¡En recuerdo de los muertos bienaventurados ruego, Oh Dios Poderoso, a los Espíritus de los Fieles, tanto conocidos como desconocidos ahora pido les otorguen su poder infinito, que la Negra Luz brille desde más allá de las barreras cósmicas y pueda brillar sobre ellos; concédeles Beatitud Eterna y el esplendor de su Santa Gnosis!
¡Oh Divinidad Eterna, tu que existes fuera de la prisión de la creación finita, ruego a ti a traer a mí y todos tus otros hijos fieles, los rayos de su luz sin sombras y conceder que todos nosotros que estamos siguiendo los ejemplos de aquellos muertos Poderosos que ya han alcanzado Gnosis, seamos capaces de subir las escaleras de la Cruz y ascender a través del punto de la Calavera Coronada y por lo tanto, un día alcanzar la trascendencia , que los Poderosos ahora libres de las ataduras de vida finita poseen!
¡Te alabo, Divinidad Antes y más allá de todos los eones, por medio de las bendiciones ya otorgadas a aquellos para cuya memoria y milagros continuamente doy gracias y rezo para que yo pueda ser un día como ellos, apto para entrar en el Reino de la Luz Negra y en el Espíritu de alcanzar la unión con todos aquellos con quienes comparto verdadero linaje!
¡Ruego a ti, Oh Dios Poderoso y desconocido, que empoderes a aquellos que en la vida y en la muerte buscan su verdad y te pido que los mantengas en su camino, que conduzcas de nuevo a la Fuente de la Divinidad, incluso más allá de ese lado glorioso donde ahora habitas para que así puedan unirse en el poder sin forma, sin límites y sin fin y la Gloria!
¡Que la Luz del brillo no manifestado brille sobre los fieles difuntos y que todos ellos vean y sepan que no han sido olvidados por los que siguen encadenados en los calabozos de la vida finita y puedan regocijarse en el conocimiento de que su causa es aún defendida en la Tierra así como en el otro lado!
¡Rezo a los poderosos muertos, que han allanado el camino de espinas para que ahora lo pueda caminar y te pido, Oh Divinidad Altísima, que los bendiga eternamente y para siempre estén aún más cerca de su propio Espíritu Santo, para que, en forma de gotas de lluvia que caen de nuevo en el mar eterno de su origen, puedan alcanzar la plenitud en su no-ser!
¡Toda la alabanza al Espíritu, a los Despertadores del Espíritu y con la Fuente Divina del Espíritu!
¡Amén!
