras de invocación, bebe el Sacramento del cáliz. Siéntate o recuéstate y ábrete a las energías que se manifiesten en tu espacio ritual y en tu consciencia. Observa el templo y siente los fenómenos que se manifiesten en el espacio ritual cuando el Dios oscuro del Qlipoth venga a través de las puertas de la Noche. O cierra tus ojos y permítele manifestarse y hablarte a través de tu mente interior.
De nuevo, si no experimentas ninguna manifestación tangible o visiones concretas, simplemente escribe todos los pensamientos que puedas tener después del trabajo y medita en ellos por un rato, tratando de vislumbrar si son mensajes personales del Dios.
