Introducción
"Hay dos senderos: uno que viene y otro que va."
Liber Berachat I, 1.
Hay dos métodos gnósticos en el sistema de contemplación de la O.T.O.A.: Noesis y Zothyria. Ambos son dos métodos muy provechosos en la tradición gnóstica de dicha orden y cada uno de ellos tiene su propio punto de partida, aunque ambos confluyen en la misma meta, la iluminación espiritual, la Gnosis.
La Noesis está relacionada con la búsqueda del conocimiento directamente en los mundos ideales de su propia existencia ideal. Es de esta forma directa como asciende el iniciado al mundo espiritual, donde reside su Ego transcendental, y hace descender a su mundo de experiencia física estos elementos ideales. En realidad lo que hace el mago en la Noesis es ascender a la fuente misma del la existencia y recorrer hacia abajo el sendero involutivo de la emanación. Para ello tiene que recurrir a los seres ideales que habitan el mundo arquetípico (dioses, loas, ángeles, orishas o devas), los cuales le ayudan en su trabajo de hacer descender la idealidad a su realidad objetiva y transformarla de acuerdo con ella. Para esto debe introducir en su realidad física los elementos necesarios de cambio que percibe a través de los contenidos ideales, pero de forma muy cuidadosa para no perturbar el presente de una forma drástica y brusca, sino a través de elementos que actúen en el futuro. Pero para ello el gnóstico noético debe querer, saber y atreverse a ascender a los planos superiores y posteriormente callar los resultados obtenidos, es decir, no divulgarlos a los no iniciados. Estos cuatro axiomas clásicos del Hermetismo son aplicables siempre al trabajo gnóstico y mágico.
Nada es posible en la magia sin que el practicante posea la VOLUNTAD necesaria para realizar los procesos que harán posible su obra. Asimismo debe obtener el CONOCIMIENTO imprescindible de la técnica que debe emplear, porque sin una sistemática derivada de la experiencia de los que antes que él recorrieron el Sendero, puede dar vueltas eternamente por mundos extraños sin llegar a su meta. Sobre todo debe ATREVERSE a realizar las prácticas imprescindibles para su ejecución, porque no hay experiencia si uno no se atreve a operar de forma práctica y porque el conocimiento sin experiencia solo es pura teoría. Por último, una vez conseguida dicha experiencia, es decir conocimiento coagulado a través de la acción, debe CALLAR, o sea que no debe gritar a los cuatro vientos sus resultados, para que estos adquieran fuerza y vigor y además no irrumpan de forma brusca en el mundo que le rodea. Deberá comunicar sus resultados exclusivamente a aquellos que se encuentran en un nivel de desarrollo suficiente como para que estos conocimientos no les sean perturbadores o peligrosos. Empleará para ello un lenguaje "hermético" en el que el símbolo y la analogía sean los supremos reveladores de la realidad oculta. La Zothyria, el otro método gnóstico usado en la O.T.O.A., tiene un punto de comienzo completamente opuesto a la Noesis, pues parte de los niveles inferiores para seguir el sendero de la evolución.
En el método zothyriano se realiza un proceso de construcción contemplativa por el que se levanta una estructura de forma análoga al método científico. Para ello hay que seguir unas líneas de dirección que partiendo del mundo material van más allá, a los mundos sutiles. Ello va acompañado de un incremento del espectro de la consciencia del mago, que le hace posible seguir estas líneas. El mago zothyriano trabaja sobre su propia naturaleza, su propia existencia física, purificándola y perfeccionándola para que en dicho crisol puedan cristalizar las realidades que oculta.
Por eso el mago de la O.T.O.A. debe usar ambos senderos del conocimiento gnóstico, porque ambos producen una unidad armónica y perfecta entre las fuerzas cósmicas lunares o magnéticas y las fuerzas cósmicas eléctricas o solares, que existen dentro de sí mismo, estableciendo además una perfecta conjunción mágica entre el mundo tal como es (Zothyria) y el mundo tal como llegará a ser (Noesis) pero que ya es de forma ideal.
En el sistema del Tarot vuduista usado por la O.T.O.A., el método zothyriano está principalmente representado por las 16 cartas del llamado "Tarot de Racine" y el método noético por las 16 cartas del "Tarot de Padern". Estos Tarots recogen y exponen de forma simbólica los antiguos modelos heredados de Atlantis por los iniciados de Africa Occidental y llevados posteriormente a las Antillas con el comercio de esclavos. Estos modelos simbólicos enseñan las verdades fundamentales que subyacen en la existencia física y en los mundos ideales.
Los Tarots están basados en una especie de Cábala denominada "Cábala Criolla",desarrollada en Haití, Jamaica, Martinica y Guadalupe, con la mezcla de elementos afroatlantes y otros derivados del mundo esotérico europeo llevado por los colonos franceses: francmasonería, rosicrucianismo, martinismo, cabalismo, etc.
El Tarot Vudú de 32 cartas es una proyección de dos campos: uno de magnetismo negativo o lunar (Tarot de Racine) y otro de electricidad positiva o solar (Tarot de Padern), ambos de 16 cartas, correspondientes a los 16 niveles del sistema Vudú. Estos Tarots son los Misterios de la enseñanza esotérica criolla y a través de sus símbolos se accede a las fuerzas invisibles que subyacen tras ellos. El Tarot de Racine, que expresa el método zothyriano, erige sus ideas o formas a partir de la propia existencia del llamado mundo de Assiah por los cabalistas e Id transcendental por la psicología esotérica de la O.T.O.A. El Tarot de Padern, que expresa el método noético, extrae las ideas o fuerzas arquetípicas del mundo llamado por los cabalistas Atziluth y Ego transcendental por la psicología esotérica de la O.T.O.A., para hacerlas descender hacia el mundo de la existencia del mago.
El Tarot de Racine se origina en el Malkuth de Assiah del Arbol de la Vida cabalístico y asciende a Yesod de Yetzirah y el Tarot de Padern se origina en el Kether de Atziluth y desciende hacia Tiphareth de Briah. Ambos se unen en la consciencia del mago produciendo en ella un cambio que convierte a éste en un adepto. El resultado es lo que los antiguos alquimistas y rosacruces denominaban la Gran Obra. Esta Gran Obra es el producto de la unión o fusión de los "contrarios", corrientes lunar y solar.
Los procesos iniciáticos que se producen al trabajar con las fuerzas sutiles a través de estos Tarots, tienen como resultado la consagración del iniciado. El mismo encuentra la representación ideal de sí mismo en el Templo o diagrama simbólico de su propia individualidad ideal. Este Templo mandálico se denomina en el Vudú: Peristyle, y es en éste donde se realiza la consagración mediante la unión de las energías lunares y solares que representan estos Tarots.
De ahí que la confección del diagrama del Peristyle sea algo básico e imprescindible para la manifestación de estas fuerzas sutiles. Pero siempre debemos tener en cuenta que el Peristyle es la representación física de la existencia individual del propio iniciado.
En el diagrama del Peristyle Vudú, se llama "Midi" al punto central del mismo, allí donde se entrecruzan las energías que provienen de distintas direcciones simbólicas. Asimismo dos líneas que se cruzan en el "Midi", formando una cruz, separan el diagrama en cuatro cuadrantes, dos de ellos llamados del "Día" y otros dos llamados de la "Noche", correspondiendo los primeros a las zonas "positivas" o luminosas de la existencia y los segundos a zonas "negativas" u oscuras de la existencia.
El Día y la Noche son más bien realidades metafísicas y como hemos dicho tienen dos cuadrantes cada uno, correspondiendo cada cuadrante a un poder, por lo que puede decirse que hay dos poderes mágicos del Día y dos poderes mágicos de la Noche.
Cada uno de estos cuatro poderes está a su vez formado por dos fuerzas opuestas que se representan en el Vudú como parejas de Loas (dioses) llamados Gemelos (Marassas). Hay dos Gemelos del Día (Marassas du Jour) y dos Gemelos de la Noche (Marassas du Nuit). Los Gemelos del Día corresponden a cuatro principios metafísicos positivos del universo que se encuentran en equilibrio entre si por parejas. Los Gemelos de la Noche corresponden a cuatro principios metafísicos negativos del universo que se encuentran también equilibrados por parejas. Al mismo tiempo las cuatro parejas de Gemelos se encuentran equilibradas entre sí, de tal forma que cada dos de estos ocho principios, que forman una pareja de Gemelos, son entre sí uno positivo y otro negativo, y asimismo cada pareja de Gemelos se complementa con la que se encuentra enfrente suya al otro lado del "Midi". Las propiedades mágicas de estos Gemelos del diagrama del Peristyle se relacionan con influencias planetarias y lunares sobre los signos zodiacales, pero se trata de influencias mágicas astrofísicas y no astrológicas.
Las cuatro direcciones simbólicas del diagrama mágico se denominan en el Vudú: "cruces", habiendo una cruz (Croix) para cada una de estas cuatro direcciones: Norte, Oeste, Sur y Este. Estas cuatro Cruces forman la base esquemática del Tarot Vudú y son las siguientes:
I. La Cruz del Norte.
Es la síntesis del Loa Guedhé Nibbhó (Saturno en Capricornio) y del Loa Mait' Grand Bois d'Ilet (Luna en Escorpio). Ambos constituyen el primer par de Gemelos de la Noche.
II. La Cruz del Oeste.
Es la síntesis del Loa Ogou-Fer (Marte en Cáncer) y del Loa Erzulie (Luna en Tauro). Es el primer par de Gemelos del Día.
III. La Cruz del Sur.
Es la síntesis del Loa Simbi (Mercurio en Géminis) y el Loa Agwe (Luna en Leo). Este es el segundo par de Gemelos de la Noche.
IV. La Cruz del Este.
Es la síntesis del Loa Damballah-Wedo (Mercurio en Leo) y Aida-Wedo (Luna en Géminis). Este es el segundo par de Gemelos del Día.
Los Tarots de Racine y de Padern pueden ser considerados como un medio simbólico, o aun mejor, como un "instrumento" compuesto de símbolos mágicos y realidades iniciáticas, que han de servirnos de gran ayuda para la realización de nuestra empresa espiritual. Como sabemos, el objetivo de dicha empresa consiste en la unión de la consciencia individual con lo Absoluto, con el Creador Eterno, que es el origen y la meta del ser. Este proceso de unión se realiza cuando el iniciado une su propia consciencia individual con la consciencia transcendental de Legbha.
Legbha es el Cristo de nuestro Vudú Esotérico, es el Cristo del Mediodía, cuyo color sagrado es el blanco. Su ciencia es la más alta forma de Sabiduría, pues El es la esencia del Fa. El Fa, o Ifa, emana de Legbha como el sistema de leyes que conforma la mente Cósmica y rige el universo. Los Tarots de Racine y de Padern son una expresión de Ifa, ya que a través de las ideas de iniciación que contienen, representan el sendero de entrada a los aspectos superiores de la consciencia transcendental de Legbha, que está representada por los 16 Espíritus de Ifa. De este modo, los Tarots de Racine y de Padern son el puente de fuego que se tiende desde lo visible a lo invisible, desde lo real a lo ideal. En el Peristyle, o Templo (que es el propio iniciado), Legbha está representado como el "Midi", ya que las ideas de "centro" y "medio" le son propiamente características. Por un lado El es el "centro" de "todo", ya que todo emana desde el centro hacia la periferia y todo regresa desde la periferia hacia el centro, por esto "El es el Primero y el Ultimo". Por otro lado, El es el punto medio y síntesis entre los distintos pares de complementos, por eso se le llama "el punto medio entre los mundos". Tras alcanzar la unidad de consciencia, el iniciado comienza a moverse en el mundo mágico de la consciencia universal, donde Legbha, como Saturno o Guedhé, nos hace comprender la verdad del ser, de las esencias y substancias, permitiéndonos pasar desde el mundo actual de los Arqueones al mundo universal de los Eones. Este proceso está representado por las 32 cartas del Tarot.
En este Apéndice presentamos el Tarot de Racine y el Tarot de Padern.
Las cartas del Tarot de Racine son:
I. Maestro de la Cruz del Norte.
II. Gemelos del Templo.
III. Maestro de las Cuatro Cruces.
IV. Legbha Capricornio.
V. Legbha Escorpio.
VI. Maestro de la Cruz del Oeste.
VII. Gemelos del Diseño Ritual.
VIII. Mago del Triángulo Azul.
IX. Gemelos del Pilar Central.
X. Legbha Acuario.
XI. Maestro de la Cruz del Sur.
XII. Mago de los 16 FA.
XIII. Gemelos del Altar.
XIV. Mago del Triángulo Rojo.
XV. Legbha Leo.
XVI. Maestro de la Cruz del Este.
Las cartas del Tarot de Padern son:
I. Iniciado de la Cruz del Norte.
II. Acólito de la Cruz del Norte.
III. Sacerdote de la Cruz del Norte.
IV. Hierofante de la Cruz del Norte.
V. Iniciado de la Cruz del Oeste.
VI. Acólito de la Cruz del Oeste.
VII. Sacerdote de la Cruz del Oeste.
VIII. Hierofante de la Cruz del Oeste.
IX. Iniciado de la Cruz del Sur.
X. Acólito de la Cruz del Sur.
XI. Sacerdote de la Cruz del Sur.
XII. Hierofante de la Cruz del Sur.
XIII. Iniciado de la Cruz del Este.
XIV. Acólito de la Cruz del Este.
XV. Sacerdote de la Cruz del Este.
XVI. Hierofante de la Cruz del Este.
La descripción de los Tarots de Racine y de Padern que damos a continuación deriva de los trabajos de meditación-investigación de varios iniciados de la Gran Logia Zariguin de la O.T.O.A. en España, a partir de las líneas de meditación que sobre los mismos facilitó Michael Bertiaux en sus cursos de enseñanzas para El Monasterio de los Siete Rayos. Asimismo está fuertemente basada en los versículos de Liber Berachat, que es en sí mismo el conjunto de los mensajes recibidos de los espíritus Voudous, por el Maestro At- Al, Soberano Gran Maestro Absoluto de la O.T.O.A, así como por los mensajes recibidos de los mismos espíritus por varios de sus discípulos. Liber Berachat, llamado también "Libro del Trono del Poder", posee las claves del trabajo esotérico que el iniciado del Vudú debe realizar. Estas claves están simbolizadas en los Tarots de Racine y Padern. Con estas claves en su mano, el iniciado realizará su trabajo mágico y quedará preparado para trabajos posteriores de naturaleza superior y especializada.
NOTA: Como se ha explicado en anterior entrada, en el Templo TZ de Buenos Aires-Argentina, utilizamos Aida-Wedo al O, pasando Ogu Fer al S.