segunda-feira, 8 de maio de 2023

Satanismo: Reglas de Oro


1-. Tu persona es lo más valioso que tienes, no permitas que nada te hunda o te hiera. Ten una infinita fe en tus fuerzas, pero reconoce tus limitaciones. Busca tu bienestar físico y síquico en aquellas cosas que te den placer y satisfacción.


2-. Mide las consecuencias de tus actos, calcula el efecto de tus acciones. Tu eres tú único juez. Una vez decidida una acción nunca te arrepientas de ella aunque te conduzca al fracaso. Solo los que actúan sin juicio y los débiles piden perdón.


3-. Marca objetivos en tu vida, que no sea el devenir de las circunstancias las que te guíen. Busca estrategias para alcanzarlos y no te desanimes ante el fracaso. Solo los que luchan pueden ser derrotados.


4-. Compórtate con los demás como se comportan contigo. No derroches palabras con los que no sepan apreciar el valor de lo que dices. Si confías en alguien que tu confianza no sea ciega sino inteligente y meditada. Se prudente y calla, vale más escuchar para saber quién está frente a ti, solo entonces habla pero piensa tus palabras.


5-. A un hermano satánico nunca le niegues tu ayuda. Trabaja por la consecución de su éxito y no dudes en pedirle que trabaje por el tuyo. Si tú eres fuerte y el débil ofrécele tu fuerza. Si él es más inteligente escúchale y aprende. Con los hermanos se noble y leal pero si te traiciona a ti o a tus hermanos entonces ódiale, bórrale de tu memoria, destruye sus regalos o todo lo que pueda traer su recuerdo, para que todo sea como si no hubiera existido.


6-. Ignora a tus enemigos ante los demás, pero permanece vigilante. Si eres atacado o ves la intención, que no sea la furia tu consejera. Estudia tu situación y responde contundentemente, cualquier vacilación será interpretada como debilidad. No hay piedad para el enemigo mientras resulte un peligro para ti.


Aquellas personas que realizan una misa negra no necesariamente tienen que ser Satanistas. Cada cual ha de encontrar su propia combinación, su propia clav e que permita hacer que la magia funcione para sí. El concepto de magia utilizado en la Biblia Satánica se refiere a la habilidad de «Cambiar situaciones o eventos en concordancia con los deseos propios, los cuales, usando otros metodos convencionales serían inmodificables» (LaVey, The Satanic Bible, pag 100)


El ritual satánico es lo que se conoce como «magia mayor». No existe diferencia entre la magia negra y la magia blanca, lo que sucede es que algunos hipócritas asocian la magia blanca con los propósitos «buenos» y a la magia negra con los propósitos «malos» sin tomar en cuenta que al final ambas buscan satisfacciones personales. Lo que es bueno para unos es malo para otros y viceversa.


En el ritual satánico se opera bajo el manifiesto «que se haga mi voluntad» mientras que en las demás religiones se trata más de un «que se haga tu voluntad» en donde el ser humano queda sometido bajo la proyección de una deidad.


El ritual satánico busca establecer un medio por el cual el hombre pueda hacer crecer la motivación y la energía psíquica y adrenal para poder dirigirla hacia metas específicas. Lo que se consigue en el ritual satánico es completar y equilibrar el lado racional y emocional del ser humano. El ritual no solo sirve como una purga de las necesidades dogmáticas sino tambien como una fuente de energía en donde se transforma la energía volitiva (los deseos, la voluntades) en acciones claramente identificables y medibles.


Se pasa de un estado de «querer» en donde los deseos se encuentran en la mente, a un estado de «que suceda» en donde se llevan a cabo acciones que intervienen en la realización de las mismas.

Se logra de esta manera una plena responsabilidad del ser humano con respecto a sus acciones y sus deseos. No se ponen las esperanzas ni los deseos en un Dios todopoderoso, sino en uno mismo, tomando las riendas del destino, haciendo que suceda y ocupando aquel lugar que en otras religiones le corresponde a Dios. De alli que en el Satanismo cada uno sea su propio Dios. El individuo Satánico asume la responsabilidad de sus acciones e interviene en el cosmos para que las cosas que desea, sucedan.