segunda-feira, 4 de junho de 2018

El Dios Incognoscible


Para los Gnósticos, por encima del dios creador del mundo y del hombre hay otro Dios. El dios creador no es el único dios. Hay por sobre él otro Dios, infinitamente superior y perfecto. Este Dios, incognoscible para el hombre, está fuera de toda esta creación infernal e impura. Ningún hombre puede conocer a este Dios a través de su cuerpo y de su alma, imperfectos y creados. Sólo el hombre que se ha liberado totalmente de eso puede tener una pequeña idea, un atisbo de intuición de lo que es ese Dios que está por fuera de este universo finito y limitado. Los antiguos griegos lo llamaban Theos Agnostos, el Dios Desconocido. Este Dios, es para los Gnósticos un Dios no solo desconocido sino imposible de conocer, es incognoscible, por lo menos con nuestra forma ordinaria de ser en este mundo. Con un cuerpo y un alma no podemos tener la más pequeña idea de lo que es este Dios que está afuera de todo este sistema y que es infinitamente superior al dios creador. Un Dios imposible de conocer desde este cuerpo y alma, desde este universo creado de materia y tiempo. Este Dios no pertenece a un plano material sino a uno antimaterial. Es un Dios antimateria, aborrecedor del infierno de la materia creada, al que desde nuestro estado actual no podemos conocer, ni siquiera imaginar. Es un misterio para nosotros. Este Dios Incognoscible es como un fuego inconcebible e inefable. El es el Dios Verdadero. Pero este Dios Verdadero, normalmente inalcanzable, no puede manifestarse ni actuar en este universo impuro e imperfecto, en estas dimensiones infernales de la materia y el tiempo creados. Sólo en casos excepcionales el Dios Incognoscible puede penetrar en estas dimensiones, a través de algún Enviado suyo, a fin de producir algún cambio, generalmente pequeño, con gran sacrificio. Esto sucede sólo en muy raras ocasiones, cuando están dadas las condiciones aquí, en este infierno material.