El “Mundo de los Horrores” es una frase que fue muy usada en el Templo de Set como un eufemismo para el mundo diario y sus actividades mundanas. Tenía su origen en “La Ceremonia de los Nueve Ángulos” y “La Llamada de Cthulhu”, dos ceremonias con temas Lovecraftianos que fueron escritas por el Dr. Michael Aquino cuando era miembro de la Iglesia de Satán. Fueron publicadas en el libro de Anton LaVey, The Satanic Rituals.
Usada en este sentido, la frase es obviamente una ironía un poco en broma. En los relatos de Lovecraft, las criaturas de sus mitos de Cthulhu son una fuente de horror para la raza humana. En los rituales del Dr. Aquino, los horrores son realmente los seres humanos y su mundo como es visto desde la perspectiva de los Grandes Antiguos. ¿Así que qué son estos horrores? Para los adoradores del Dios de la consciencia, el horror definitivo es la estupidez: la aplicación de la conformidad sobre la creatividad; el odio al Yo; la violenta represión de los instintos y esencia fundamentales del Hombre; la defensa de la esclavitud sobre la libertad; la supresión y asesinato de cualquiera que desafíe la mediocridad de estos preceptos. Estas cosas son el verdadero horror.
Ni tampoco se eliminarán. Este siempre será un Mundo de Horrores y el sabio Iniciado debe reconocer ese hecho y tratar con él. No hay una armoniosa edad dorada justo a la vuelta de la esquina. Sólo hay nuevos ángulos sobre las viejas represiones. Somos bastante afortunados de vivir en una era en la que los que sostienen las riendas se contentan con amasar dinero, presentando algunas libertades como comodidades comercializables. Aún así, aléjate demasiado de las directrices de los hombres y pisarás un camino con mucho riesgo. Si realmente te sientas y empiezas a hacer una lista de todas las restricciones sobre tus libertades, encontrarás que alcanza una horrorosa longitud.
Habiendo logrado esta toma de consciencia, es entonces necesario hacer un cambio más en la perspectiva con el fin de evitar una maldición particular de las recientes décadas. Mientras entramos al Siglo Veintiuno, el mundo Occidental se ha vuelto adepto en lamentarse de su suerte. Sufrimos de estrés, nuestros derechos son infringidos, somos discriminados, lamento lamento lamento, chillido chillido chillido... Y crece. El estrés es necesario para la supervivencia y tenemos muy poco sobre lo que estar estresados. No hay grandes guerras, no hay plagas acabando con la mitad de la población, y tenemos el doble de las expectativas de vida de hace sólo un par de siglos. Con relación a tus derechos, no tienes ninguno excepto aquellos por los que estés preparado para luchar. Es profundamente lamentable que no vivamos en una era en la que los héroes individuales puedan establecer reinos y poseer la integridad para establecer códigos de buena conducta a través de la nobleza de su propio ejemplo. En lugar de ello, vivimos en una era de avaros, políticos corruptos que usan la burocracia, las normas y regulaciones como un humo verde para su propia degeneración. Los héroes están mal vistos activamente y por norma están fuera de existencia, ya que sus cualidades se reflejan mal sobre nuestros representantes elegidos. No obstante, es importante darnos cuenta de que la situación para los magos practicantes en el mundo Occidental es probablemente la mejor que haya habido nunca. Podemos ser bastante abiertos sobre nuestras prácticas sin correr el riesgo de ser ejecutados. Pero el Iniciado no es un loco. Recuerda que todo esto puede cambiar en el parpadeo de un ojo. Es importante mantener un sentido de perspectiva, mantener un ojo sobre las corrientes que pasan a través de la sociedad, cambiándola, y silenciosamente continuar con el propio Trabajo. La primera prioridad del Iniciado es su propia Iniciación. En ella debe poner su foco y todo su esfuerzo debería ser aplicado a la misma. En un mundo donde la privacidad se convierte en una palabra sucia, donde la gente clama por detalles de las vidas privadas de otros y sintonizan la televisión en programas para espiar con asombro las tediosas actividades de extraños sin talento ninguno, el Iniciado sigue una antigua norma que muchos han olvidado: “Métete en tus asuntos”. Tales cosas no nos conciernen ni interesan.
Hay aspectos de un mundo mayor que directamente impactan sobre nuestra forma de vida y nuestra habilidad para practicar nuestra magia sin obstáculos, sin embargo, y estas necesitan ser dirigidas. Cuando empezamos por primera vez en la magia, el énfasis está sobre la consecución de las cosas que queremos: cosas pequeñas en su mayor parte, que hacen nuestras propias vidas mejores o más excitantes. Pero conforme la Iniciación progresa y Remanifestamos, nuestra Visión se vuelve más clara y vemos más lejos. Y conforme la Visión progresa, así también lo hace el Deseo. Queremos más y mejores cosas. Esto es bueno, no importa lo que otros credos puedan haberte dicho. Pronto no será bastante con sentarte en una confortable casa con unos pocos tesoros personales. Pronto querremos ver el mundo en el que vivimos reflejando los valores e ideales que hemos llegado a atesorar. Como se ha explicado, esta expansión de la Visión es una manifestación de la cuarta cabeza de Apep, de ahí la necesidad de dirigir estos asuntos ahora. También será recién evidente porqué el Trabajo Abra-Melin siempre ha insistido en que la conjuración de los Demonios Príncipes debería siempre seguir directamente al conocimiento y conversación del Dæmon en sí mismo: el Iniciado necesita ver el Mundo de los Horrores con claridad, en todas sus más elevadas y más bajas manifestaciones. El mayor error inimaginable – y uno que todos hacemos demasiado a menudo – es asumir ingenuamente que todo el mundo tiene los mismos ideales, perspectivas y sentido general de la decencia que nosotros, y que todo el mundo escuchará a la calmada razón. Esto es manifiestamente mentira y tal perspectiva falsa nos abre a todo tipo de abuso.
No es mi lugar colocar una agenda política aquí, ni sugerir qué tipos de cambios producirían un mundo mejor. La crítica que he establecido hasta el momento y las faltas que he señalado son simples hechos. Ya sea que decidas que la respuesta a estos problemas yace en una utopía hippy, una anarquía, o un régimen totalitario, es cosa tuya. Debes ser guiado por la Visión que hayas ganados a través de tu Iniciación.
¿Cómo se acerca un Iniciado a la tarea de reformar el mundo? ¿Con Trabajos Mágicos? Ciertamente, los efectos a largo plazo de los Trabajos de magia Æónica están bien atestiguados. Pero no sólo eso; sentarte en tu sillón ondeando tu vara y fallar en hacer alguna otra cosa exhibe una escasez de Voluntad que es Auto-frustrante. Es necesario hablar en los momentos apropiados y los lugares apropiados, influir a la gente con tus palabras.
Esto puede ser una maniobra difícil. Encontrarás que hay grupos y organizaciones que son más fuertes que tú solo y cuyas metas en gran medida son iguales a las tuyas. Pero estos son siempre una espada de doble filo, porque no todas sus metas serán iguales a las tuyas y algunas probablemente serán diametralmente opuestas, porque la mayoría de los grupos de presión política se acercarán a los asuntos desde un punto de vista totalmente diferente al del Iniciado. Siempre he encontrado mejor no asociarme. Añadir tu voz de forma sutil o directa donde sea apropiado y retirarse en otros momentos. Siempre contempla el cuadro completo y pellizca en los lugares donde sea más efectivo y necesario. Es un acto de muy difícil equilibrio que requiere el mayor equilibrio intuitivo. Una palabra susurrada al oído correcto puede ser más efectiva que el grito más alto en las calles. No obstante, habrá veces en las que levantarse y ser uno más. Que tu genio te lo indique.
Los dos principios a ser alumbrados en la mente más firmemente están aquí: (1) es importante para el mago ser verdadero a sus ideales y hacer lo que cree que es correcto; (2) el poder que el Iniciado busca no es el mismo que el poder que los políticos buscan. Buscamos Soberanía, no control. Así que sí, hay un Mundo de Horrores ahí fuera. Pero nunca olvides que también es un divertido patio de recreo, que puede cantar y bailar a nuestro dictado. El propósito de los párrafos precedentes es mantenerte consciente de los dictados de tu Dæmon y del curso correcto de acción. Con experiencia descubrirás que este siempre es el sendero que conduce hacia la risa y el júbilo. El mundo siempre tendrá sus faltas en la medida en que los seres humanos estén en él. Esto es inevitable y es buena cosa. Necesitamos desafíos. Nunca “salvaremos el mundo”, ni lo deberíamos intentar. Nuestra meta es crear individuos excepcionales.
