sexta-feira, 27 de janeiro de 2023

La Hechiceria y la Brujeria Parte 2

 

Continuamos nuestro análisis sobre el Gremio del Cerco, que dejamos inconcluso en el artículo anterior, en aquellos aspectos que le identifiquen o no, con la Brujería Tradicional, valorando la opinión de quienes se reconocen como miembros y de los estudiosos de la Brujería, al no existir organización o representantes a quienes acudir, para leer de primera mano sobre su constitución, creencias y prácticas.

Terminábamos afirmando, que la Wicca histórica -como si pudiese haber otras wiccas, que por dejar de ser históricas no habrían perdido la potestad de definirse como tradicionales-, es politeísta en el sentido estricto del término, y que todos aquellos que pretendan dar una visión contraria, lo quieran o no, la desvirtuan. Pero por lo mismo que quienes, al margen de la Wicca, se excusan con que no sea politeísta para “repudiarla” sin tener en cuenta su historia, fomentan la confusión y me temo que en algunos casos, con interés de que sea así. No estaría mal, que quienes defienden al menos este diteísmo, lo acompañen con argumentos, por ejemplo y teniendo en cuenta la importancia que damos a la cultura inglesa ¿cuándo hubo en las Islas Británicas un Culto monoteísta o diteísta precristiano? Aportando las fuentes que han utilizado, seguro que comprenderiamos mejor muchas cosas. Como saber qué dice, quién lo dice y desde cuándo, definir la Wicca como diteísta o “duoteísta”, quizá henoteísta e incluso monoteísta -me temo que aún quedan términos por idear, hasta que nos lo aclaren…-.

El sambenito que nos han colgado, viene muy bien para disociarnos de un pasado pagano (aún con dos Dioses principales), y defender que sea una religión nueva y singular, cuando en realidad este reduccionismo de ahora, es en todo caso la propuesta moderna de unos Cultos concretos y de seguidores independientes, no de la Wicca en general. Las herejías no son malas, en tanto no pretendan suplantar las religiones de las que se nutren. Y tantas opiniones contra tan pocos estudios, hacen de este conflicto algo rocambolesco, sobre todo cuando no coinciden opinión y hechos, ya que -dicen muchos- no importa si nos desmiente la historia, porque no nos interesa el pasado (!). Claro, sobre todo cuando el pasado no nos da la razón. Una actitud perniciosa ésta, que ha retrasado el desescombro de nuestra identidad, cubierta de falacias, prejuicios e intereses. Y una renuncia absurda que hoy nos sigue pasando factura, con su antecedente en el American Council of Witches (Consejo Americano de Brujos), que reunido en 1974 en Minnesota (EEUU), pactó una declaración que serviría para presentar el Paganismo a la sociedad norteamericana. El punto 11, el que nos interesa para el caso, dice:

“11. Como brujos/as americanos/as, no nos sentimos amenazados por los debates sobre la historia del Arte, los orígenes de determinados términos, los orígenes de aspectos variados de diferentes tradiciones. Nos preocupamos de nuestro presente y nuestro futuro.” 

No es el lugar para criticar la desafección de nuestra propia historia, pero sí para comprender la mentalidad moderna que tanto daño ha hecho a nuestra integridad. Sin pasado no somos nada, y así nos quieren… a los wiccanos. Porque luego se desviven por idear puentes entre sus Gremios y Tradiciones con un pasado histórico que, como estamos viendo y a diferencia nuestra, tiene muchas lagunas o no existió jamás. Sin historia, nos pueden vender que seamos monoteístas o “romulanos”, da igual, pues sin saber qué buscar y dónde, estamos perdidos. Lo cierto, es que los Cultos precristianos europeos jamás tuvieron un modelo monoteísta, al menos hasta finales de la Edad Media, cuando arrancan a la Brujería su valor teológico original, para convertirla primero en desvío y luego en herejía, después en secta y al final en un desvarío del monoteísmo hebreo, y el concepto de politeísmo, que antes era identitario, hoy se troca en maniqueismo o moneda de dos caras… que para “cruz”, la nuestra. Y para que veamos hasta qué punto manipulan incluso la historia reciente, en muchas páginas dan este documento como representativo de los paganos de EEUU, de la Brujería en concreto o de la Wicca en general, cuando en verdad, este grupo lo formaron 74 personas que se apuntaron a título personal al evento, que se disolvió poco después porque no se ponían de acuerdo, que no representaba ningún Culto ni Tradición y que no hacía referencia o vinculaba a la Wicca.

Todo esto responde a una visión MODERNA (antropocéntrica) de lo religioso -matizada por un monoteísmo soterrado-, según la cual es el ser humano, quien “crea” a los Dioses. Una teoría, la de ver a los Dioses como “herramientas” de nuestra mente, propio del Humanismo Secular, que leída de paganos dice muy poco de nuestra coherencia.

Abordamos las creencias ancestrales desde una perspectiva contemporánea, y al final, en vez de creer, interpretamos el papel de creyentes, dejando en el camino el sentimiento natural que nos abra las puertas del verdadero Conocimiento Antiguo, impermeable al modernismo y a cualquier otra moda; un “papel” el nuestro, que al único que beneficia es al “personaje”. Visión profana desde un punto de vista iniciático, que ni siquiera puede considerarse original de una religiosidad clásica, que quizá humanizase los Dioses en exceso, casi hasta desprenderles de sus connotaciones Divinas. Puede que fuese este aspecto y no otros, por ejemplo, lo que provocase el presunto comentario del galo Breno, en Delfos:

“Brennus, the king of the Gauls, on entering a temple found no dedications of gold or silver, and when he came only upon images of stone and wood he laughed at them, to think that men, believing that gods have human form, should set up their images in wood and stone.” 

En cuanto a este caso en particular y para entender la complejidad de la teología precristiana, destaquemos que de ser cierta, de cierta, literal, y si literal bien interpretada la anécdota que relata Diodoro Siculo, bien pudo haberse debido a humanizar en exceso a los Dioses y no por representarlos en forma humana o con materiales perecederos, o por retórica de Diodoro para “asilvestrar” aún más, si cupo, la imagen del bárbaro invasor. Recordemos la cita estraboniana según la cual decían de los Galaicos que eran ateos [78], y sin embargo son abundantes las referencias a sus Dioses, como demostró la epigrafía. Por lo tanto, representar en materiales perecederos, trabajados o humanamente a los Dioses, no debió ser el detonante de aquella impiedad de Breno, y más sabiendo que no fue el primer encuentro que tuvieron éste y otros celtas con templos similares, sin que se les conozcan ni a él ni a ningún otro este tipo de comentarios, como es el caso de su homónimo cuando saqueó Roma cien años antes. De hecho, el Breno de Delfos no llegó en helicóptero al Parnaso, sino que lo hizo tras aplastar el ejército macedonio, invadir aquellas tierras y cruzar Tesalia, sin que se conozcan comentarios similares.

Además, sabemos que los celtas también vincularon sus Divinidades con animales (totems) representados en piedra, madera y cerámica, y en forma humana (Gundestrup, Dinamarca). No puede entenderse de otra forma, aún mediando 200 años de diferencia, la observación de Julio César, cuando dice que entre los galos, el Dios MÁS REPRESENTADO EN IMÁGENES, fue Lugu: “… Deum maxime Mercurium colunt. Huius sunt plurima simulacra. […]” [79] Sea como fuere, los celtas creían en varios Dioses, no solo en dos y menos en uno solo, y los representaban en imagenes con elementos artificiales y perecederos. Digo todo esto, no de “relleno”, sino porque no es extraño leer justificaciones de este monoteísmo “en diferido”, para explicar que muchos wiccanos sostengan esta creencia.

Hoy, partimos de un modelo antropocéntrico para entender a nuestros Dioses, y utilizamos sus figuras arquetipicas para disculpar nuestro teísmo. AVERGONZADOS o INCRÉDULOS de nuestras propias creencias, sustituimos la Fe Natural, por psicología-pop. Y es tal el galimatías, que esta Teología no de Escuela, sino de escritorio, nos lleva mareando desde hace siglo y medio, desde que nos impusieron el Zohar para explicar la Brujería, sin que nos sintamos culpables por repudiar el monoteísmo, o idiotas por ponernos en evidencia frente al cientificismo. Hablan de una sola “Energía” (Dios) con dos polos, o dos Polos (Diosa-Dios) con múltiples facetas (Dioses), que nos llevan a una sola Energía (Dios). De lo que va realmente este “arcano”, aunque no lo sepamos, es del misterio cabalístico de la multiplicidad del Uno, con perdón de Leibniz y sus mónadas…

Será por la influencia intelectual de estudios como los de la eminente cabalista Dion Fortune, haber suplido nuestro politeísmo por el monoteísmo implícito en la frase de “todos los dioses son un solo Dios, y todas las diosas, una sola Diosa… “, y al final, reflejos de una sola Divinidad. Consumo para conversos aún acomplejados, que han aprendido a usar antes varitas que marca-páginas. Lo malo, es que si bien recurrimos mucho a esta frase, por ignorancia o resabio no la decimos completa ni en su contexto; cogemos de los demás sólo lo que nos interesa, sacándolo del total si con ello nos beneficia. De hacerlo bien, nos daríamos de bruces con la realidad, que es una enseñanza cabalística. Pero claro, decirse brujo o wiccano monoteísta y cabalista, no es fácil de explicar ni como nueva religión. La frase completa y en su contexto, dice:

“Todos los dioses son un sólo dios, y todas las diosas, una sola diosa, Y HAY UN INICIADOR.«… Ella -la Diosa- es también Binah, la Madre Suprema, que recibe a Chokmah, el Padre Supremo […]”

Esto no tiene nada que ver con mitos ancestrales, sino con un reduccionismo de estos mitos: es ver al politeísmo, como el envoltorio que adorna al monoteísmo, para hacerse comprensible al profano. Sin embargo, en la Wicca comienza a imponerse un revisionismo del concepto de lo Divino, en aquellas corrientes que lo desatendían, tendente a buscar su politeismo original. Al hilo de Stewart Farrar, después de una infancia vertiginosa, en la que nos presentamos de nuevo como Culto a una sociedad también joven, estamos empezando a madurar. Quizá fuese en ese sentido, que escribiesen J. Farrar y G. Bone, que “el Espíritu es visto de forma inmanente en la naturaleza manifestándose en múltiples rostros. Por lo tanto, existe una polaridad inherente en la existencia: día/noche, crecimiento/decadencia, vida/muerte, etc. En el Taoísmo esto se conoce como el Yin y el Yang, y en la Wicca como el Dios y la Diosa. Aunque nos referimos a Dios y Diosa de manera duoteística, tenemos un carácter politeísta, en la creencia de que la Divinidad tiene muchos rostros que se manifiestan como deidades individuales, ya sean ancestrales, de la naturaleza o relacionadas con habilidades humanas.”. Que empecemos a reconocer el politeísmo intrínseco de la Wicca, es andar por el buen Camino, sin duda.

Volviendo al Gremio del Cerco y no sólo a ellos, sino que es algo viral en la Brujería, se tiene la costumbre denominar al conjunto de nuestras prácticas, “el Arte”… ya sea de los brujos o de los sabios. Y aunque no ignoramos su belleza evocadora, solemos utilizarla mal, explicarnos peor y para colmo de males, confundir las técnicas a las que hace referencia, con la religión en sí misma.

La utilizamos mal, porque “el Arte” es un término que no debería salir del significado de ’lo que se practica’. Y la explicamos peor, porque nos atribuimos el uso de la palabra, como si fuese una genialidad nuestra definir las técnicas “mágicas”, como “el Arte”. Que sea cosa nuestra haberlo llamado así, está por ver, o por desmentir “… adevinadores que catan las estrellas e guardan los sueños et los agüeros et se consejan de los emponsoñados, así como de las serpientes… Esta vanidad de LAS ARTES de encantar et de adevinar, se esforzó de la damnacion de los malos ángeles en toda la redondez de la tierra. Et por ende van ayuntados al diablo, ca do es el maestro y es el discípulo.” En todo caso, lo que sí tenemos es el cuestionable privilegio de haber confundido las Técnicas “mágicas”, con el Oficio del Culto, y ambos con el Marco Religioso en el que se desarrollan.

Arte y Oficio son palabras que en realidad vienen del mismo significado kraf (cræften) ‘la práctica de…’, por lo que es normal que las utilicemos en relación a lo que se practica: o a la Wicca como oficio (witch+craft) o a la Hechicería como técnica (…+craft). Por lo tanto, concluyamos, el Arte de la Brujería, es un título redundante y dice: ‘la técnica de la práctica de la Wicca’ (!); la Brujería, dice: ‘la práctica de la Wicca’; y el Arte, dice: ‘la técnica’… de lo que sea. En la antigüedad ya identificaban las técnicas (artes), en este caso “mágicas”, con Hechicería y Adivinación, como acabamos de leer, y por lo tanto sería más apropiado vincularlas a la Hechicería, que a la Brujería en sí misma, que ya tiene implícito ‘la práctica de’ en la propia palabra. En todo caso, definir las prácticas “mágicas” como Arte, no viene exclusivamente de nosotros, ni es moderno hacerlo, sino la consecuencia de un lenguaje utilizado ya desde antes de la Edad Media por nuestros perseguidores, para acusarnos de impiedad o de transgredir las leyes (religiosas) de la época:

“Estas y otras muchas maravillas semejantes, que sería muy largo recordar en su totalidad, se realizaban para recomendar el culto del único Dios verdadero, y para prohibir el de tantos falsos dioses. Y se realizaban por la fe sencilla y la piadosa confianza, no por los hechizos o vaticinios compuestos por el arte de impía curiosidad, que designan con el nombre de magia, o con el nombre más detestable de goecia, o con el menos deshonroso de teúrgia. Usan de estos nombres los que tratan de establecer una distinción: dicen que unos son condenables como entregados a las artes ilícitas, a los cuales aun el vulgo llama maléficos (que son los que se relacionan con la goecia), y que otros parecen dignos de loa, entre los cuales consideran a la teúrgia. Realmente, unos y otros están ligados con los ritos falaces de los demonios bajo el nombre de ángeles.” 

En el caso de este Gremio, al carecer de nombre y Tradición, adoptaron el de EL ARTE como genérico a la Brujería, pero al ser demasiado impreciso, con el tiempo les dieron otros apelativos que facilitase tener cierta entidad y un sentido de grupo, que en el fondo no tienen. El término elegido es HEDGEWITCHERY (‘Brujería del Cerco’), como alegoría de saltar o cabalgar sobre o por encima del “Cerco” o “Seto” que separa lo sagrado de lo profano, y el de HEDGECRAFT (‘la práctica del Cerco’), para identificar estas prácticas. Unos términos claramente espirituales pero también religiosos, que la mayoría no cumple y que excede de los principios y actividad que dicen tener muchos de sus seguidores. Adjetivos más apropiados son, CUNNINGFOLK (‘Gente “astuta”’, en alusión al hechicero y sanador) para sus miembros y CUNNINGCRAFT (‘la práctica de la Astucia’), para sus prácticas, enunciados que sí les identifican, sin afectar precisamente al sentido religioso y wiccano, que ellos mismos rechazan hoy expresamente.

Para reintroducirnos en el análisis al Gremio del Cerco, podemos hacer una retrospectiva de lo que tenemos hasta el momento:


▪ Nace a finales del s. XX, como consecuencia de tratar de ubicar a los brujos/wiccanos solitarios y seguidores de la hechicería rural, hasta entonces en un “limbo” como colectivo.

▪ Su desarraigo, se debe a exigir estar dentro de la Brujería de manera ecléctica, heterogénea y heterodoxa.

▪ El nombre que se ha dado a estas prácticas (Hedgewitchery) es una creación contemporánea (años 80 del siglo XX), pero el de Cunningcraft es el que mejor les define.

▪ Ni son, ni se consideran una religión, pero utilizan Dioses, mitos, creencias y celebraciones de las religiones europeas en sus prácticas, aunque cada practicante escoge qué utiliza de cada una.

▪ No hay normas, enseñanza común ni una iniciación que las confiera y confirme. Sí parece que para una parte haya algún tipo de auto-iniciación, que no sigue criterio o forma previa alguna.

▪ Practican hechicería rural europea, herbología, mancias, algunos el Vuelo Mágico o el trance, y festejan la Rueda del Año, aunque hay quienes excluyen Solsticios y Equinoccios.


En relación a esto último y aunque den preponderancia a las creencias religiosas germánicas , quienes se niegan a festejar Solsticios y Equinoccios se excusan en que no lo hacían los Celtas ni los pueblos de Europa Central, y que esto es moderno, producto del neopaganismo y de la wicca (!), e incorporan de Robert Graves el Calendario de los Árboles, CON SUS ERRORES:

“Si bien hemos hablado de los 8 Sabbat de las brujas, hoy hablaremos de los Sabbat que celebra la Brujería tradicional, pues la forma de celebración es diferente. La Brujería tradicional se refiere a las creencias y prácticas de familias que practican el Arte siempre en fechas anteriores al siglo XX. Esto se hace así porque se considera que a partir del siglo XX comienza lo que se conoce como Neopaganismo y Wicca. El calendario Wicca y Neopagano está dividido, como ya explicamos en este post, en 8 Festivales o Sabbats, es decir, los cuatro festivales tradicionales más los dos solsticios y los dos equinoccios. Pero éste sería un desarrollo moderno porque los antiguos pueblos centroeuropeos, así como los celtas y otras comunidades no observaban en los tiempos precristianos ni los solsticios ni los equinoccios.“ 

Cuanto más leemos sus argumentos, más complicado se hace darles credibilidad. Se, que las opiniones de este Blog sólo representan a quien las dice, aunque es verdad que recurre a todos los tópicos wikipédicos a los que nos tienen acostumbrados, pero que no por falsos, dominan menos el criterio de muchos grupos del Paganismo y la Brujería Tradicional. En descargo de este y tantos falsos clichés, sobre un Calendario Festivo que trajo de cabeza al Cristianismo durante más de 1000 años, tomemos nota:

“En algunos textos de principios de la Edad Media se discute el uso de pieles animales dentro de un contexto religioso o ritual, en forma de denuncias y prohibiciones dictadas por las autoridades cristianas contra los extensos y extendidos festivales del solsticio de invierno que tenían lugar en casi toda Europa entre los siglos IV y XII, advirtiendo a las gentes del peligro de regresar a las prácticas de la era pagana. La mayoría de estos textos proceden de Italia, aunque también hay ejemplos de Francia, Alemania, España, Grecia y el norte de África.” 

Pero pongamos las cosas en su sitio, aunque sea telegráficamente. No hay Brujería Tradicional y otra que no lo sea. La Brujería Tradicional, se refiere a las creencias y las prácticas RELIGIOSAS de los Cultos de los pueblos precristianos indoeuropeos. En el siglo XX, comienza a visibilizarse de nuevo la práctica de la Wicca (Brujería), como religión. El Calendario Wicca, es el LuniSolar, presente en Europa desde el Neolítico. Los antiguos pueblos europeos, los del centro también, observaban Solsticios y Equinoccios en sus Celebraciones. Y aquí me voy a atrever a ir más lejos: si Gardner “inventó” la Rueda del Año (que no la inventó ni la reivindicó como suya, sino común a las Tradiciones de la Brujería y a otros Cultos como el Druidismo), debió ser en todo caso por tener visión y no por ser un “visionario”, porque la historia demuestra que es tal y como dijo. En vez de criticarlo, lo que tendrían que hacer quienes lo niegan, es analizar por qué porfían hasta el punto de querer mantener por cierto, lo que saben o deberían saber que es falso, para desacreditar a la Wicca. Si de criticar se trata, que de criticar se trata, dígase que los nombres son inadecuadoss, pero no que las efemérides sean ficticias o inventadas por los wiccanos. Y si se dice, que se dice, apórtense los argumentos que lo avalen, porque cuando hablamos de Historia, lo hacemos con datos y no de opiniones. Y los datos, que los hay, dan la razón a los wiccanos. Aquí la duda está en saber, cuándo van a aceptar quienes lo niegan, que celtas y germanos celebraban Solsticios y Equinoccios:

“Los celtíberos contaban el tiempo por noches, y no por días, pero eso no significa que no veneraran al sol… Sabemos que para ellos los solsticios y equinoccios eran muy importantes, y que tenían ritos y celebraciones para esas fechas“ 

La celebración de Solsticios y Equinoccios entre los pueblos de Europa, no es una invención moderna, sino un ritual milenrario que ha sobrevivido hasta hoy. El cristiano Filocalo, aún reflejaba en su calendario en 354 e.a., el 25 de Diciembre (Solsticio de Invierno) como el Natalicio del Sol, Mitra y Cristo. En el siglo VI, el Papa León Magno (541 e.a.), reprochaba a los cristianos que entraban a la Basílica de San Pedro para celebrar la Misa de Navidad, volverse al Sol inclinando sus cabezas, según el rito pagano del Natalis Solis (Leo Magno. Tract. 27, 4):

“Lo cual (hacen) también algunos cristianos, quienes creen obrar religiosamente de tal manera, que antes de entrar en la Basílica de San Pedro, dedicada al Dios Único y verdadero, habiendo subido por la escalinata por la que se asciende a la parte más elevada del pórtico superior, se inclinan volviendo el cuerpo hacia el sol naciente y doblan las cervical en honor del brillante disco. Nos consumimos y nos dolemos, porque en parte se hace por culpa de la ignorancia, parte por conservarse el espíritu del paganismo; porque aunque quizá algunos veneran antes bien al Creador de la hermosa luz más que a la misma luz, que es una criatura, sin embargo es preciso abstenerse de la apariencia de esta práctica; pues si la cual se halla entre los nuestros por uno que haya dejado el culto a los dioses, ¿acaso no retendrá para sí como probable esta parte de la vieja creencia, que viese que era común a cristianos y a paganos?” 

Son tantos los ejemplos y las pruebas, de que el Calendario Festivo Europeo, incluyendo a celtas y germanos, contempló las celebraciones de Solsticios y Equinoccios, que negarlo ha de venir de una animadversión manifiesta. Un empeño por renegar de lo religioso y repudiar a la Wicca, que sólo puede entenderse desde la frustración de personas sin arraigo religioso, que se apoyan como Gremio para defender el derecho a hacer lo que les de la gana; lo malo sería si, para conseguirlo, predasen las religiones de las que se desentienden y parasitasen los Cultos de los que abominan. Sensación que a veces tiene uno, cuando lee que utilizan teologías, prácticas y conocimientos religiosos para sus fines, al mismo tiempo que desprecian las religiones de las que los sacan.

Y lo peor es que como no se ponen de acuerdo, es difícil llegar a muchas conclusiones, causa de haberme extendido. Sin ir muy lejos, mientras que unos no celebran Solsticios ni Equinoccios porque se ciñen a un pretendido calendario histórico, otros celebran Solsticios y Equinoccios, porque se ciñen a un calendario histórico…

“… The word ‘sabbat’, as uses by witches, refers to any one of the eight annual festivals celebrated in Britain by our Celtic and Saxon ancestors, and also by the pre-Celtic people who built our stone circles. Each of the sabbats celebrates either a beginning or a midpoint of one of the four seasons. They do this by marking phases in the relationship between the Sun and the Earth – from which the seasons, of course, originate. [. .]” “… Most of the festivals are marked in public ways, by people other than witches. They are an ancestral matter for everyone, and are of our Native European tradition, predating Christianity. […]” “… The entire set of eight sabbats do not seem to have had equal importance to all our ancestors. The Celts favoured the greater sabbats, while the Saxons seem to have liked the celebrations of solstices and equinoxes. The builders of the megaliths laid much emphasis upon the solstices, but also, on the evidence of folk belief, upon the greater sabbats. Modern Pagans, liking the simmetry of the eight-spoked ‘wheel of the year’, tend to give equal importance to all of them.” 

Y son tantas las incongruencias, que estoy seguro se debe a que no se paren a analizarlo con calma, quizá porque no están acostumbrados a que se les escrute como hacen con la Wicca. Para demostrar cómo se puede decir una cosa y su contraria a la vez , leamos:

“… Como ya expliqué en este blog, yo no invoco a dioses, no les ofrendo nada y menos les hago ningún sacrificio. Contacto con unas fuerzas o númenes primigenios que poco o nada tienen que ver con ninguna iconografía, sea ésta del sistema de creencias que sea.” “… Con Hécate trabajamos siempre con llaves. Son precisamente esas llaves las que abren las Puertas entre el mundo invisible y el mundo tangible. Trabajamos con su imagen o sin ella (aunque recomiendo que, sobre todo al principio, sí tengáis una imagen delante que os ayude a enfocar vuestra energía).” “Es imposible resumir aquí todos los atributos y simbología de Hécate así que nos enfocaremos en uno de sus atributos, a mi parecer, más importantes y es el de Kleidouchos. Esta palabra griega significa la que porta las llaves. Encontramos una de las primeras referencias a esta capacidad en los Himnos Órficos y otros cantos más antiguos incluso, topándonos con una de las claves para entender qué simboliza esta fuerza primordial.. Aquí os dejo un ejemplo de canto ritual para llamarla. En Internet encontraréis bastantes pero os dejo como muestra uno de los cantos órficos de invocación…” 

Como ejemplo práctico de arreligiosidad, nos explica la manera de “trabajar” con Divinidades (se supone que para obtener un beneficio), como si los Dioses fuesen socios o a medias en sus labores, mientras explica cómo llamar sin invocar a una Diosa, sin usar iconografía y de forma arreligiosa, INVOCANDO a una Diosa (Himnos Órficos) utilizando su ICONOGRAFÍA (Cleidouchos) en la forma RELIGIOSA (Orfismo) de un Culto iniciático. A esto me refiero… Quizá los hechiceros del Cerco no practiquen ninguna religión ni hagan sacrificios a los Dioses, pero los brujos tradicionales, sí.

Como decía, el propio nombre de Hedgewitchery (Brujería del Cerco), un invento de los años 80 del siglo pasado, siendo muy sugerente y evocador es incluso posterior sino consecuencia de la New Age, si bien no le quita ni la profundidad ni la fuerza que a un mismo servidor le traslada. La etimología de la palabra, es una de las más interesantes por lo arcaico y su sentido alegórico, pero nada más allá. Si algún día surgiese alguna Tradición auténticamente bruja, wiccana, como Corriente religiosa ya Germana o Anglosajona*, seguramente HEDGE WICCA o HEDGEWITCHERY, sería un nombre idóneo. Pero hasta entonces, utilizar la Brujería para dar “cobertura” a practicas hechiceriles y al desarrollo personal, es una desvirtuación de la realidad. Algo que constatamos siguiendo con la entrevista a Howard:

“What are the common misconceptions about the Traditional Witchcraft?

The main one is that many so-called traditional witches claim in books and articles and on websites that Traditional Craft is a ‘pagan fertility religion’. This leads to such aberrations as ‘Traditional Celtic Witchcraft’ and spurious claims of ancient traditions that date back to pre-Christian times. Many traditional witches don’t even regard their craft as a religion in the accepted sense of the word, let alone a pagan one. To them witchcraft is more of a magical system or an occult path of psychic and spiritual development…” 

Muy al contrario de la opinión de Howard, las únicas pruebas que de hecho hay al respecto, son las que dan la razón a estas afirmaciones, aunque él lo lamente, de que la Brujería es una RELIGIÓN DE LA FERTILIDAD Y LA FECUNDIDAD. Pero lo es, porque quienes la practicaron se identificaron con ello, porque quienes la practicamos nos identificamos con ello, y porque quienes la han criticado, siempre nos identificaron con ello ¿Qué evocamos entonces, cuando festejamos la Renovación de la Naturaleza (reproducción y multiplicacion), si no es a la Fertilidad y a la Fecundidad? ¿Qué esperamos entonces, cuando celebramos los Ciclos Agrícolas (siembra y recolección), si no es la Fertilidad y la Fecundidad? ¿Qué revivimos entonces, con la Hierogamia (polaridad, transmutacion), si no es la Fertilidad y la Fecundidad? No, el problema surge cuando se trata de imponer a la Brujería, lo que Howard identifica bien como la Artesanía Tradicional, esto es, la Hechicería. Es al despojarla de lo religioso, donde nace el conflicto. Por supuesto que no se puede decir de la Hechicería Tradicional, ni que sea un Culto ni que sea de la Fertilidad. Pero es que no estamos hablando de Hechicería, sino de Brujería.

Otra cosa, es preguntarnos, precisamente, qué hacen en estos Cultos, quienes los utilizan para justificar SU sistema mágico y SU de desarrollo psíquico y espiritual (“… witchcraft is more of a magical system or an occult path of psychic and spiritual development”). Y apenarse desde el Paganismo, que haya Cultos que reivindiquen el significado de Brujería previo a pervertirlo el Cristianismo, sí que es para afligirnos. Que quienes a título individual, afirmen que son brujos tradicionales porque repiten hechizos practicados en zonas rurales de Europa, no demuestra ni explica absolutamente nada, y mucho menos confirma que la Brujería no tenga que ver con el Paganismo. Pero como tampoco prueba que sus prácticas sean milenarias, ni que guarden un conocimiento ancestral, más allá de copiar algunas recetas. Ya es hora entender que en historia, la opinión importa lo que sus argumentos.

Continúa Howad: “… Today we have the modern phenomena of the so-called ‘hedgewitch’ or solitary witch, sometimes called the ‘kitchen witch’. Yet the feminist writer who coined this term in the 1980s did not even realize it had an ancient origin! In its archaic form in relation to the Old Craft the word hedgewitch had a different meaning and it meant ‘a rider on the hedge’ or ‘hedge-rider’. In the old days the hedge or fence was the physical boundary or barrier between the village or town and the wilderness. Hence the popular term that something or someone that is not socially acceptable is ‘beyond the pale’, from the Middle English palus, a pointed piece of wood or stake in a fence.

In the Old Craft the hedge is the symbolic boundary or passing-over point between this world and the Otherworld. Therefore the ‘hedge-rider’ is a person who can pass between the worlds. That is why ‘witches’ in rural areas were designated, rightly or wrong, as ‘pagans’, from the Latin paganus meaning ‘civilian’ or ‘country dweller’ i.e. somebody who lived ‘beyond the pale’ outside a town or city. They were also popularly called ‘the people who lived on the heath’ or heathens, from the Old High German meaning ‘savage’. Eventually the term heathen came to mean any unenlightened person and especially anyone who was not a Christian, Jew or Moslem. This did not mean that those known as wiccians, or witches, in the post-Roman and Anglo-Saxon period were followers of pagan religions, although paganistic beliefs may have survived in their ritual observances, such as making offerings to the genii loci, and the natural magic they did.” 

Es llamativo, que aún sabiendo que es un grupo moderno, Howard no tenga reparo en adjudicar, sin más evidencias que la conjetura, una singularidad milenaria al Gremio del Cerco, sólo porque lo digan ellos, practicar hechizos y lo evocador del nombre que se han dado. ¿Dónde están aquí, los “peros” aplicados a la Wicca en el mismo parrafo? De hecho, pese a que son conscientes que no hay una transmisión física continuada que supere el siglo XX, ni evidencia alguna de que los hechiceros, curanderos y sanadores europeos de la Edad Moderna, conservasen entre sus prácticas técnicas chamánicas de épocas arcaicas, justifican la historicidad del Gremio del Cerco, “cargando” una vez más contra la Wicca. Hasta el punto de cuestionar una Tradición Celta viva en un Culto a la Fertilidad primitivo, unas señas identitarias perfectamente estudiadas por personajes de la talla de Eliade, que desde luego no se basó en Wikipedia cuando, repetimos, dijo que ”la «caza de brujas» perseguía la liquidación de las últimas supervivencias del «paganismo», es decir, en esencia, de los cultos de la fecundidad y los argumentos iniciáticos…”. Paganismo, Cultos de la Fecundidad y un Sistema Iniciático, los “ingredientes” de la Wicca y de los Cultos precristianos. Lo que sí sabemos de la cunning folk, es que tiene muy poco de Tradición, o tanto como considerar a la fontanería, tradicional, por llevar siglos cambiando y empalmando tuberías, y que recurrió habitualmente al Cristianismo en sus prácticas, un recurso lógico, ya que como hemos dicho, la Hechicería se acomoda en cualquier religión. Sin embargo, sobre que las creencias celtas no hubiesen perdurado, LA REALIDAS ES OTRA:

“Las áreas occidentales o atlánticas de la Península Ibérica, desde Galicia y Asturias, consideradas habitualmente como tierras célticas, e igualmente todas las tierras del Norte, desde Galicia al País Vasco incluido, más las tierras de la Meseta, comprendido todo el Sistema Ibérico y el occidente del Valle del Ebro al Oeste de Zaragoza, territorios que coinciden con la llamada Hispania Celtica (Untermann, 1961; Almagro-Gorbea y Lorrio, 1987; Almagro-Gorbea, 2001a; id., 2005a; id., 2005c), conservan ritos y tradiciones de origen prerromano en el folklore mucho más numerosos de lo que se suele suponer. “… El fundamento del interés científico para la Historia de la Hispania prerromana de documentos etnológicos como los citados radica en que, a través del mundo romano, la cristianización, la dominación árabe y la Reconquista, han sobrevivido múltiples elementos culturales en procesos de “larga duración” que permiten documentar elementos de las creencias y la cosmovisión del mundo celta originario que han perdurado casi hasta nuestros días.”… “La conservación de ritos y tradiciones en el folklore es un hecho de sumo interés, que se explica por procesos de “larga duración” que afectan a diversos aspectos de la cultura, incluyendo la religión y el pensamiento (vid. supra). Este hecho permite comprender la perduración hasta nuestros días de tales elementos en amplias áreas de la Península Ibérica.” 

No es cierto, pues, que los Cultos a la Fertilidad o las creencias y prácticas celtas en general, hubiesen desaparecido siglos atrás; como tampoco lo es, que sea nuevo o moderno que ahora nosotros CONTINUEMOS de forma visible, con las Tradiciones de nuestros Antepasados.

Lo que sí es NUEVO, como él mismo reconoce, es el Gremio del Cerco. Y destaca: son practicantes solitarios, que han elegido nombres diferentes para identificarse (“Brujería del Cerco”, “Brujería de la Cocina”, etc.), que es lo que venimos diciendo desde un principio. La diferencia es que, como no es Wicca, la persona que se inventó la palabra en los años 80 del siglo pasado, no se dio cuenta (!) que lo que se acababa de inventar, tenía un origen antiguo que sólo por evocarlo les hacía milenarios y una Tradición… Un privilegio que no “merece” Gardner, a quien ni tan siquiera conceden el beneficio de haber recurrido a un término con una AUTÉNTICA historia tras de sí, sin necesidad de inventársela, a una Tradición religiosa presente en la Historia de la Brujería, como demuestran las acusaciones de sus perseguidores, entroncando con los Cultos precristianos indoeuropeos, y a un ritual que encaja perfectamente con las prácticas de los pueblos nativos europeos (Festivales, Akelarres, Gran Rito, etc.), presentes en las Tradiciones Wiccanas actuales a través de la Brujería Tradicional (Británica, Sajona, Celtíbera…)

Para desgracia de esta conjetura, inventarnos palabras que evocan prácticas milenarias, no hace nuestras prácticas milenarias, y repetirlas tampoco, si no asumimos el contexto: las creencias que les dan un sentido. Pero por lo mismo que practicar la albañilería, no nos hace miembros de ninguna cofradía medieval de constructores, aunque utilicemos sus técnicas y herramientas. Al contrario que los hechiceros solitarios del Gremio del Cerco, los wiccanos, que efectivamente ya se conocían tras el declive de Roma, eran seguidores de los Cultos paganos, es más, fueron sus creencias paganas, la causa de su persecución; entre ellas, las ofrendas y sacrificios a sus Dioses en los Santuarios, templos, bosques y encrucijadas… lejos de prácticas del Cunningcraft, como rezar tres Avemarías mientras se hacen tres cruces en el tobillo torcido, para curar un esguince, recurso común de la Cunningfolk, en la Edad Media. Y por cierto, no estaría de más tener claro, que EL CHAMANISMO ES UN SISTEMA RELIGIOSO INICIÁTICO Y PROTO-SACERDOTAL, y por eso mismo, no tiene cabida en unas prácticas no-religiosas, no-iniciáticas y no-sacerdotales.

El Blog Brujería del Cerco, incapaz de dar una definición de su Arte, por la complejidad, dice, de resumir todos los condicionantes implìcitos de la misma, recurre a explicar sus prácticas, que se resumen en denominar a sus seguidores el Cunning Folk: “Los brujos del cerco basan su práctica en la del Cunning Folk, el pueblo mágico que practica magia popular, nunca ritual...” 

Leemos, que sus practicantes se vinculan con el Cunning Folk (‘Gente Astuta’), que se refiere a los hechiceros, santeros y curanderos rurales “de toda la vida”, y no a ninguna raza o etnia oculta e interconectada, que haya convivido entre nosotros durante siglos. Sobre todo para los que ya “peinamos canas”, sabemos que con excepciones no hablamos de brujos propiamente dichos, sino de gentes que tienen poco o nada que ver con creencias precristianas, y un alto porcentaje de ellos perfectamente acomodados en el Cristianismo. Nada nuevo ni primitivo, salvo la continuidad de personas entendidas en remedios asequibles a la situación precaria de las zonas más aisladas. Si bien, añadimos el conocimiento de la hechicería, nada inusual entre aquellas gentes “todo-terreno” del pasado, y ya en menor medida, también de la existencia entre ellos de brujos, que aunque no tantos, los hubo.

Entiendo, que el hecho de querer desvincularse del término “ritual”, no puede tener un sentido lingüístico, sino ideológico, con la intención de abstraer sus prácticas de lo religioso, aunque ni así estaría bien empleado ¿Cómo se puede decir, que el significado etimológico y el sentido de una palabra, no valen para definirla? ¿Cómo definir entonces, el acto de “llamar” a una Deidad siguiendo un patrón, de una forma determinada y unas fórmulas preestablecidas para solicitar su intercesión? Que no lo llamen religión si les molesta hacerlo, pero hablamos de ritos. Para el caso, da igual usar un cuchillo con el mango de madera o de oro, la intención y el acto de usarlo es el rito en sí mismo, no el valor -en todo caso material- de los elementos que se emplean. Quizá sea más adecuado entonces, hablar de ceremonial y no de rito, pues al ceremonial le encaja mejor la fastuosidad, por referirse a un acto formal, público y solemne.

Sobre el origen del Gremio del Cerco, leemos: “La brujería del cerco tiene, como ya hemos hablado en alguna otra ocasión, un origen chamánico, basado en prácticas autóctonas registradas en la Europa septentrional y que es conocida como seidh o seidr, prácticas que incluyen la comunicación con los espíritus, oráculos, práctica de la magia y shapeshifting (aspecto importantísimo dentro de la brujería del cerco del que ya nos ocuparemos más adelante) y saltar el cerco, esa frontera que no podemos ver con los ojos físicos pero sí con los del espíritu, que existe y separa lo invisible de lo visible… y el viaje del brujo por esos lugares donde habitan los espíritus para recabar información, recibir consejo o ayuda de guías espirituales o de los Ancestros, recoger símbolos y asimilarlos, para la sanación de uno mismo y de los demás, para atacar al enemigo y otras cuestiones […].” 

¿Qué prácticas del Gremio del Cerco son autóctonas y de origen chamánico precristiano? ¿De qué Vuelo Mágico hablaban los hechiceros y sanadores, no se, austriacos, siquiera del siglo XVIII, que sepamos practicaban los chamanes precristianos? En fin, tampoco es necesario llegar tan lejos. Afirmar que el Gremio del Cerco tenga un origen chamánico, estemos o no de acuerdo, no exime en absoluto de las prácticas religiosas y por ende wiccanas que se deberían contemplar en la Brujería Tradicional, sobre todo porque desvincular lo religioso en el Chamanismo no es ni mucho menos una característica, sino una interpretación al menos controvertida. Lo que le hace relativamente genuino a este nuevo Gremio, es precisamente no querer ser una religión. Ni tan siquiera el Shapeshifting (‘Cambio de forma’), es peculiar, a no ser que, por ejemplo, consideren hechiceros a los Dioses, Héroes y sacerdotes celtas (druidas) en concreto, clero al que se le reconocía la habilidad de metamorfosearse…

Como estas explicaciones no aclaran mucho, veamos si en la definición de la Pagan Federation Scotland, damos con antecedentes concretos que puedan justificar su ancestralidad, y terminar por hacernos una idea más completa para conclur este análisis:

“What is a hedge witch? You may have gained some idea from the above extract from the well-known text, ‘The Reader’s Direst Book of British Pagans’. There are two main groups of people who may be known as hedge witches. The first is the solitary Wiccan – this due to the fact that ‘hedge witch’ is often seen as synonymous with ‘solitary witch’. This tends to be regarded as a misuse of the name, as usually these folk are using a form of Wicca that they practice alone from necessity rather than choice. The term ‘between covens’ is sometimes used for these folk. They are not the subject of this article.

The second group known as ‘hedge witch’ can be difficult to pin down, as they are generally highly individualistic. Ask a hedge witch to define her (or, rarely, his) beliefs and practices, and you’ll probably get about six different answers – and that’s on a good day.

… They are probably, in modern times, the closest you’ll get to the ‘stereotypical’ village witch, though this is unlikely to have been handed down directly – most have to learn it from scratch, but often start at a relatively early age. Their first words as young children tend to include ‘what’s that?’, ‘what’s it for?’ and ‘how does that work?’, and they may be very persistent. Though they may learn from others (and not always just other hedge witches), they often have to glean their knowledge from books of old lore, herbcraft, cooking and gardening, and also through the application of common sense and instinct. Though groups of hedgewitches will sometimes form, these tend to be short-lived due to their very independent nature and need to do things their own way. […]” 

No, es imposible, todo gira entorno a lo mismo. Es volver a leer que en lo concerniente al Gremio del Cerco, hay un presunto pasado que no aparece por ningún lado, dos hipótesis sobre su origen y también dos corrientes: una, consecuencia de agrupar de forma arbitraria a los mal llamados wiccanos solitarios, vision que no tiene muchos seguidores. La otra, que wiccanos “solitarios” y hechiceros que seguían ciertas pautas comunes a las tradiciones religiosas nativas europeas, fueron incluidos en un Gremio para darles sentido en la Brujería Tradicional. Cualquiera de las dos nos es válida en este momento. El factor que se repite, es el de gente que se acercó a la Wicca y al no encajar en ninguna Tradición, acabó en un artificio creado al efecto, donde no ser wiccano ni religioso es la seña identitaria. Un paso que pretenden borrar, creo que sin éxito, criticando una Wicca de la que abominan tanto como dependen y que por mucho que se desdigan, quedará siempre, como muy sutilmente hace Rae Beth: “… When I first wrote the book Hedge Witch (known in America as The Wiccan Path) […]”

No se puede definir lo que no existe, por eso el Gremio del Cerco no tiene pasado. Se han dotado de un espacio que represente tantas tendencias como opiniones tengan cada uno de ellos de manera individual, haciendo imposible siquiera explicar qué son. Algo que sólo puede tener dos salidas: conviertirse en Culto, o desaparecer del marco de la Brujería y volver, como defienden ahora, al estereotipo moderno de hechicero de pueblo, que es lo que han acabado reivindicando.

Como Gremio, sus prácticas se limitan a las hechiceriles, con especial fijación por un neo-chamanismo muy desdibujado, que se queda en la capa más superficial y moderna de la cultura popular, haciendo de su práctica independiente una Torre de Babel, que da al traste que se pongan de acuerdo en lo más básico: Qué son. Si la definición de “Brujería del Cerco” es imposible, quizá sea porque lo quieran así, pues llegar a definirla supondría un fiasco para sus practicantes, por tener que doblegarse a una realidad que no están dispuestos a admitir.

Hablamos de explotar el estereotipo de hechiceria rural, brujería medieval y chamanismo, desde una óptica contemporánea, sin religión a la que ceñirse. Es más, reconocen que en el fondo ni siquiera existe una base común entre ellos, sino que cada persona empieza desde cero, leyendo sobre Brujería Tradicional y Hechicería, para “construir” eclecticamente su particular manera de entender y dar forma a lo que aprendan. Y lo quieren llamar Brujería, sí ¿pero lo es?

Todo lo dicho, podría resumirse en que tenemos una presunta Tradición creada a finales del siglo XX, para dar nombre a un grupo inconexo de hechiceros y antes wiccanos “solitarios”, que se dicen paganos sin seguir ninguna religión precristiana; celebran la Rueda del Año según el modelo wiccano, aunque algunos omitan Solsticios y Equinoccios y cada cual tenga libertad para hacerlo a su manera; reconocen dos Divinidades principales, Diosa y Dios, aunque ponen en valor a otra Diosa, la asiatica Hékate; practican hechicería, adivinación y desarrollo personal, con especial interés por la herbología, y algunos trabajan el trance estático o el Vuelo Mágico; no hay sacerdotes, representantes ni congregaciones, cada cual habla en su propio nombre; no contemplan un sistema iniciático y si no aprenden en el entorno familiar, cada uno lo hace por sus medios, pues cada persona tiene sus preferencias y sigue prácticas individuales… Y lo más importante, que como no son wiccanos, el Gremio del Cerco pertenece a la Brujería Tradicional.

Y si cada hechicero del Cerco tiene sus propias reglas, actúa de manera independiente y no está obligado por ninguna directriz ¿Qué es la HEDGEWITCHERY? ¿Qué pautas tiene? ¿Quiénes las han decidido y con qué autoridad? Pues como nadie lo dice, lo haré yo… Las únicas reglas de este Gremio de “diseño”, las ponen quienes escriben sobre él, está en las mentes de aquellos que se la inventaron o la reinventan a diario.

En realidad, según los estándares con los que se juzga a la Wicca, EL CUNNINCRAFT NO ES UN CULTO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL. Y esto tiene una razón de peso: si la Brujería Tradicional es una agrupación, que sigue unas directrices para poder estar reconocido como miembro de la misma, no puede entenderse como norma, no seguir ninguna o que cada cual imponga las suyas. El Gremio del Cerco tampoco es un Culto, no hay una Tradición que transmitir ni se preservan las prácticas y creencias precristianas (“… es el paganismo antiguo. Es la práctica de las creencias pre-wiccanas y pre-cristianas (o al menos tratar de revivir las viejas costumbres))“, sino que de manera individual, cada cuál construye su propio sistema. Entonces ¿aceptarán en la Brujería Tradicional, tantas “tradiciones” como personas se digan “brujos” del Cerco? ¿valdrá con poner el apellido de cada uno? Personalmente, creo que si no queremos acabar convirtiendo la Brujería en un “circo”, el Cerco y otros debe tener su propio espacio en la Hechicería, en tanto sea eso lo que quieran, represente y practiquen… La Brujería, es otra cosa.

Concluimos en el último artículo, que el Cunnincraft no debe considerarse una Tradición de la Brujería, entre otras cosas, porque ni tan siquiera puede definirse como Tradición. Debemos ser conscientes, de hasta qué extremos de subjetividad hemos llegado en el Paganismo, que nos convierte en estrellas, jueces o apologetas de cualquier ocurrencia personal y popular, quizá por la necesidad de buscar consideración personal o aceptación social antes que razones, en una sociedad que ya no nos enseña a brillar o ser filamentos que iluminen, sino a eclipsarlo todo para que de no verse sólo nuestra luz, se nos aprecie por mantener encendida la que esté de moda.

Si ayer pasábamos del teocentrismo al antropocentrismo, hoy vamos hacia un egocentrismo radical. Pírrico ¿avance?, de no ser que sirva para cerrar el círculo hacia el Panacentrismo, entendiendo que en cada uno de nosotros está el centro de Todo, porque en esencia somos parte y consecuencia vital de lo que anima, contiene y equilibra todo. Y no como estamos haciendo ahora, anteponiendo nuestro ego, sustituyendo a los Dioses y creyendo que todo está dispuesto sólo para nosotros, para nuestra satisfacción. Sin embargo, el Camino Iniciático no consiste en sustituir a los Dioses, sino en “alcanzarles”. Enseña a tener y seguir un referente para ampliar nuestra consciencia, y no a empequeñecer el referente para creernos más grandes, y nos impele, en definitiva, a construir y tender puentes desde los que evolucionar y participar de la evolución, en vez de aislarnos para sentir lo que por naturaleza ya somos: únicos. Ignorar, negar o “tapar” a los Dioses, no nos hace especiales ni depende de nuestros conocimientos o creencias, sino de perspectiva; porque sólo es posible, alejándonos de Ellos… pero “los Dioses realmente existen”, nos recordaba Pletón en su obra póstuma allá por el siglo XV.

Volviendo al tema. Conocemos perfectamente la etimología de Tradición, y sabemos que surge “… del verbo tradere (transmitir, entregar), formado con el prefijo trans- a partir del verbo dare (de donde vienen dar, mandar y circundar). […]”. Entonces ¿por qué DAR, va a ser lo mismo que COGER? ¿por qué defender una “Tradición”, que tenga como norma no entregar nada, sino apoderarse de lo que haya en este caso más a mano, para adaptarlo a uno mismo? ¿qué tradición es ésta, en la que cada cuál busque por su cuenta las prácticas que vaya a seguir sólo él, sin que nadie le transmita nada, rebuscando por ahí, mezclando e incluso ideándolas directamente? Un sistema que nace con cada persona, que sólo sirve a quien lo ideó, sin más recorrido que el que tenga de vida el propio, ese sistema, por más que creamos que “necesite” de nosotros para preservar (?) los Cultos que preda, NI ES TRADICIÓN, NI ES TRADICIONAL.

Si una Tradición necesita reiventarse, más allá de actualizarla en lo práctico y por el tiempo en su evolución natural, cambiando por el contrario orígenes, creencias y filosofía, seamos sinceros, está muerta. Curioso, que no temamos alterar una Tradición, y “temblemos” presentar la nueva, como nuestra. Un exceso de confianza, frustrado por una inseguridad que nos delata y que a su vez contrasta, con lo “encerada” que llevan algunos su opinión al respecto, frente a un ejercicio que no se ajusta al enriquecimiento de lo común, a partir de la aportación personal, sino al enriquecimiento personal, desde la apropiación de lo común.

Una Tradición, al margen de cuándo y con quién se inicie, como primera condición debe tener y seguir un Sistema propio y característico que la identifique. Sin unas creencias, pautas e ideología que formen una enseñanza aprehensible, solo son ideas, algo inconcreto y abstracto. Además, para disociarse de una costumbre o manera habitual de comportarse según la norma o la moda, necesita de Continuidad en el tiempo, que el Sistema se perpetúe para que pueda sobrevivir. Por último y no menos importante, para que haya continuidad, se requiere de una Traspaso. La Tradición necesita transmitirse más allá de uno mismo y del momento. Podría establecerse, que una serie de creencias, ritos y prácticas comunes, continuadas y reproducidas en el tiempo, hacen de éstas una Tradición, cuando hay una traspaso (tradere, ‘transmitir, dar, entregar’) que la preserve. Si cambiamos sustancialmente lo que recibimos, al pasárselo a otros habrá dejado de ser lo que fue, y si no lo transmitimos, desaparece. No puede entenderse tradicional, lo que carezca de un sistema, una continuidad y un traspaso. Sólo esto, hace inviable identificar al Cunnincraft y otros gremios similares, como tradicionales en la Brujería.

Y uno de los errores más frecuentes con lo que se justifica este individualismo en la Brujería, está en ponderar lo “mágico” al margen y por delante de lo religioso, sin valorar que está idea es una consecuencia perversa de la propaganda cristiana, que dijo haber exterminado los Cultos precristianos (Paganismo) en Europa, mucho antes y con más éxito de lo que realmente sucedió, y que, por lo tanto, lo único que quedaba era una mezcla de hechicería y vagas supersticiones heréticas y ya sin sentido. Identificando “magia” con Brujería, se da que las Técnicas dominen sobre el Oficio, que se prime lo personal (hechicero, individuo, idea) sobre lo colectivo (sacerdote, comunidad, tradición), así, el concepto de GRUPO desaparece y no se lucha contra creencias, sino opiniones: Divide et vinces (‘Divide y vencerás’). Locución ésta de la que nunca acabamos escarmentados los paganos, que tánto valoró el Cristianismo, que la tuvo por sagrada.

Pero lo cierto es que EL PAGANISMO, SOBREVIVIÓ HASTA LA EDAD MODERNA. Y no creamos que sólo lo hizo en las zonas más septentrionales de Europa, ni mucho menos, que no hablamos de Dinamarca o de Noruega, sino de la Península Ibérica… “El concepto de Spanía o de su traducción latina tiene poco que ver con el nombre que al final ha tomado este país en que habitamos, y ha de verse desde la óptica del reparto de tierras que hicieron los romanos una vez que la península ibérica fue domeñada -salvo la zona más norteña que hoy es el País Vasco y aledaños- que no se romanizó y que era aún pagana en gran parte hasta el siglo XVI”.

Un antecedente, es sin duda que la propia Iglesia Católica, abrumada por la multitud de casos, se vio obligada a discriminar los focos de herejía (Paganismo, como Culto), de los encantadores y adivinos (Hechicería, como práctica), ocupándose la Suprema solo de aquellos casos que supusiesen la pervivencia o el rebrote de los viejos Cultos, e instando al Poder Civil enjuiciar al resto de sospechosos. Lo hicieron tan bien, que hasta ellos mismos cayeron en su trampa, de tal modo que siendo incapaces de discernir qué era Hechicería o Brujería (Maleficia vs. Superstitio), necesitaron del criterio Papal para resolverlo. Unas instrucciones, que corrobora la Bula QUOD SUPER NONNULLUS del Papa Alejandro IV del 27 de septiembre de 1258, reafirmado en la Bula de su sucesor, Urbano IV, del 21 de agosto de 1262, “… comunicando a los Frailes Predicadores, Inquisidores en la Corona de Aragón, ciertas letras de su predecesor Alejandro, cuyo contenido inserta en las presentes, por las que se resuelven una serie de dudas e interpretaciones que los Inquisidores habían presentado a la Sede Apostólica.”. Es evidente por la Historia como inverosímil para la Iglesia, que el Paganismo estaba vivo en el s. XIII e.a.

El mitema de la Cristianización de Europa y en concreto de la Península Ibérica, de forma extensa y a una edad temprana, es una patraña. El revisionismo histórico que tenemos la oportunidad estar viviendo en estás últimas décadas, aunque pase desapercibido en círculos paganos, está deconstruyendo la épica medieval que crearía la fábula de una pronta y masiva evangelización, cuando en realidad se extendió tarde, forzada y sólo si paganizada por Europa.

“No será, hasta mediados del siglo VI, en los concilios de Braga (561 y 572), cuando… encontremos ciertas condenas de prácticas paganas, supersticiones y acciones idólatras. Si bien, tras la conversión de Recaredo, el cristianismo niceno será reforzado por la fuerza política goda para propulsar nuevas medidas contra los paganos. Podemos apreciar el problema pagano, condenado en el concilio III de Toledo y siguientes concilios, con penas enormes: multas, flagelación, suplicios, decalvación, confiscación de bienes, caída en la esclavitud de los ingenuos o venta de éstos como esclavos. La persecución hacia los paganos, adivinos o magos, adoradores del diablo… reaparece de nuevo en el siglo VI y VII: en el concilio III de Toledo (cs. 1, 2, 4, 16, y 18), en el concilio de Narbona (cs. 13, 14 y 15), concilio IV de Toledo (c. 29), concilio V de Toledo (c. 5), en el concilio X de Toledo (c. 7), concilio III de Braga (c. 1), concilio XII de Toledo (c. 11). Una larga lista, hasta llegar al concilio XVI de Toledo celebrado en el año 693, fecha próxima a la llegada de los musulmanes a la Península, en el cual se incita a las autoridades eclesiásticas a buscar y perseguir a todos aquellos que practican la idolatría u otras creencias de supersticiones diabólicas (c. 2), estableciendo que deben ser entregados a la Iglesia más próxima. Se extrae que el principal reducto geográfico de estas prácticas “diabólicas” se hallaría en zonas rurales, al remarcar el carácter rústico de estos individuos. Los conocedores de estos pecadores, en caso de no denunciarlo, serían expulsados de su cargo y exiliados de su ciudad.” 

Una posición eclesial, que deja muy claro en los albores del s. VIII, que el Paganismo latía aún con tanta fuerza en zonas que se presentaban como perfectamente cristianizadas, que ni tapado con prácticas hechiceriles lo escondieron de la historia, y que el clero y las autoridades locales no debían ser diligentes o estar muy “convertidas”, para obedecer las demandas de exterminio que plugia al Cristianismo que se diera, puesto que, como leemos, se advertía severamente de las graves consecuencias que acarrearía ignorar la persecución. Una amenaza legal y reiterada, que sólo puede entenderse porque era habitual que autoridad y clero locales, no “colaborasen” debida o decididamente en la erradicación de esos focos de paganismo, o dicho a la inversa, que cuando no había complicidad con ese paganismo, al menos se consentía… o RESPETABA.

Decían en el XVI Concilio de Toledo, antes mencionado: “De los que sacrifican á los; ídolos. Es evidentísimo que el Enemigo del género humano, según dice el Apóstol, corre por el mundo, rugiendo, buscando á quien devorar; pues que valiéndose de diversas astucias, engañando á muchos necios, no cesa de enredarlos en sus lazos: y no obstante que manda el Señor- No harás para ti obra de escultura, ni figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra etc.: y en otra parte: No os haréis, ídolo, ni escultura, ni alzareis lílulos, ni pondréis piedra señalada en vuestra tierra para adorarla; y después: Adorarás al Señor Dios tuyo, y servirás á el solo; ellos, engañados por diversas persuasiones, se convierten, en adoradores de los ídolos, veneradores de las piedras, encendedores de hachas, y dan ademas culto á las fuentes ó árboles, se hacen agoreros ó encantadores, y Otras muchas cosas que seria largo referir… Y como que acerca de la extirpación de estos sacrilegios se han espedido en diversos concilios muchos edictos de Santos Padres, los hemos ilustrado con nuestra diligencia, y hemos examinado sus institutos con discreción y gravedad: y habiéndonos convencido de que resplandecen con la plenitud de la debida razón, decretamos con consentimiento y por mandato fervientísimo del religiosísimo Señor nuestro, Rey Egica, que todos los obispos ó presbíteros y los jueces de causas civiles pongan el mayor esmero en averiguar el sitio en dónde se cometan los referidos sacrilegios, ó donde se practiquen cualesquiera otras cosas prohibidas por la ley divina ó por los, estatutos de los santos Padres; y si hallasen á los que DAN CULTO á estas cosas, ó á los que las hacen, sean de la clase ó condición que quieran, tratarán de enmendarlos y estirparlos inmediatamente, según la serie de las referidas sentencias; y ademas llevarán al punto á las iglesias vecinas, y en presenciada los mismos que habían querido dedicarlas á i este voto sacrilego, aquellas cosas que habían sido ofrecidas en el mismo sitio del sacrilegio. Y si el obispo, presbítero ó juez á quien perteneciere aquello, teniendo noticia de este manifestísimo y muy probado hecho de sacrilegio, no tratare de corregirle con voto ardiente, privado de tal dignidad de su puesto, será constituido en penitencia por espacio de un año, volviendo después de cumplida á su oficio… Y si alguno en defensa de semejantes sugetos se opusiere á los sacerdotes ó jueces , de modo que no puedan corregir como deben, ni estirpar, cual conviene, los sacrilegios; y por el contrario, no se uniere á los inquisidores, vengadores ó estibadores de maldad tan grave, sea anatema ante la indivisible Trinidad; y ademas, si es persona noble, pague tres libras de oro al sacratísimo fisco; y si inferior, reciba cien azotes, sea torpemente decalvada, y ademas confísquesela la mitad de sus bienes.” 

Y este mismo revisionismo, que deja en cuarentena la “evangelización” de Europa, evidencia que la acusación universal de Maleficio (“magia”, hechicería, adivinación dolosas) que sufrieron los paganos por delante de lo religioso, fue una estrategia para ocultar la supervivencia de los Cultos precristianos. Como leímos, HABLAN DE DAR CULTO (devoción, sacrificio, adoración), lo que implica hubiese una religión y unas creencias religiosas detrás. Política tergiversadora, que tuvo su mayor autoridad en Agustín de Hipona (354-430), que a un tiempo de jactarse de la destrucción de templos, la prohibición de sacrificios (prácticas religiosas) y la persecución de los sacerdocios paganos, insistía confundir el oficio (religioso) con las artes (mágicas), y todo con la hechicería (maleficio). Aclaremos, que Culto y Sacrificio van de la mano.

Para Agustín, “… Los ídolos grecorromanos no serían más que demonios transformados para engaño de los creyentes que les veneran y confunden con dioses. De este modo, todo culto pagano era falsa creencia, desviación de lo que verdaderamente debe ser adorado. En definitiva, una superstición que favorecía al Diablo y nos aleja de Dios. El vocablo de uso común y peyorativo superstitio había sido aplicado por la autoridad romana para calificar prácticas religiosas apartadas del credo oficial, entre ellas el cristianismo y ciertos usos mágicos. Sin embargo, ahora desde la postura de nuevo credo dominante, se aplicaba el término contra aquellas prácticas religiosas ajenas a Cristo. [..]” 

Y si esto sucedía en el sur de la Península Ibérica, la zona más cristianizada de toda Europa más allá de Roma, como no se cansan de repetir los apologetas y hasta hace poco la Historia, sólo resta imaginar cómo debió ser en aquellas partes menos, poco o nada controladas por Roma. En concreto sobre La Bética (Andalucía, España), leemos:

“A pesar de la implantación del cristianismo en Hispania, la erradicación plena y total de las prácticas paganas constituyó un fenómeno inconcluso, presente desde el concilio de Elvira (300/306) hasta el concilio XVII de Toledo (694); prácticas paganas calificadas como erráticas, diabólicas o supersticiones, no solamente patrimonio de los rurales, sino comunes a todo el espectro social con formas más o menos transformadas. Debemos aludir al mencionado suceso del obispo de Astigi, Marciano, condenado por haber consultado una adivina y pedir un presagio por el monarca10 (Díaz y Torres, 2000: 247), especialmente significativo, ya que señala la presencia de estas prácticas en el imaginario de la sociedad bética del siglo VII, e incluso temor a la efectividad de tales prácticas, indiferentemente de que la acusación fuera falsa; ya que no tendría sentido culpar a alguien, de una creencia ya superada y que no se creyera que constituía peligro alguno.”


El método a seguir, Rubén Montalbán López lo deja perfectamente pautado:

“Los orígenes del cristianismo peninsular durante bastante tiempo, estuvieron basados en una amplia literatura fantástica, estando aun presente en el arraigo popular. Dos presupuestos teóricos fruto de la tradición legendaria, deben ser olvidados antes de analizar el origen del cristianismo hispano. Primeramente, la percepción del cristianismo como una doctrina difundida por la Península, por diferentes santos que lucharon en el entorno adverso pagano (ya fuera el apóstol Santiago o los supuestos Varones Apostólicos); ya que no constituyen más que tradiciones medievales creadas a posteriori para ensalzar la llegada del cristianismo (Fernández, 2007: 430). En segundo lugar, debemos cuestionarnos, que la nueva religión tuviera un especial y temprano arraigo en Hispania y que procediera desde un lugar de origen preciso (ya fuere Cartago o Roma). Ya que lo más sensato sería abogar por la superación de debates plagados de obscurantismo e influenciados por antiguas leyendas, y observar al cristianismo bético e hispano como producto de un proceso paulatino y lento de llegada de cristianos de diferentes procedencias e influencias múltiples (Fernández, 2007: 433).” 

Al medievo no sólo sobreviven las prácticas, sino las creencias precristianas. Pruebas hay tantas, que resulta abrumador siquiera pensar que aún se cuestione. Tenemos el ejemplo perfecto en la REENCARNACIÓN, que según parece no vino como dicen que lo hizo la “luz” (ex Oriente), más aún, es un conocimiento ancestral pan-Europeo y vivo hasta el s. XIX e.a., de nuestro acervo cultual. “En el libro “El Victorial”, obra del siglo XV escrita por Gutierre Díaz de Games, se relata que entre las creencias que tenían los paganos sobre el alma estaba la de los que decían que las almas ansí como salían de unos cuerpos, que entraban después de su muerte en otros cuerpos, nacían otra vez, e bivían otra vida e otra hedad (Cap. V, 8). […] .Leemos que “… en el siglo XIX se creía en varias localidades irlandesas que las personas antes de nacer ya habían vivido otras vidas como seres humanos, incluso pensaban que las enfermedades y las desgracias eran consideradas como castigos por los pecados que habían cometido en sus vidas anteriores. Esta creencia irlandesa se conservaba también en Gales por esas mismas fechas, pues los campesinos pensaban que el espíritu de los muertos emigraba de un cuerpo a otro; igual que en Cornualles, aunque aquí con la particularidad de que el alma se reencarnaba siempre en otra persona del mismo sexo… una creencia que ya existía en la Inglaterra del siglo VIII d. C. (Filotas, B. 2005, 82), y que llegó casi hasta nuestros días. En Bretaña, sobre todo en la región de Morbihan, estaba igualmente difundida entre el campesinado esta clase de creencias sobre la reencarnación de las almas. En Carnac se decía que las almas de las personas vivas eran las de las personas que habían vivido en tiempos pasados (Wentz, W. Y. Evans, 1973, 384, 388, 392). […]. Esto, siglos antes de la Golden Dawn, Crowley, la New Age…

Resumiendo, el Cristianismo no tuvo una aceptación masiva, su implantación no fue universal ni su consolidación temprana en Europa. Tampoco desaparecieron los Cultos precristianos con su irrupción, y aunque a los pueblos se les venció, no se les convenció. Ni el miedo ni el genocidio les hicieron dejar sus creencias, sólo ocultarlas. Pese a que el Cristianismo desvirtuó términos y tergiversó conceptos para diluir el sentido religioso del Paganismo y ocultar el sincretismo al que se vio forzado, no consiguieron acabar del todo con los viejos Cultos, y sólo tras incorporar ellos mismos nuestras creencias y prácticas, pudieron establecerse y someternos… sólo hasta que la libertad religiosa, nos ha permitido continuar y volver a iniciarnos en sus Misterios y Tradiciones, reivindicar nuestros derechos y practicar nuestras religiones abiertamente. Y aquí estamos hoy, explicándonos que los cristianos nos mintieron, que la historia les desmiente y que ya está bien de marear la perdiz con mentiras y desmentidos. La Brujería es mucho más que “recetarios”, y creer de nuevo las falacias de quienes casi nos acaban exterminando por el uso de la fuerza, el abuso del poder y el recurso a la mentira, más que una opción, sería nuestro epitafio.

El siguiente ejemplo que vamos a analizar, que en muchos aspectos difere del Cunnincraft, en el fondo tiene más cosas en común de lo que cabría esperararse, además, claro, de que al no ser estrictamente Wicca, esté reconocido como Brujería Tradicional. Me refiero al CULTO FERI.


▪ FALSO MITO: ANDERSON FERI ES UN CULTO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL

El Culto Feri (también conocido por Faery, Faerie y Fairy), no tiene unos orígenes claros que nos faciliten una fecha para su fundación, puesto que como se le conoce, surge a consecuencia de que a mediados del siglo XX, Víctor y Cora Anderson, sus fundadores, leyesen WITCHCRAFT TODAY de Gardner y relacionasen ambos Cultos en unos términos más o menos similares. Leemos cómo la historia se repite una vez más: Gremios o Cultos modernos como el Feri, que llegan a la Brujería Tradicional a través de la Wicca, desbastan sus Doctrinas tomándola de alguna manera como modelo y una vez se posicionan como no-wiccanos de forma más o menos clara, pasan por genuinamente brujeriles (tradicionales).

En el caso del Culto Feri, sus antecedentes se remontan a los años 30, en los que Víctor Anderson (1917-2001) se postula como chamán y sacerdote de diferentes religiones, bajo una amalgama de doctrinas y creencias abiertamente ecléctica, que le lleva hacia la Brujería:

“There are many ways to view a traditional history of what has come to be called the Feri tradition. The blind shaman and poet Victor Anderson (1917-2001) was quite adamant that Feri was a survival of the magical spirituality of the stone age little people of Britain, Scotland, and Africa, among others…. He considered himself a Kahuna, as well as a Voudou priest, among others, based on these past life experiences. My own trance experiences have led me to the feeling that the magical current of energy that is the core of the Feri tradition is much older than humankind. Older than humanity and yet an intimate part of it; not belonging to any one particular location, era, or human culture, but the birthright of all of them. It is for this reason that I sometimes muse that Feri is a form of «postmodern witchcraft». […]” 

Víctor Anderson, explica que fue iniciado en la Brujería en 1926 por una bruja local y allá por los años 30’, aceptado en el coven “pre-Gardneriano” (sic) Harpy, disuelto al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Pero será a partir de los años 50’ que comience su andadura pública tal y como se le conoce.

La base dúctil y permeable de la que se nutre el Culto, es una seña identitaria en la Doctrina Feri, que no sólo explica sino que defiende mezclar tradiciones y sistemas de diferentes Pueblos y Edades, presentándose como una “Brujería posmoderna” de la Brujería Tradicional. Como Tradición de los Cultos precristianos, incluye con absoluta claridad -de ser wiccanos, otros dirían impunidad-, creencias CRISTIANAS, HAWAIANAS y VUDÚ (la versión sincrética caribeña), entre otras, todo revestido bajo una pátina céltica, que le da el nombre (Faeri, en un sentido más étnico que espiritual) y en fin, el ¿derecho? como Tradición:

“F(a)eri(e)* is a modern form of American Traditional Witchcraft derived from the teachings of Victor and Cora Anderson and passed down through their various initiates. A rich and diverse spiritual art, Feri seeks to transform the individual through practices of ritual magic, meditation, and energy work. Faery draws power from various cultures and their magical systems including Huna; Conjure; Voodoo; Tantra; Celtic Folklore; CHRISTIAN MYSTICISM; Yezidi Mythology; Greek Gnosis; and others, and continues to integrate the magic and mysteries of ancient and evolving cultures into its rich spiritual tapestry. Faerie is understood and integrated through direct experience; adherents include dedicated practitioners and persons initiated ritually into its mysteries.” 

Misticismo Cristiano… Después de leer en tantos foros públicos y escritos populares, que lo que hoy entendemos por Brujería Tradicional, “… es el paganismo antiguo… la práctica de las creencias pre-wiccanas y pre-cristianas […]” ¿cómo pueden mirarnos a la cara, y decir que las creencias Feri son precristianas, y nuestras creencias estén “contaminadas” por modelos no paganos y que, por lo tanto, no lo sean? ¿Será necesario ir Culto por Culto, poner sobre la mesa el origen de las creencias y las prácticas de unos y otros, y comprobar cuáles provienen del Paganismo Antiguo y cuáles del Gnosticismo Judeocristiano, del Cristianismo Medieval o como en este caso, incluso del Sincretismo Afrocristiano? Una vinculación ni mucho menos inventada, sino asumida por el propio fundador del Culto Feri, como constatamos en una carta abierta de Víctor Anderson al editor Llewellyn, cuando reivindica el origen y la práctica en su Culto y en la Brujería de creencias dispares, incluido el Vudú y la Santería, por sus similitudes con lo céltico:

“I don’t consider myself the founder of the «fairy» tradition, but I am a Grand Master and a fairy chief. I am the founder of the chapter of my faith on the West Coast of the United States…. I was initiated in 1926… by a priestess from Africa…. The worship of the Goddess was the very heart of our religion and magic… I am a Kahuna. This is a fact of my racial heritage, personal experience and training. The word Kahuna means «the secret,» and is the same in the fairy tradition and the Polynesian religion and magic. Although we were willing to learn new things, we already had a definite and coherent body of knowledge and tradition of our own. So we were not mainly eclectic. The fairy tradition has much in common with Voudon and Santeria. …. Ashe.” 

¿La Santería es un referente del Paganismo Antiguo, de la práctica de las creencias precristianas europeas? ¿Es la Santería, Brujería Tradicional? ¿la Wicca no puede ser Brujería Tradicional, pero la Santería, sí? Si el Culto Feri forma parte de la Brujería Tradicional, también los Cultos Polinesios, Afrocaribeños, etc., porque no hablamos de referencias lejanas, pues adoptan e incorporan sus mitos y ritos, como los de cualquier sistema que entiendan útil… hasta aquellos que directamente se desautorizan. Apenas leyendo un poco más, vemos correspondencias familiares, sobre todo las que se usan de ariete contra la Wicca, ya para justificar que en la Brujería Tradicional no se acepten Tradiciones Wicca, ya porque el linaje de Gardner recogiese prácticas cabalísticas y de la Magia Ceremonial, influenciado por Crowley y THELEMA. Pero como la hipocresía tiene el mismo largo que la mentira, volvemos a encontrar que esta “peculiaridad” wiccana (…), abunda y generosamente entre los Cultos de la Brujería Tradicional:

“… In the (nonexistent until some fortunate future date) Encyclopedia of Paganism, my entry for Feri would read something like this: Feri (also spelled Faery, and occasionally Fairy) is a non-Gardnerian tradition of Witchcraft which derives some of its tone and teachings from such widely-scattered origins as Hawaiian Huna, Haitian Voudon, Qabala, and British Traditional Witchcraft, among others; there are also some apparent Thelemic influences as well. Victor Anderson (1917-2001) is credited with being the main advocate of a Feri approach, but he apparently did not admit to being the creator of the tradition, but rather the transmitter of knowledge that he’d received himse Feri (also spelled Faery, and occasionally Fairy) is a non-Gardnerian tradition of Witchcraft which derives some of its tone and teachings from such widely-scattered origins as Hawaiian Huna, Haitian Voudon, Qabala, and British Traditional Witchcraft, among others; there are also some apparent Thelemic influences as well. Victor Anderson (1917-2001) is credited with being the main advocate of a Feri approach, but he apparently did not admit to being the creator of the tradition, but rather the transmitter of knowledge that he’d received himself. Victor was an autodidact, a shaman and a charismatic teacher whose influence is still felt. His private library contains many books on occult subjects by authors ranging from Max Freedom Long to R. J. Stewart, Aleister Crowley, Anton LaVey, and Robert Graves (just to name a few), with several of whom he corresponded, and whose influence can be seen in his teachings.” 

Como explicamos, hay reglas y principios que no pueden ser ninguneados. Se cumplen o se incumplen, nos hacen pertenecer a la Brujería Tradicional o no, pero por la fuerza de los hechos y por el valor de las razones, siempre al margen de los prejuicios, la empatía y los “pareceres”.

Pero empecemos por el principio. Tal y como nos relata uno de sus miembros, Storm Faerywolf, desde la página oficial de este Culto, sus orígenes no pueden ser verificados, si bien acepta la versión de Víctor Anderson, por su poder de convicción (!):

“In the one conversation I had with Victor Anderson I can say that while I cannot vouch for the validity of his claims, I can easily vouch for his uncanny ability to look deep within a person’s soul and accurately describe what he found there. This ability may explain the vast differences that exist in the practices of the various lines of this tradition, as it is reported that Victor taught different outer forms to his students at different times, while maintaining a consistent inner practice and magical philosophy. This makes it impossible to determine a fundamentalist «core» of Feri tradition practice. In doing so Victor reportedly said that he was keeping the tradition «authentic».” 

Mientras que a los Cultos wiccanos se les exigen pruebas consistentes de sus orígenes y en caso de no poder aportarlas, se pone en entredicho un pasado siquiera secular, un buen orador, sin más, sirve para otorgar a los Cultos no wiccanos la ancestralidad que digan poseer (como vimos con el Cunningfolk, cuyo pasado se construyó a finales del s. XX). Un pasado, que explican se origina en la Prehistoria, cuando una raza de pequeña estatura (little people), se extiende desde África por todo el mundo, llevando consigo el Culto original del que descienden todos los demás, estableciéndose en lugares tan distantes como la Polinesia o Escocia. En este punto, entienden que los Pictos son dicho pueblo, que será conocido como Faery o el Pueblo de las Hadas:

“The following is from Victor’s own writings: «In spite of the great amount of publicity the Craft has been receiving over the last few years, there is still a great deal of confusion of what is and is not Fairy. I’m sure this is because the word Fairy has been used so long to designate certain kinds of nature spirits. This is not incorrect in itself, but it does mean the more natural and wild forms of human magic and sorcery… It was originally applied to a race of very small slender dark people who came up out of Africa as long as long as long as ten thousand years or more ago. They spread throughout the world until they reached such far places as Japan, Siberia and Russia. The Manehune of Hawaii and other South Pacific islands are the same race as the little people in Ireland and the rest of the Celtic world. Fairy was originally spelled Feri, which means ‘the things of magic’ In the Highlands of Scotland to be Fe is to be psychic. In English this word is pronounced like those in Italian, Spanish and Hawaiian. Many of our words are found in languages spoken throughout the world. These include, to mention a few, Old Irish, Highland Scott, Vask (Basque), Native American, Polynesian and I should mention African and Fijian.” 

No es lugar para valorar estas afirmaciones, más allá del aspecto religioso. Y religiosamente hablando, es un plateamiento equivocado. Las filosofías, creencias, prácticas, Dioses, teología y mitologías de pueblos tan distantes, difieren en mucho, y las similitudes, las más primitivas, no son las de un pueblo viajero que las llevó desde África a todas partes hace 10.000 años, pues en tal caso habría sido igual para todos, y no es así, por no hablar de la arqueología, la genetica, lingüística, etc., que sitúan esta migración en al menos hace 45.000 años. Es más, ni las religiones de la Polinesia y la Melanesia son iguales. En la primera, hay un Dios principal y Soberano, que rige la vida de los hombres junto a otros tres Dioses, todos masculinos. También hay Diosas, pero no tienen la misma condición. Por otra parte, sus Dioses son muy similares a los griegos, en cuanto a su humanidad e interacción con el ser humano. En el segundo caso, para las religiones melanesias, los Dioses tienen una posición distante y ajena a los seres humanos. Ambas están alejadas de las célticas, claro, y no sólo por la distancia. Sin embargo, es un HECHO que a raíz de salir Gardner a la luz y que llegasen otras personas a Vicia (a lo que parece, el nombre original), el Culto miró definitivamente hacia Europa. De hecho y como apuntamos, el Culto Feri lleva este nombre desde los años 50 y 60, tras leer a Gardner (WITCHCRAFT TODAY) y entrar como discípulo de los Anderson por aquellos años, quien acabaría siendo uno de sus miembros más influyente, el celtista Tom DeLong (Gwydion Pendderwen):

“The name Faery (however you choose to spell it) became accidentally attached to our tradition due mainly to the works of the late Gwydion Pendderwen, who worked with Victor in the 50’s and 60’s and was considered Victor and Cora’s “foster son”. He is considered by some to be another «founding member» of our tradition. Though he also practiced and taught elements of Voudu, he was primarily a student and enthusiast of Celtic lore. Because of his predominating interest in Welsh language and culture he placed an emphasis on ‘Faery’ as expressed through Celtic customs and folklore. With this in mind it should not be surprising to know that in Ireland, practitioners of magic, ritual, and folk-healing methods are often known as «Fairy Doctors» (similar to the term “Witch Doctor” which might be applied in a different culture). These people were believed to be working with the faeries or sometimes even thought of as being faeries themselves. It is because of this term that Faery became the name of our tradition. According to Cora Anderson in her book Fifty Years in the Feri Tradition, the original name for our tradition was «Vicia». When I would speak with her she often just referred to it as «the Craft».” 

La influencia de Gwydion Pendderwen al Culto Feri, mas la develación de Gardner, hizo que Vicia adoptara las formas tradicionales que conocemos y que la dieron nombre entre los Cultos de la Brujería, reescribiendo e incorporando parte del cerrmonial que ha llegado hasta nosotros:

“In the late 1950s and early 1960s, the Andersons initiated several people. One was Gwydion Pendderwen (Tom DeLong) , a young man who was a friend of their son. Gwydion went on to become a major contributor to the developing direction of the tradition. He wrote Craft songs and poetry, and co-wrote rituals with Victor. Much was added to the existing practices of the Andersons at this time, including some of the Welsh lore that Gwydion so loved. There are some initiates, particularly those of Gwydion’s lineage, who consider him a co-founder of the Feri Tradition.” 

Aún así, son tantas y tan diferentes las ramificaciones, que salvo algunos patrones básicos, difieren sensiblemente. Está la Corriente Vicia original, la Corriente Faery propiamente dicha (después llamada Feri por Víctor Anderson, para disociarla de terceros), de Gwydion Pendderwen, también conocida como Watchmaker, una mezcla entre Vudú y chamanismo celta. Está la Corriente Vanthe, dedicada a las Diosas Oscuras y fundada por Alison Harlow, o la Corriente Reclaiming, fundada por Starhawk, cuyo libro LA DANZA ESPIRAL, se inspira en este Culto. Mención a parte debe hacerse con la Corriente Bloodrose, iniciada por Gabriel Carrillo y que siendo las más popular, también ha sido muy polémica, por cobrar al enseñar. De esta última nacerán la Corriente Draconoian-Pictish Elven, de Brian Dragon, o la Corriente Nighthares, que recoge elementos tibetanos y chamanismo Bon… En fin, todo un abanico de tendencias, consecuencia de la unificación imposible de sistemas de creencias diferentes, que hacen del Culto Feri un ente polifacético que casi lo único que aporta a lo común, es el nombre, y en donde confluyen linajes tan dispares, que unos exigen iniciación, otros auto-iniciación, algunos ambas o, como en la Corriente Vicia, que al neófito primero se le inicie y después se le enseñe. Desde luego, el Culto Feri es más un ente federativo, que una Tradición.

Su panteón se rige por una trinidad compuesta por una Diosa y dos Dioses Gemelos, una teología extraña a las religiones polinesias y afrocaribeñas, pero sin duda influenciada por la Brujería Tradicional, por la Wicca, aunque desde una visión moderna de la misma, como por ejemplo incorporar a Lucifer desde la óptica teológica cristiana, o la interpretación contemporánea (muchas veces teosófica) de estas y otras Divinidades, sin contar un sincretismo muy discutible, con unas serie de equivalencias entre Divinidades de diferentes panteones:

“The primordial deity in Vicia is a Trinity consisting of the Star Goddess and the Twins. The Star Goddess brought forth the Twins solely because She desired them. They are her son, lover, and other half. As Cora wrote, «Our Goddess is God Herself. Not only does She have a sex, but She is sex, both male and female.»  According to Victor, «[T]o think of the Star Goddess as just the chief head of the Feri Pantheon is not right….God was first worshipped as the Mother and the dual Father/Son in one. Just like you have the proton in the center of the hydrogen atom and the electron going around it. It’s just as simple as that.» 

The Twins are not strictly male, as all gods contain both male and female within themselves. Victor taught, «Mere gender, as we think of it here, is always so restrictive. What gives rise to what we call gender, what feminine means and what masculine really means, is like we hear sounds in music or see colors in the spectrum.» The Twins may be encountered as a male/male pair, a male/female pair, or a female/female pair. The Twins can also combine as a single god (as two candle flames may be brought together to form a single flame) . Feri is quite unashamedly sexual, and all of the various pairings are seen as sexually active.

This fluid approach to gender, sexuality, and deity is one of the main characteristics of our tradition. Vicia is very open to different sexual orientations, and sexual magic is not confined to the heterosexual model. Sex is quite literally sacred. It is the wellspring of our creation. The universe itself is said to have been born of the Star Goddess’ orgasm. 

Some of the core principles of Vicia are embodied in the Decagram, which is a combined expression of the Iron and Pearl Pentagrams.  The points of this ten-pointed star represent: Love, Wisdom, Knowledge, Law, Liberty, Sex, Self, Passion, Pride, and Power. Balance is sought in each point and between all of the points. A person who has achieved this balance is said to be «on their points.

Anyone who begins to study Vicia will soon realize that it can include elements from quite a few places and times. This is not random eclecticism, but rather the acknowledgement of an underlying perception of reality believed to be woven through all human cultures. The Star Goddess is truly She of Ten Thousand Names. She is known as Isis in Egypt, Mawu in west Africa, Kali in India, and Cerridwen in Wales. She may be encountered as a young girl, a mature woman, or an ancient and wise crone. The Twins appear in an equally varied number of forms. There’s also a strand of Luciferianism in Vicia. As in Leland’s Aradia: Gospel of the Witches, Lucifer is seen as the bright and shining consort of the Goddess.” 

En cuanto a sus creencias,“One very important belief in Vicia concerns the structure of the human being. We are taught that all humans have a four-fold nature: a physical body and a triune soul. In Vicia, the three spirits of the soul are sometimes referred to as Fetch, Talker, and Godself. These three correspond in many ways to concepts found in Huna, a metaphysical system based on Hawaiian lore. ”… Se rige por una base de creencias inspirada, no reproducida ni seguida, principalmente de los Cultos Polinesios y Afrocaribeños, que no mantienen pero que utilizan, y que condiciona su Doctrina hacia la interpretación de estas tradiciones, chocando frontalmente, por ejemplo, con las célticas, que explican la naturaleza humana, como trina. En general, el grueso de sus creencias, podría resumirse en: “Polynesian lore and magic is woven through Vicia, as is Vodou. Other strands include Kabbalah, Gaelic lore, European and American folk magic, as well as Native American concepts. Victor’s personal heritage was diverse, and included Scottish, Spanish, and Native American ancestry (among others) . As Cora phrased it in Fifty Years in the Feri Tradition, Victor was «a regular League of Nations.» Starhawk once said that Victor, «was allied spiritually with all the indigenous traditions of the planet; a true shaman. Victor honored all his ancestral ties and teachers. Victor also encouraged his students to explore their own cultural roots and the magical lore of their personal heritages, as «a Witch’s power is in their blood.»This is not a hard-and-fast rule however. Each person is an individual, and each person’s pathway into the mysteries is unique.” 

El Culto Feri no deja de ser la unión de todo tipo de creencias, principios y prácticas, con un eje central que pivota sobre mitos y arquetipos universales, desde la óptica particular de un sistema desarrollado por Víctor y después Cora Anderson, influenciados por la espiritualidad y la Magia de pueblos y edades diferentes, que marcaron sus vidas en momentos determinados. Un sistema donde la religión no es el catalizador, sino un esquema reinterpretable que se adapta a la persona y no al contrario, de cuya relación pueden surgir tantas religiones como necesidades tenga el individuo. Un Sistema que se acomoda a cada uno y proporciona las creencias que necesite, modificarlas o cambiarlas por otras nuevas, en el que es la Magia antes que la religión, lo que les da cierta consistencia. Esto no significa, que carezca de una teología y mitos concretos, que los tiene, si bien sea tal la mezcla de Dioses, advocaciones y alegorías, que es imposible rastrear una mitología anterior al Culto Feri. Su teología es, pues, ad hoc., antrpocéntrica.

No responde a un Culto o Tradición concreta, anterior a la de su fundador, careciendo de raíces claras y muy distante de un modelo pagano o precristiano en el que pueda reconocerse. El eclecticismo explícito de una concepción universalista de lo religioso, hace inviable poder fijar un origen, y el uso de Divinidades y fórmulas que dependen de creencias diferentes, muchas modernas, otras judeocristianas o antagónicas, impide que pueda reconocerse como Tradición. Además, es un Culto que no siente aversión hacia la Wicca, sino que, el contrario, reclama el uso del término por homofonía con Vicia, previo a Gardner, y aunque tienen sus razones, pero no por el origen que dicen que tiene, sino por el lat. uici, no favorece en nada su posición. Antes bien, les perjudica de cara a muchos, que ven en Wicca más un estigma que un valor.

Es interesante, que Cora Anderson escribiese en 1994, que “Victor was already involved in establishing the Craft before Gwydion started studying with him. Before the tradition was called Feri, it was known as Vicia, pronounced as in Italian, and W was sometimes used instead of V, but in Italy V was always used. Among Italian Witches the tradition was and still is called La Vecchia Religione. Vicia is from the language of the tiny slender dark people to witch Victor is racially related. The word is the origin of the words Wicca and Witch. Just after the publication of Gardner’s first book, Victor received a call from Palermo, Sicilia asking him to establish the Craft in California.” No puede ignorarse, la influencia que tiene la Wicca. De hecho, el historiador especializado en Paganismo Chas S. Clifton, observa que los Anderson utilizaron la Wicca Gardneriana como modelo. Ethan Doyle Whait, irá más lejos, y además de reconocer que es un Culto Wicca sui géneris, relata que Gwydion Pendderwen, tras pasar un tiempo con Alex Sanders y Stewart Farrar, introdujo material de la Wicca Alexandrina al Culto Feri. Que hay una relación en todo esto es indudable, pero al menos evitan renegar de la Wicca con tonos gruesos, y son conscientes que ni en la Wicca «todo el monte es orégano», una sinceridad que no se ve en los otros Gremios y Cultos. Tanto es así, que la Corriente Vanthe de Alison Harlow, sí se considera wiccana, mientras otras corrientes rechazan esa posibilidad.

De cualquier manera, este Culto no se rige por los sistemas de creencias paganos, los patrones tradicionales de la Wicca o las reglas actuales de la Brujería, y no es una, sino muchas tradiciones en una, en la que se mezclan Thelema, Cábala, Gnosticismo y misticismo cristiano, Vudú, Santería, Tantra, religiones afrocaribeñas y polinesias, magia ceremonial, Cultos prectistianos Europeos (grecorromanos, célticos), hechicería medieval y más, no tiene una referencia previa a su fundación, unas reglas homogéneas o una sola transmisión… por todo esto, EL CULTO FERI NO ES UN CULTO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL.

Hasta ahora, y llevamos unas cuántas páginas leyendo sus textos, comprobamos que al analizar todas las Tradiciones por igual, no hay Culto de la Brujería Tradicional que cumpla con las reglas que exigen [sólo] a los wiccanos, para considerarnos tradicionales, y que siguiendo los mismos criterios, éstos que rechazan la Wicca, tampoco serian corrientes tradicionales de la Brujería. De hecho, sus prácticas presentan tantos o más retoques e “innovaciones” (aportaciones extrañas e interpolaciones extemporáneas), de los que dicen ver en la Wicca.

Siendo justos, estas condiciones que tanto y con tan buen criterio esgrimen, no es que viniesen escritas en algún viejo manual de ortodoxia, ni que se muestren más allá de plantearse desde el sentido común y la historia. Quienes acertadamente las formulan, dicen hacerlo para distinguir las viejas de las nuevas tradiciones, y es lógico pensar que no porque la normativa estuviese tras un cristal, con una nota que dijese: “rómpase en caso de wiccanos”… sino porque es necesario preservar las Tradiciones originales de las nuevas propuestas espirituales y religiosas. Hasta aquí, creo que todos estamos de acuerdo. Lo malo, es que como solo el wiccano se ve en la tesitura de defender su Sistema, entre tanto reproche, prejuicio y resabio, muchos olvidaron mirarse el ombligo, indiferentes a que la “viga” de sus ojos les impide ver la realidad. Los mismos eruditos, que para explicar qué es la Brujería Tradicional, lo hacen partiendo de por qué la Wicca no lo es, cuando describen a los que llaman tradicionales, ven natural e incluso apropiado recurrir a LAS MISMAS y más evidentes “desviaciones”, que son un lastre para cualquier wiccano.

Sin ir más lejos de lo que llevamos recorrido, leímos que conocer e incluso implementar material creado o usado por Aleister Crowley, para un wiccano supone estar fuera de la Tradición, por lo mismo que para un feri o un sabático estar dentro, por unas razones y sus contrarias, reduciendo cualquier análisis crítico, a una suerte de interpretaciones condicionadas a ser o no ser wiccanos, por encima de que sus prácticas sean o no sean tradicionales:

“Es bien sabido que Gerald estuvo involucrado en el movimiento ocultista de Aleister Crowley, y que fue influenciado notablemente por la magia ceremonial a través de la OTO, la Golden Dawn y la Masonería. También se sabe que Gardner estuvo asociado con otro grupo ocultista llamado Fellowship of Crotona, y que, por la propia descripción que él dio del mismo, parece que se trató de un grupo confederado de masones, herméticos, rosacruces y ocultistas, y no de brujos/as tradicionales. Los escritos sobre sus actividades y creencias/prácticas dan testimonio de ello. Se rumorea que esta organización tuvo intenciones de “revivir” el Arte Antiguo, pero esto, en el mejor de los casos, los posicionaría en la categoría de “reconstruccionistas” y no de “brujos/as tradicionales”.” 

Gardner se interesó por el trabajo de Crowley… ¡Cómo no! es que GARDNER FUE UN MIEMBRO DE LA OTO ¿y? Entonces, siguiendo a Robin Artisson, si brujos como Chumbley, Anderson o Cochran, tuvieron LAS MISMAS asociaciones e influencias que Gardner ¿demuestra eso, que sus Cultos tampoco son tradicionales? La pregunta es bien sencilla, y a tenor de la contundencia con que lo explican los brujólogos, la respuesta también debería serlo. Y no es cuestión de tomar esto a la ligera o pensar mal de todo el mundo, que ni yo soy Charles Stiles, ni esto es Mystery “Witches”. Es que si me dicen que un triciclo no puede participar en una exposición de bicicletas, donde VEO que los tres primeros son triciclos, sin duda me creen un necio.

¿Quién de entre nosotros, no ha leído y estudiado sobre Magia, Cábala y Hermetismo, asistido o participado en charlas y conferencias de temas esotéricos y Ocultismo, y compartido amistad, estudios y conocimientos con gente de otros Cultos y creencias? ¿Esto nos hace rosacruces, teósofos o magos? Y eso por no recordar, que TODOS los que ya tenemos una cierta edad, nos introdujimos en el Paganismo leyendo los mismos libros, porque no había otros,. Una cosa es conocerse y conocer nuestros trabajos, incluso colaborar y apoyarnos en las investigaciones y nuestros estudios, y otra diferente introducir creencias y prácticas de otros Cultos y religiones, en los nuestros. Aquí, y no en ninguna otra parte, es donde debe trazarse la línea.

Aunque no ayuda mucho, que ninguno de estos brujólogos se aclare en lo más elemental, hasta el extremo que estando de acuerdo en lo mismo, en cuanto se salen de echar la Wicca a un lado, digan todo lo contrario. Si para Artisson, tener influencias de la Magia Ceremonial, si se es wiccano conlleva no pertenecer a la Brujería Tradicional, para Howard, el uso de la Alta Magia en la Brujería Tradicional, si no se es wiccano demuestra ir por buen camino (!). En todo caso, ambos entienden tradicionales a quienes presentan los mismos quebrantos que ven en la Wicca:

“In my opinion the Traditional Craft can be defined by the fact it combines various magical systems and beliefs and ways of working magic that range from the primitive to the sophisticated – so-called ‘low magic’ with ‘high magic’. For example one finds the use of poppets for healing and cursing and the practice of fertility magic alongside a gnostic belief system offering the promise of spiritual salvation and enlightenment.” 

Ninguna de las Tradiciones analizadas, ha confirmado venir del Paganismo, más allá de un origen oscuro y un pasado contemporáneo, sino mezclar y modificar estas creencias con otras nuevas o diferentes. Ni siquiera han podido demostrar, haberse constituido ANTES que Gardner dijese estar iniciado en el CULTO de la Brujería. En este punto, da igual si buscó publicidad e incluso que sea cierto -que lo es-, aprovechar sus conocimientos de Cábala o Magia Ceremonial, para “parchear” sus prácticas. El caso, es que TODOS surgen o se constituirán DESPUÉS O COMO CONSECUENCIA que él diera el primer paso. Hacer anteriores a Gardner, los Cultos que cuando no se han nutrido de su Corriente, se han constituido con posterioridad, ni antes que la Wicca histórica, por supuesto, pero tampoco de la Wicca Gardneriana, es querer vivir ajenos a la realidad. Ninguna de las denominadas Tradiciones de la Brujería analizadas (y van tres), son anteriores a que Gardner hablase del Culto de la Brujería, y develase el origen de lo que luego sería su Tradición, y parte de los patrones utilizados por los Cultos reconocidos en la Brujería Tradicional, o salen de las mismas fuentes a las que recurrió Gardner, o salen de su Tradición.

Al finalizar el análisis de los Cultos que nos hemos propuesto examinar, tendremos ocasión de responder una a una, las principales objeciones por las que creen que la Wicca no debe estar en la Brujería Tradicional, utilizando para ello tres fuentes críticas reconocidas. No podemos ignorar, lo cómodo que ha sido para muchos críticos, explotar los errores ajenos. Lo increíble es que, aún así, muchos cayeron en los mismos deslices que criticaron. Una realidad, que me temo vamos a constatar, a medida que analicemos el resto de Cultos y los planteamientos que cuestionan la Wicca. Y es que, tras décadas mirando para otro lado, dimos por buenas las mentiras que se esconden tras esta pseudohistoria, elaborada entre los años 70-90 del siglo XX, que difunden a pesar de los hechos con una vehemencia tan obstinada, como insistente. Tanto, que no aceptar sus dogmas nos convierte en parias, aunque eso sí, te lo digan con una generosa sonrisa… ¡Pues que así sea! Que un servidor no está para hacer amigos, ni caer bien a nadie.

Cuando insisten una y otra vez, que está demostrado (con argumentos de hace 50 años) que la Vieja Religión es un recurso poético, y quienes lo defiendan ingenuos; que la Wicca la inventa Gardner, y no hay más linaje que el suyo; que sus Dioses principales son advocaciones modernas, su Calendario del siglo pasado y las prácticas, copias de órdenes esotéricas decimonónicas; que la Brujería no es una religión en sí y que la hechicería popular es brujería… En fin, cuando lees que esto es lo que defienden fundamentalistas cristianos, academicistas, paganos y sobre todo brujólogos, deberían saltar las alarmas, y más cuando desprecian la revisión histórica, diciendo que es falso que haya datos que les desmientan, y si se los proporcionas, diciendo que es falso que haya datos que les desmientan. Y no hay que irse lejos, o tanto como al principio de este mito urbano, de que Gardner “inventó” la palabra Wicca, como sinónimo de Brujería. Lo malo de una mentira, por más que se repita, es que no es verdad. Y nada como ir a la anti-enciclopedia por excelencia, Wikipedia, para ver el daño que hace combinar falta de rigor y de escrúpulos, con pereza. Dicen ahí, que “La palabra wicca aparece por primera vez en las obras de Gerald Gardner, aunque según estudios más contemporáneos, como el realizado por Sorita d’Ese y David Rankine, muestran que esa palabra puede ser rastreada a un tiempo anterior al de Gardner”. En realidad, la palabra wicca NO aparece escrita por primera vez en las obras de Gardner, sino al menos mil años antes, NO es necesario recurrir a estudios contemporáneos, porque los hay del siglo XIX, y NO porque “puede” (de ser posible) rastrearse hasta un tiempo anterior a Gardner -que también-, sino porque puede (de poder), demostrarse. Por ejemplo, leyendo la obra de uno de los padres de la filología anglosajona, el DICTIONARY OF THE ANGLO-SAXON LANGUAGE, de James Bosworth, en cuyo honor lleva su nombre la Cathedra Rawlinson & Bosworth of Anglo-Saxon de la Universidad de Oxford. No es cuestión de probabilidades, sino de hechos. Cátedra, por cierto y para los más frikis, de la que fue titular Tolkien. Este diccionario, vio la luz en 1838, 47 años antes que naciese Gardner, y junto a su entrada Wicca, no es menos importante leer: “Wicca-raed advice or consultation of witches, […]” ¿Una casualidad? Lo dudo…

Esto es, como cuando acusan a la Wicca de haber mezclado la Magia Ceremonial con la Brujería Tradicional, porque, dicen, fue lo que hizo Gardner. Un inconveniente más, explican, por lo que la Wicca no puede ser Brujería Tradicional. Pero como con todo lo demás, cuando no dan datos falsos, se contradicen. Si ACUSAN a la Wicca de utilizar Magia Ceremonial, A DIFERENCIA de la Brujería Tradicional, que no la utiliza ¿qué quiere decir aquí Howard?:

“While this may be a controversial view, I think it is difficult to completely separate the Old Craft from the Western magical tradition. The relationship between historical witchcraft and ceremonial magic is a complex and blurred one. Earlier in this interview there was a reference to occultists working with rural witches that illustrates this point. One example of this I’ve personally come across was the story of a Magister of a covine in Northern England in the nineteenth-century who was involved in Hermetic Order of the Golden Dawn-type magic. As a result this was introduced into what formerly was a rural witch covine.

The other contribution by the Old Craft to the magical tradition relates to the survival of Solomonic magic. It was often witches who preserved the magical practices in the grimoire tradition. In her book Witchcraft and the Inquisition in Venice 1550-1650, Ruth Martin refers to a woman arrested for practicing witchcraft and a copy of the Key of Solomon was found in her house. She had evidently borrowed the grimoire and was copying material from it by hand into her personal ‘Black Book’.“ 

Afirmar, que Gardner hubiese estado “involucrado” en el Movimiento de Crowley, cuando todo pagano y ocultista lo estuvo en mayor o menor medida por entonces (sobre todo a principios del siglo XX), como Crowley lo estuvo con la Golden Dawn, éstos con la Teosofía, etc., es una verdad de Perogrullo que no demuestra nada, que no fuese haber crecido con los movimientos intelectuales del Paganismo y el Ocultismo de la época, como era y es normal. En unos tiempos convulsos, de importantes cambios históricos e intercambio cultural sin precedentes, TODOS SE MOVÍAN POR LOS MISMOS PASILLOS. De listar los que se relacionaron con Crowley ¡no se libra ni Dios! Y además, la mayor parte de lo que se cuenta de esta relación de Gardner con Crowley, son habladurías, como las que unen a Crowley con el que dicen fue un brujo hereditario, George Pickingill, al que también se ha intentado vincular con el coven que inició a Gardner. Y sobre esto, ni siquiera vemos más allá que lo justito para atacar a la Wicca, porque, vamos a ver, si Pickingill fue un importante brujo tradicional, Crowley aprendió de él y damos por cierto que Gardner copió de Crowley o Crowley escribió para Gardner sobre Brujería ¿cómo sabemos que lo que salió de Crowley, no vino en poco, en parte o en todo de lo aprendido con Pickingill? En lo relativo a la relación que hubo entre Gardner y Crowley, explica Roger Dearnaley que se limita a CUATRO ÚNICAS VISITAS que le hizo Gardner, acompañado y gracias, entre otros, por Arnold Crowther, en mayo de 1947, con un Crowley enfermo, arruinado y a pocos meses que falleciera (el 1.° de Diciembre de 1947). Si trato personal hubo poco, respeto o confianza, parece que menos. Dijo Doreen Valiente, que Gardner no sentía empatía hacia Crowley, y por lo que sabemos sobre la relación de Gardner con la OTO, ni Crowley debió tener un gran interés por Gardner, teniendo en cuenta que no pasó de un grado medio (IV Grado), aunque algunos lleguen a creerse que tuvo un VII Grado, cuestión ésta última que desmiente una carta de Gardner dirigida a Jhon Symonds, albacea documental de Crowley, en diciembre de 1950 (!), cuando intentó adquirir de la OTO los rituales de VII Grado, que como es lógico no hubiese necesitado pedir, si hubiese estado iniciado en ese nivel, como explica Rodney Orpheus:

“In December 1950 Gardner wrote to John Symonds, Crowley’s literary executor:

I tried to start an order, but I got ill and had to leave the country. After his [Crowley’s] death, word was sent to Germer that I was head of the Order in Europe, and Germer acknowledged me as such, but owing to ill health so far haven’t been able to get anything going. I’ve had some people interested, but some of them were sent to Germany with the army of occupation, and others lived far away, and so nothing happened. Actually, I haven’t all the rituals. The K.T. ritual has been lost; Gerald Yorke thinks it may never have been written. I have up to Prince of Jerusalem. You don’t know about the lost degrees, I suppose?

(The K.T. ritual mentioned was the Knights Templar initiation, or VI° of O.T.O. It had been written, but Gardner had not been given a copy of it by Crowley, since Gardner did not hold the Degree necessary to perform it.)” 

Y esta última anécdota, nos lleva hasta otra patraña contra la Wicca, bastante extendida por los mentideros del ciberpaganismo, que viene a decir que Crowley escribiese para Gardner una buena parte de los ritos wiccanos, y que Gardner escribió los ritos de la Wicca, basándose en los rituales de Crowley. Una idea que se contradice (o una cosa, o la otra), falsa (por suponer que la Wicca la inventase él) y que ignora a Pickingill. Y como creo que el análisis que hace Dearnaley, es muy completo, extraigo de éste mis conclusiones, por lo que recomiendo su lectura. No quisiera centrar mi trabajo, en la influencia de la OTO en la Wicca Gardneriana, pues considero que es limitarnos en exceso. Pero hay asuntos que por reproducirse como un virus, no podemos dejar a un lado. Y como los datos y sus fuentes están ahí, no está de más recordar:


1.° Que Gardner conoció a un Crowley de 72 años, muy deteriorado y enfermo (toxicopatias graves, degeneración de miocardio, bronquitis aguda, asma), apenas unos meses antes de morir. Léase su biografía.

2.° Que, por aquél entonces, Crowley estaba prácticamente volcado en su relevo de la OTO, nombrando a Karl Germer como su sucesor. De hecho, Germer ejercía esa potestad ya desde el año anterior.

3.° Que en aquellos años (1947-1948), Gardner fue iniciado en la OTO (IV Grado) y trató de constituir un grupo local en Inglaterra, y tras la muerte de Crowley, dirigir en 1950 la OTO en Europa, fracasando en ambos empeños.

4.° Que, para que Gardner tratara de constituir un grupo local de la OTO, debió seguir unos pasos: querer entrar, ser aceptado, iniciarse, tener el nivel y proponer o tomar el encargo.

5.° Que, si Gardner hubiese pedido a Crowley que le escribiese sus ritos, no le habría comprado materiales a éste, y tras su muerte, pedirle mas a Symonds, donde se detallan las prácticas de la OTO al menos hasta el VII Grado.

6.° Que, Gardner reconoció haber utilizado prácticas de terceros, para completar lo que decía que faltaba o no podía utilizar en las suyas. Hizo lo mismo y lo sacó de las mismas fuentes, que han hecho -y hacen- los que hoy son considerados brujos tradicionales, por no hacerlo.

7.° Que, como explican Hutton en THE TRIUMPH OF FUE MOON [164], y otros investigadores, Gardner rellenó los vacíos que dijo tenían sus ritos, de fuentes, libros y personas diferentes, como LAS CLAVICULAS DE SALOMÓN, LA MAGIA DE ABRAMELÍN, la Golden Dawn, OTO, Mitologías europeas, hechicería rural, Folclore, Paganismo, Crowley, Regardie, Leland, Mathers, Frazer, Graves, Murray, etc. En definitiva, bien o mal pero con lo que había a su alcance.

8.° Que nadie, nunca, jamás, entendió entonces que los parches que Gardner dijo haber utilizado, fuesen los de TODA la Brujería, que era su Culto, ni para TODA la Wicca, que es el Culto de la Brujería, sino para su coven (Bricket Wood).

9.° Que son, en todo caso, quienes pretenden hacer de lo de Gardner, lo primero, y por lo primero, lo de todos, los que crearon este dislate.

No es lugar, para resolver cuestiones como la de por qué Gardner puso tanto empeño no sólo en reconstituir una Logia de la OTO en Inglaterra, sino presidir la OTO en Europa, de 1947 a 1951, cuando se le suponía inmerso en su Culto de la Brujería… Pero sí es lugar para valorar, por qué rechazan una Brujería Tradicional de carácter reconstruccionista, con la misma intensidad que reivindican el reconstruccionismo de la Brujería Tradicional, cuando no se habla de Wicca (véase el Cunninfolk). Siendo coherentes, el reconstruccionismo debe ser una exigencia, no una opción, si de lo que hablamos es de practicar los Cultos precristianos y paganos europeos ¿Es que a estas alturas, también vamos a tener que justificar por qué es un deber de los fieles de un Culto antiguo, rescatar, conservar y preservar sus creencias y prácticas lo más fielmente que les sea posible? Es lógico tratar de reconstruir unos Cultos prohibidos y perseguidos durante 1600 años, porque no sobrevivieron intactos ¿No es precisamente por su carácter también reconstruccionista (sic), que la llamemos Brujería TRADICIONAL? ¿No lo hacemos TODOS?

Una de las características de la Tradición, es preservar fielmente lo transmitido. Pero eso lo puede hacer ¡YouTube! No es necesario iniciación, ni Camino Iniciático alguno. Si no se entiende lo que se hace, si no se hace como se debe y si no se siente como se entiende, todo es “teatro”. El sentido de un rito no es imitar, sino cumplir con los objetivos del mismo, y es entonces, ahora sí, que cada Tradición tenga su propia manera de llevarlo a cabo, con el precepto de no alterar las formas. El ritual no busca cómo se vea, ni los participantes interpretar correctamente una “escena”, sino SER PARTE VIVA DE LO QUE SE REPRODUCE, Y NO INTÉRPRETE DE LO QUE SE REPRESENTA. La palabra teatro, “… viene del griego θέατρον (theatron = «lugar para ver») y este del sustantivo θέα (thea = visión) que encontramos en la palabra teoría, y esta está relacionada con el verbo théaomai (contemplar, considerar, ser espectador), de modo que teatro con su sufijo -tro significa «medio de contemplación».” Y por eso que el ritual (lat. ritualis), sea “el conjunto de actividades religiosas” , de CEREMONIAS, y no de ESPECTÁCULOS. Por eso que en los Cultos Tradicionales, de haber lagunas, sea pertinente tratar de RECONSTRUIR lo que falte y hasta donde sea necesario, para hacerlo funcional. Lo otro, es RECREACIONISMO, cuyo propósito no es seguir fielmente el rito para cumplir con los objetivos del mismo, sino el de representarlo para ser contemplado. Un modelo, el Reconstruccionista, que por supuesto define a la Wicca desde sus primeras manifestaciones modernas, como sabemos que procuró Valiente, y como lo trata de hacer, humildemente, un servidor.

En el Culto que analizaremos a continuación, el Clan de Tubal Caín, vamos a comprobar cómo aparecen casi todos estos elementos, en un intento entiendo que inconcluso, por desarrollar un Sistema, más que un Culto, que nunca hubo. Pero antes, leamos lo que dicen al respecto.


▪ FALSO MITO: EL CLAN DE TUBAL CAÍN, ES UN CULTO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL


Lo primero que hemos de tener en cuenta para conocer al Clan de Tubal Caín, también llamado Royal Windsor Cuveen, antes incluso de lo que en realidad le valdría estar reconocido como Brujería Tradicional (criticar la Wicca Gardneriana), son las experiencias vitales de su fundador, Robert Cochrane, seudónimo de Roy Bowers (1931-1966), que como veremos, influirán de manera progresiva y determinante en la construcción de este Culto, porque, dejémoslo claro, el Clan de Tubal Caín se va haciendo a partir de Cochrane, no se le transmite ni es anterior a su fundador, salvo quizá alguna de sus prácticas por separado, teniendo en cuenta que se dicen una Tradición Hereditaria (transmitida dentro de la familia), aunque no hay ninguna prueba de ello y sí evidencias fundadas, que esa historia la inventase el propio Cochrane. Pero los nombres por los que se conoce, son también un indicativo importante de lo que vamos a encontrarnos.

Llama mucho la atención, que un Culto -se supone- de la Brujería Tradicional, enraizado con el Paganismo y los Cultos precristianos europeos, destaque por llevar el nombre de un personaje mitológico del judeocristianismo ( Tubal Caín, ‘forjador -afilador- de toda herramienta de bronce y hierro’, hijo de Lamech y Zila, descendiente de Caín), situado en en el Antiguo Testamento. Y la llama más, que lo poco que nos ha llegado de Tubal Caín, viene de la hermenéutica cristiana y la Tradición judía de la Diáspora, pero sobre todo, que sea una figura relevante de la Masonería. Sólo con estos antecedentes, ya es como para tomar perspectiva, por no decir precaución. Aunque tengo claro, que sin entrar en más, frente a tal currículo no habría Culto Wicca que hubiese pasado de aquí. Biblia, Masonería, y mitología judeocristiana no es un comienzo muy prometedor, y eso que no hemos hecho más que empezar. Y lo mismo pasa con el segundo nombre por el que se le conoce, Royal Windsor Cuveen, que tampoco dice mucho de tradicional, aunque introduzca una palabra intermedia (Cuveen), híbrida del francés y el inglés antiguo (cuven, cuvent) entre el actual Coven y el original latino Convento (de dónde viene la palabra), y todo quizá por no usar el término Coven, con el que acertadamente Gardner denominaría los Corros (Congregaciones) de brujos según la tradición inglesa, que parece ser tuvo origen en Escocia a finales de la Edad Media, denominando coven (Convento) a la Asamblea de Brujos, antes de adoptar también el sinónimo ibérico (vasco) de Aquelarre (Akelarre).

Aunque no hay una fecha para la fundación del Clan de Tubal Caín, Howard dice que sería en los inicios de la década de 1960 cuando se constituiría el covine -como gustan llamar a los covens- que da nombre a esta reciente Tradición. Para hacer un repaso de la trayectoria de este Culto, me basaré principalmente en su libro, CHILDREN’S OF CAÍN, fuente que ya hemos utilizado en trabajos anteriores. Siendo un gran admirador de Cochrane e incluso estar iniciado en el Clan de Tubal Caín, no es para pasar por alto, que Howard reconozca la controversia que arrastra la historia de este Culto, en cuanto a que todo hubiese sido un invento de su fundador:

“The Clan of Tubal Cain, or the Royal Windsor Cuveen as it has sometimes been called, is the name of a traditional witchcraft group founded by the late ‘Robert Cochrane’ (1931-1966) in the early 1960s… Over forty years after his premature death debate still rages as to whether he was a genuine hereditary witch, as he claimed, or a poseur who invented his own tradition.” Y en cuanto al nombre, añade: “Cochrane spent his early working life as a blacksmith working for London Transport in a foundry. This has been since cited as the reason why Cochrane called his covine the ‘Clan of Tubal Cain’, after the biblical first smith. In the Industrial Revolution many of the old iron masters called their foundries either after Tubal Cain or the old Roman god of smithcraft and fire, Vulcan. In fact Cochrane had more esoteric reasons for choosing that particular name.” O sea, que llamar a su Tradición por el nombre de un personaje de la mitología judeocristiana, puede venir porque Cochran trabajó en la fundición, la influencia de la Revolución Industrial, etc., no porque fuese así como llamaban a su Tradición presuntamente familiar, ni porque en su familia hayan seguido este oficio, no. Se le ocurrió a él sólo, que decidió unilateralmente llamarla así y darle una orientación masónica, porque es una alegoría cargada de un fuerte simbolismo esotérico. Después de tantas páginas, uno ya va entendiendo cómo va esto; y lo peor es que de lo visto, seguimos sin encontrar UNA SOLA TRADICIÓN DE LA BRUJERÍA, que cumpla al menos con alguno de los criterios que dicen ellos que la define ¿Pero cómo es posible, que asintamos absolutamente idiotizados, en vez de perplejos, a afirmaciones como estas? ¿Cómo puede ser que una Tradición Hereditaria, lleve el nombre que le ha dado el último en iniciarse? ¿Que Tubal Caín, como antes leímos de Caín o el mismísimo Satán, son figuras tradicionales de la Brujería Occidental? ¿Qué hay entonces, de las mitologías paganas y los Cultos precristianos europeos? ¡Será que no hay referencias mitológicas indoeuropeas del herrero y la fragua! Está cada vez más claro, que no siendo wiccanos aquí todo vale.

En este sentido, lamento lo escaso de nuestra cultura religiosa, pues no me cabe duda que con las miras puestas antes en lo autóctono que en lo fácil, de estar más preparados por haber sido mejor formados, este tipo de “licencias” no habrían pasado de la anécdota y no, como leemos, que haya sido la norma en la reconstrucción de los Cultos de la Brujería, pero es lo que tiene no contar con una Tradición detrás, que hubiese superado los vicios del sincretismo con los que se toparon en aquellos años. Es que ya había estudios publicados de Frazer, Haggerty, Murray, Rank, Jung, Dumèzil, Campbell, Eliade, etc., que también son anteriores y contemporáneos a Cochrane, y por lo tanto tuvo material suficiente como para estar mejor documentado. Resulta incomprensible, que una Tradición pagana diese relevancia a la mitología judeocristiana. Sólo si este Culto hubiese nacido de los conocimientos de un Cochrane aún formándose, se comprende que recurriese a estas fuentes. A no ser, claro, que tuviese más de oculista y mago, que de pagano y brujo. Lo que explicaría ignorar mitemas tan asequibles y más ricos, como los que encontramos en la Mitología Occidental. Por si había dudas en cuanto al origen accidental del nombre y orientación de esta Tradición, leemos: “Later Robert Cochrane and his new wife worked as bargees on the narrow boats that transported coal and other goods along the canals in the Midlands. They nursed one of the narrow boat owners through an illness and as a result were accepted into this closely-knit community. Because of their kindness Cochrane learnt about the customs and folklore of his new friends. He later claimed that traces of the ‘Old Faith’ could be found in the symbols used in the colorful folk art that decorated the boats. These included designs such as the rose and the casde and both these symbols featured prominendy in the rituals of Cochrane’s form of the Craft.”. Así que no solo el nombre, incluso los símbolos vienen de las experiencias personales de Cochrane, no de una supuesta Tradición familiar.

Howard, dice que sería entre 1962-1963, cuando Cochrane establezca su primer covine, aunque al parecer hubo otro poco antes que no acabó bien y sobre el que apenas hay datos: “… The Clan of Tubal Cain seems to have been founded in the early 1960s and was the second group Robert Cochrane had started. The first one broke up when one member died and Cochrane fell out with another. Certainly by 1962 or 1963 Cochrane had established another working group consisting of factory workers, a schoolteacher (possibly Ronald Chalky’ White who later founded The Regency), an artist and an engineer (Evan John Jones). Cochrane was the covine’s ‘Devil’ or Magister and his wife acted as the Maid and Seer.” Lo que nos sitúa, ante un Culto dicen que tradicional, que se constituye diez años después que Gardner se diera a conocer, gracias a la iniciativa de un presunto brujo hereditario, que contacta por correo con desconocidos, para crear un grupo de estudio, que será el gérmen de la Tradición Familiar… como leeremos. Si resulta poco afortunado la elección del nombre, por lo que se supone representa, ni que decir lo sospechoso de un Culto Familiar, constituido con extraños que se encuentra por anuncios y casualidad, interesados en formar un grupo de estudios… “It is possible that Cochrane first learnt about the Craft while living in the narrow boat community or he could have discovered it through reading Robert Graves’ seminal study of ancient British mythology and poetry The White Goddess in 1959, a book that remained an important influence on him throughout his life. In fact the two men actually xchange d correspondence, (see Lindop: November 2009). According one of Cochrane’s aunts, he first became interested in witchcraft after he attende d a talk at the Society for Psychical Research in Kensington. There «he met various people, got very interested in the Craft and the res t is history» (pers.com Martin Lloyd, 24th November 2009).”… “Cochrane had met one of the members, Ronald Milland White (1928-1998), after he had answered an advertisement Cochrane had placed in the Manchester Guardian requesting contact with people interested in Robert Graves’ The White Goddess. Through White he was introduced to George Arthur Stannard (aka Winter), who was working as the Manager of a betting shop near the Kings Cross railway station in Central London, and he joined the covine as its Summoner.” 

Además de confirmar nuestras sospechas, el mismo Howard nos guía hacia nuevas evidencias, que demuestran que el Clan de Tubal Caín, debería situarse mejor en el Neopaganismo o quizá la Neobrujería, que en la Brujería Tradicional. Fue como consecuencia de acudir en 1959 a un seminario sobre el libro de Robert Graves, LA DIOSA BLANCA, de mitología y poesía británica, que Cochrane se introdujese en el “circuito” pagano, haciendo sus primeros contactos. Y precisamente sería para intercambiar opiniones sobre la obra de Graves, que puso un anuncio en el periódico buscando gente interesada, que respondió Ronald Milland White, quien a la postre constituiría The Regency, uno de los covine del Clan de Tubal Caín tras la muerte temprana de su fundador. Otra Tradición que se crearía, dice su fundador, Joseph B. Wilson, a partir de las enseñanzas de Cochrane pero no del Clan de Tubal Caín; fue llamada 1734, en virtud de un presunto código numeral secreto, utilizado por Cochrane y que tiene una curiosa historia. Cuenta él mismo en una carta a Joe Wilson en 1966: “… el orden de 1734 no es la fecha de un evento sino un grupo de numerales que significan algo para una bruja. Uno se convierte en siete estados de sabiduría; la Diosa del Caldero. Tres son las Reinas de los Elementos; el fuego pertenece sólo al Hombre, y el Dios Herrero, Cuatro son las Reinas de los Dioses del Viento. La ortodoxia judía cree que quienquiera que conozca el Sagrado e Impronunciable nombre de Dios tiene absoluto poder sobre el mundo de la forma. Muy brevemente, el nombre de dios pronunciado como Tetragrammaton… en Hebreo se reduce a las letras YHVH, o el Adam Kadmon (el Hombre Celestial). Adam Kadmon es un compuesto de todos los Arcángeles; en otras palabras, una declaración poética de los nombres de los Elementos. De modo que lo que creen tanto el Judío y la Bruja es que el hombre que descubre el secreto de los Elementos controla el mundo físico. 1734 es la manera brujesca de decir YHVH». Y ahora, queda preguntarnos ¿cómo encaja todo esto, en la proclama del Traditional Witchcraft Forum?: “¿Qué es la Brujería Tradicional? La brujería tradicional no es Wicca, la brujería tradicional es el paganismo antiguo. Es la práctica de las creencias pre-wiccanas y pre-cristianas (o al menos tratar de revivir las viejas costumbres) […]”. ¿Son las prácticas judeocristianas, de la Magia Ceremonial, la Cábala y la Masonería, el Paganismo Antiguo? Pero hay más, sobre este código secreto. “Tanto Justine Glass (en Witchcraft, The Sixth Sense – and Us, Neville Spearman, 1956) como Doreen Valiente (en The Rebirth of Witchcraft) mencionan una bandeja de cobre que llevaba los numerales <<1734>>, de la cual el libro de Glass contiene una foto. Cochrane le dijo a Glass que la bandeja había estado en su familia durante <<varios siglos>>, para después tener que admitir a Valiente, cuando fue desafiado por esta, que no era tal el caso, y afirmar que había sido culpa de los editores quienes habían confundido los pies de las dos fotos. En realidad, Doreen Valiente había comprado esa bandeja en un anticuario de Brighton por encargo de Robert Cochrane, quien le había pedido ayuda para encontrar una bandeja ritual de pasteles y vino. No he visto ninguna explicación de la discrepancia entre el <<1734>> de la carta de Cochrane de 1966, y el <<1724>> que aparece en fuentes públicadas […]” 

No es mi interés valorar los aspectos más sórdidos de esta anécdota, pues carece de relevancia para nuestro trabajo, y no me considero quién para juzgar el comportamiento o los motivos de nadie y menos que no pueda responder, pero sí entiendo altamente esclarecedora la asociación de ideas que hace Cochrane y a qué fuentes recurre para explicarse, y esto es lo que creo tiene más valor, que no hay duda que responde a una mentalidad y concepciones cabalísticas y judeoctistianas. Lo que no hace sino confirmar, una vez más, las influencias cultuales del personaje y de su Culto. Unas influencias, que en el mejor de los casos, creyendo como dicen que tuvo contactos con la Brujería Tradicional, no deja de indicarnos que fue él y no gracias a un hipotético legado hereditario, quien inventó su Tradición:

“However Robert Cochrane may have been involved with other traditional or hereditary witches before he founded the Clan of Tubal Caín. An informant, who wishes to remain anonymous, has told this writer that in the early 1960s he met Cochrane on several occasions. This was allegedly at Old Craft meets in Cheshire, near the border with Derbyshire, and in the Shropshire countryside. Those present recognised in Cochrane a distinctive state of ‘awakeningness’ associated with somebody who was ‘hereditary-born’. Unfortunately, my informant said, Cochrane was often impatient at the progress of the teachings he was given and did not attend any further meetings. However he believed that Cochrane took some of the concepts of ritual and beliefs from the meets he attended and later developed them in his own way (pers.com, 1992).” Parece, que tras aprender los prácticas tradicionales e ignorando todo lo demás, dejó su aprendizaje y montó el Clan de Tubal Caín, desarrollando esos ritos “a su manera”? O sea, que Cochrane hizo lo mismo que dicen de Gardner: montar un Sistema con lo que retuvo de las prácticas tradicionales, Magia Ceremonial, Cábala y Masonería. Nada nuevo, ni diferente. Y dicho esto, sabemos que Cochrane también tuvo contactos en el mundo del Ocultismo y de otras Corrientes como las del Cunningcraf, lo que no es una novedad, aunque sí lo es porque no gusta hacer mucha referencia a ello, que demostrase un interés concreto por el Espiritismo:

“Cochrane first came to public prominence in November 1963 through an article that was published in the weekly Spiritualist newspaper Psychic News. Both Cochrane and is wife were interested in Spiritualism and this is not uncommon in Craft circles. In the 19th century when the movement was in its infancy it made a good cover for witches and cunning folk. They had both wanted to train as mediums, but were apparendy rejected because they admitted to being witches. Cochrane, however, was told that he had the potential to be a physical medium.” 

Sumado a lo anterior, parece indicarnos que no nos encontramos ante un Iniciado bien formado que continúa o comienza algo nuevo, sino con alguien sin preparación que, pese a ello, asume una rol que como era previsible, acabaría por llevarle a imponer su ideología a la Doctrina:

“In the piece Cochrane was evidently responding to some recent newspaper articles published at Hallowe’en about witchcraft. He began by stating that he was ‘a witch descended from a family of witches’ and added that ‘witchcraft is not paganism, although it retains the memory of ancient faiths.’ This last statement was, of course, in a direct contradiction to the party line based on the theories of anthropologist Dr Margaret Alice Murray about witchcraft put out at the time by the founder of modern Wicca, Gerald B. Gardner, and his followers.

In Cochrane’s opinion, the Craft is ‘a religion [that is] mystical in approach and puritanical in attitude.’ Again this was in contrast to Wicca with its aspirations to be the survival of a prehistoric fertility cult and its advocating of such concepts as ritual nudity and ‘free love’. Cochrane went on to say that the witch is a mystic following ‘the last real mystery cult’, one with a ‘complex and evolved philosophy that has strong affinities with many Christian beliefs’. In fact a person could even be a witch and a Christian at the same time. This belief reflects the reality of the historical cunning folk who utilised Christian prayers and charms and those modern traditional witches who practice dual-faith observance.” 

Es demoledor, leerle decir que ‘witchcraft is not paganism, although it retains the memory of ancient faiths.’ (!), porque está radicalmente en contra con lo que nos explican. Es lo contrario de lo que dicen, aunque me alegra leer que alguien, en algún momento, dijera las cosas como son. La Wicca, representa el Paganismo antiguo y los Cultos precristianos occidentales, el Culto de la Fertilidad y a la Naturaleza, lo que a finales de la Edad Media, coincidiendo con la máxima extensión cristiana, acabó por conocerse como Brujería. Lo demás, el sincretismo imposible, el hechizo «fácil» e incorporar prácticas y creencias extrañas, es Neopaganismo, Neobrujería o como “neoquieran” llamarlo. Lo que desde luego no es ni ha sido jamás, es lo que precisamente defiende Cochrane: una religión puritana, con fuertes afinidades con las creencias judeocristianas y en el fondo monoteísta… Empero, ha sido el Cristianismo en todo caso, de forma lenta y progresiva, que se impuso en Europa incorporando nuestras prácticas y creencias, fagocitando los Cultos de los que se nutriría después. Con todo, nuestras creencias son antagónicas, nuestras prácticas más antiguas, el fin mediato y último en las antípodas unos de otros y los medios a utilizar, totalmente opuestos. Y que las prácticas de la hechicería hayan medrado con estas religiones nuevas, no es óbice ni demuestra nada. Como tampoco lo hace, que nuestros Antepasados se vieran en la tesitura de esconder las tradiciones (creencias y prácticas) bajo la mirada censora del Cristianismo, o desaparecer. Es significativa, aquella queja del Papa León Magno en siglo VI e.a., que lamentaba que los fieles, el Solsticio de Invierno, antes de entrar en la Basílica de San Pedro para celebrar la Misa de Navidad, se girarán hacia el Sol y le hiciesen una reverencia: “… habiendo subido por la escalinata por la que se asciende a la parte más elevada del pórtico superior, se inclinan volviendo el cuerpo hacia el sol naciente y doblan las cervical en honor del brillante disco. […]” Como son significativas, las miles de evidencias paganas, que atesora nuestro Patrimonio Etnoarqueológico y popular.

En cuanto a su obsesivo rencor/odio hacia Gardner, llegó a extremos inaceptables: “Cochrane consideraba a Gerald Gardner como un falso que creó su propia versión de la brujería para satisfacer sus propios «hábitos [sexuales] degenerados«. [188] Y aquí, no es Gardner quien tiene el problema. Cochrane demostró un puritanismo anacrónico, lastre hipócrita de un Cristianismo que por lo que leímos, le influyó demasiado. Cochrane, atacó a los Gardnerianos siempre que pudo, tildados así por él mismo, hasta el extremo de “dinamitar” el primer intento formal de crear un frente común para unir las diferentes Tradiciones de la Brujería en Inglaterra, antes que convivir con wiccanos. La asociación, fue la Witchcraft Research Association, fundada en 1964:

“… The Cabbalistic magician William Gordon ‘Bill’ Gray introduced him to the newly formed Witchcraft Research Association and he subsequently wrote several articles for its newsletter Pentagram. The WRA had been founded in 1964 by a London witch, using the pseudonym ‘John Math’, to research the Craft and attempt to bring together different traditions… The first issue of Pentagram appeared in August 1964 and its editorial announced that a dinner for members and their guests would be held in a London hotel in October.

At this event the Gardnerians sat at one table and Robert Cochrane and his traditional friends occupied another…

In the first issue of Pentagram Doreen Valiente wrote an open letter of welcome to all members of the WRA. She claimed that due to the persecution of the past the old traditions of witchcraft had become fragmented, with one coven or group of covens preserving what had been handed down to them, while others retained and placed emphasis on other aspects of the Craft. She hoped that the Association would act as a ‘United Nations of the Craft’ and promote research into surviving traditions that might otherwise have been lost. She was also optimistic that it could promote the ‘mutual understanding and unity of purpose’ that would make this research possible. In hindsight this was an overly optimistic view as a serious division between members of the WRA who were Wiccans and the traditional witches was soon to become apparent.

Valiente claimed that the WRA was now contacting covens that had no connection with Gerald Gardner at all. This indicated, she said, that the ‘Old Craft’ had survived all over Britain in a fragmented state. Because of the historical Persecution each had its own version of witchcraft and it was going to be an exciting project to compare the different traditions and see how they both complimented and differed from each other. Again, due to the in-fighting that was about to break out between the Wiccans and the traditional witches in the WRA, sadly this project never got off the ground.” 

De esta cita, pueden sacarse varias conclusiones. La primera, confirma la aversión de Cochrane contra los wiccanos. La segunda y no menos llamativa, que Howard diferencie lo que por aquél entonces no existía, brujos “tradicionales” y “Gardnerianos” (luego dice wiccanos). En la tercera, podemos constatar dos hechos significativos: que Valiente habla a todos los miembros como brujos tradicionales, Gardnerianos o no; y que reconoce como IGUALES, covens y Tradiciones que no tenían nada que ver en absoluto con Gardner. Es de lamentar que el proyecto fracasase, porque nos ha retrasado décadas, las que llevamos con lo mismo.

En lo que al Clan de Tubal Caín se refiere, sabemos que siguen en parte la Rueda del Año, aunque tengan cuatro Fiestas con nombres diferentes, y según parece los rituales son de su cosecha. En concreto, le acusaron de inventar la Tradición y los ritos, y también de ecléctico, por mezclar de diferentes Cultos y mitologías en sus prácticas, por ejemplo en el Rito de la Cueva y el Caldero, mezclando mitología celta y anglosajona/nórdica:

“Conected to these male and female mysteries were a set of major rituals that were performed throughout the Wheel of the Year, although they were not specifically linked to the seasons. They were the Cave and Cauldron, the Chapel of the Grave (also known as the Rose beyond the Grave), the Stone Stile, and the Ritual of the Castle. Although it has often been claimed that Cochrane invented these rituals, along with the rest of his tradition, the late John Jones told this writer that a version of one of these rituals, the Rose beyond the Grave, was known and practised by another traditional covine he knew in Oxfordshire that had been founded in the 1940s…

… The symbolism of the Cave and Cauldron rite was based on a synthesis of Celtic and Anglo-Saxon/Norse mythology. This was one of the hallmarks of Robert Cochrane’s tradition and one that has been criticised for its eclectic nature. […]” 

Es un tremendo error, dejarse llevar por preferencias y simpatías cuando hacemos un estudio crítico-histórico sobre Cultos y religiones. Y Howard, es el ejemplo perfecto. Que un rito o un trabajo mágico funcionen, significa que funcionan, no que sean milenarios. Decir que la prueba definitiva de la antigüedad de cualquier cosa, es que esa cosa funcione como se espera que lo haga, es tan científico como afirmar que una peonza es del Mesolítico, porque da vueltas:

«Overall Robert Cochrane’s tradition has had a powerful and important influence on the modern revival of traditional witchcraft. For example, his Craft system is also being worked and continued successfully by groups and individuals who are not publicly known and make no claims of physical initiatory descent from its founder. Cochrane may or may not have been economical with the truth about some of his claims to be a hereditary witch from a family tradition. The jury is still out on that matter.” 

En fin, creo que tenemos suficiente, aún a pesar que dejo al margen muchas más incongruencias, como las evidentes similitudes con la Wicca, decirse pellar (hechicero, sanador) y “apelar” a la Cábala, ser/no ser pagano, etc., y sus muchos aciertos y aportaciones también, que sin duda las hubo, pero esto no es un concurso de popularidad y el resto no aporta nada nuevo para el fin de este trabajo, que es evaluar si los Cultos que se dicen de la Brujería Tradicional, lo son porque cumplan las directrices que han establecido, y qué hay de cierto en lo que dicen de la Wicca, para que no lo sea. Para saber más, remito a las fuentes que he consultado y todas aquellas que hay a disposición de los interesados en la Red y por escrito.

Resumiendo, tenemos un Culto Hereditario que, siendo generosos, no puede demostrar que lo sea. Que incorpora mitos y figuras del Judeocristianismo, la Magia Ceremonial, la Cábala y la Masonería. Que se creó años después que Gardner formase su coven, y uso patrones de la Wicca Gardneriana. Que incluyó simbología accidentalmente, según las experiencias personales de Cochrane, no por conocimientos transmitidos desde una Tradición anterior. Que dice que la Brujería tiene fuertes afinidades con el Cristianismo y el Judaísmo, y que se puede ser brujo y cristiano a la vez. Que reescribió e interpoló viejos rituales, para acomodarlos a su visión de la realidad, y mezcló creencias y ritos de pueblos y religiones diferentes, para “reconstruir” las prácticas de su Tradición. Que es tal la suma de incongruencias, que sólo puede significar, que EL CLAN DE TUBAL CAÍN NO ES UN CULTO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL.

Antes de continuar, he de reconocer que es decepcionante, leer el desconcierto que existe entre los paganos, con la Brujería Tradicional. De hecho, es el mismo problema que hay en la Wicca. Dicen, que en la Brujería existe lugar para lo religioso y lo laico, lo espiritual y lo terrenal, teísta o ateo, a título personal o como colectivo… siempre habrá un hueco en la Brujería, para todo lo que nos de la gana. Y si quienes digan utilizar fórmulas antiguas, no son wiccanos, se les reserva conocerse como tradicionales. Lo han embrollado tanto en realidad, que no hay una sola versión coherente ni por supuesto única, no ya sobre la Brujería Histórica, a la que se mutila el grueso de su pasado, sino de la Brujería Contemporánea, y querer aclararlo, es como cruzar un campo de minas, palpando. Llegados al s. XX, que ha sido cuando en vez de discriminar lo viejo y lo nuevo, de lo antiguo, se mezcló para contentar a todo el mundo, se reacciona a la defensiva contra lo que no sea aceptar que todos tengan razón y las cosas sigan como están; un absurdo defendido con tanto celo, que cuesta no volver al pasado y preocuparse de nuestros auténticos orígenes, lejos de quienes no demuestran inquietud por la historia, pero deciden lo que ha sido con la misma frivolidad que desprecian lo que fue. Sabiendo del interés por mantener este galimatías, no deja de sorprender la sencillez con la que se nos manipula.

Es cierto, que no podemos cargar la culpa al colectivo en general, porque ser elitistas y no hacer proselitismo nos distancia de los recién llegados al Paganismo, y a falta de interlocutores serios, los interesados suelen dar con quienes medran entre unos y otros, aquellos que jugando con la buena fe y la desinformación, les atraen a sus propios espacios, donde lo que importa no es lo que se puede aprender en la Brujería, sino lo que se consiga sacar de ella. Son estas personas que crecieron sobre bases engañosas, bajo criterios subjetivos y en no pocas ocasiones falaces, quienes se muestran ahora más reticentes a cambiar unos conceptos que, dígase claro, están equivocados. Aunque los Cultos Mistéricos y Tradicionales, ocultemos buena parte de los datos que nos atañen, en nuestras posibilidades nos hemos esforzado por aportar fuentes y criterios relevantes, que al menos deberían ayudarnos a saber reconocer lo que esté fundado o pueda comprobarse, de la especulación y la mentira. Y a pesar de nuestros esfuerzos, hoy, con acceso a una información hace tres décadas impensable, o se eluden los hechos o no quieren verse.

No me encuentro cómodo, escrutando Cultos que deberían sernos cercanos. Pero, claro, es que es ya costumbre que nos desprecien, muy pocos sienten alguna afinidad con nosotros y menos de ellos la tienen realmente. No nos engañemos con esto, que ya sea porque consideren que desvirtuamos lo que entienden por Brujería, o por creer que perjudica al Paganismo, lo cierto es que prefieren una pseudo-wicca acomplejada, foco de males, y les “estresa” que Wicca, sea una Religión precristiana proto-indoeuropea, que sobrevive hasta hoy con el nombre de Brujería, y que frente a la vejación o el menosprecio, en vez de callar, demos y pidamos explicaciones. Una Wicca alejada en el tiempo y en las formas de la Cábala, la teología judeocristiana, la Alta Magia Tardo-medieval y el Esoterismo moderno. Es indudable, que hubo préstamos e influencias interreligiosas, pero nunca hasta el extremo de menoscabar nuestras creencias y prácticas fundamentales, que es lo que quieren conseguir, los que se ven perjudicados con que la Brujería no transija con el “todo vale”, o sea una religión pagana fuerte, de creencias firmes y prácticas tradicionales, donde no caben chivos expiatorios, oportunismo ni experimentos. Nos utilizan, eso sí, para justificar sus extravagancias, y a la vez de repudiarnos, usurpar o perturbar nuestro nombre y pasado, sosteniendo estereotipos cristianos que defienden una Brujería sin religión. Así que, por mucha empatía que tengamos, qué menos poner las cosas negro sobre blanco, y defender nuestra Historia. Pero ¿por qué tanto repudio? Fácil. A mayor vituperio, más evidente el beneficio, que puede ir desde buscar culpables de sus miserias, a evitar dar explicaciones de sus actos o reducir a la mínima expresión, todo lo que consideren “competencia”.

Tras analizar cuatro de los Cultos más conocidos de la Brujería Tradicional, vemos que el primero es una Orden Esotérica, con influjos del Satanismo medieval y del Luciferismo moderno (CULTUS SABBATI); otro, es un Gremio de Hechiceros, creado para ubicar creyentes eclécticos de la Wicca y la Hechicería (CUNNINGCRAFT); el tercero, es una Agrupación sincrética, con trazos religiosos dispares, como afrocaribeños, célticos o polinesios (CULTO FERI); el cuarto, un Culto sintético de la Brujería Contemporánea, creado a partir de la idea y las vivencias de su fundador (CLAN DE TUBAL CAÍN); y el último a analizar, que por lo evidente ya lo adelanto, es Hechicería Popular, especializada en técnicas caseras (BRUJERÍA DE COCINA). De los cinco, tres son Fraternidades o Cultos con influencias cabalísticas y de la Magia Ceremonial; y dos que no son Cultos, de los que uno es un Gremio y el otro explota un aspecto de la hechicería; todos ellos, contemporáneos, fundados después que Gardner dijese estar iniciado en el Culto de la Brujería, con partes de la Wicca y de carácter ecléctico. Ninguno tiene como referencia un Culto Precristiano, ni conserva sus tradiciones. Apenas hay prácticas precristianas, pero usan la terminología pagana para «vestir” las propias; en realidad, no las reviven, las “amoldan” a sus conceptos de lo espiritual y religioso, pero raramente van más atrás de la Edad Media a buscarlas. Utilizan el pasado para convertir viejas creencias y ritos, en cómo creen que deberían ser y practicarse, haciendo bueno el Relativismo del que nos acusa la Iglesia Católica. Aberración histórica, que sin duda viene como consecuencia del Egocentrismo. Es ridículo. Tras 50 años de decir que todo el mundo tiene razón, tenemos una clientela acomodada en sus fantasías, sino delirios, antes que instruída en un verdadero Camino Iniciático, e incapaces de aceptar que el “todo vale” de la Nueva Era, ha sido un absoluto fiasco, defendemos una entelequia condenada al ostracismo. Y ha fracasado:


▪️ Porque, decidir cuál es la interpretación histórica que más nos conviene, no la hace cierta, sino conveniente.

▪️ Porque, considerar por igual la opinión personal de un hecho histórico, que el estudio histórico del hecho, nos desacredita.

▪️ Porque, combinar las Tradiciones a nuestro gusto, hace de las originales una referencia, no de la nuestra, continuidad.


Jugar con la versión cristiana de la Brujería y una interpretación histórica anacrónica, son algunos de los síntomas de la actitud despreocupada e irresponsable, que nos ha llevado a esta situación. En un tiempo (años 50-80 del s. XX), en el que los países occidentales empezaron a tomar medidas legales a favor de la libertad religiosa, y derogar las últimas leyes represoras, el mundo de la Brujería cambió. Por desgracia, el cambio supuso aprovechar los estereotipos cristianos como fuente fiable de información, en vez de ponerlos en cuarentena, al menos hasta separar el grano de la paja. Que es lo que no hicimos, por recurrir a una fuente que, como poco, sabíamos fraudulenta. La consecuencia, ha sido desarrollar un modelo de creencias judeocristiano del Paganismo, en el que el Dualismo y la arreligiosidad con los que quisieron convencernos que regian los Viejos Cultos, se impusieron a la razón original, el Politeísmo y la religiosidad, para desviarnos de los modelos precristianos. Confundir los síntomas con la causa, ha sido un error importante. Aceptar Hechicería, Cábala y Alta Magia, como referentes y no consecuencias de la Brujería, es el resultado del deterioro de las prácticas paganas. La causa: un Cristianismo volcado en hacer desaparecer las huellas de los Cultos precristianos, convirtiendo la Devoción en pacto diabólico, la Piedad en servicio al cliente y el Sacrificio en conjuro y maldición.

De la misma forma, cuando la arbitrariedad con la que definimos el MODELO DE TRADICIÓN y la HISTORIA DE LA BRUJERÍA, solo nos exige no ser wiccanos e interpretar el pasado como mejor nos parezca, nos perjudica a todos por igual. Y más, cuando se plantea desde foros serios y por brujólogos que, sobre historia, a veces prefieren dejar hablar al hígado o al corazón, cuando no al estómago, antes que a la cabeza. Y eso, por no recordar a los que critican sin comprobar lo que leen ni defender lo que opinan, porque confunden debates con encuestas, sin entender que cada cosa tiene su espacio, y que un debate pide ARGUMENTOS, ósea, razonar las opiniones. Pero es de los especialistas, ciertamente, de quienes depende todo. Mientras no acepten los nuevos estudios, y reflexionen sobre la necesidad de revisar sus teorías, seguirán deteriorando la credibilidad de nuestros Cultos. Y para muestra de lo que trataremos más adelante, sobre los errores que han llevado a tanta confusión en cuanto a la Wicca o la Brujería, un ejemplo:

Así como hemos leído de críticos bien considerados en la Brujería Tradicional, que recurrir a la Magia Ceremonial, la Cábala o la Masonería, es propio de la Wicca (!) y por lo tanto de la Brujería Moderna y el Neopaganismo, recordemos qué dicen cuando escriben de un Culto como el Clan de Tubal Caín, para JUSTIFICAR que recurra a la Magia Ceremonial, la Cábala y la Masonería, sin salirse de la Tradición, la Brujería Antigua y el Paganismo (aunque ni ellos mismos lo acepten):

“In the Old Testament the blacksmith and hunter Tubal Cain is said to be descended from Cain, the ‘first murderer’ agriculturist and city builder who is also credited with inventing weights and measures. In esoteric traditions, Cain was supposed to have been the result of a forbidden liaison between Eve and Samael (Lucifer). Tubal Cain is also a very significant figure in Esoteric Freemasonry and this may also link with traditional witchcraft as it has been suggested they influenced each other (see Liddell 1994).” … “By the late Middle Ages it is difficult to see the differences between witches and practitioners of ceremonial magic. In fact they came together in the role played in folk magic by the cunning man and wise-woman. The perceived differences between the witch and the magician were very much based on the interpretation and categorization of magical practitioners by those who were persecuting alleged witches or by the popular beliefs held by the masses about witchcraft”. Y, no se queda solo en defender la posibilidad de juntar Magia Ceremonial (medieval) y Brujería Tradicional, no, es que critica que desde la Wicca, rechacemos mezclarlas (!), por entender -dice- que viene mezclado de antiguo y porque, además, también lo mezclamos los wiccanos. Ya no sé, cómo calificar un despropósito de esta envergadura: “In modern occult circles, there is often a mutual animosity between practitioners of ceremonial magic and of witchcraft. However, ceremonial magic, angelic conjuration, control of elementals, and command of the goetic spirits was the stock-in-trade of the British cunning-man, and is also frequently found in Traditional Witchcraft. Where are the most important historical points of contact between practitioners of rural witchcraft and urban ceremonial magic? As mentioned before, I have never quite understood this perceived dichotomy between witchcraft and ceremonial magic or the strong feelings it engenders today. The Gardnerian witch Doreen Valiente claimed that the Craft had nothing to do with medieval and later traditions of ritual magic. However, in her book Where Witchcraft Lives published in 1962, she described a witch rite for divining the future using a crystal ball. On the table beside the crystal she says there was a ritual knife, a censer, a box of incense and a pentacle made of white wax engraved with magical sigils. Of course the pentacle is one of the traditional working tools of the ceremonial magician!” . Es que, es para enmarcar la pregunta y la respuesta, que ninguna de las dos tienen desperdicio, titularlo <<pero, por qué no te callas>>, y pegarlo bajo los miles de comentarios sobre que la Wicca no es Brujería Tradicional, porque dicen que ha introducido en sus prácticas, elementos de la Magia Ceremonial.

¿Comprendemos mejor ahora, de qué va todo esto? ¿Cómo explicar desde la ortodoxia, que -aquí sí- puede que se influyesen mutuamente la Masonería y la Brujería Tradicional, y que por lo tanto -aquí sí- puede que sea lógico incorporar creencias y prácticas masónicas? ¿Pero, no era por cosas como ésta, que decían de la Wicca que es moderna y no tradicional? Es más, Howard no sólo justifica la influencia de la Masonería, sino que explica que es difícil diferenciar la Magia Ceremonial de la Brujería Tradicional, puesto que se combinaron en el Medievo. Ergo, que haya influencias de la Masonería y de la Magia Ceremonial en un Culto, no le parecen razones para discriminarlo de la Brujería Tradicional, al contrario, nos dice que esta “simbiósis” se produce naturalmente. Cuanto menos, curioso. Porque, claro, si como dicen, estos elementos no influyen para marginar a la Wicca de la Brujería Tradicional ¿qué lo hace? ¿Que no les gustan nuestros altares, que nuestra varitas son las más bonitas…? Me cuesta entender, que Howard no haya empezado diciendo que lo que dijo Valiente es cierto, y luego ya, si quiere, afear que hubiese podido introducir esos mismos elementos. En vez de eso, trata de justificar que desde la Brujería Tradicional, se recurra a la Magia Ceremonial, consciente que es por esto que se aparte a la Wicca. Defender que deba marginarse a unos, por lo mismo que se integra a otros, confirma lo que venimos diciendo, que hay dos varas de medir, y que las presuntas diferencias, son excusas.

Tan llamativo, como culpar a Gardner, y por extensión lo quieren hacer también contra todos los wiccanos, de la vinculación e influencias de éste con la Ordo Templi Orientis (OTO). Y conste, que calificarlo de llamativo es muy prudente. Porque, si fuese como dice, por ejemplo Chumbley habría sido otro “advenedizo”, como demuestra que el Cultus Sabbati recurra a la OTO en sus prácticas: “Fue a traves del personaje de Zos que la Corriente Sabatica se unio a la Corriente Tifoniana 93 *.* transmitida a traves de la O.T.O. La simbiosis de las dos corrientes se consigue por medio del Zos Kia Cultus […]” Después de tanto criticar a Gardner la influencia de la Magia Ceremonial, no se por qué no repiten una y otra vez, que también fue miembro de THE FOLKLORE SOCIETY (FLS), Sociedad fundada en 1878 por Eliza Gutch, y que TOOOODA la Wicca esté pues, «afectada” por, no se, “… all aspects of folklore and tradition, including: ballads, folktales, fairy tales, myths, legends, traditional song and dance, folk plays, games, seasonal events, calendar customs, childlore and children’s folklore, folk arts and crafts, popular belief, folk religion, material culture, vernacular language, sayings, proverbs and nursery rhymes, folk medicine, plantlore and weather lore.” O, por qué apenas se comenta, la influencia que por supuesto tuvo, que formase parte de la DRUID ORDER UN BRAITHREACHAD UILEACH (ADO), con la que participó en los ritos del Solsticio de Verano en Stonehengue. Pero lo único que “vende”, es asociar la Wicca con la OTO y la Golden Dawn, y por lo tanto no reconocerla en la Brujería Tradicional, aunque de manera tan “descuidada”, que ni siquiera se molestan en ocultar que no tienen ningún inconveniente, en aceptar esos mismos préstamos de otros Cultos.

Es lógico, que como para muchos otros en su tiempo, tanto la formación como la información se adquiríesen de manera presencial, y todo era redescubrir viejas facetas casi olvidadas, por lo que fue normal estar filiados en muchos grupos y frecuentar los mismos foros. Por eso, que una persona con inquietudes espirituales y religiosas, explorase diferentes espacios cultuales. Así, leemos de Philip Heselton, que Gardner también fue miembro de la ANCIENT BRITISH CHURCH, neo-Iglesia cristiana entonces con influencias celtas, fundada en 1858, o de la SOCIETY FOR PSYCHICAL RESEARCH, fundada en 1882, para el estudio y la investigación de fenómenos psíquicos, que contó entre sus miembros con Carl Jung, Arthur Conan Doyle, WB Yeats o Lewis Carroll. Pero no, sobre lo que más inciden los críticos, es en la “notabilísima” influencia rosacruz en su Tradición e insisten que en la Wicca en general, porque Gardner fuese miembro de la ROSICRUCIAN ORDER OF CROTONA FELLOWSHIP, grupo libre y ecléctico fundado en 1924 por el neo-rosacruz George Alexander Sullivan, que mezcla Hermetismo, Teosofía, Masonería, etc. Orden, por cierto, que Gardner no tardaría en abandonar porque acabó por no tomarla en serio, y de cuyo fundador e ideas según parece ironizaba abiertamente, siendo más bien que fue por los contactos que hizo en o gracias a esta neo-Fraternidad, donde dicen que conoció a miembros del Coven New Forest, que mantuvo el tipo mientras estuvo en la misma (apenas un año). Esta, fue la poderosa influencia ROSACRUZ en Gardner…

Como explicábamos en el artículo anterior, es tan obvia la subjetividad, que mientras a Gardner se le defenestra por sus intentos de “completar” el Ritual de su por aquél entonces Coven, introduciendo prácticas ajenas, a Chumbley o Cochrane, por ejemplo, se les alaba por haber hecho EXACTAMENTE lo mismo. El primero -porque vino antes-, es un oportunista, los demás -porque llegaron después-, reformadores: “… Cochrane was presenting himself as a radical moderniser and reformer attempting to bring the Craft up-to-date. This role is reflected in comments he later made in a letter to the Oxfordshire cunning man Norman Gills. Cochrane says: ‘I am trying to bring up what I know of the Craft, and apply it to the way of thought today. To do this I have had to read a tremendous amount about the old pagans and see what fitted and what didn’t and shape the religion as it was originally.’ He goes on to say that he had to change some of the ‘old legends’ and he acknowledged that altering the Old Ways is ‘by Craft standards … quite terrible’ (Cochrane and Jones 2002: 148). In this quotation he is admitting that he is reconstructing the old forms of witchcraft and in the process has modified them. Yet this modification is based on earlier forms and in the same letter Cochrane claimed that ‘the Old Craft is nearly dead’ with ‘…just one or two small clans still surviving.‘” 

Y por si las influencias exógenas de Gardner, no han sido “culpa” suficiente para despreciar su derecho a estar entre los Cultos de la BRUJERÍA TRADICIONAL BRITÁNICA, ironías de la vida, un término acuñado por la Wica Gardneriana para diferenciarse de la BRUJERÍA MODERNA, contemporáneos suyos, brujólogos e historiadores después, observaron que los datos que dio sobre sus raíces, quizá fueron inventados o imposible demostrar, así que debemos ponerlos en entredicho y recordarlo siempre que hablemos de Wicca. A no ser, que a quienes se valore sean otros, como al Clan de Tubal Caín. El testimonio de miembros de su Culto y familiares, que desacreditaron de Cochrane decir que su Culto fuese Heteditario, como los de Doreen Valiente (miembro), Jane Bowers (ex esposa y miembro) o Martin Lloyd (sobrino), lo que demuestra, es que quizá la ex mujer (que recordemos fundó el Coven con él), tras un divorcio difícil, desmintió a Cochrane por “despecho”… “She was initially impressed by Cochrane’s charisma and his claim to being a follower of a hereditary witchcraft tradition. Valiente later lost faith in Cochrane and she became disillusioned with his claims to have had a family tradition. This seems to have been confirmed for her after Cochrane’s death in 1966 when his widow told Valiente that Cochrane was not a hereditary witch and had invented the witch stories about his family. As we have seen, another relative of Cochrane’s, his nephew Martin Lloyd, has also claimed that none of Cochrane’s immediate family were involved in witchcraft. However, having undergone a difficult separation from her husband and his traumatic death by suicide perhaps Cochrane’s wife was not the most unbiased of commentators on his legitimacy.” ¡Y que viva la equidad!

No se ve igual, cuando es a uno a quien se le “juzga” ¿verdad? Lo que leemos, es que al contrario de lo que se nos dice, la objetividad nunca ha sido el fuerte de los críticos paganos. En el último caso que vamos a analizar, BRUJERÍA DE COCINA (Kitchen Witchery), sin embargo, no vamos a encontrar reformas, Magia Ceremonial, Dioses de uno u otro lado ni viejos ritos atesorados por tradiciones familiares, pero sí un cuajo importante, para afirmar sin ruborizarnos, que hacer hechizos en la cocina o mientras se cocina, es singular y propio de una Tradición de la Brujería.


▪ FALSO MITO: LA KITCHEN WITCHERY, ES UN CULTO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL


Si hay algo más difícil, que buscar los orígenes de un Culto que se dice Hereditario, y no puede situarse más atrás de quien lo difunde, lo es sin duda, crear artificialmente una Tradición, de una corriente moderna de no se sabe qué, que se haya puesto de moda. Y más, si es otro producto de «escritorio”, o sea, ideado ex profeso por escritores contemporáneos. Llama la atención, que Howard identifique la Brujería de Cocina, como un fenómeno MODERNO, porque unido a todo lo que veremos, nos ayuda a comprender que de lo que hablamos, es de Hechicería: “Today we have the modern phenomena of the so-called ‘hedgewitch’ or solitary witch, sometimes called the ‘kitchen witch’.” Además, no tiene sentido aceptar que personas sueltas, por muchas que sean, deban estar encuadradas en ninguna parte, ni que grupos recién creados para acoger gente dispersa, sean considerados tradicionales, por imitar ciertas técnicas y prácticas. Porque, si sabemos que son construcciones actuales, no siguen un patrón pagano e ignoran la necesidad de respetar o continuar las creencias y prácticas precristianas ¿cómo podemos decir, que sean tradicionales FRENTE a la Wicca? Efectivamente, que se diga que tal o cual técnica tenga siglos, no justifica que exista una Tradición específica detrás, ni dejan de ser prácticas de la hechicería, que a finales del siglo pasado se las ha dotado de una unicidad inexistente, creando un híbrido entre wiccano y hechicero. Pero como no hubo jamás, en ninguna parte, Tradición cuya característica principal, fuese desenvolverse en la cocina (!) Está tan fuera de lugar, como hablar de una técnica pictórica, que no se diferencia de las demás porque sea realista, cubista, al óleo, acuarela, sobre lienzo, fresco, etc., sino por pintarse en un estudio.

Grupos multitudinarios con déficit de arraigo, decididos a seguir sus propias reglas, y brujólogos deseosos por ubicarles en gremios “a la carta”, donde puedan desarrollarlas con un cierto orden. En realidad, es el maridaje perfecto. Aquí, lo único que falla, es llamarlo Brujería. Y por supuesto, inventarse una tradición, que consistiría, dice Sarah Anne Lawless, en transmitir una forma peculiar de hechizar, sin salir de la cocina y cocinando:

“Kitchen witchery is the continuing practice of domestic magic where for the practitioner, the mundane is magical. The stove, spoons, knives, pots, and ingredients are the magical tools. The rituals of the everyday are this witch’s magic. From our ancestors’ domestic rituals of baking bread, churning butter, brewing, and preserving to today’s rituals of preparing the daily meal, brewing a cup of tea, or making medicines – the role of the domestic witch hasn’t changed much over the centuries. A kitchen witch is obsessed with food and has a gift for cooking. They might have a large store of knowledge about the folklore and properties of different foods as well any rituals or superstitions surrounding them. They may be well-versed in rituals involving feasts and eating, which also go back thousands of years for various cultures and are part of many of our traditions today at celebrations. If witchcraft is practiced by a kitchen witch, then it is most likely to be done in the kitchen or through the medium of food. The pot boiling on the stove isn’t always edible; salves, decoctions, tinctures, and even candles are all made in the kitchen.” 

El uso del fuego del hogar, luego de la cocina, para actividades mágico-religiosas, no es PECULIAR de ninguna tradición concreta. Hablamos pues, de sus antónimos, de UNIVERSAL, GENÉRICO, GLOBAL, AMPLIO, EXTENDIDO, HABITUAL… ¿qué tontería es esta, venir a contarnos que hay una seña identitaría en mezclar hierbas en la cocina? “The kitchen and specifically the hearth or the kitchen fire is traditionally seen as being the heart of the home and the family. For the kitchen witch the kitchen and the hearth are the central focus of her path. The hearth itself – or for those witches who have homes without a hearth – the kitchen fire or stove will play an intrinsic part in the magic she works. Kitchen witches are likely to undertake a lot of workings with fire, be it fire to create (cooking) or fire to destroy (burning to banish).” ¿Y dónde vamos a ir a mezclarlas, mejor que en nuestro hogar, a un parking? ¿qué tiene de especial o diferente, en relación a otros que también trabajan en la cocina, además de donde puedan?

Buscar en el pasado un presunto gremio de brujos, especializados exclusivamente en hechizos que se puedan hacer en la cocina, y aguantarse la risa para que al decirlo resulte creíble, sí que es un verdadero ARTE. Sobre todo, siendo conscientes que lo que se pretende con este invento, es dar una entidad a quienes no la tienen y vender libros. Hasta el Maestro Arguiñano, se llevaría las manos al gorro… de cocina, claro. Desde luego que el fuego del hogar, fue un lugar y símbolo importante para las prácticas mágico-religiosas, pero como otros muchos espacios cubiertos o al aire libre. Tratar de hacernos creer, que en el pasado hubo brujos que desarrollasen sus creencias y realizasen sus prácticas específicamente en la cocina, como Sistema Tradicional, es como afirmar que exista un “Cristianismo de Cocina”, porque recemos el rosario junto al fuego o preparemos la comida de Pascua. Es que, ni las justificaciones hay por donde cogerlas: “There’s a growing movement within modern Paganism known as kitchen witchery. The kitchen is, after all, the heart and hearth of many modern households. When you have a gathering in your home, where do most of your guests hang out? Why, the kitchen, of course! Also, thanks to a declining economy, many more people are making meals from scratch and the kitchen has once again become a place where people spend hours, rather than minutes.” 

Y si no tiene ninguna realidad histórica, pues jamás hubo un Culto o Tradición que se ciñese en exclusiva al uso de la cocina para sus prácticas, tampoco se puede justificar, como pretenden, a través de la mitología. Otra incoherencia, que puede refutarse fácilmente. Por una parte, hemos leído que dicen de la Brujería que no es necesariamente religiosa, y por la otra, que no existe un modelo de creencias en la Kitchen Witchery, que incluso puede ser atea. Entonces, no tiene sentido hablar de mitos ni creencias religiosas que, se supone, no tuvieron estos hechiceros de la cocina. Es lo que tiene, qué buen ejemplo nos ponen quienes caen en su trampa, meterse en el pasado con una mentalidad moderna, y creer que por aquél entonces pensaban como ellos. Por ejemplo, que los Cultos celtas tengan entre sus creencias y prácticas, ritos y actividades que se desarrollen ante el fuego del hogar, no explica que haya una Kitchen Witchery milenaria, sino que esta moda actual está utilizando las prácticas celtas, para justificar que su existencia tenga sentido. Ningún celta antiguo, jamás, siguió creencias arreligiosas; ningún celta antiguo, jamás, separó lo mágico de lo religioso; y ningún celta antiguo, jamás, tuvo un sistema de creencias cuyo eje central fuese la cocina. Pero ni celta, ni germano, griego, romano…

“In peasant mythology the oven had a magic dimension, and ritual propitiators presided over the rising and baking of bread. Even the curdling of milk and the fermentation of wine were mediated through ‘spirits’ or elves in certain area where the Celtic substratum had left indelible traces. The oven was where food passed from the raw to the cooked state, and like all transitional places (chimneys, doors and so on) it held a powerful magic: the rising of dough was associated with the rise and ‘growth’ of the solar orb in the sky.” (Camporesi, The Magic Harvest, p.4)… The easiest way to see how important the processes of food making and agriculture were important to our ancestors is to look at their deities. There are numerous domestic and hearth deities across cultures (too many to list here), some of the more well-known ones being Brighid, Frigga, and Hestia. The Chinese have various deities whose specific role it is to watch over the stove or hearth such as Zao-Jun and Sui-Ren. There was even a specific Roman goddess Fornax whose role was to watch over bread baking and ovens. The list of agricultural deities is even longer.” ¡Cómo si no hubiese mitología igual de importante, de otros espacios del hogar! Y por cierto, hablamos de mitos religiosos, de creencias religiosas, de religiones; así que, aclarémonos. Si la Brujería no tiene que ver con la religión, quienes lo defienden deberían dejar de sustentarse en lo religioso.

Empezando por el nombre, hablar de Brujería “de cocina” me parece de una irreverencia supina, por muy bien que se adorne con las metáforas que nos saquemos de la manga. Pues claro que el hogar es mágico y sagrado, pero como lo ha sido siempre en todas partes, y no para una presunta Tradición en concreto, que lo haya transmitido de manera especial. Como lo han sido, por cierto, otros espacios de nuestro entorno vital, sin que haya una tradición para cada rincón de la casa… como quieren hacernos creer. No me parece necesario recurrir a los mitos, símbolos y alegorías del umbral o de la alcoba, por ejemplo, que considero al menos tan evocadores como los de la cocina ¿debemos crear, entonces, una BRUJERÍA DE UMBRAL o BRUJERÍA DE ALCOBA? ¿y para cuándo, la BRUJERÍA DE EXCUSADO? Siendo el único espacio del hogar donde confluyen las corrientes ctónicas y celestes, de simbiósis entre corrupción y pureza, el rincón más íntimo e inviolable de la casa ¿qué mejor espacio para hacer magia? ¿Acaso nuestros ancestros no hacían lo mismo que hacemos ahora, deposiciones y lavarse? El mismo hechicero que prácticaba en la cocina, hacia lo propio en el arroyo donde se aseaba, en el cementerio en el que estaban depositados los restos de sus finados o de camino a la Ermita erigida sobre el Santuario de sus Antepasados, sin que eso haya significado nunca, que exista una Tradición del Arroyo, del Cementerio, o del Camino Verde que va a la Ermita…

Y ya que hablamos de explicar qué es la Kitchen Witchery, leemos que como ocurre en el caso del Cunningcraft y de lo que llaman Green Witchery u otras muchas más que se han venido inventando desde la fecha, no hay una definición que contente a todos, porque cada uno construye su propio contexto (sistema y significados), y a “esto” lo llaman Tradición: “As with all the diverse paths of witchcraft there is no one single definition of what it is to be a kitchen witch. There are practises many kitchen witches have in common but any individual will make the path of the kitchen witch her own. That said there are some common traits that help make up the definition of those practising kitchen witchery.”  No es, pues, un caso aislado ni una excepción, es una iniciativa que pretende exprimir económica e intelectualmente la hechicería. Sin embargo, hay quienes también se “mojan” para justificar una entidad, que por lo obvio es absurdo buscar el misterio. Kitchen Witchery, es hacer magia en la cocina y cocinar haciendo magia: “Firstly I would like to clarify, just because you cook, doesn’t make you a kitchen witch. A kitchen witch is someone who uses practical (Simple) magic at home for the home or family. Kitchen witchery is basically domestic magick. It is simple so no long incantations or words spoken. They work with intent. The food made is made with the right intent and feeling, to bring about desired change. Kitchen witches use intent. They want love, they will prepare something with strawberries, while keeping their intent to bring love throughout the entire process. They don’t set up a circle and an altar. They don’t invoke the elements or specific deities. They practice a very practical form of magic.” Aunque aquí amplien el contexto a todo el hogar, es algo que desmiente por sí solo, que se hayan sacado del “portátil” otras tantas “brujerías” del entorno, haciendo de cada espacio vital del hogar, una Tradición diferente de la Brujería.

Partiendo del Cunningcraft, un experimento que funcionó, se ha explotado la idea hasta llegar a límites insospechados. Tenemos, la Cottagewitchery (que practica su magia y rituales en el hogar, el jardín y el patio), la Hearthwitchery (que practica su magia y rituales en el hogar, con la chimenea como foco central), el mismo Cunningcraft o como gustan llamarle Hedgewitchery (que combina elementos de la hechicería con el chamanismo y la sanación), la WildWitchery (confundida con la Greenwitchery o Hedgewitchery, pero que se centra más en la naturaleza salvaje, también la caza, la pesca y la captura), o la forma de hechicería que tratamos hoy Kitchenwitchery (que centra su práctica en la cocina y las artes culinarias). A las que podríamos sumar, la Greenwitchery (orientada a la naturaleza,más o menos similar a la Gardenwitchery y WildWitchery), y la Gardenwitchery (parecida a la Greenwitchery, pero enfocada en la jardinería, la agricultura, la horticultura y la botánica) ¿y hasta cuándo nos van a tener en ascuas, para leer de la Diningwitchery o de la Terracewitchery? ¿Y, de la Toiletwitchery?

Con tanto para explotar, la creatividad se ha dado de bruces contra el sentido común, hasta el punto de tener que sortear las incongruencias con nuevas extravagancias. Es normal, que al final se entrecrucen unas y otras formas hechiceriles, hasta hacer muy difícil la diferencia. De todas formas, no hay que quitar mérito a la inventiva humana, para hacer de lo baldío un vergel en potencia. Hay que tener “arte”, para subdividir una disciplina en disciplinas diferenciadas. “Antes hemos hablado del concepto de bruja verde, el cual hace referencia a la persona que cultiva una de las tradiciones de brujería natural al utilizar el poder de las plantas y su conexión con la Tierra para su arte. Ahora es turno de conocer un poco acerca de las ya famosas brujas de cocina. El término no deja espacio para la duda, pues,en efecto, este tipo de bruja hace de su cocina el espacio ideal para la magia. Pero, su trabajo va mucho más allá de la simple preparación de guisos o pociones en un caldero. Alejada del estereotipo, la bruja de cocina centra su práctica mágica en las labores de la vida cotidiana. De acuerdo con su filosofía, su espiritualidad, sacerdocio y magia se sustentan en la creencia de que su espacio vital (su casa o lugar de trabajo) es su templo y cada una de las acciones que emprende forma parte de un ritual que honra a la divinidad. […]”  Hablar de “tradiciones de brujería natural”, da por sentado que haya otras “formas” de Brujería que no sean naturales, y diferentes “tradiciones” dentro de lo que llaman Brujería Natural… Como estrategia para garantizar un saco sin fondo, que pueda extenderse a lo largo y ancho todo lo que uno quiera, está muy bien. Como realidad, no tiene sentido. Pero, no he podido evitar quedarme atónito, con lo de un sacerdocio de la cocina. Y yo que pensaba, que lo de las chaquetas de Chicote era un rasgo de su originalidad ¡y resulta que son casullas! Aunque, después de leer que la varita de un kitchen witch, es el cucharón de los guisos, debí suponerlo. “The wand is used to direct energies in a similar way as the Athame but not the same. The culinary counterpart then is spoons. If you think about it stirring the food «stirs» up energy and directs the energy.”  A ver, bromas a parte, es evidente que por la persecución, se hizo del ingenio virtud, y es probable que igual que se utilizaron escobas para suplir a los báculos, ocurriese otro tanto con el resto de herramientas ceremoniales. Pero de ahí, a buscar la forma de confundir ideas oportunas, con hechos históricos, hay un trecho importante. Y en todo caso, que se disimulasen los elementos rituales entre los efectos del hogar o la cocina, no justifica ni se desprende que deba existir una Tradición y menos un sacerdocio vinculado a la misma.

Este análisis, no pretende cuestionar el sentido de lo mágico-religioso en el ámbito del hogar. Es obvio que existe. Los altares y templos caseros, son una manifestación religiosa perfectamente acomodada en todas las Religiones precristianas. De hecho, es corriente destinar un rincón de nuestra casa, como altar de Culto a los Antepasados y a los Dioses o para realizar nuestros ritos. Pero, no justifica dar carta de naturaleza como Tradición, a una moda que surge artificialmente, para sacar provecho del interés social que ha alcanzado la Brujería con la Wicca, mezclarla con la hechicería y la sanación populares, y “vender” un producto fácil, cómodo y asequible.

“The kitchen witch may choose to keep an altar in the kitchen – devoted to deity, ancestors, elements or spirits depending on the personal nature of her beliefs. This may be incorporated into the magic she works, it may have a protective function (items for protection may not necessarily be in the form of a formal altar, a kitchen witch may prefer to hang charms about her work space) or it may simply be a focal point for worship. Some kitchen witches choose to honour the Gods/Goddesses associated with the home – perhaps most popularly Hestia the Greek Goddess of the hearth. A kitchen witch’s path is often about improvisation and the use of ordinary common place objects to work magic. Unlike some (usually Wiccan) witches a kitchen witch may choose not to differentiate between ceremonial and everyday tools. Kitchen witches may use the same knife for sacrifice or ritual as they do for chopping the vegetables. The usefulness of items is emphasised above their sanctity and it is the view of some witches that it is the utility of the object that lends it the power.”

Sacar a relucir la Wicca, tampoco es raro, como hemos leído. Más aún, hay quien nos asimila: “A Kitchen Witch can be defined as a Wiccan who does spells using food, herbs, crafts and kitchen utensils. This type of Witch does not cast a Circle while doing these spells. I have formed the theory that as Kitchen Witches use their own power and the power inherent in their tools, rather than call for divine power or tape the energy around them, they don’t need to use a Circle. Using the energy or power from within makes it less dangerous as the Witch is not opening herself to the outside.” Vamos, que un hechicero de la cocina es como un wiccano que hace hechizos sin trazar círculos. Como bien dice Howard, “In fact the words ‘witchcraft’ and ‘witch’ were used by outsiders to identify and describe a wide range of magical practices. They were probably not used widely by the practitioners to describe themselves. Even today there are some traditionals who prefer not to use the ‘w’ word because of its popular connotations. Robert Cochrane for instance described himself as a pellar – a word from the old Cornish language meaning a healer or charmer. He also said that modern members of the Old Craft called themselves the ‘’Good People’, ‘Green Gowns’ (female), ‘wizards’ (male), ‘Horsemen’ and ‘Jack and Jills’.” 

La palabra brujería, o sea, la práctica de la Wicca, fue utilizada por el Cristianismo en la Edad Media, con el significado de pagano, idólatra, hechicero, adivino, mago, etc., pero nunca de ateo o arreligioso, pues desde el principio, estuvo vinculada a las creencias y las prácticas de los fieles a los Cultos precristianos, causa mayor de su persecución, y no la de hechicería estrictamente hablando, que como leímos y por sus connotaciones ambiguas, siendo delito su práctica, no fue considerada herética en muchas ocasiones, por referirse a personas que se consideraban así mismas como cristianas; algo normal, teniendo en cuenta que la hechicería no está obligada por ninguna religión, sino que suele utilizar las creencias de referencia para su práctica. Un hechicero celta, era creyente de las religiones celtas, uno germano, de las germanas, etc. A comienzos de la Edad Moderna, empezó a utilizarse el término en el sentido impreciso que le damos ahora, ajeno a la religión y relegado a la hechicería, sanación y mancias. Por otra parte, decir que hay palabras mejores que wicca para referirse a Witchcraft, cuando sabemos que vulgarmente (lenguas nativas) se llamaba brujos (witchs) a sus practicantes, tiene el mismo sentido, que eliminar morfé (gr. ‘figura, forma’) de metamorfosis, y querer convencernos que otras palabras la definen mejor. Una absoluta estupidez. Que con el tiempo se hayan ido incorporando más y nuevos adjetivos, no desmiente lo anterior, y no querer verlo es dar la espalda a nuestra historia.

De cualquier forma, esto que llaman Kitchen Witchery, no es otra cosa sino una manera de hacer hechicería en la cocina, y tiene muy poco que ver con la Brujería y el Paganismo, salvo que el individuo sea pagano, claro. Así, que no es cuestión de creencias ni herencias religiosas o cultuales, sino de opciones: todo depende del individuo. De hecho, es falso que haya existido alguna vez una Tradición de la Cocina, hasta que ¡oh sorpresa! nosotros la descubrimos, sino que es ahora cuando SE NOS OCURRE, que estas prácticas que se realizaban en la cocina, podrían responder a una Tradición específica de la Brujería (!): “Kitchen Witchery – although a relatively modern term – is perhaps one of the most traditional paths a witch can walk. The kitchen witch looks for meaning in the mundane and usefulness in the easily accessible. She hides in plain sight better than most and incorporates her mundane routine with her magical life in a harmonious manner. There is perhaps no modern witch treading a more similar path to her ancestors than the kitchen witch who works her magic in the heart of her home and her family.”  En definitiva, la Hechicería de Cocina NO sigue alguna religión concreta o no sigue ninguna, lo que depende del hechicero que la practique; NO se ciñe a algún patrón o sistema previo Pagano o a ninguno en particular, que no hubiese diseñado quien la practica; y NO guarda alguna herencia en concreto o ninguna, que no surja de recetarios a los que pueda acceder o escribir su practicante.

Después de lo leído, es imposible considerar seriamente esta creación -moderna- para dar forma y equiparar las diferentes maneras de hacer magia, en este caso en la cocina, con las verdaderas Tradiciones religiosas de las que, sin duda, se vale. Sin mitos ni leyendas y cleros para transmitir sus conocimientos, cualquier tipo o manera de Hechicería, ya sea de cocina, campo o jardín, no habría existido. Por “picotear” de la religión, de sus técnicas, patrones y modelos, precisamente para escoger, mezclar o crear el sistema que más convenga, LA KITCHEN WITCHERY NO ES UN CULTO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL, sino una forma de hechicería, que utiliza la cocina como taller o centro para todas sus prácticas, y debe hacerse extensible esta conclusión, al resto de nuevas nomenclaturas comentadas unos párrafos atrás, por idénticos motivos.