El aumento de incidentes de sincronicidad y la consciencia de que el continuo está cambiando en respuesta a la Voluntad, probablemente conduzca al Iniciado a la toma de consciencia de que él es de algún modo más que lo que pensaba, que posee una Esencia que transciende las experiencias de la vida diaria.
La toma de consciencia de este fenómeno ha sido llamada por muchos nombres: el Yo Superior; el Genio; “el Yo que puede hacer más”; el Santo Ángel Guardián; el Yo-Wode. Podemos etiquetarlo con cualquiera de estos títulos; personalmente yo prefiero Dæmon. La consciencia naciente de este Yo que está más allá del yo es el significador del Adeptado. El Adepto es él mismo esa “Bestia de Sangre” que es simbolizada por el chacal o la hiena de la tercera cabeza. La vida se vuelve más enriquecedora, las oportunidades florecen, el mundo tiembla a tu paso. Es la obligación del Yo de cada Iniciado cultivar esta consciencia, para convertirse en la Bestia de Sangre.
Esto será perseguido además a lo largo de líneas formales en el Trabajo de la cuarta cabeza, cuando el Iniciado establecerá una simbiosis con el Yo Dæmoníaco en completa consciencia y el Ojo del Dragón se abrirá en consecuencia. Bajo la cuarta cabeza, estudiaremos este despertar en detalle y exploraremos un acercamiento contemporáneo del Sendero de la Mano Izquierda a la Magia Sagrada de Abra-Melin el Mago. Introduzco el asunto en este lugar, ya que el Iniciado diligente se hará consciente de los primeros indicios del Dæmon en el proceso del Trabajo de la tercera cabeza.
