quinta-feira, 21 de setembro de 2023

Gnosis Tifoniana - La Magia Sagrada de Abra-Melin el Mago


Habiendo estudiado el Sello del Ojo y obtenido su Visión, el Iniciado de la cuarta cabeza empieza a conseguir un Entendimiento de la naturaleza de la realidad y su lugar en ella (y fuera de ella). Las prácticas y hechicerías de las cabezas previas de repente se expanden en una imagen más amplia. El Yo está solo en un gran Vacío, pero como en el Sello, puede extender su mirada con el fin de experimentar y cambiar el mundo fenomenal. Una cosa es cierta sin embargo: sobre la toma de consciencia de la extensión del Universo y el Yo y sobre el empezar a discernir la naturaleza de sus relaciones, el Iniciado va a necesitar un guía.

El concepto de un consejero divino es antiguo y la noción de adquirir uno como un paso iniciático distintivo – generalmente considerado como la marca del Adeptado – se remonta a un largo camino. En los modernos trabajos mágicos, puede ser rastreado hasta la Golden Dawn, con su “Ritual del No Nacido” (más adecuadamente “Sin Cabeza” que “No Nacido”, un ritual que deriva de un antiguo fragmento de papiro de un antiguo hechizo Setiano). Resuena a través del Trabajo de su Orden interna, la R.R. et A.C., y le debe mucho a la traducción de Macgregor Mathers del grimorio del Siglo Quince titulado The Book of the Sacred Magic of Abra-Melin the Mage.

Abra-Melin es muy diferente de cualquiera de sus otros grimorios contemporáneos. Sus requerimientos rituales son simples y básicos en extremo, con la operación estando cargada por la pasión y ardor del mago más bien que por cualquier objeto de utilería. Consiste de un periodo de seis meses de meditación e incrementada oración ferviente, culminando en el logro del “conocimiento y conversación del Santo Ángel Guardián”. El mago invoca exitosamente a su Ángel Guardián, seguido por los cuatro Príncipes del Infierno, que le permiten trabajar todo tipo de hechizos poderosos expresados en una extensa serie de cuadrados mágicos.

La idea subyacente de este grimorio fue revisada por Aleister Crowley en su Liber Samekh, que combinaba el proceso Abra-Melin con las invocaciones del Ritual del No Nacido (que también usó como “Invocación Preliminar” para su versión del Goetia). Retuvo la terminología de “Santo Ángel Guardián”, viéndolo como un título noracional para un ser/proceso no-racional. Hizo de este paso iniciático la piedra angular absoluta de su Enseñanza y filosofía mágica. El espíritu tutelar ha sido conocido por muchos otros nombres, por supuesto. Ha sido el Augoeides, el Dæmon, el Genius (o el Genio Superior). Pero ¿qué es esta entidad y qué relación tiene con ese ser asesor referido por muchos ocultistas modernos como el “Yo Superior”? ¿Es el Santo Ángel Guardián del Trabajo Abra-Melin (o el Dæmon como lo llamaré de ahora en adelante, siendo este mi título preferido) una entidad separada e independiente, o alguna exaltada proyección del Yo interior?

Como es a menudo el caso con tales cuestiones, la respuesta evidente es una paradoja: el Dæmon es ambas cosas a la vez. Es una proyección de tu futuro, un guía enviado por el Yo en el que potencialmente puedes Convertirte. Aunque al mismo tiempo, no eres tú, porque tú todavía no eres ese Yo. Es un Yo que paradójicamente posee una sabiduría y una intuición que tú no tienes. Ha sido descrito más útilmente como “el Yo por delante del yo”, una etiqueta mucho más pertinente y menos cargada que “Yo Superior”. Don Webb una vez lo describió maravillosamente como “el Yo que puede hacer más”. Así que sí, es una proyección de tu Yo, pero no eres tú, siempre se apartará de ti, por delante de ti. Por lo tanto, se manifestará a tus percepciones como un ser distinto y separado y encarnará un Nombre que describe su relación contigo. El descubrimiento del Nombre de tu Dæmon es parte del proceso del logro de su “conocimiento y conversación”.

El Entendimiento de esta experiencia iniciática crítica no ha cesado desde el tiempo de Aleister Crowley, sin embargo, y será de beneficio examinar alguno de los más recientes avances en este campo ofreciendo una metodología Draconiana para el logro. Anton LaVey aportó un modelo tripartito muy útil de la psique humana en su libro The Compleat Witch (ahora The Satanic Witch). El alma, conforme a esta visión, está compuesta de: (1) el superficial, yo evidente, cuya personalidad está atada a sus rasgos físicos, siendo el cuerpo una expresión del alma y viceversa; (2) el oculto, yo dæmoníaco, que es en muchas formas el opuesto de la personalidad superficial, las partes reprimidas de la psique; (3) el más interno, Yo central, que es similar en tendencia a la personalidad superficial, pero es informado y enriquecido por el dæmoníaco.

El modelo de LaVey es deliberadamente simplificado, pero muy adecuado, específicamente diseñado para permitir un rápido y fácil análisis de las motivaciones y detonantes de la personalidad de la gente, para que puedan ser manipulados o guiados por el mago. Toda personalidad es atraída por su reflejo dæmoníaco. En términos del Trabajo Abra-Melin, el Dæmon (enriquecido y potenciado Yo Central) se comunica con la personalidad exterior manifestándose a través de la imagen de lo dæmoníaco, revelando el sendero a la Auto-realización. El libro de LaVey está orientado hacia el uso de las técnicas Mágicas Menores para el triunfo mundano y la satisfacción y es un manual magnífico. Pero dada la interpretación anterior, también puede ser leído para encontrar unos pocos puntos útiles para la Iniciación del Dæmon.

Un manual mágico más reciente ha sido publicado por Don Webb, Alto Sacerdote Emérito del Templo de Set. Uncle Setnakt's Essential Guide to the Left-Hand Path es el más importante libro mágico práctico del Siglo Veinte. Guía al lector sobre un viaje iniciático a lo largo de un periodo de tiempo fijado, similar en propósito al original grimorio Abra-Melin. Ofrece una experiencia verdaderamente transformadora al que lo sigue completamente y entrega poderosas Claves de poder mágico. Al término del Trabajo Entenderás tu Yo y tu propósito; en otras palabras, serás consciente de y conversarás con tu Dæmon. Recomendaría que todo Iniciado Draconiano que haya alcanzado la cuarta cabeza no podría hacer nada mejor que seguir las instrucciones del libro de Don Webb al pie de la letra.

Es digno de mencionar brevemente en este punto un experimento avanzado del Templo de Set pertinente a este Trabajo. La Orden del Trapezoide del Templo preparó un evento de un año de duración conocido como el Trabajo de Shub-Niggurath. En uno de los Cónclaves anuales del Templo, los Iniciados reunidos intentaron recibir un mensaje desde sus identidades futuras (específicamente, a un año en el futuro), algo que les permitiría usar el beneficio de su futura visión retrospectiva para acelerar su progreso iniciático en el año por delante. En el siguiente Cónclave anual, el Trabajo fue ligado ya que enviaron un mensaje de vuelta a sus identidades del año anterior, para ser recibido en el punto de inicio. Este tipo de Trabajo es un tratamiento fresco sobre el tema Abra-Melin: recibir instrucción y guía desde el Yo por delante del yo, la entidad con más poder otorgado que tenemos el potencial para llegar a ser. El estudiante curioso desarrollará muchas variaciones sobre este tema.

¿Cómo se acerca el moderno Iniciado Draconiano a tal Trabajo? ¿Cómo vamos a actualizar el Trabajo de la cuarta cabeza? Podemos elegir desarrollar un programa de seis meses tal como el que el grimorio original de Abra-Melin describe, apartando un lugar y consagrándolo y a nosotros mismos con invocaciones cada vez más fervientes hasta que la iluminación ocurra. Podemos adaptar uno de los ritos de la antigüedad que sea significativo para nosotros, tal y como Crowley hizo en Liber Samekh. Hay muchos pasajes Celtas o secciones de los Eddas que pueden fácilmente ser adaptados para tal propósito. Podemos perseguir un currículum más modernamente organizado tal como en Uncle Setnakt's Essential Guide. O podemos diseñar un nuevo y revolucionario acercamiento que se adecue mejor a nuestro propio punto de vista, como fue hecho con el Trabajo de Shub-Niggurath.

Debemos decir que aquellos que estén esperando el relampagueo de la magia de los video juegos en Trabajos de este tipo, mejor tendrían que volverse de nuevo a sus consolas. Tu Dæmon no aparecerá ante ti, explicándote la naturaleza de la vida, el universo y todo y entregándote una útil lista de comprobación de las cosas por hacer. Sí, tu imaginación visual debería ser estimulada por la serie de Trabajo para vestir a tu Dæmon con una Forma simbólica, algo sobre lo que puedas meditar y con lo que estar en comunión, algo para enfocar tus pensamientos y abrir el canal. Sí, deberías ser capaz de intuir un nombre para tu Dæmon, algo que surgirá desde tu mente profunda y sea indicativo de la naturaleza de la relación. Pero como suele ser el caso con la magia profética, las verdaderas intuiciones y comunicaciones vendrán a ti en momentos silenciosos de reflexión, elevándose lentamente dentro de la consciencia conforme el sendero se abra para ellas. Puede que te encuentres asestado por una toma de consciencia significativa mientras te relajas después de una comida o de dar un paseo varios días después del clímax del Trabajo. Esta es la forma en que las cosas tienden a suceder. Haz tus Trabajos lo mejor que puedas, espués espera los resultados pacientemente y sin ansiedad. Surgirán cuando dejes de preocuparte por ellos y hayas perdido tu poder absoluto sobre tu mente.

Esta consideración puede se servicialmente examinada a la luz de los Misterios Nórdicos. En la tradición Germánica del alma, la parte de la psique relacionada con el Dæmon es llamada la fylgja. Esta entidad puede aparecer a la consciencia en una de las siguientes tres formas: un animal; una forma geométrica; o una persona del sexo opuesto. La tradición relacionada a la fylgja (como se delinea en los trabajos publicados de Edred Thorsson) es que su esencia comparte tres aspectos. Es una manifestación de parte del alma del Iniciado, pero es más que eso. También es un vínculo a las almas de sus ancestros, un canal para la corriente ancestral de la que el individuo es una parte. Así que, puede transmitir sabiduría e intuición desde sus ancestros. Además, la fylgja está enlazada en ciertos aspectos con las valkirias (las dos pueden o no ser sinónimos en ciertos aspectos). Por lo tanto, también es un mensajero entre los Dioses y el alma. Estas facetas distintivas son útiles de considerar cuando pensamos en el Dæmon. Es una entidad compleja.

La tradición de la fylgja, así como mejora nuestro Entendimiento de la naturaleza del Dæmon, también nos ofrece una herramienta práctica avanzada para usar en este Trabajo. Una de las técnicas para comunicar con la fylgja descrita en Nine Doors of Midgard de Thorsson, es la práctica de utiseta (“sentarse en el exterior”). Implica ir a un emplazamiento remoto y resonante, preparándose con meditación y pasando literalmente la noche sentado en contemplación, esperando algún signo o mensaje. Este puede ser percibido auditivamente, visualmente, o por la interpretación de patrones en las nubes u otros cambios en el paisaje conforme las sombras del crepúsculo, la oscuridad y el amanecer pasan sobre él. Tales periodos de estar calmadamente sentado y esperar la comunión en un emplazamiento evocador son un contrapeso ideal a los aspectos invocadores más estructurados del Trabajo. Es pertinente preguntar qué beneficios el Iniciado recibirá de este Trabajo. ¿Qué nos da la comunión con el Dæmon? El resultado de tal operación exitosa es literalmente un cambio en la vida.

Como se mencionó anteriormente, el Dæmon es una manifestación multifacética. Es parte de la herencia psíquica pasada desde nuestros ancestros, algo que crece con cada generación. Como tal, trae con ella una consciencia de la corriente evolutiva dentro de nosotros y hacia dónde esa corriente nos está llevando, no sólo a un nivel personal sino que multi-generacional. También es una proyección hacia atrás desde el Yo del que tenemos el potencial para convertirnos y trae con ella el regalo de la anticipación y la acelerada transformación iniciática. Esto crea un sentido de Destino dentro del Iniciado. Es una consideración fundamental de la cuarta cabeza y una a la que retornaremos en mayor detalle después en este capítulo. También hay otra mejora práctica mágica. Cuando la intuición del Dæmon es ganada, extendiéndose más allá de nuestras dimensiones de consciencia usuales, poderes mágicos significativos se hacen disponibles por la sola aplicación de la Voluntad. Estos enanos, los pequeños hechizos y sigilos y demás que el Iniciado puede haber estado practicando hasta la fecha.

En el grimorio original de Abra-Melin, estos poderes son presentados en una serie de cientos de cuadrados mágicos que contienen patrones de letras, cada uno de los cuales tiene un propósito específico. Las instrucciones codificadas sobre estos cuadrados eran llevadas a cabo por legiones de demonios. El mago ganaba autoridad para ordenar a estos por la convocación de los cuatro Príncipes del Infierno y recibir su alianza después de ser fortificado por su Santo Ángel Guardián.

Esta muy simbólica y poética descripción expresa una simple verdad subyacente: una vez el Iniciado ha logrado la intuición de su Dæmon y entiende los patrones que se despliegan a su alrededor y su propia Esencia, también puede percibir y manipular los patrones que forman la realidad y la causalidad en sí misma (simbolizada por los patrones de las letras sobre los cuadrados). Los demonios simbolizan la interfaz entre la Voluntad del mago y la situación que desea afectar. Investigaremos la naturaleza de los demonios, espíritus y similares bajo la quinta cabeza.

He conocido magos que han usado muy exitosamente los cuadrados del sistema Abra-Melin, de hecho yo mismo lo he hecho, algunas veces acompañado por una evocación demoníaca, algunas veces simplemente usados como un foco para la Voluntad. Si te tomas el tiempo de leer las notas de Mathers sobre el significado de las palabras sobre los cuadrados y determinas un sistema personalmente satisfactorio de codificación alfabética que tenga sentido, esto puede ser muy apropiado. Sin embargo, aferrarse al grimorio no es necesario, aunque puede ser ocasionalmente divertido si te das el gusto por razones estéticas. El Dæmon otorgará poder a cualquier herramienta mágica que elijas emplear y amplificará tu magia a través de ella. De hecho, en este nivel los mejores Iniciados cambiarán una situación simplemente entrando dentro de ella y dirigiendo su atención sobre ella.

Esta hechicería “improvisada” es sorprendentemente fácil y perturbadora para aquellos que la observan y se dan cuenta de lo que está ocurriendo. Un acto formal de Voluntad, tal como un ritual, es aconsejado para propósitos específicos que se hayan planeado por adelantado, sin embargo. Mantén las cosas ordenadas.

Tendríamos que comentar que en los escritos publicados de Aleister Crowley, regularmente él subestima o castiga el uso de la magia para fines materiales, quejándose de que tales van en detrimento de la Gran Obra y cosas parecidas. Yo no tengo tales objeciones, por razones que serán elaboradas completamente bajo la quinta cabeza. Los Iniciados deberían usar su hechicería para cualesquiera propósitos que ven bien, siempre y cuando se mantenga en mente que tú mismo serás cambiado por el proceso de cualquier magia que elijas ejercer. También se debe señalar que la práctica de Crowley desmiente sus sermones.

Kenneth Grant, por ejemplo, en su Remembering Aleister Crowley, recuerda que Crowley retuvo un set completamente funcional de cuadrados Abra-Melin escritos en caracteres enoquianos como uno de sus más preciados tesoros personales. Ya se habrá visto cómo la cuarta cabeza es cualitativamente diferente de las que la preceden. El Iniciado busca Entender el Sello del Ojo del Dragón, perforando así las capas de ilusión que amortajan la Realidad. Los velos del tiempo y el espacio son apartados. Haciéndolo, él se hace consciente de las partes más profundas de su propia psique y busca activamente la guía de su Dæmon para catalizar su Iniciación. Esto provee una dinámica mágica completamente nueva en su vida y una nueva Visión de en lo que puede Convertirse. Restan unos pocos comentarios breves a hacer respecto a la comunión con el Dæmon. Estos serán tratados de nuevo bajo el Trabajo de las últimas cabezas, pero deberían ser introducidos en esta coyuntura.

En primer lugar, contrariamente a lo que el grimorio de AbraMelin y los comentarios de Crowley puedan implicar, este no es un momento fijo en todo evento. El cerebro es muy bueno borrando de la memoria los eventos extraños y anómalos y puede ser cierto que siguiendo al flujo inicial de realizaciones e intuiciones, te hundas en la tierra y no te sientas en nada diferente. La persistente lucha tras este estado de consciencia es esencial; cada vez que parezca haberse deslizado de tu mente, debes alcanzarlo y grabarlo de nuevo, hasta que – finalmente – se vuelva habitual. Si tu entrenamiento bajo las cabezas previas ha sido riguroso, esto llegará sin sorpresas para ti.

Un asunto que surgirá en mayor detalle cuando consideremos las últimas cabezas es la naturaleza de las comunicaciones recibidas de entidades incorpóreas. El propósito del Trabajo actualmente bajo discusión es lograr la comunión con tu Dæmon. ¿Qué tipo de comunicaciones puedes esperar recibir? Sólo recuerda que el canal usado por tu consciencia para las operaciones y comunicaciones mágicas es la imaginación. Para aquellos nuevos en el arte – y para aquellos más experimentados que olvidan su objetividad cuando se involucran apasionadamente en algún Trabajo – siempre debe ser mantenido en mente que incluso una verdadera comunicación puede ser filtrada por las propias esperanzas y miedos y tentada a cumplir nuestros deseos. Todo mensaje debe ser puesto a prueba rigurosamente para comprobar su autenticidad. No porque su origen sea necesariamente dudoso, sino porque el mensajero – nuestra imaginación – puede haber adornado el mensaje originalmente entregado.

Para terminar con este asunto, recuerda que el valor de cualquier tipo de comunicación es directamente proporcional a la transformación que cause. Puedes recibir visiones que harían que Miguel Ángel llorara de gozo; puedes registrar dramáticos pasajes de poesía describiendo mundos otro-dimensionales; te pueden haber dicho los secretos más internos del alma y los trabajos del universo. Todas estas cosas no son de valor si mañana te levantas y haces las mismas cosas que hiciste hoy. Si estas cosas te inspiran para hacer algo, para Convertirte en más de lo que eres ahora; si te impulsan a poner en acción los procesos que te harán ese Yo por delante del yo que te las divulgó, entonces tienen gran valor. Todo lo que sea menos que eso es una gilipollez. El Ipsissimus James Lewis me enseño la norma dorada para evaluar el valor de cualquier comunicación: pregúntate una simple cuestión de cuatro palabras: ¿A quién le importa?

Debería mantenerse en la mente que el Dæmon siempre habitará en el futuro; siempre estará más allá de ti en el tiempo. Aunque actúes según sus consejos y aspires hacia su substancia, siempre estará por delante de ti. Porque conforme avanzas hacia él, tu Visión crece y se expande también, empujando tu potencial – y por lo tanto al Dæmon – siempre hacia delante. Si tu Visión y aspiración parecen disminuir cada vez hasta el punto en el que el Dæmon pareciera alcanzable, justo a la vuelta de la siguiente curva por así decir, esta definitivamente no sería una buena cosa.